Visitando a mi novia
Fui a Madrid a visitar a mi novia y en el hotel sucedió algo que jamás llegue a pensar.
Esto sucedió hace cuatro años. Yo tenía 23 años y mi pareja de entonces 18. Empezaré por describirnos. Mido 1'80, cuerpo atlético, tatuado, con ojos verdes, barba de un par de días y una polla de 18cm. Mi novia de entonces media 1'70, delgada, unas tetas grandes, naturales, duras y muy bien colocadas y un culo perfecto en forma tamaño y dureza.
Era la primera vez que iba a verla a Madrid, pues somos del mismo pueblo pero ella estudiaba allí. Quedamos en la estación sur y desde allí fuimos a dar una vuelta por la ciudad. No parábamos de besarnos en cada esquina y cada poco la agarraba del culo. Me encantaba. Estuvimos por el centro y acabamos en el Corte Inglés de Callao. Yo ya tenía unas ganas enormes de follar con ella, y por lo que pude comprobar después ella también.
Estábamos subiendo a la última planta por las escaleras mecánicas cuando le dije en plan broma de ir al baño juntos, pero por dentro lo deseaba. Ella para mi sorpresa dijo que vale.
Nos metimos en un baño y empezamos a besarnos y a tocarnos. Yo le tocaba las tetas y el culo como si no hubiera un mañana. Ella por su parte me tocaba la polla hasta que decidió ponerse de rodillas, sacarme la polla y empezó a chuparme chuparmela. Se la tragaba entera hasta atragantarse. Le gustaba tanto que mantenía toda mi polla entera dentro de su boca unos segundos. Mi calentón fue tanto que la agarré la cabeza y comencé a follarle la boca sin pudor. Cuando vi que estaba a punto de correrme se la saqué, la puse de pie contra la pared, le bajé el pantalón y se la metí de un solo golpe entera. Tenia el coño súper mojado. Estuvimos un rato follando en el cual le tuve que tapar la boca para que no gritara. Eso la puso tan cachonda que se corrió. Al rato yo estaba a punto de hacerlo pero quería correrme en su boca, por lo cual la agarré y le dije que se pusiera de rodillas. Ella sin decir nada lo hizo y abrió automáticamente la boca. Me hice una paja que duró segundo y acabé corriendo me en su boca. Ella se lo tragó todo.
Nos adecentamos un poco y salimos.
Fuimos dirección al hotel que tenía para estar solos y tranquilos y por el camino paramos a ver más tiendas y a tomar algo.
Cuando llegamos subimos al hotel para que nos dieran las llaves, pero tuvimos que esperar, pues había dos chicas recogiendo su llave. Cuando acabamos cogimos las nuestras y subimos. Pude observar eso si antes a esas dos chicas las cuales por casualidad iban a nuestra misma planta. Una rubia y otra pelirroja. La rubia con unas tetas pequeñas pero bonitas de ver a través de su escote y un culo bonito. La pelirroja con unas tetas más grandes que las de mi novia y bien colocadas, pues pude observar a través de su camiseta de tirantes que no llevaba sujetador y un culo grande y redondo.
Llegamos a la habitación y era pequeña pero bonita con ventanas a un patio interior cuadrado. El patio debía de ser no mayor de 3x3 metros.
Dejamos las cosas y empezamos a jugar hasta que sin darme cuenta le estaba comiendo el coño. Me encantaba. Ese coño depilado me tenía loco. Se lo comía mientras le agarraba las tetas. Así estuve por diez minutos hasta que me dijo que la follara. Me puse encima de ella y se la metí. Ahora si podía gritar que nadie nos iba a escuchar.
Gritaba de placer como nunca antes. Yo la follaba con duro, con rabia, como le gustaba. Ella pedía más polla y más polla. Yo se la metía entera con embestidas fuertes. Pasamos a ponerla a cuatro patas y me la follé así mientras le agarraba la coleta con una mano y con la otra le daba azotes. Estábamos fuera de si por el placer los dos.
