Visitando a la amiga de mi novia en vacaciones
Vamos de vacaciones a casa de una amiga de mi novia y continuamos con nuestras costumbres nudistas.
Bueno, lo primero es asegurarles que este relato es 100% real. Ocurrió hace ya algunos años y lógicamente los nombres y algunos emplazamientos han sido cambiados, pero las conversaciones y la base del relato son absolutamente verídicas, obviando algunos detalles de memoria que pueden fallar por el tiempo transcurrido.
La cosa comienza así: por aquel entonces yo tenía una novia de la que me había enamorado en relativamente poco tiempo, (unos meses) y ella al parecer le había sucedido lo mismo. En ese momento, yo debía tener unos 27 años o así, y ella era tres años mayor que yo. Si la veo desde mi perspectiva actual, no es que estuviese especialmente buena, aunque también es imposible que nadie pueda decir que era fea, pero lo que si es seguro, es que a mi me tenía completamente obnubilado, y no tenía ojos nada mas que para ella (esas gilipolleces que nos pasan a los tíos cuando nos enamoramos de verdad, jaja) . También es cierto que yo estaba mucho mas “verde” en esa época, y ella a pesar de sacarme solo tres años de edad, estaba mucho mas vivida y tenía en general mas experiencias que yo en casi todo, y debido a su trabajo y a su forma de ser, tenía muchas mas amistades, experiencias, habilidades sociales y experiencias para desenvolverse mucho mas holgadamente que yo en la vida, y eso entre muchas otras cosas, fueron lo que consiguieron que me enamorase de ella en tan relativamente poco tiempo, y desarrollase una fuerte dependencia emocional, que sin llegar a ser servilismo, en realidad en la mayor parte de los casos era ella la que llevaba las riendas y la seguía. Pero nos llevábamos muy bien y nunca se aprovechó de esta situación.
Bien, pues dicho todo esto rollo de introducción, os paso a relatar lo que vivimos el primer verano que estuvimos juntos.
Debía ser junio, o por ahí, cuando ella, con todos sus contactos y su don de gentes, ya estaba planificando las vacaciones hablando con sus múltiples amigas que tenía repartidas por casi toda la geografía española. Así que después de algunas conversaciones, me propuso como primer destino ir a pasar unos días a casa de una amiga suya que vivía en un pueblo costero cercano a Santander, y como se había separado desde hacía poco tiempo, tenía sitio en su casa y nos ofrecía alojamiento gratis. Yo lógicamente no puse impedimento alguno, pues me gustaba la idea y tampoco tenía ninguna otra alternativa mejor que ofrecerle por mi parte.
Sin ser para ella todavía vacaciones como tal, su trabajo era de esos con cuadrantes raros que te permiten si haces algún cambio con compañeros, semanas enteras de días libres y en este caso teníamos unos ocho días, con el único inconveniente de que si sucedía cualquier contratiempo, como la baja de otro compañero o algún descuadre en la programación, la podían avisar con 24 h. de antelación y en tal caso tenía que volver a Madrid por uno, dos o tres días.
El caso es que ya con buen tiempo pasada la primera quincena de Junio, partimos rumbo a Santander (bueno alrededores) al tranquilo pueblecito donde vivía su amiga que regentaba una tiendecita de artesanías y cosas típicas, la cual le daba lo suficiente para vivir una vida normal, sin tener que andar esclavizada por el trabajo, de hecho sus horarios de apertura de la tienda eran bastante anárquicos, pero en definitiva a ella le funcionaba bien y le proporcionaba suficientes ingresos como para compatibilizar una vida sin muchos lujos, pero a cambio disponer del tiempo suficiente para como para disfrutar de esa libertad que casi todos ansiamos.
Llegamos allí, un miércoles y si no pasaba nada que lo impidiese, teníamos hasta el miércoles de la semana siguiente como primera opción del verano, que desde luego para mi, no estaba nada mal.
Cuando llegamos, estábamos en horario comercial así que fuimos directamente a la tienda, donde su amiga nos recibió muy ilusionada y con grandes muestras de amistad entre ellas, mientras yo esperaba que terminasen con sus besos y abrazos para ser presentados. Después de unos minutos en los que no paraban de besarse, abrazarse y darse muestras de cariño, llegó el turno, en el que Laura (mi novia) me presentó a su amiga Patri.
