Visitando a Mister Porno

Mi amigo nos llama frecuentemente, para saludarnos e invitarnos a pasar un fin de semana en la Cd. de Puebla. Mi esposa quiere ir. ¿que puedo hacer?

Visitando a Mister Porno.

Las llamadas de Mike no se han hecho esperar, nos llama frecuentemente para saludarnos e insiste en que vallamos a visitarle el fin de semana, nos quiere corresponder por todo lo que hicimos por él. Mari me comentó:

¡Papi!! Me gustaría ir para conocer bien la ciudad de Puebla, pues solo conocemos el centro.

Le comenté; cuando Miguel te tenga a tiro, lo único que vas a conocer son las cuatro paredes y el techo de su recámara. Ja, ja, ja.

¡Ayy Papi!! Como eres de mal pensado… tal vez no pase nada y solo nos invita en buena onda.

Sí… como no, ¿tú crees que no tiene ganas de dejártela caer?.... debe de estar más caliente que una plancha, te va a dar una cogida tremenda que te va a dejar rozada la panocha.

¡Ya ni me digas!…. que me están dando unas cosquillitas, por ahí abajo. Que puta me he vuelto ¿te gusta que sea así?

Tú sabes que me vuelves loco con tu forma de ser, te quiero mucho, pero dime; ¿ya le platicaste a Paty?

Sí ya le conté a mi comadrita lo de Mike; y me dijo que se lo teníamos que presentar, para darle una descremadita entre las dos. Je, je, je. Y por cierto me contó; que han hecho buena amistad con un matrimonio de jovencitos, jugaron póker de prendas y que cuando menos ya los vieron medio en cueros y están muy buenos. Pero Pepe los asustó, pues cuando perdió se sacó su garrote bien tieso se los mostraba como si nada. La que estaba asombrada y nerviosa era la chica. El muchacho estaba loco con los pechos de Paty, pero al ver la tranca de Pepe les dijeron que era muy tarde y se marcharon.

Pues sí; no es para menos, imagínate tú que la primera vez en lugar de haber sido con Luis te hubiese tocado Pepe, susto que te hubiera dado ¿Verdad?

Uff sí… además que Pepe es muy brusco te da unas estrujadas de nalgas que te duelen, unas nalgadas bien tronadas no de placer, y unas metidas de verga muy violentas, para nada suavecitas con cariño. ¡Ayy Papi! ya me estoy calentando con la plática, ¿vamos a ir a Puebla?

¡Sí vamos!… solo hay que ver con quien se quedan los hijos. Total si Mike no te satisface bien…. en Puebla venden unos camotes grandes muy ricos. Ja, ja, ja.

Total que hicimos todos los arreglos necesarios y nos fuimos a la Cd. de Puebla, nos quedamos de ver a la entrada, pues siempre me he perdido en esa ciudad. Mari estaba muy guapa con un pantalón de algodón blanco y una playera de tirantitos con rayas azules, los pantalones le quedan de maravilla pero solo le gustan a mi esposa cuando viajamos, para temas de seducción le gustan las faldas, de preferencia cortas para lucir mejor sus respingonas nalgas y sus musslos.

Cuando nos encontramos con Mike sus ojos le destellaban viendo a mi esposa de arriba abajo, con una sonrisa de oreja a oreja. ¡Que bueno que vinieron!! Nos abrazaba y le plantaba unos besotes a Mari en sus mejillas pegados a su boca; estaba feliz el Tío.

¿Nos vamos?…. ¡Ven Mari súbete a mi coche! y tu nos sigues.

Mi esposa muy sonriente me volteaba a ver mientras se subía al auto de Mike, cuando les empareje en un semáforo Mike me gritó; ¡me la voy a robar!! Y arrancó a toda velocidad, los seguía de cerca. En el siguiente semáforo Mike me gritaba; ¡mira que guapa está mi novia!! Los dos reían con cara de cómplices. Me daban celos de ver a mi esposa con otro cabrón en su auto. Ridículo ¿no?

Al fin llegamos al departamento de Miguel en un edificio nuevo, bajamos el equipaje Mari llevaba ropa como para un mes, entramos al departamento es de dos recámaras, la principal con una camota King Size y baño, la otra con dos camas individuales, una salita pequeña con un televisor y un medio baño, no tiene comedor solo una mesa redonda de desayunador con cuatro sillas todo los muebles nuevos.

