Visita al pueblo 2 (Mi prima y su hija)

Por fin llegamos al pueblo y observo que mi prima esta muy necesitada. Es viuda y necesita un hombre

Continuación de visita pueblo.

Por fin llegamos al pueblo, como no con mucha intimidad, después de haberme follado a mi hermana en el camino, estaba muy cariñosa conmigo y demostraba mas intimidad. Siguió durmiendo el resto del camino y ya no se cortaba en darme besos y sobarme lo que quería.

Al llegar a casa de mi Tía Dolores, volví a ver a mi prima Bea, dios estaba buenísima, tal como la recordaba, la de pajas que me hice a su salud.

Una mujer de unos 40 años, con una larga melena negra cayéndole por los hombres, unas caderas y culos hermosos, después de todo había dado a luz a una hija, y un busto grande y elocuente, ya que me fije en que no llevaba sujetador y un escote hermoso hacia que se me desviasen los ojos hacia su canalillo.

Después de los besos y abrazos de rigor, ahí fue donde note que no llevaba sujetador, mi prima Bea. fuimos a la habitación para dejar la ropa y cambiarnos si queríamos o descansáramos.

Mi hermana y yo fuimos a una habitación al fondo de la casa, esta tenía una sola cama.

Mi tia nos indico que yo podía dormir en el sofá, aunque seria incomodo, pero que no había mas camas en la casa, que si no podía dormir ella se podía ir a dormir con su hija a la misma cama y que yo durmiera en la cama de su hija.

Mi hermana sobre la marcha salto.

  • Tía no te preocupes, la cama es grande y podemos dormir juntos.- y sonriendo dijo- Si se pasa yo lo sé mantener a raya.-

Mi tía dolores se rio y dijo que como quisiéramos, pero que por ella y Bea no hay problemas. Que en invierno ya lo hacen y que duermen juntas, para darse calor.

Estábamos acondicionándonos, en la habitación, cuando apareció Lurdes, la hija de mi prima.

Era una niña, de unos 15 años, muy linda, ojos negros, pelo largo y negro como su madre y en esa edad y con ese cuerpo de que va a romper muchos corazones y muchas poyas, cuando empiece a salir con chicos.

Al principio se mostro tímida con nosotros, en especial conmigo. Pero poco a poco , se fue soltando.

Mi hermana decidió acostarse un poco y descansar, mientras, yo después de comer, decidí darme una vuelta, por los alrededores.

La casa de mi tía, estaba en un pareja algo aislado, con tierras de cultivo, ya abandonas, a su alrededor. Solo tenían un pequeño huerto, para su consumo propio.

Tenían cerca un arroyo, por el que pasaba agua, y en el que había algunos árboles, haciendo buena sombra.

Decidí, dirigirme a uno y echarme una siesta a su sombra. Al poco me quede adormilado cuando un pequeño ruido me despertó. No sabía lo que era, pero parecía unos gemidos, eso pensé.

Cuando me acerque, vía a un hombre de pie, con los pantalones bajados y a una mujer, desnuda de cintura para abajo, recibiendo poya, por la arremetidas que daba el tipo y por sus bufidos, de vez en cuando, mientras ella gemía.

Apenas, estaba mirando un poco, cuando veo que alguien mas esta mirándolos, por el rabillo del ojo, veo un movimiento que me llama la atención, Lourdes, la hija de mi prima que la que está observando todo.

Supongo que tiene la edad, en la que debe interesarle estas cosas.

Sigo observando a la pareja y veo, en apenas, lo que observo a Lourdes, hoy un gemido de hombre y un lamento de mujer.

  • ¡ ya está!- hoy a la mujer y reconozco la voz de mi prima.

Esto se está poniendo cada vez más interesante.

  • es lo que hay- dice el hombre. subiéndose los pantalones y cerrándose la bragueta.

  • pero me has dejado con las ganas- dice mi prima.

  • pues te jodes- dice el hombre.- si quieres mas, píllate a algunos de los animales, como hacías antes.- y se va.

Vamos que estoy recibiendo mas información de la que puedo procesar.

O mi prima es una ninfómana o está más necesitada de lo que parece. Lo raro es que con lo buena que esta, no tenga una fila de hombres detrás de ella. Su marido murió hace años y parece que le está pasando factura.