La amiga tenía la misma edad que Laura, y era un verdadero cañoncito, muy simpática y abierta, con una cara que le hacía parecer mas joven de lo que era y un cuerpo con unas tetas perfectas, si bien un poquito grandes, el tamaño se equilibraba con la perfecta forma y el desafío a la gravedad que ofrecían, postulándose altas, redondas, firmes y muy bien puestas. Por si fuera poco, si las tetas estaban tan en su sitio y grandes, el culo era ya un paradigma de la perfección, también muy bien colocado, redondito y altamente respingón. Creo que puedo aseverar sin riesgo a equivocarme, que es el mejor culo que he visto en mi vida, antes y después de conocerla.
Con el tiempo de las presentaciones y algo de conversación se hizo la hora de cerrar la tienda y con el coche aparcado allí mismo, con esas ventajas que te dan los pueblos relativamente pequeños y poco explotados aun turísticamente, nos cogimos las maletas y nos encaminamos hacia su casa que estaba a unos dos o tres minutos andando.
Llegamos, nos la enseñó muy por encima, nos presentó la habitación que nos tenía destinada para que dejásemos las maletas y la idea era echarnos a la calle a tomar unas cañas y a comer, pero de repente Patri dijo; Oye, ¿mejor por qué no os cogéis los bañadores y nos vamos directamente a la playa, comemos allí y luego ya volvemos cuando yo tenga que abrir la tienda? Tenemos mas de tres horas. A Laura y a mi, nos pareció perfecta la idea, aunque yo pensé ¿Qué bañadores? Si casi nunca usamos en la playa, pero tampoco sabía exactamente el rollo que llevaba con su amiga, ni en esa zona en concreto, así que opté por ponerme un bañador tipo bóxer debajo de los pantalones cortos por si fuese necesario.
Cogimos el coche y en unos 10 minutos, llegamos a una playa espectacular, muy amplia y bonita, limpia, y como todavía no estábamos en temporada alta con muy poca gente, pero un clima exquisito. En fin que de momento todo era casi idílico.
Comimos en un bar con terraza, que estaba tan solo cruzando una pequeña carretera que lo separaba de la arena y la playa.
La comida transcurrió entre risas y a parte del buen rollo que existía entre ellas, parece que Patricia y yo también habíamos encajado bastante bien, pues se percibía bastante cordialidad natural entre nosotros sin necesidad de fingir nada, todo de muy buen rollo y de manera muy natural.
Terminamos rápido de comer, pues como acabábamos de llegar, estábamos ansiosos de playa y queríamos aprovechar las casi tres horas que teníamos hasta que Patri tuviese que volver para abrir la tienda. Pagamos la cuenta, y aunque teníamos una playa espectacular con tan solo cruzar una carretera de cuatro metros, Patri le preguntó a mi novia: ¿a qué playa quieres ir? Porque supongo que seguirás con tus costumbres de siempre ¿no? Ja,jajaja. Laura: ¡Pues claro! Siempre que se pueda… además a Rober (yo) también le gusta el mismo rollo.
Con eso de “tus costumbres de siempre” se refería a que a Laura le gusta despelotarse en la playa, y en el tiempo que llevaba con ella siempre que hemos ido a la playa ha sido a playas nudistas o mixtas.
Lo de mi novia es una cosa muy rara, porque si bien, le gusta estar en pelotas por otra parte a veces se muestra como tímida o inhibida. De hecho, cuando nos conocimos, se desnudaba en la playa, pero no se atrevía a rasurarse el coño, algo que me jodía enormemente a la hora de mantener relaciones con ella, y chupárselo, pero ella argumentaba que cuando se desnudaba así se sentía más protegida. Sin embargo, por otra parte, parecía que le gustaba exhibirse y que le viesen en pelotas, porque he vivido situaciones con ella mas propias de una exhibicionista, que de una recatada mojigata a la que no le gustase que le viesen el coño bien depilado. Como explico; ahí muestra una contradicción muy extraña porque andar en pelotas y que la miren, estoy seguro de que no solo le gusta, sino de que también le produce excitación, pero por otra parte tiene algún tipo de bloqueo que algunas veces hace parecer lo contrario. En fin… cosas de mujeres….