De inmediato nos servía unas cervezas, y nos exclamaba: ¡No saben el bien que me hicieron!, desde que estuve con ustedes todo ha cambiado, conseguí una gerencia en una fábrica de autopartes, me sentí un hombre nuevo recuperé la seguridad en mi mismo, y todo gracias a ustedes, pues ningún amigo me ayudó cuando estaba mal, y ustedes me reconfirmaron su amistad. Con lagrimas en los ojos me daba un fuerte abrazo, y a Mari un beso en la boca.

Mike sirvió unas botanitas y nos dijo; solo es para picar un poco por que los voy a invitar a comer a un restaurante veracruzano muy bueno, y no quiero que se llenen de botana, al mismo tiempo nos servía unos tequilas, estaba feliz viendo a Mari sus ojitos le hacían zoom en los pechos de mi mujer pues la playerita dejaba bastante que ver.

Seguimos brindando el estaba sentado junto a Mari y se desbarataba en halagos para ella, le ponía una mano sobre sus muslos y la otra la pasaba sobre el cuello atrayéndola hacia él, de reojo le veía los pechos luego le daba unos tímidos besitos en su mejilla, los ánimos se estaban calentando, y les comento: Mi amor que bueno que traes pantalones, por que sino el gaucho veloz ya te hubiera ensartado. Ja, ja, ja. Mari me respondía:

Lo bueno es que no necesita condón, pues la última vez me la dejó caer con todo y pantaletas. Ja, ja, ja.

Mike se puso rojo; ¡Ya ni me recuerden!! Que pena tengo por la forma en que lo hice. Pero es que ustedes me dieron una calentadota tremenda.

Nos pusimos de pie para irnos al restaurante, pero mi esposa nos pidió que le diéramos oportunidad de cambiarse de ropa. Mike le pidió que se dejara su playera que se le veía muy bien. Mari se fue a cambiar y regresó con una faldita blanca con unas medias y playera de tirantitos negras, inmediatamente los ojos de Mike le barrían las nalgas y los musslos mientras le silbaba, Mari giraba lentamente sonriendo.

A mi se me hacía medio atrevido el atuendo de mi mujercita para salir a un restaurante en una ciudad muy recatada, pues los pechos quedaban más descubiertos con esa playerita y la faldita estaba muy corta, y con el contraste de colores se veía muy sensual. (Se veía preciosa mi putita) pero bueno todo entra en el desmadre. Fingí que se me cayó mi pluma al piso y le pedí a mi mujer; levántala por favor, pero sin doblar las rodillas. Mi mujer capto mi travesura.

Mari se agachaba lentamente dándonos una excelente vista de de su tanguita blanca metida entre sus nalgas, el "yoyito" se le marcaba en una forma deliciosa. ¿Así les gusta? o lo ¡prefieren así!! separando más sus piernas.

Mike aplaudía y gritaba; ¡así esta mejor!!... ¿Me dejas tomarte una foto? Así como te pusiste…. Para tenerla de recuerdo ¿Sí? Solo una

Bueno… pero solo una en que no salga mi cara. En lo que traes tu cámara, déjame ir a sacar unos broches para el pelo a la recámara. Nos fuimos atrás de ella y cuando se agachó le dije; agáchate un poco más, mi esposa posaba. ¿Así está bien?, y mi amigo le tomaba esta foto.

Mike estaba feliz se comía a la modelo. Tenía un bultote en su pantalón, nos pedía: ¿Y si nos quedamos en casa? y en lugar de salir, mejor pedimos unas pizzas.

¡No ni madres!! protestaba Mari, no vine a Puebla para quedarme encerrada, quiero conocer la ciudad.

OK. Vámonos a comer, nos subimos al coche de Mike mi esposa adelante con él, y yo atrás de "perro fino". La falda le cubría apenas la parte alta de sus muslos, Mike no le quitaba los ojos traía una sonrisota, aprovechaba los cambios de velocidades para rozar con su mano las piernas de mi esposa.

Al fin llegamos al restaurante. Nos acomodamos en una mesa redonda en uno de los rincones, de inmediato mi amigo ordenó unos "toritos" (bebidas con leche y frutas tropicales como: Fresa, mamey, guanábana, mango, pero con aguardiente de caña 57 grados muy dulces e inocentes, pero pegan como patada de mula) de botana pidió un platón con chalupitas. ¡Estaban riquísimas!

Mike ordenó otra ronda de "toritos" pero hay que pedirlos de otro sabor para que prueben de todos los sabores, ordenamos de comer, Mari estaba feliz se notaba que los "toritos" le estaban pegando y la verdad a mi también.