Sigo en mi sitio, veo marcharse a hombre, que se va silbando. Mi prima, sigue en el mismo sitio, es sienta en el suelos sobre sus pantalones, con las piernas abiertas, se está sobando los pechos, cuando por el rabillo del ojo, vuelvo a ver su hija haciendo movimientos, veo que se levanta y se dirige hacia su madre.

Vale, ahora veré una situación de pelea, que estás haciendo, te he visto, madre he hija discutiendo y tal.

Pero lo que veo me deja sorprendido, Lourdes, mira a su madre, esta la ve, eso creo y sigue a lo suyo, mientras su hija se agacha y empieza a comerle todo el coño, leche del tipo incluida.

En ese momento, tengo un empalme de cuidado. Qué familia mas maja, me digo, con ironía.

Mientras mi prima gime, por la comida de bajos de su hija, muy bien lo debe hacer, porque Bea gime bastante, durante un rato, y parece tener un gran orgasmo. Su hija no deja de comerle el coño, como si fuera el fruto más delicioso del mundo. Al cabo de un rato bien largo, mi prima se queda tensa y se queda paralizada u n rato, entiendo que ha tenido un orgasmo.

Mientras su hija sigue comiéndoselo todo. Al cambo de unos minutos, mi prima abre los ojos, sonríe y le dice algo a mi prima, no lo oigo, pero como resultado, mi prima se intercambien el sitio con su hija y empieza a comerle conejo a ella. Esta vez es su hija la que empieza a gemir. Están así un buen rato, que aprovecho, para ver el hermoso culo que tiene mi prima. Dios me gustaría poder darle con todo lo gordo, hasta que gima. Estoy un rato, observando y con ganas de participar, pero no me atrevo a cagarla, después de todo, veo que las dos están muy necesitadas, pero quiero esperar a ver qué pasa.

Cuando han terminado, se quedan tumbadas la una junto a la otra. Decido regresar a la casa si pillo a mi hermana, le quiero dar mandanga, para quitarme este calentón.  Voy con una empalme, que me duele de lo tiesa que esta.

Cuando me dirijo a la casa, no veo a mi tía, por lo que digo, esta es la oportunidad. Me dirijo a la habitación donde esta mi hermana durmiendo en la cama y la veo allí.

Miro por la casa y no veo a mi tía, ni por los alrededores, por lo que me digo que esta es la mía. Me debo descargar con mi hermana.

Me saco la poya de los pantalones y se la pongo en la boca, le empiezo a rozar los labios, y poco a poco voy presionando, hasta meterle la punta en la boca. Me estoy quieto y empieza a chupar poco a poco.

Sigue chupando y al cabo de un rato, veo que abre los ojos y sigue chupando. Como veo que ya esta despierta, le quito la poya de la boca, la giro hacia el borde de la cama, que es alta y le bajo el culot y le levanto la falda. Ella no es tonta y sabe lo que hay, me dice.

  • despacio titán, que si no me haces daño- mientras pone una de sus manos en mi abdomen.

Estamos un buen rato, con lo dura que tenia la poya, no tarda en estar húmeda y lubricada, parece que estoy cortando mantequilla con un cuchillo caliente. Ella muerde la manta, con la que se tapaba, para no gritar del placer que está recibiendo. Yo no paro de bufar, dándole arremetidas, de vez en cuando miro para la puerta, por si veo a alguien.

Estamos un buen rato, ella se ha corrido varias veces cuando oigo ruido en la puerta, por lo que paramos.

Me subo los pantalones y María se mete debajo de la manta, yo me tumbo en la cama y me hago el dormido.

Entre abro algo los ojos y observo que es mi prima y su hija las que pasan delante de la puerta.

Se dirigen al baño. Me levanto y las veo entras las dos juntas. Me digo que esta es la mía.

Espero unos 5 minutos y me pego a la puerta y empiezo a oír gemidos de nuevo, entro lo de mi hermana y esto tengo un empalme, de cuidado de nuevo. Como la puerta no tiene pestillo, hago como que entro medio dormido y me empiezo a bajar la poya para mear.

Me encuentro la escena de mi prima comiéndole el coño a su hija, que está echada sobre una toalla en el suelo. Las dos desnudas.

Yo con la polla en la mano, y totalmente empalmado, me quedo mirando.

Lourdes intenta taparse con las manos y la toalla, como puede, su madre, se queda sorprendida y luego mira a mi poya. La veo calculando las opciones y pensando que hacer.

