Visita en vacaciones

Estando de vacaciones vino a vernos una vecina que estaba en un camping cercano a donde teníamos alquilada la casa

Estando de vacaciones vino a vernos una vecina que estaba en un camping cercano a donde teníamos alquilada la casa. Dejó al marido pescando y se vino a pasar el día con nosotros.

A pesar de estar muy potente, la mujer debe follar menos que un caracol en un cristal y va siempre salida. O al menos lo da a entender.

Como hay confianza, con nosotros no se corta. Mi mujer y ella son muy amigas, así que hablando una vez de lo necesitada que estaba, y que cualquier día hacia una tontería, mi mujer le dijo algo así como: pues al mío ni te acerques!!! Ella de cachondeo, ya le dejó caer que ni se le ocurriría, que no se acuesta con los maridos de sus amigas.

Bueno, a lo que íbamos. Pasamos la mañana en la playa y como era fin de semana y estaba todo bastante lleno, nos fuimos a unas calas que conozco bien y están algo retiradas. Esta vacila mucho de que ella hace nudismo con su marido. Pero yo sabía que con los críos se iba a cortar. Si no, seguro que se nos pone allí en pelota. Por lo menos me hizo un topless que me dejo verle las tetas a placer. Tantas veces en la piscina de la urbanización imaginándomelas y allí las tenía al alcance de mi mano. Tiene dos tetazas de impresión, la verdad es que la tía esta jamona.

Bueno, al volver iba con el biquini mojado, así que se lo quitó (pude verle el culo tranquilamente, simplemente se puso entre los dos coches y se dio la vuelta para que no la viéramos de frente). Se echó por encima un vestido de tirantes negro, que se suponía que no transparentaba y nos fuimos a casa a ducharnos y almorzar. Cuando llegamos, se bajaron todos y descargamos los coches. Yo me quede indicándole para aparcar, porque la plaza era en principio solo para un vehículo y tuvimos que ajustarnos.

Cuando lo dejo bien cuadrado me acerque para comentar con ella e irnos para dentro juntos. Ella estaba con el culo sobre el borde del asiento con las piernas ya en el suelo. El vestido (que era poco más que una camiseta larga), sobre los muslos. Miraba hacia dentro buscando sus gafas de sol y no se había dado cuenta de que yo estaba esperándola.

Desde esa postura, se echó para atrás, intentando llegar a la guantera del lado del acompañante. Buscaba allí las gafas. No solo levantó las rodillas, sino que las abrió completamente, a la vez que se estiraba para alcanzar las lentes. Con el culo sobresaliendo del asiento, me enseño todo el coño. Pero bien bien, hasta el punto que en el esfuerzo de intentar llegar a donde quería, se retorció un poco y sus labios vaginales se abrieron dejándome ver un interior rosa. Fueron unos segundos que parecía que se había detenido el tiempo.

Luego, cuando vi que intentaba incorporarse, me moví a un lado para disimular.

Ya está dijo al verme. Es que me dejaba las gafas de sol.

Tampoco es que se cortara mucho, porque aunque el vestido era negro y no transparentaba, era muy fino se le marcaban las tetas y los pezones que daba gusto. No tuvo ninguna prisa en ducharse (primero los niños dijo). Así que se estuvo tomando unas cervezas con mi pareja mientras yo encendía la barbacoa. Todo el rato sabiendo que estaba en pelota bajo el vestido-camiseta y que le había visto hasta el alma.

Aunque por partes, en ese día ya la había visto desnuda. El culo, las tetas y su coño.

A partir de ahora, en la piscina no tendré que imaginarme nada...