Pasó la fotógrafa, Mike y mi esposa juntaban sus mejillas y les tomó una foto, la mano de mi amigo andaba oprimiendo los muslos de mi mujercita, que me decía en voz baja y sexy, Papi; Mike me esta tocando muy rico ¿le das permiso?.... El amigo se apenaba de inmediato quitando su mano, en eso llegó el mesero muy sonriente con los platos que ordenamos y le pedí una cerveza, mi esposa y Mike pidieron otro "torito"

La comida estaba estupenda, después de varios dobles sentidos en la plática, la mano derecha de Miguel desapareció por debajo de la mesa, los ojitos de Mari estaban medio rasgados, entonces baje mi mano a los muslos de mi amor y tenía sus piernas separadas, la mano de Mike estaba acariciando su puchita, yo le oprimía la mano a mi amigo contra el coñito de mi mujer, Mari me volteaba a ver con una sonrisa caliente.

En eso el mesero venía a levantarnos los platos, se le iban los ojitos a los pechos de mi esposa pues se le habían puesto duros los pezones. Nos ofrecía algún postre, le ordenamos los postres, Mari se levantó para ir al baño, mientras Mike me comentaba; que esas estrujadas de su mano contra la panocha de mi esposa lo dejaban al borde del orgasmo.

En eso regresaba Mari, él de inmediato se ponía de pie para acercarle la silla note el bulto que tenía en el pantalón, el mesero nos traía los postres, y unas copas de licor Baileys, luego de asegurarse insistentemente si no se nos ofrecía algo más, le barrió con los ojos los pechos a mi mujer y se retiró.

La mano de Mike de inmediato desapareció bajo el mantel noté una expresión de felicidad en la cara de mi amigo, pues mi esposa se quito la tanga y estaba con las piernas separadas dándole todo el acceso para que le metiera el dedito juguetón. Les rozaba mi mano por todos lados, mi esposa tenía unos jadeos ahogados así que mejor apuramos los postres y pedimos la cuenta por que estaban a punto los dos de ponerse a coger.

Yo les comentaba: Que bueno que te quitaste la tanga por que Mike te puede atacar sin previo aviso…. la puede usar de condón, ten mucho cuidado no te vallas a agachar por que el gaucho veloz te la clava aquí mismo, soltábamos unas carcajadas pagamos y salimos del restaurante, obviamente mi esposa se subió adelante con Mike, yo me senté en la parte media del asiento trasero para tener una buena vista de lo que ocurría adelante, Mari se sentó de lado recargada en la puerta, su falda dejaba descubiertos sus muslos y a veces se veía parte de su panochita, Mike le acariciaba los muslos y su mano desaparecía debajo de la faldita, de seguro le corría el dedo por los labios vaginales.

Los últimos rayos del sol alumbraban los muslos de Mari que levantaba su falda y luego la bajaba dándonos unos flashes de su panochita. Le sobaba la verga a mi amigo por arriba de su pantalón. Les pregunté:

¿A donde vamos?....

A casa. Me respondió Mike.

Para fregarlos les exclamé: ¡Pero Mari quiere conocer la ciudad!!

Mi amigo desquiciado le preguntaba a mi esposa; ¿de veras quieres ver la ciudad?

¡No para nada!! ¡Lo que quiero es que me den una buena cogida! ya no aguanto estoy muy caliente. ¡Mira Papi!!.... Tu amigo ya la tiene muy dura.

¡Pues ya ni se la toques por que se le va a salir la leche!!

Pronto llegamos al departamento; abriendo la puerta se daban un beso de fuego, Mike metió sus manos por debajo de la falda y le estrujaba las nalgas, mi mujer le abría la camisa, él le quitaba la playera y como podía le arrancaba el brassier, le mamaba los pezones con mucho deseo mientras se desabrochaba los pantalones, Mari se quitó su falda y quedó totalmente desnuda solo le quedaban las medias, nos daba un sensual show de sus nalgas y panocha pues se agachaba a recoger su playera y brassier.

Mike le llegó por detrás dándole de lengüetazos en su culito y panocha, mi esposa se quedaba agachada jadeando recargada en un sillón con sus piernas rectas y abiertas, mi amigo hincado en el piso le bajaba las medias mientras le mamaba como si fuera un becerro se oían los chupetes. Las nalgas se le convulsionaban con un orgasmo, se veía como le punzaba el coñito.

En eso Mike le gritó: ¡Vamos a estrenar la cama!! Los dos salieron corriendo a la recámara, mi amigo se la comía con la vista y le exclamaba; ¡que buena estás!! Mi esposa lo recostaba en la cama y le pajeaba muy lentamente la verga, mientras le susurraba:

Tengo muchas ganas de darte un besito en tu verga, pero mejor no…. Es que quiero que dures mucho tiempo y me cojas muy rico.