Como comento, me costó un tiempo convencerla para que se rasurase el coño, y tuve que ir convenciéndole poco a poco, por un lado de los beneficios que tendría para ella y los que tenía para mi poder verla en su mas entera desnudez y asegurarle como después ella misma pudo comprobar, que en las comidas de coño iba a disfrutar el doble. En cambio contrariamente a lo esperado, cuando todavía no tenía el coño y culo rasurados, no mostraba pudor alguno en ponerse a cuatro patas dejando perfectamente a la vista sus labios, y su ano bien abiertos y en ocasiones incluso exponiendo su clítoris por la separación de sus piernas en las playas, aun a sabiendas de que por ejemplo un grupo de jóvenes o no tan jóvenes varones casi siempre, estaban fijando la mirada hacia su sexo, y su agujero, y mas bien casi parecía que lo levantaba para facilitar una visión mas clara de todas sus intimidades y tampoco se reprimía o mas bien prolongaba voluntariamente mostrarse en esas posiciones mientras estiraba las toallas o con la excusa de estar colocando las cremas o cualquier otra cosa en el bolso de playa para estar mas tiempo expuesta.
Todo esto es algo que nunca llegué a comprender del todo, y si alguna vez le sacaba el tema, ella salía por otro lado esquivando darme una respuesta concreta, así que decidí simplemente aceptarla tal y como es y no forzarle demasiado.
De lo que también me percaté en el tiempo que estuve con ella, era de que casi siempre que tenía oportunidad, prefería acudir a playas mixtas en vez a nudistas puras, lo que me confirmaba aún mas sus tendencias exhibicionistas. De hecho alguna vez hemos estado en alguna playa que estaba calificada como mixta, pero éramos nosotros solos los que estábamos en pelotas y el resto de público en bañador, y a ella no parecía incomodarle para nada sino mas bien todo lo contrario. También creo que disfrutaba bastante de verme a mi expuesto desnudo y mas todavía si era en presencia de mujeres, porque mas de una vez donde no había gente desnuda, me animaba a desnudarme y casi siempre ha coincidido con algún grupito de féminas cerca. Creo que le gustaba mostrarme como una especie de trofeo y que de alguna manera la envidiasen viendo el tamaño de mi polla.
Al final lo importante, es que logré convencerla de que se afeitase el coño al completo. Me llevó su tiempo, y tuve que empezar por los labios dejándole una buena mata en el pubis que todavía le hacía sentirse algo protegida. Luego poco a poco fui rasurándole por los lados hasta que se iba quedando una línea cada vez mas pequeña, y cuando vi que ya estaba preparada, le quité ese poquito y ya se muestra tranquila sin llevar un solo pelo ni en el coño, pubis o ano. Y ahora, es cuando de verdad mola verla caminar a cuatro patas o que se ponga a arreglar las toallas. También hay que decir que tiene los labios bastante cerraditos y no siendo porque esté en cuclillas o con las piernas lo suficientemente abiertas, no se le ven los labios menores ni el clítoris, y el ano lo tiene también bastante cerrado y casi del mismo color que el resto de la piel, vamos que no necesita, eso que está tan de moda del blanqueamiento anal.
Bien, pues una vez aclarado todo esto, seguimos donde me había quedado, y era la decisión de a que playa íbamos a ir. Patricia propuso una que estaba a 1 km. Mas o menos de donde habíamos comido, que en realidad era la misma, pero se entraba por un camino y no tenía tanto trasiego de gente porque no había bares, ni chiringuitos ni nada, como en la que estábamos ahora, donde habíamos comido.
Total, que cogimos el coche y en dos minutos estábamos ya pisando la arena, que era fina y bastante blanca. Laura dijo: bueno aquí mismo ¿no? Y echo la toalla a la arena, Patri y yo hicimos lo mismo.
