Visita sorpresa

Una agradable visita me animó la tarde...

Estaba sola en casa viendo la tele. Ya que no había nadie aproveche para ir en bikini por la casa, total, no esperaba a nadie. Me tumbé en el sofá y 5mn después de sentarme, alguien llamó a la puerta. No había quedado con nadie así que no sabía quien podía ser. Pensé en ponerme algo por encima pero él que estaba detrás de la puerta sonaba con insistencia, pensé que fuese quien fuese era mejor no hacerle esperar, parecía ansioso por que le abrieran la puerta. La abrí y allí estaba él, Carlos, ese amigo que siempre me había gustado. Me quedé embobada mirándole, nunca se me ocurrió que pudiese venir a verme a casa!! Me quede tan asombrada que ni me entere de que me estaba hablando.

  • Wow.. Estás preciosa ¡¡ Vaya recibimiento !! .. ¿Puedo entrar o me vas a dejar aquí fuera jeje? - me dijo.

  • Si, si, perdona. Entra.. - a penas podía hablar, estaba muerta de vergüenza.

Nos sentamos en el sofá y le ofrecí algo de beber. Mis padres se habían ido de viaje por lo que no tenía que estar pendiente de que apareciesen de repente. No recuerdo cuanto tiempo nos quedamos sentados hablando y bromeando hasta que tuve que ir un momento al baño. Al volver le vi sin camiseta, esas tardes en el gimnasio se le notaban bastante y con el moreno de la playa.. ¡Estaba para comérselo!

-Espero que no te importe pero es que hace muchísimo calor pero vaya que si te molesta me vuelvo a poner la camiseta - eso me dijo.

Para mí pensaba "¡¡¿¿ como me va a importar !!?? Por mí podrías quedarte sin camiseta todo el tiempo..." pero lo que dije fue muy diferente "no te preocupes, a mi no me molesta..". Pensé que aquella era una oportunidad de oro para lanzarme pero no me atreví, pensé que para él únicamente era una amiga, solo eso.

Me volví a sentar a su lado y no se como ocurrió pero mi bikini se movió hacia un lado y uno de mis pechos quedó al descubierto casi por completo. Me di cuenta de aquello cuando vi que su mirada se quedaba fija ahí y rápidamente me tapé. ¡ Estaba como un tomate !

  • No preciosa.. No te tapes.. Por mi no te preocupes, me encantas .. -me decía mientras se fue acercando a mí y sus labios acabaron por tocar los míos.

Me tumbó en el sofá y el se puso encima mía. Nos fuimos besando, primero dulcemente, nuestros labios a penas se rozaban y poco a poco, nuestros besos se fueron convirtiendo en apasionados. Nuestras lenguas jugaban dentro y fuera de nuestras bocas, la pasión se había apoderado de nuestros cuerpos. Sus labios besaban mi cuello mientras mi mano pasaba por su cabello, acariciando su nuca. Lentamente fue bajando hasta mis pechos, me quitó la parte de arriba del bikini mientras no dejaba de besar cada parte de mi cuerpo que quedaba al desnudo. Besó, lamió, succionó y mordió suavemente mis tetas, haciendo que mis pezones se fueron poniendo cada vez más duros. Mientras lo hacía yo suspiraba cada vez más, me estaba poniendo a mil y decidí tomar yo las riendas.

Le levanté y le dije que porque no íbamos a mi cuarto, allí estaríamos mucho más cómodos. Nada más entrar le empujé haciendo que se tumbase en la cama. Me coloqué encima de él y empecé a besarle los labios, la oreja, el cuello, bajando por su estómago, llegar a su ombligo hasta encontrar el botón de los vaqueros. Sin dejar de mirarle a los ojos, le fui desabrochando el pantalón hasta encontrarme con sus calzoncillos. Debajo de ellos se notaba un gran bulto, aquello le estaba gustando pensé. Besé su paquete por encima de su ropa interior, notando lo duro que estaba.

  • Por favor… no puedo más… cómemela… - me suplicó entre jadeos. No le hice sufrir más y le quité los calzoncillos. Empecé a besar su polla, haciendo que notase como mis labios la rozaban; luego la lamí, de abajo hacia arriba, toda entera, mojándola con mi saliva… Mi lengua jugó con su capullo, recorriéndolo entero para que su polla se fuese poniendo cada vez más dura. Poco a poco me fui metiendo su polla en la boca, toda entera, hasta el fondo. Entraba y salía de mi boca cada vez más rápido mientras mi lengua la recorría entera y mis labios la presionaban. Me avisó de que se iba a correr y en vez de apartarme, chupé con más ganas, deseaba notar su corrida en mi boca, quería saborearla. Poco después noté como su leche llenaba mi boca, su corrida bien caliente… Seguí lamiendo hasta que terminó. Me había llenado la boca … y yo me lo había tragado todo.