Mi esposa se recostó encima de él y se besaban con lujuria, las nalgas de Mari se movían de lado a lado buscando el glande de la verga de Mike, cuando lo sintió que rozaba su mojado coñito, con suaves movimientos de su puchita lo centró y lentamente fue desapareciendo todo dentro de su vagina, se besaban como dos enamorados, la verga entraba y salía lentamente de la panochita de mi amor, los jadeos iban subiendo de tono.

Yo no me atrevía a interrumpirlos pues estaban en una sublime cogida que le estaba pegando mi esposa. Me fui a la cocina a preparar unos tragos, regresé a la recámara para seguir disfrutando del porno show, como los jadeos estaban bastante fuertes me fui desnudando pues mi esposa lo cabalgaba con una cara de felicidad, subía y bajaba enchufada en el palo de Mike que estaba durísimo y con punzadas, Mari le explicaba; Te voy a hacer unas cositas ricas en tu verga vas a probar mi "perrito" ¿a ver si te gusta?

¡Ayy ¿que me haces?!! ¡Siento que me lo aprietas muy sabroso!! ¡Que rico me muerdes!! ¡Huyy que me estás haciendo!! Él le estrujaba las chichis y le gritaba: ¡Que rica estás!! ¡Coges riquísssimo hagghh!! ¡Me voy a veniir!! Las nalgas de mi mujer se convulsionaban cuando sintió los chorros de leche caliente que le inyectaba Mike en el fondo de su coñito, Mari lo acompañaba con un fuerte orgasmo ¡que rico te estas viniendo!! ¡Tu lechita me quema rico hagghh!!

Entonces intervine deslizándome en la cama junto a ellos, un momento después con una sonrisa Mari se desmontaba de mi amigo y se montaba encima de mi, yo estaba súper templado después del show que me dieron. El coñito estaba como me gusta ardiendo y repleto de lechita, Mari me aplicaba su "perrito" con fuerza, y la leche de Mike me hacía unas cosquillas calientes en mi verga.

Mike se puso de pie tomando su trago nos veía coger por todos lados, así estuvo un buen rato y le comentaba a mi esposa:

Que rico te lo estás cogiendo, ¡que hermosas nalgas tienes! ¿las puedo tocar?

¡Síii acarícialas muy rico!! Así, más fuerte, ¡huyy que sabroso!!

Mi mujer bajaba el ritmo de la cogida que me estaba dando para que mi amigo se las estrujara, inclinándose hacia mí para besarme con fuego, y darle más acceso a sus caricias. Sentíamos las manos de Mike como nos tocaban al mismo tiempo el coñito y mi piola, como que metió un dedo en el coño junto con mi verga y le acariciaba el clítoris a Mari que jadeaba con fuerza, nos estaba súper calentando con sus caricias.

Se sentían varias cosas nuevas, empecé a sentir delicioso pues mi amigo le besaba el culito y la panocha con mi verga dentro de ella ¡nos corría su lengua!, Mari jadeaba como nunca con un orgasmo, ¡Que rico me estás mamando!! yo me movía muy lentamente deslizando mi verga por todo el coñito al mismo tiempo que la lengua de Mike nos volvía locos de placer. Luego su boca se fue al culito de Mari le metía la lengua y poco después un dedo, mi esposa estaba en el séptimo cielo. Gritaba ¡huyy que me haces!! Tenía otro orgasmo muy fuerte pues mi amigo le seguía dando dedo y lengua.

Un momento después Mike le oprimía la punta de su verga en el culito, mi mujer paraba más sus nalgas para darle más acceso, solo mi glande permanecía dentro de su coño, Mike le separaba las nalgas y sentí como su glande atravesó el culito y se fue hasta el fondo con un fuerte ¡haagghh!!!

Entonces Mari recuperaba lentamente sus movimientos, yo sentía como se abría paso la verga de Mike que se rozaba con la mía através de la suave membranita que nos separaba. ¡Uff!! Estábamos los tres con unos movimientos muy bien sincronizados, mi mujer se fundía en un beso de fuego interminable conmigo, Mike le mordisqueaba el cuello y las orejas mientras le estrujaba las chichis.

Los orgasmos de Mari eran continuos le punzaba la puchita y el culito estábamos jadeando los tres, la leche de mi amigo que había quedado depositada en la panocha me quemaba la verga de placer, así como los rozones de vergas que nos dábamos me hacían ver estrellitas. Mi amigo aceleraba más sus movimientos, mi esposa seguía con unas punzadas riquísimas, su orgasmo se intensificaba y su "perrito" también pues materialmente me estaba ordeñando la verga.

