Visitando a Carolina (5)
Siguen las aventuras con mis amigas y esta vez disfrutamos de una recorrida nocturna y luego yo vuelvo a gozar con mi negro.
VISITANDO A CAROLINA 5
Hola amigos, hoy les envió la continuación del relato de los días que pase visitando a Carolina con mi amiga Mariela. Esta vez les cuento como con mis amigas pasamos una noche de ronda por algunos lugares nocturnos y en todos obtenemos buen sexo y luego la noche que le prometí a Cesar finalmente se concreta y disfruto de mucho sexo y placer.
Habíamos decidir salir esa noche de ronda por varios lugares y disfrutar de emociones fuerte y placenteras, para eso nos preparamos bien, por eso nos fuimos a bañar las tres, lo hacíamos juntas, éramos tres mujeres desnudas de un lado para el otro, bañándose, arreglándose y cada tanto nos acariciábamos y besamos, que lo único que hizo fue lograr que las tres ya saliéramos bien calientes para la noche, y las tres nos vestimos de acuerdo a la ocasión, yo me puse un vestido muy ajustado y corto con un gran escote que dejaba ver mis enormes pechos, al igual que Carolina que llevaba una minifalda muy corta y un top ajustado y por supuesto ninguna de las dos llevaba ropa interior según nuestro pacto, Mariela se puso también una minifalda con una remera ajustada, no llevaba sostén y eso dejaba ver sus tetas inmensas y duras.
Así salimos y llegamos al primer lugar, mientras íbamos en el auto decidimos hacer algo, que íbamos a visitar tres lugares distintos y en cada uno tendríamos sexo, y nos deberían llenar de lechita un agujero diferente, entonces al entrar quedamos en que Mariela la recibiría en su culito, Caro en su conchita y yo en mi boca, así al entrar enseguida llamamos la atención, por ser tres hembras bien apetitosas y calientes y no nos faltaron candidatos para elegir, finalmente Carolina fue la primera en apartarse con alguien, se dirigió a uno de los baños, la seguimos con Mariela para espiarla y la vimos como se besaba con el hombre y lo excitaba, su mano se deslizo por debajo de su minifalda, encontrando su conchita desnuda y luego, lo empujo contra uno de los baños y sacó su verga fuera, y se sentó sobre él, cabalgándolo fuerte e intensamente, el macho no tardó mucho en acabar dentro de ella, mi amiga rápidamente lo dejó allí dándole un beso y saliendo casi corriendo.
Se unió a nosotras y luego de un rato fue Mariela la que encontró su candidato, pero ella tenía algo de miedo por su condición de travesti, le dije que no se preocupara, que le dijera que estaba indispuesta y que solo lo haría por su culito, estaba segura que él no se negaría, y así fue, ella lo llevo hasta un rincón oscuro y se puso de espaldas a él, que sacó su verga y la acomodó contra sus nalgas, mi amiga se movió un poco y empujó contra su pija, clavándose en ella, fue otra cogida corta e intensa, que ambos gozaron hasta que Mariela quedó con su culito inundado de lechita caliente. Era mi turno ahora, así que luego de un rato de bailar con un macho muy rico y atractivo, lo calenté bien, rozándolo y excitándolo y luego lo lleve hasta unos sillones en un rincón del lugar, algo oscuro y reservado, lo senté y me senté a su lado agachándome sobre sus piernas, saque su verga que saltó bien dura y caliente, lo pajee un poco y luego comencé a lamerlo, mi lengua recorría toda su pija caliente de arriba abajo, hasta sus huevos, para después comérmela, mi boca devoraba su pija, cada vez mas profundo, hasta tenerla toda entera dentro, se la chupaba fuerte y profundo, él tomaba mi cabeza y la hundía contra su pija, mis labios se la apretaban y subían y bajaban todo a lo largo, devorándola toda hasta mi garganta, aceleré mis chupadas, más fuertes e intensas, sentí su verga hincharse y me la trague por completo, él explotó en mi boca, inundando mi garganta con chorros gruesos y fuertes de leche caliente que empecé a tragar y tragar, era muy abundante, pero la bebí toda sin dejar ni una gota, se la deje bien limpia y me despedí de él.