Que Laura se iba a desnudar lo tenía bastante claro, pero Patricia no sabía de que rollo iba y la verdad es que me apetecía un montón verla en pelota picada con esas tetas tan grandes y perfectas y ese culo que quitaba el hipo.
Nada mas dejar la toalla, Laura se quitó la camiseta y como no llevaba nada debajo dejó sus tetas al aire, seguidamente y sin pensarlo se bajó un pantaloncito corto que llevaba y con él las bragas, todo a la vez y en seguida quedó como tanto le gustaba estar.
Yo andaba cortadillo, pero tampoco tenía muchas opciones, así que me despojé de la camiseta, pantalón y bañador y dejé totalmente expuesto a la vista de Patricia mi rabo en estado de flaccidez. Tengo que decir que mi polla sin ser una monstruosidad, me mide entre 13 y 14 cms en descanso y puede llegar a 20 o 22 cms empalmado, con un grosor considerablemente mayor de lo normal y el capullo siempre a la vista. Esto es algo que Patricia no pasó por alto o no estaba acostumbrada a ver, porque no se cortaba ni un pelo en mirarme casi descaradamente la polla, con el consiguiente miedo que me producía que de tanto mirármela pudiese comenzar a empalmarme, algo que creo que ya estaba empezando a suceder.
Patricia se quitó la parte de arriba y el sujetador dejando ver el espectáculo de tetas que se suponía aun estando vestida. Después se sentó en la toalla y no hizo el mas mínimo amago de quitarse la parte de abajo. Así que yo con toda la naturalidad del mundo le pregunté: ¿Tu no te pones en bolas? A lo que ella me argumentó que allí en la zona en la que vivía, y teniendo una tienda, la conocía todo el pueblo y se le hacía incómodo que la viesen desnuda. Me dijo: Ya sabes como somos en los pueblos, todo el mundo está en boca de todos y muchas veces me encuentro gente que me conoce o clientes de la tienda por aquí por la playa y si ya se me hace un poco violento que vean en tetas, imagínate en pelota picada. No tuve mas remedio que darle la razón y quedarme tan solo con la visión de sus tetones, aunque también estaba disfrutando mucho de ver como se fijaba con tanta curiosidad en mi rabo que para entonces ya había crecido un poco mas y como ella esta sentada y yo de pie, le quedaba justo a la altura de los ojos y ya me ocupaba yo de acercárselo bastante de vez en cuando.
En esto que apareció Laura y dijo: ¿Qué, nos damos un bañito? Yo le contesté, por mi ok! Y Patri también se apuntó. El agua estaba estupenda y estuvimos un buen rato en remojo, mientras charlábamos, jugábamos con las olas y yo miraba las tetas de Patricia flotando en el agua.
Al poco decidimos salir, y no me hizo falta ni tocarme porque la visión de las dos mujeres en el agua, la mía desnuda al completo y Patri dejando flotar sus tetazas, habían conseguido que mi polla creciese un poquito mas incluso a pesar de estar en el agua. Yo salí sin disimulo alguno y cuando me miré la polla, vi que el crecimiento había sido bastante mas de lo que yo esperaba, a Patricia tampoco se le pasó por alto el detalle y directamente me comió con la mirada. Mi novia fue mucho mas directa y me dijo: ¡Joder Rober parece que te estás empezando a empalmar! Yo se que lo dijo sin malicia, y porque ella es así, pero no puedo negar que me avergoncé un poco porque a la vez Patricia soltó una carcajada de escándalo. Mi novia me dijo: ¿No te habrá sentado mal que te lo diga no, cariño? Y yo contesté, pues claro que no, además cuando esto empieza a despertar solo a veces no sabes ni porque es, pero se sube y luego vuelve a su estado normal. Laura: Ya lo se, tu tranquilo, que Patri no creo que se vaya a asustar de nada ¿no? Patricia contestó medio riéndose: pues claro que no, aunque esto tampoco lo veo todos los días, jajaja!!!! Laura: ¿A que te refieres? ¿A un tío en bolas? Patricia: No mas bien al tamaño y la forma del miembro de Rober. Si te soy completamente sincera nunca había visto así al natural un pene de ese tamaño.