En eso me empecé a correr con una descarga tremenda de leche, jadeaba con todo le dejaba la verga enterrada hasta los huevos al mismo tiempo gritaba muy fuerte; ¡haagghh que ricooo te estás viniendoo!! Le vibraba todo el cuerpo, sentía que la verga de Mike se movía a toda velocidad y luego paraba dejándola encajada a fondo, ¡tenía unos espasmos muy fuertes! ¡se estaba corriendo en el culito de mi amor!, los tres jadeábamos.

Nos quedamos así encimados por unos minutos descansando de la tremenda cogida que nos dimos. Mi esposa se empezó a mover para zafarse del sándwich en que estaba y corrió al baño escurriendo leche por sus dos hoyitos. Mi amigo continuaba descansando a mi lado tomando su cuba, mientras le preguntaba; estuvo buena la inauguración de la cama ¿verdad?

Uff… Síii estuvo tremenda, con esa clase de mujerona que tienes, está divina y que forma de cogernos a los dos ¡al mismo tiempo!! Nunca lo pensé que lo fuéramos a realizar, solo lo había visto en películas porno, pero cuando la vi como te cabalgaba su coñito se aferraba a tu verga y sus nalgas se le veían muy sabrosas, pues me acerque a acariciarlas y enloquecí, no pude resistir la tentación de besarlas y mamarlas, ¡que rico!! ¡Que sabroso culito tiene tu esposa! Me pasaba mi cuba y brindaba por la mujer más bella y caliente que se había cogido.

Le exclamé; pues aquí en confianza tu también me tienes muy sorprendido, eres bastante "porno" ¿sabes?.... por que mi señora y yo hemos cogido varias veces con diferentes matrimonios y amigos, pero tu has sido el único caballero que nos ha dado una buena mamada al momento de estar cogiendo, solo alguna amiga nos lo había hecho una vez, y bueno eres el único amigo que me ha dado un rico chupetincito en el pirulí, y que lo haya bañado de lechita en su cara.

Fíjate que yo también me quedé sorprendido con todo lo que pasó en tu casa, pero lo que ocurrió me pareció maravilloso, lo he estado digiriendo durante estos veinte días y realmente su estilo de vida es maravilloso.

La verdad estaba tan caliente que me gustó correrle la lengua a tu verga, y cuando me salpicaste de leche caliente en la cara me dio un morbo tremendo que hizo que me viniera de inmediato, tu esposa me besaba con su boca llena de tu semen y me gustó. No me considero maricón, nunca me han gustado los hombres. Solo fue el placer de participar con ustedes y ahora me pasó lo mismo, me calenté tanto con la lengüeteada que les di y las nalgas tan preciosas que tiene tu esposa se me antojaron tanto, que no resistí la tentación de tener sexo anal, es la primera vez que lo hago por ahí. Je, je, je.

Se escuchaba la regadera y la voz de Mari que preguntaba ¿Hay agua caliente?.... Sí le respondía mi amigo. ¡Es que no sale!…. ¿puedo pasar? Si pasa que me está dando frío. Mike le ajustaba las llaves de agua y le preguntaba; ¿me puedo bañar contigo? Bueno si quieres… pero no me des mucha guerra pues me pensaba bañar muy rápido. Eso está bien pues el calentador es muy pequeño y el agua caliente no dura mucho.

Eso no era impedimento para que Mike le diera unas abundantes enjabonadas en su panochita, nalgas y chichis. Mari le devolvía el favor enjabonando con esmero la pinga de mi amigo que se estaba poniendo dura, los besitos y arrumacos se les acabaron cuando les empezó a salir el agua fría.

Salió mi esposa con una toalla enredada en su cuerpo, y nos mencionaba:

Pues no es tan tarde… apenas son las diez, ¿por que no salimos a dar una vuelta? ¡Yo quería conocer la ciudad!

Mike de inmediato la halagó: Claro que sí mi reina, vamos a dar una vuelta.

Yo tenía una hueva tremenda, y me estaba tomando mi cubita muy a gusto.

Anda… no seas flojo, ¡vamos gordo!... Me reprimía mi mujer.

Bueno pues vamos.

De inmediato Mari se echaba un clavado en su maleta y sacaba un vestido azul marino, un saco, sus medias y unos zapatos de tacón, total que nos vestimos y salimos en el auto de mi amigo, paseamos por el centro de esta bella ciudad y cenamos comida típica en los portales, caminamos por los jardines, y que se le ocurre abrir la bocota a mi amigo:

¿No quieren ir a bailar?...... ¡Vamos a una Disco!!