Tras un buen rato la puse de pie contra la ventana sin darnos cuenta que teníamos la persiana subida. Ella tenía la cara y las tetas en los cristales de la ventana y yo detrás de ella la follaba duro. Nos estaba encantando. Llevábamos cinco minutos así cuando me dio por mirar al frente y vi en ese momento asomarse a la rubia en la habitación de enfrente. La miré y me miró. Nos miró con cara de asombro, pero yo no paré, es más, seguía follando a mi novia sin pudor. La rubia hizo un gesto para dentro de su habitación y apareció la pelirroja, la cual también puso cara de asombro. A mi no me importaba tener espectadores y mi novia no se había dado cuenta así, por lo que mi mente loca de placer tuvo una idea. Le dije que me gustaría follar con gente delante en la misma cama que nosotros y ella dijo que vale. Le pregunte si estaba segura y me dijo que si, que hacíamos todo lo que quisiera pero que no os dejara de follar. Según dijo eso le dije que mirara al frente, y al hacerlo vio a las dos chicas que no nos quitaban los ojos de encima.
Le dije si las podía invitar a verlo más de cerca y dijo que si, por lo cual abrí la ventana y ellas al verlo hicieron lo mismo. Les pregunté si querían verlo más de cerca y ambas sin dudarlo dijeron que si. Lo entendieron rápidamente. Salieron de su cuarto y en menos de 30 segundos estaban en nuestra puerta.
Tocaron y las abrí.
Mi novia lo que no sabia es que tenía otra idea en mente que no era que nos vieran follar.
Seguimos follando mientras ellas sentadas nos miraban. Estábamos calientes y se estaban tocando y les dije que para eso mejor sin ropa para estar más cómodas. Las dos se quedaron desnudas mientras se tocaban y nosotros follabamos.
En un momento dado les dije si querían polla que la podían coger, y no dudaron. Las dos se pusieron cada una a un lado de la cama a la altura de mi polla, y yo cogí a mi novia y la saqué de encima para poner su coño en mi boca.
Mi novia estaba sentada en mi cara mientras yo le comía el coño y las dos chicas aprovecharon y una me comía los huevos y la otra la polla. Se iban alternado y yo estaba muriendo de placer, pero también estaba alucinando. No pensé que mi novia fuera a acceder a todo y menos que no dijera nada sobre dejar que dos desconocidas me la ocuparan, pero así era y me encantaba.
Yo disfrutaba como nunca pero quería probar esos coños así que dije que las tres se tumbaran boca arriba y me puse a comerles el coño a las tres mientras que ellas tres empezaron a besarse y tocarse las tetas. Cuando ya no pude más en esa misma postura empecé a follarlas alternadamente. Primero una, luego otra y luego la otra. Estábamos fuera de si pero yo no aguantaba más. Habían pasado 30 minutos así y quería probar los dos culos de esas chicas, por lo cual las puse a cuatro y se la metí primero a la pelirroja. Primero por el coño y luego por el culo. Tras diez hice lo mismo con la rubia, y tras otros diez minutos lo mismo con mi novia. Cuando vi que estaba a punto de correrme les dije que me quería correr en sus caras, y las tres se pusieron delante de mi, de rodillas y con la boca abierta. No hizo falta más que ver eso para correrme. Les llené la cara a las tres con mi corrida, y según acabé se lo empezaron a quitar entre ellas con la lengua hasta no quedar nada. Las tres se lo tragaron.
Habia sido una experiencia única que los cuatro disfrutamos y mucho.
Las chicas se vistieron y fueron a su habitación no sin antes darnos sus números. Por nuestra parte mi novia y yo nos duchamos, pero en la ducha follamos de nuevo. Me dejó seco ese polvo después de lo que había pasado antes.
Al salir dijo que quería repetir, pero la próxima vez con uno o dos tios en vez de mujeres... pero eso ya lo dejo para otro relato.
Espero que os haya gustado mi segundo relato. No dudéis en escribirme si os gusta.