Mis amigas me esperaban y salimos del lugar, para dirigirnos al siguiente, uno de nuestros agujeros ya tenía su lechita, todavía quedaban dos mas por llenar. Llegamos al siguiente lugar y al entrar fue el mismo impacto que en el anterior, así que no faltaron machos para elegir, esta vez fue Mariela la primera que se apartó con uno y luego de un rato volvió con su culito lleno de leche nuevamente, ahora era el turno del culito de Caro, que se dirigió a un lugar apartado con unos sillones y luego de algunas caricias y besos, se puso en cuatro sobre el sillón y el macho la penetró por detrás, hundiendo su verga en su ano, ella gemía y él gozaba, no pudo aguantar mucho con el rico culo de mi amiga, que rápidamente obtuvo lo que buscaba, una buena carga de semen inundando su culito. Era mi turno y después de probar varios candidatos, elegí a uno y lo lleve al mismo lugar que antes estaba Caro, lo hice sentar saque su verga en mi mano, pajeándola para ponérsela bien dura y sentándome sobre él me monté en su verga, se sorprendió que no llevara tanga, pero eso lo excito mucho, lo cabalgue fuerte y profundo, tampoco aguantó mucho tanta excitación y acabó fuerte inundando mi conchita con su leche caliente y abundante.
Me levanté, lo deje allí satisfecho y fui con mis amigas para continuar con la ultima parada de nuestro recorrido de sexo, solo quedaban por llenar las bocas de mis amigas y mi culito pero para esto ultimo decidimos esperar un poco en el ultimo lugar y disfrutar la noche para después si cerrarla recibiendo la descarga en los agujeros que nos faltaban, así que acá elegimos unos buenos machos para pasarla bien primero y luego si darles el premio, mis amigas conocieron a dos amigos y se divirtieron mucho con ellos, bailaron el resto de la noche y al final pude ver como las dos juntas los llevaron a un rincón y arrodillándose ante ellos, le mamaron sus vergas, lo hacían fuerte y profundo, hasta sacarles toda la leche que tenían acumulada por la excitación que mis amigas les fueron dando toda la noche. Mientras tanto yo conocí a un joven muy simpático, era alto y atractivo, bailamos mucho y lo excitaba con cada movimiento, cuando podía rozaba mi cuerpo contra su verga dura y luego lo dejaba excitado para después volver a provocarlo mas, así lo mantuve toda la noche, hasta que él me dijo que ya no resistía mas, que me deseaba mucho y entonces le dije que se había ganado un premio.
Primero lo deje pasar su mano bajo mi minifalda, dejándolo descubrir que no llevaba bragas y recorrer mi conchita húmeda con sus dedos, lo lleve hasta unos de esos sillones y lo hice sentar, me agaché frente a él, levante mi falda y pudo apreciar mi conchita y mi culito desnudos, los recorrí con mis dedos, los mojé en mi concha y recorrí mi culito con ellos, me penetré con ellos
saca tu verga, le pedí, y pajéate para mi
eres hermosa, me dijo, sacando en su mano una verga de buen tamaño
¿Te gusta mi conchita mojada?, le pregunté mientras me penetraba con dos dedos
me encanta, me respondió, pajeándose fuerte y con su verga tomando su máximo esplendor
¿Y te gusta mi culito?, volví a excitarlo, con dos dedos dentro de él
si, es hermoso tu culito, me gusta mucho, respondió sobreexcitado
¿Te gustaría cogérmelo?