Mari le respondió feliz; ¡Síii me gusta mucho bailar!! ¡vamos!! En la madre a mi no me gustan las Disco. Me enferma que un pendejo te tenga parado en la calle como si fueras limosnero, me choca la música a todo volumen no se puede hablar, y con la luz negra me hace ver chimuelo, pues un diente de enfrente es un jaket postizo, pero bueno todo sea por ver feliz a mi esposa.

Después de recorrer media ciudad al fin llegamos a la famosa Disco, Pues sí igual que todas, le pedí a mi amigo que compráramos una botella de Ron, pues en las discos siempre te dan unas cubas aguadas de marranilla. Nos estafaron buena lana por una botella de ¾ nos llevaron los refrescos. Servimos las cubas bien cargaditas, Mari se quitó su saco y un momento después estaban bailando, pues a mi no me quedó más que ponerme a tomar y a ver las jovencitas hermosas que abundaban por el lugar.

A lo que hemos llegado: En el lapso de media hora me fueron a sacar a bailar tres veces las niñas que estaban solas, y me di el gusto de decirles que no muchas gracias que estaba cansado. Ja, ja, ja. Seguí divirtiéndome viendo a los jovencitos hacer sus desfiguros tomando pastillitas que los ponen como loquitos, a las niñas rebajándose para que un galancito les haga caso, los niños putos las ven que se les están ofreciendo ¡y no les hacen caso! Casi todos eran jovencitos entre dieciocho a veinticinco años.

Luego de más de dos horas, y haber bailado como treinta piezas con algunos tiempos para tomarse un trago, Mike y mi esposa regresaban muertos a sentarse, apuraban sus tragos pues estaban sedientos, en dos rondas más nos acabamos la botella y salimos del lugar.

Entramos al departamento y seguimos con los tragos, Mari estaba bastante alegre sentada en un sillón con las piernas arriba de las piernas de Mike, que estaba muy prendido dándole masaje en los pies, luego le subía las manos por sus pantorrillas. Mike nos preguntaba con quien más teníamos relaciones. Mari le respondía:

Con dos matrimonios y un amigo muy querido que tú conoces.

¿Cada cuando se ven?

Pues con los matrimonios de vez en cuando, también viven fuera de nuestra ciudad. Pero con Luis casi todas las semanas hacemos fiesta. Je, je, je. Por cierto que le conté a mi comadrita Paty de ti, y te quiere dar una descremadita.

¡¿No me digas?!..... Y ¿que tal está?

Está bastante buena ¿verdad Papi?.... Tiene unas tetotas enormes y muy buena pierna lo que le faltan son nalgas, pero entre más pasa el tiempo se pone mejor, tiene unos ojos preciosos.

Los masajes iban subiendo a los musslos. Mike me preguntaba ¿quien es el tal Luis que dicen que conozco?

Pues Luis nuestro compañero de la Preparatoria que era muy amigo mío, el de los ojos verdes y pelo chino.

Haa… sí ya lo recuerdo…. ¿Cómo está?

Eso sí pregúntaselo a mi mujer, ella lo conoce mejor. Ja, ja, ja.

Está bastante bien es muy tierno nos quiere mucho, siempre dice que es mi hermano, pero mi marido le contesta que ya cometió incesto el cabrón. Después de mi maridito, fue el segundo hombre en mi vida, y gracias a él entramos en este juego. ¿Cómo ves?

Las manos de Mike ya estaban perdidas abajo del vestido y las caderas de mi esposa se movían lentamente. Le dije a mi mujer; mejor bájate los calzones por que de un momento a otro te salta la fiera.

Mi amigo nos pedía: Vamos a desvestirnos y hacemos algunas travesuritas calientes. ¿Que les parece?

En eso salían sus manos con la tanguita de mi mujer que la sacaba por sus pies, luego se ponía de pie aspirando profundamente la prenda mientras exclamaba; ¡que rico hueles mmmh!! Mi esposa le desabrochaba el pantalón dándole una buena estrujada de verga. Mientras me quitaba la ropa ya estaba Mike abriendo el vestido y se lo sacaba, me acerque a mi mujer y le desabroche el brassier, brotaron sus pechos, mi amigo la volteaba a ver y me comentaba; ¡está súper buena! Mari daba una vuelta mostrando su cuerpazo desnudo, mientras él se quitaba los zapatos.