Esta vez fue mi novia la que se echó a reír, y dijo: jajaja, pues eso no es nada, todavía le queda otro 30% mas o menos.
A mi esta situación de que mi novia y su amiga hablasen tan abiertamente de mi polla conmigo allí desnudo delante de ellas y con una erección que sin llegar a ser completa, era ya bastante considerable, comenzaba a incomodarme un poco y me sentía ligeramente avergonzado y un poco humillado. Pero mi novia, lejos de darse cuenta de eso y echarme un capote le siguió la corriente a su amiga que para tan solo hacer tres o cuatro horas que nos conocíamos, yo estaba flipando con las confianzas que se tomaba, aunque claro, si se analiza bien, las confianzas no se las estaba tomando conmigo sino con mi novia que era con la que hablaba, aunque fuese de mi polla, y debería haber sido ella la que parase la conversación. Si bien lo que me estaba dejando bien claro Patricia es que no tenía el mas mínimo de consideración porque pienso que cualquiera se habría dado cuenta de que la situación para mí no era nada cómoda. Aunque tampoco se lo tomé a mal.
De repente, sin venir a cuento y como queriendo prolongar la conversación sobre el mismo tema, Patri sin cortarse un pelo, le volvió a decir a mi novia: ¡pues no tía, no! Nunca había visto una polla tan hermosa como la de Roberto, vamos que es la polla mas grande que he visto al natural y lo del capullo fuera la hace mucho mas apetecible. Yo nunca me he follado a un tío que tuviera el capullo así todo a la vista: ¿Hay mucha diferencia? Bueno, yo estaba flipando con la conversación, pero curiosamente la vergüenza se me estaba pasando poco a poco y comencé a interpretarlo como dos amigas que tienen mucha confianza y hablan de todo, lo único sorprendente era que Patricia no se cortase para nada y lo hiciese con tanta naturalidad, aunque sin embargo ella la parte de abajo no se la quitaba por si la veía alguien del pueblo. ¿Un poco contradictorio no? Laura le contestó: Hombre, pues yo creo que si, pero claro es difícil de asegurarlo, porque aquí se juntan varias cosas además de lo del capullo, el tamaño, el grosor y que Roberto se lo curra mucho y tiene bastante experiencia: ¡Verdad cabroncete! Ja,ja,ja, y ahí ya incluso yo mismo tampoco pude aguantarme la risa y los tres explotamos en una sonora carcajada. De todas formas, dijo Laura: ¡Te vas a quedar con la duda porque no te voy a dejar que lo pruebes! Jajajaja
Para entonces yo ya estaba empalmado casi a tope, y Laura dijo: Anda que ya nos vale, mira como le hemos puesto, jajjajaja. Patricia: Bueno, ahora cuando me quede yo en la tienda tenéis toda la casa enterita para solucionarlo. Podéis hacerlo donde queráis y arriba hay una terracita a la que se accede desde la escalera de vecinos, pero que nunca sube nadie, y solo se ve desde otra terraza de al lado donde tampoco sube nunca nadie o con prismáticos desde el otro lado del pueblo. Yo misma ahí si que he tomado el sol en bolas muchas veces. Ahhh!! Y ni que decir tiene que aunque esté yo en casa, no digo que os pongáis a follar en el salón, pero que si tenéis que entrar o salir a ducharos, podéis ir en pelotas perfectamente que por mi no hay ningún problema, casi todo lo contrario, jajajaja, además no creo que vaya a ver nada que no haya visto ya a conciencia.
Laura: Bueno ya veremos que hacemos con esto, y me agarró la polla riéndose. Pero algo habrá que hacer jajaaja.
De momento, vamos a ir volviendo que a ti se te hace tarde ¿no?
Patricia: Si vamos a ir recogiendo, que ya casi tengo que abrir. Ahhh!!! Y por cierto, me lo he pasado genial, he visto cosas que hasta hoy no había visto, jajaja, Y Roberto, que sepas que me has caído muy bien. Menuda suerte la Laurita, jajaja, dijo mirándome una vez mas a mi rabo.