Si, respondió sorprendido pero con mucho gozo
Entonces esta es tu noche de suerte, le respondí
Me acerqué a él y me fui sentando de espaldas sobre su pija enorme y dura, la apoye en la entrada de mi ano y me deje caer, clavándomela toda, hasta el fondo de mi culo, lo empecé a cabalgar fuerte, él gemía y gozaba con la cogida que le daba, su verga gruesa y dura llenaba mi culito, lo montaba duro, enterrandome en su pija, la gozaba toda, la sentí hincharse, era demasiada excitación la que él traía y mi culo lo devoraba mas allá de lo que podía soportar, así que aunque se esforzaba por no acabar, no pudo evitarlo y explotó lanzando gruesos y abundantes chorros de leche caliente que inundaban mi interior, yo abría y cerraba mi culito, exprimiendo su verga hasta sacarle toda la leche.
Me levanté, acomode mi falda, lo besé fuerte en la boca y lo dejé allí con su verga ya flácida, fuera de sus pantalones y rendida por semejante cogida que mi culo le había dado, me uní a mis amigas y ellas me contaron que con los dos amigos querían seguir la noche pero como nosotras habíamos arreglado estar juntas, quedaron en salir a la noche siguiente, incluso le habían contado la verdad sobre Mariela y no había problema. Esto era mejor porque sin mis amigas podía darle a Cesar la noche que le había prometido.
Así nos fuimos las tres a dormir con todos nuestros agujeritos llenos de rica leche de macho, a reponer fuerzas, ya que nos esperaba otra noche de sexo y placer y las tres queríamos disfrutarla a pleno. Pasamos el día siguiente descansando, fuimos a la playa y por la tarde empezamos a prepararnos para la noche, mis amigas para salir con los hombres y yo para pasar la noche con Cesar, como me había invitado a una cena en un restaurante, decidí ponerme un vestido largo, negro, ajustado al cuerpo con tajos a los costados que dejaba ver mis piernas y con un escote generoso que descubría el nacimiento de mis grandes pechos, no me puse ropa interior y llevaba unos zapatos de tacón. Mis amigas también se vistieron muy sexys, ambas con minifalda, Caro llevaba una blusa y Mariela un top muy ajustado que resaltaba sus enormes pechos.
Cesar pasó por mí, me despedí de mis amigas y me fui con él, al salir llegaban las citas de mis amigas. Me llevó a un lugar muy lindo para cenar, muy romántico, hablamos y nos divertimos durante la cena, los dos gozábamos del momento, sabiendo que lo mejor lo dejaríamos para mas tarde, luego de cenar y tomarnos una botella de champagne, me llevó con su auto a un lugar hermoso, era una especie de mirador, en al cima de una meseta y desde donde se podía apreciar el mar, comenzamos a besarnos y acariciarnos, sus manos recorrían mis muslos, hasta llegar a mi conchita y mi mano, acariciaba su sexo sobre su pantalón, sintiendo como comenzaba a endurecerse, comencé a desabrochárselo y tomé su verga, pajeándola, me agaché sobre ella y la recorrí con mi lengua en círculos sobre su cabeza roja e hinchada, lamiéndola de arriba abajo, comencé a chupársela, apretada entre mis labios, cada vez mas profundo, la sentía caliente y muy dura en mi boca, la tragaba cada vez mas, hasta tenerla en mi garganta, el gemía gozando de mi mamada y llevaba sus dedos a mi conchita húmeda, penetrándola despacio, mientras me comía su enorme verga cada vez mas fuerte y profundo.
Entonces me senté sobre él, levanté mi vestido por sobre mi cintura y me monté en su verga, seguía sentado en el asiento del auto y yo lo cabalgaba fuerte, él tomaba mis nalgas y acompañaba mis clavadas en su pija grande y dura, yo gozaba sintiendo ese enorme pedazo de carne llenando mi concha excitada y caliente que lo recorría entero, metiéndola y sacándola por completo de mi interior, los dos estabamos muy excitados y gozábamos mucho, pero él me pidió salir fuera del auto, salimos y me puso sobre el capot boca arriba, levantó bien mis vestido, abrió mis piernas y me clavó profundo, saque mis enormes tetas por sobre mi escote y le pedí que se las comiera, su boca se lanzó sobre ellas al tiempo que me cogía fuerte y duro, me hacía gozar y me llevó a un fuerte orgasmo que acompaño al suyo, que inundó mi interior con su semen caliente y abundante.