Mike le empezó a pedir a Mari sus fantasías; te vamos a mamar los pezones al mismo tiempo, me acercaba a mi mujer para que empezáramos los dos a hacerlo, mi esposa nos acariciaba las nucas, nos pegaba más a sus pechos, mientras una mano de mi amigo acariciaba las nalgas y la otra su panocha, yo le oprimía la mano a mi amigo contra la puchita de Mari eso lo pone a mil y a mi también, luego mi esposa nos pidió:

Les quiero mamar la verga al mismo tiempo, se sentó y tomaba en su mano la verga de Mike y le daba un chupete tremendo desapareciendo toda la verga en su boca, luego la sacaba le corría la lengua por el glande y le volvía a repetir la dosis, saliendo de su boca la verga de mi amigo, la mía le entraba hasta la garganta y me la pajeaba con sus anginas, mientras pajeaba lentamente con una mano la pinga de Mike corriéndole el pellejito de arriba abajo exclamaba; ¡mira Papi que preciosa verga! Luego nos frotaba una verga con la otra y nos corría su lengua entre los dos pitos. Uff

Mi amigo estaba excitadísimo, luego mi esposa me llevo mi mano a su verga, y me hizo que se la pelara y se la cubriera de nuevo, en la tercera pelada Mari le dio un chupete hasta que sus labios chocaban con mis dedos, cuando su boca retrocedía yo se la cubría, cuando le pelaba el glande entraba la boca de mi mujer en acción mamando muy rico, se la pajeaba mientras el glande estaba dentro de su boca.

Me excitaba mucho el jueguito, luego Mike tomaba mi verga en su mano y hacía lo mismo para que mi esposa me diera una mamada mientras el me pajeaba. ¡Uff que jueguitos tan calientes!! Los tres estábamos prendidísimos.

Mari nos suplicaba: ¡Ahora me toca a mí!! Quiero que me la besen los dos y se ponía de pie, de inmediato mi amigo se hincó a besar y a chupar sus nalgas se las abría y yo me fui por el frente a lengüetear su panochita, la lengua de Mike le taladraba su culito y luego se la corría al coñito, mi amigo estaba muy efusivo pues le valía chocar su lengua con la mía, a Mari le temblaban las piernas del orgasmo que soltaba. Lo dejé solo a mi amigo, y se fue al frente le daba una mamada muy fuerte en el clítoris.

Mike acomodaba a mi esposa hincada en el sillón ella recargaba su cabeza en el asiento y levantaba sus nalgas al aire, Mike de pie se la clavó en el coñito pero solo le dio cuatro empujones profundos. ¡Ahora te toca a ti!! y se quitó entonces se la acomodé en su coño abierto y se la empuje al fondo, mi amigo se asomaba para ver como entraba y salía mi pinga, ¡Que rico se ve!! ¡Mira como te la moja!! ¡Dame chance! me pedía. Me quité; le volvió a dar como cinco empujones a fondo y me decía: ¡Te toca vas! Con una mano le estrujaba un pecho y con la otra le abría una nalga para tener una mejor vista, mientras le embarraba la perinola en un costado y me gritaba ¡cambio, cambio!!

Mike estaba loco de excitación, y yo también su pinga le punzaba, para hacer la situación más morbosa le dije espera yo te ayudo, le agarré el pito y se lo pele muy bien y se lo ¡centré en el coñito de mi esposa!! Cuando el glande desapareció le hice una rápida paja y se la solté.

Entro tan fuerte que casi tira a mi señora del sillón, quedó tan prendido que le daba a mi esposa con todo, ¡ayy que dura la tienes!! ¡Que rico me estás cogiendo!

¡Dame más, más asíiii!! ¡Me estoy viniendo!! ¡Uyy que ricooo!! A Mike se le saltaba una vena en su frente, le estrujaba las nalgas con mucho deseo le estaba dando durísimo mientras gritaba: ¡Que panocha tan rica tienes!! ¡Uff que nalgas tan sabrosas!!

La escena estaba bastante caliente pero los gritos estaban más, me la estaba pajeando de solo de oírlos. En eso Mike resoplaba y le dejaba la verga a fondo, se agarraba de las nalgas de Mari para no desmayarse de la venida que se estaba dando, las nalgas de mi mujer se movían de lado a lado mientras él gritaba feliz ¡Uyy me la estás ordeñando toda!! ¡Que ricooo!! ¡Uff que cogida nos dimos!

Tan pronto se separó de mi esposa pues que tomo su lugar, entonces el muy caballero me dice permíteme, y me agarra la verga, me hace una paja y me la acomoda en el coñito, sin perder detalle se asomaba a ver como le entraba, luego salía llena de su leche y se la volvía a meter hasta el fondo, le explicaba a Mike que el contacto con su leche hacía que mi verga se pusiera durísima, y me hace unas cosquillitas deliciosas, es riquísimo remover leche ajena, lo tienes que probar.

