Visita cultural a Florencia
Había ido a visitar a una amiga que me dió plantón.Decidí salir entonces de marcha con unas amigas y lo qeu parecía una noche aburrida, se convirtió en una noche inolvidable.
Había ido a visitar a una amiga a Florencia. Sin embargo, las cosas no salieron tal cual esperaba y finalmente nos dejó tiradas. Por eso, aquella noche volvimos a salir solas tres amigas y yo. Como no conocíamos más que dos bares, decidimos volver a uno de ellos dónde la música era hip-hop y los chicos, en su mayoría, vestían con gorro, pantalones anchos y playeras.
Dos o tres horas después de llegar nosotras, apareció el grupo de chicos que habíamos conocido el día anterior. He de decir que fue verles y mis amigas animarse. Habíamos estado pensado hasta volver al albergue cuando sus caras se iluminaron y allí estaban ellos saludándonos a todas. Olvidado el cansancio y el aburrimiento, nos desperdigamos con ellos.
Una de mis amigas, Lucía, se sentó con otro chico en unas escaleras a hablar mientras que la otra estaba sentada en un sillón escuchando como un chico de este grupo le tiraba los tejos. Ante este panorama no sabía qué hacer. Los chicos que había conocido el día anterior no me hacían ningún feo y podía estar con ellos si quería; sin embargo, yo no sabía bailar esa música y aparte me gustaba uno de ellos y no quería que se notara.
Y por eso iba dando vueltas de un lado a otro, hablando con mis amigas y sus chicos. (Sé que es patético estar de sujeta velas pero no sabía que hacer) El amigo del chico de mi amiga Lucía me invitó a bailar y bajé a la pista con él. Yo sólo buscaba un poco de compañía y él, sin embargo, pillar a toda costa. Debido a las circunstancias me hubiera liado con él si el chico que me gustaba no me estuviera mirando fijamente. Era ver si ocurría algo con Hichy (pronunciado ISI) o aprovechar el momento.
Y por eso decidí pasar de este chico y quedarme al lado de Hichy y sus amigos. No sé todavía cómo pero la verdad es que empezamos a hablar. Un amigo suyo había desaparecido entre la multitud. Debido a lo alta que estaba la música tenía que hablarle al oído, lo que ayudaba a que nos pegaramos el uno al otro. Y sin saber cómo ni porqué, acabamos hablando con su brazo rodeando por detrás mi cintura. Ahora que lo pienso parece obvio que andaba buscando rollo pero en aquel momento su actitud no me pareció nada extraña.
Creía estar segura de que no le gustaba. El fue disimuladamente, bajando su mano por mi cuerpo hasta posarse en mi culo esperando una reacción negativa por mi parte que no llegó. La dejó ahí puesta unos pocos segundos y al ver que no me inmutaba empezó a seguir la música dando pequeños toques con su mano en mi trasero. Fue entonces cuando empecé a ver que aquello iba más lejos de lo que creía. (lo sé andaba un poco corta de reflejos o más bien, muy pesimista) Yo continué sin prohibirle nada y entonces me dijo que iba a buscar a su amigo.
"Vaya, demasiado bueno para ser cierto" pensé yo ya que creía que se iba y me dejaba allí tirada. Sin embargo, agarró mi mano y me tiró para que fuera con él pasando mi mano un momento por mi cintura. Fui detrás de él buscando a su amigo que no aparecía por ningún lado. Entonces se parí en seco y se giró hacia mí, clavando su mirada en mis ojos. Tras un segundo de silencio, se acercó a mi rostro y nos dimos uno de esos besos... muy intensos. Después se separó de mí y siguió buscando a su amigos. Cuando llegamos a la pared del pub, me apoyó sobre ella y se avalanzó sobre mí para seguir besándome. Mordía suavemente mis labios, tocaba mi lengua y jugaba a dejarme con la miel en los labios. (ya sabeis, ir a besarme pero no hacerlo al final).
Al de poco tiempo, (supongo yo porque no miré el reloj pero se me hizo corto), volvimos con todos los amigos sin poder ocultar que algo había pasado. (Soy demasiado expresiva). Pensaba que todo se había quedado en cuatro besos. El se apoyó en la pared y yo desconcertada, fui al baño para disimular que no sabía que hacer. Realmente, llegué me miré en el espejo para hacer tiempo y volví. Entonces él estaba sentado en unas escaleras que daban a la salida de emergencia. Como estaba apartado, me fui a sentar junto a él. Subimos un poco más arriba para buscar más intimidad y se tumbó sobre estas. Yo me situé encima de él y seguimos besándonos.
De mientras, el buscó mis pechos por debajo de la camiseta y rozaba mi vagina con la otra mano por encima de la ropa. Aquello me puso bastante caliente y decidí seguirle el juego. Bajé mis manos y las puse en su pantalón pudiendo notar que estaba bastante contento. El me facilitó la hazaña soltando su cinturón y yo desabroché los botones dejando su miembro a mi alcance. Lo cogí con la mano mientras él ponía las suyas en mi culo y seguimos besándonos.
Empecé a masturbarle con las manos, presionada un poco con su ropa interior y el propio pantalón. Notando ya nuestra gran excitación, bajó sus pantalones un poco más y yo dejé su boca para chupar su polla.. Debido a que a él le gustaba mucho insinuar pero no tocar, jugué a acercarme a ella sin llegar a tocarla. La recorría dejando salir de mi boca un poco de aire que le daban pequeños escalofríos.
Después comencé a tocarla ligeramente con mi mano y a darle pequeños besos. Cuando ví que empezaba a tener muchas ganas, la introduje en mi boca y ayudada con mis manos empecé a chuparla sensualmente. La metía todo lo que podía en mi boca y la sacaba centrándome en su capullo.
(He de decir que es la parte que más me gusta del todo el pene y chuparla, tocarla y saborearla me excita demasiado) Buscaba su mayor satisfacción y me ayudaba con mi mano que la recorría integramente de arriba abajo y de abajo a arriba. El ritmo fue aumentando hasta que la noté dura como una piedra. Entonces solté mi pantalón y me acerqué a él para dar paso a la penetración. Suavemente fui sentándome sobre él ya que sólo el contacto de nuestros cuerpos hacía que me estremeciera. Una vez dentro empecé a moverme en círculos. Mientras tanto mordía sus labios, chupaba su cuello y le miraba a los ojos.
Me gustaba ver todo lo que me decía a través de sus ojos marrones tan bonitos, sensuales, benévolos. El ritmo de mis movimientos fue creciendo a medida que nuestra excitación era mayor. Por eso, en ocasiones hacía movimientos más bruscos pero e forma tan o más placentera. Ya no podía aguantar mucho más y tuve un orgasmo que traté de reprimir esperando a que el también lo sientiera para disfrutar los dos a la vez. Pocos segundos después, agarró mi cabeza, me dio un gran beso y disminuyó la velocidad de nuestros movimientos hasta que nos corrimos los dos. Antes de quitarme de encima de él, nos quedamos un momento mirándonos y nos dimos un último beso.
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