Me levante y me arrodille frente a él para lamer su verga y limpiársela de mis jugos y los restos de su leche, lo que no tardó en ponérsela de nuevo dura, él se recostó ahora sobre el auto y yo poniéndome de espaldas sobre él me senté sobre su pija, metiéndomela toda en mi concha, moviendo mis caderas y deslizándome a todo lo largo de esa gruesa verga, él apretaba mis tetas y pellizcaba mis pezones duros, luego me tomó por las caderas y me puso boca abajo sobre el auto y me penetró duro por mi concha empapada, yo lleve mis dedos sobre mi culito y mojados con mis jugos empecé a penetrarme con ellos, primero uno, luego dos y finalmente tres entraban y salían de mi culito, mientras esa enorme verga no dejaba de taladrarme fuerte, cuando lo sentí listo, mire a Cesar
Quiero que me cojas por el culo, le pedí excitada
¿Eso quieres?, preguntó, ¿deseas mi verga en tu culo?
Si, la quiero toda, damela, pedí deseosa
Voy a dártela toda, como te gusta, dijo
Quiero sentirla toda en mi culo
Voy a llenártelo con mi verga
Con mis manos abrí bien mis nalgas, él apoyo su pija sobre mi culito y empujó fuerte, su cabeza venció la resistencia y entró, me dolió algo pero lo gozaba y le pedí mas, me embistió mas fuerte y mi culito ya no se opuso a la entrada de esa vergota, que se deslizo bien profundo, grité de placer y dolor y empezó a embestirme fuerte, entrando y saliendo de mi culo apretado, sintiendo como su verga se deslizaba entera en mi interior, ambos gozábamos y gemíamos de placer
me encanta tu verga en mi culo
se siente tan bien mi verga en tu culito, me dijo
si, me lo llenas todo con tu verga enorme
me encanta cogerte, eres una hembra hermosa y salvaje
me encanta como me coges, haceme gozar mi macho, le pedí
Aceleró sus movimientos, fueron más intensos, profundos y duros, todo su cuerpo se hundía contra el mío, y su pija se enterraba toda en mi culito, yo deliraba de placer y gritaba fuerte hasta que acabe de manera bestial, mi concha explotó en jugos y mi culito acabó fuerte, apreté su verga convulsionada por mi orgasmo y eso lo hizo estallar a Cesar, que dando un gritó, me clavó su verga hasta el fondo y lanzó fuertes y abundantes chorros de leche en el interior de mi culito, yo lo abría y cerraba, exprimiendo su verga, hasta vaciarla por completo, nos quedamos por un momento así unidos el uno contra le otro sobre el auto, sentí como su verga se ablandaba en el interior de mi culo y finalmente nos levantamos y nos besamos con pasión.
Los dos habíamos disfrutado mucho juntos y la habíamos pasado muy bien, podríamos haber seguido la noche pero sentí que había sido suficiente, al otro día yo ya regresaba a mi país y no quería que la relación fuera mas fuerte, él lo entendió y me llevó de regreso al hotel, nos despedimos y subí a mi habitación, me preguntaba como les habría ido a mis amigas y al entrar lo supe, ya que escuche voces y gemidos, me acerque despacio y pude ver toda la escena, estaban mis amigas con los dos machos, todos desnudos sobre la cama, Carolina montaba a uno de ellos y el otro tenía a Mariela haciéndole una mamada.
Pero como disfrutan mis amigas se los cuento en la próxima historia, donde también finalizan los días de visita a mi amiga Carolina.
Continuara...