Mi esposa aprovechaba para darle un show completo de cómo mover las nalgas. Mi amigo se asomaba por todos lados, luego metió su brazo entre mis piernas y me acariciaba los huevos, luego nos acariciaba el coño y la pinga al mismo tiempo, los jadeos de mi esposa no se hicieron esperar tenía un orgasmo muy fuerte, pues la mano de Mike le acariciaba el clítoris, yo sentí que estaba cerca de corredme y como quería darle un buen show a Mike le pedí a mi esposa que si me daba una mamadita:

Mari jadeando me respondía; ¡síii Papi!!

Entonces mi amigo se sentó en el sillón y jaló a mi esposa y le pidió; siéntate en mis piernas quiero ver de cerca como lo mamas. Mari le obedeció; mi amigo de inmediato le estrujaba las chichis. Mi esposa me mamaba la verga en la forma más cachonda, como si fuera actriz porno y tuviera una cámara enfrente. Mari comentaba:

Mmmh..... ¡Que rica!!.... Sabe a mucho a mí, y a lechita de Mike.

Me la jalaba para acercársela a la cara de Mike le tomaba una mano de mi amigo y la ponía en mi verga. Como si fuera lo más normal me pajeaba lentamente mientras mi esposa me chupaba el glande, luego la morbosa de Mari le decía:

Por que no pruebas tu lechita y la mía, aquí abajo hay mucha.

Levantaba mi pija y junto a los huevos había cumulada leche, sin decir nada Mike acercó su boca y sacó su lengua ¡me empezó a lamer los huevos y el chile!! Mi esposa le ayudaba mamando el glande, eso hizo que a mi amigo se le pusiera dura su pinga, mi esposa la sintió en sus nalgas, metió su mano entre sus piernas y se la acomodó en su puchita. A mi se me reventaba la verga de la calentura.

Luego mi esposa me daba una mamada a fondo y la pajeaba con sus anginas, la sacó de su boca mientras que jadeaba tomaba aire se la acerco a la boca de mi amigo, y sin decir nada me puso un fuerte chupetón en mi glande, yo me quedé sorprendido y mi verga me empezó a punzar sentí que me daba un calambre desde mi espalda hasta la punta de mi verga, mi esposa la pajeaba mientras movía violentamente sus nalgas con la verga de Mike bien enchufada estaba excitadísima, les grité:

¡Me voy a venir!! Entonces mi esposa le dio un fuerte chupetón, y la pajeaba a toda velocidad, cuando brincó el primer chorro de leche lo apuntó a la cara de Mike, estaba tan excitado que le solté como siete chorros más, pegaban en las mejillas de los dos y en la punta de las narices de mi amigo, lo que escurría sacaba su lengua y lo probaba. Uff…. ¡Que corrida me aventé!!

Mari se giró y se montó sobre él, ahora lo cabalgaba con todo. Mi amigo le corría la lengua por las mejillas limpiando toda mi leche, y luego se fundían en un beso trenzando sus lenguas, luego Mari le limpiaba con su lengua las mejillas y se volvían a besar con lujuria, mientras mi amigo le estrujaba con fuerza las nalgas.

Mari tenía un orgasmo muy fuerte jadeaba y gritaba; ¡me estoy viníiiedo mucho!! El cuerpo de mi amigo se le acalambraba, pues Mari lo enganchó a su orgasmo y Mike con unos jadeos impresionantes se corría en seco pues creo que no le quedaba semen. Los tres estábamos muertos de cansancio, como pudimos nos fuimos a asear y a dormir.

Despertamos como a las doce, yo estaba muy crudo y cansado, mi amigo no podía abrir los ojos tenía su pinga roja de lo rozada que estaba, Mari estaba feliz con una radiante sonrisa. Me bañe rápido pues mi mente cochambrosa pensaba que estarían cogiendo, pero no; estaban profundamente dormidos. En lo que ellos se bañaban me tomaba una cerveza fría, ni siquiera entré al baño pues sabía que en muy poco tiempo se les acabaría el romance pues el agua les saldría fría.

Empacamos todas nuestras cosas y Mike nos invitó a almorzar a un lugar de mariscos, donde nos recomendó un Chimpachole de jaiba, que cosa más deliciosa pues es un caldo bien caliente picoso con jaiba y mariscos, luego pedimos unos cócteles de camarón con ostiones, unas buenas cervezas heladas, en el almuerzo teníamos risitas morbosas y hacíamos algunos comentarios de lo ocurrido, le pusimos el apodo muy bien ganado de "Mister Porno" le seguimos en nuestro auto a la salida de la autopista y nos despedimos de él con un abrazo, el cabrón aprovechó para darle a Mari un fuerte apretón de nalgas.

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