Se levanta decidida, se dirige hacia mí y agarrándome la poya, me lleva hasta su hija. Alli se arrodilla de nuevo y empieza a comérmela sin contemplaciones, dios, no dejo de mirarla a ella y a su hija, la niña, mira a su madre y a mi poya. La madre me la está comiendo e intenta metérsela toda en la boca, pero no puede. Pero esta tan concentrada, que solo existe  mi poya.

Al cabo de un rato, supongo que casada y con la mandíbula dolorida, se la quita de la boca y le dice a su hija.

  • ven- cogiéndola de la mano la levanta del suelo, y le lleva la mano hacia mi miembro. Ella al principio temblorosa y luego con más confianza la va apretando y mueve la mano, pajeandome

Su madre le ayuda indicándole que hacer con su mano.

Al cabo de unos minutos, le dice que la chupe, la niña, supongo que ya con más confianza, decide metérsela en la boca, pero solo le entra la mitad, y eso que lo intenta, pero le dan arcadas.

Dios estoy en la gloria suprema.

Al cabo de un rato, mi prima me dice que necesita que me la folle, que no puede más del calentón que tiene. Que si quiero  y tengo ganas después va la niña.

A lo que le digo que vale, pero que mejor ir a su habitación.

Salgo primero y veo una sombra meterse en la habitación en la que estamos yo y mi hermana supongo que mi hermana no se ha perdido detalle atreves de la puerta.

Me dirijo a la habitación de mi prima y ella y su hija vienen detrás de mí.

Cuando entramos cierra la puerta y las dos se meten en la cama. Mi prima se acuesta en la cama con las piernas abiertas, para recibirme, pero yo tengo otra idea.

Le digo que se ponga de lado apoyada en una de sus caderas, mientras pone una de sus piernas en medio de las mías, y la  otra la pasa delante de mí, la agarro y le meto la poya poco a poco, ella gime y disfruta, haciéndome saber el placer que le doy. Yo aprovecho cuando llevo un tiempo haciéndola gemir, para meterle el dedo el culo, le meto el dedo medio, poco a poco, si se da cuenta, no dice nada. Si le molesta tampoco, entiendo o que le gusta o que está recibiendo tanto placer, que le da igual o no lo nota.

Aprecio como el dedo lo voy metiendo poco a poco en su culo y como su esfínter lo aprieta, como si fuera un anillo.

Mientras tanto su hija, se ente en medio de nosotros para llegar hasta mi poyo o el coño de su madre, no lo sé, pero su lengüita, lame por donde puede, sin dejar de tocarse su coñito.

Llevamos ya un buen rato, y mi prima ha disfrutado de varios orgasmos, cuando empiezo a meter también el dedo índice. Ahí ya se quejo, pero no dijo, nada, cuando tenía los dos dentro, empecé a buscar mi poya apretando sus paredes, ella no deja de morder la almohada ,podía oír sus gritos, ahogados por esta en su boca, mientras yo no dejaba de bombear con mi poya y mis dedos. Al cabo de unos 10 minutos, dio un gran gemido, note que su cuerpo daba espasmos y se quedo quieta.

Yo que no me quería correr, me salí poco a poco, su hija con los ojos abiertos, me miraba la poya, y miraba el conejo de su madre, buscando el semen supongo por luego dijo.

  • ¿no te has corrido? - me preguntaba.

  • no, ¿ por ? - adivinaba la respuesta, pero quería oírla de sus dulces he inmaduros labios.

  • me gusta mucho el semen- era lo que me imaginaba.

  • me tumbe en la cama y le dije, pues chupa para que salga.

Ella se puso a chupar como una posesa, esperando algo que sabía que con esa boquita, no saldría, pero le agradecía el intento.

Cuando le empezó a doler la mandíbula, se retiro y me dijo.

  • no sale- con tristeza.

  • probemos otra cosa- le dije.

Como era pequeña la levante en peso le puse sus brazos sobre mis hombros y le dije que son sus piernas intentara apretarme el cuerpo, poco a poco, la fui acercando a mi poya y le fui metiendo la punta, me costaba meterla, la tenía muy estrecha y ponía gestos de que le dolía.

  • ¿eres virgen?  - le pregunte.

  • si....- digo y entendí que estaba avergonzada.

-ok, entonces vamos a hacer otra cosa, para que te bebas tu leche.

Ella sonriendo, dejo que la bajara, y me siguió hasta la cama.

Su madre estaba boca arriba, dormida o desmayada, con lo que habíamos echo ni abrió los ojos.

Voltee a Bea, con delicadeza, para no despertarla. Le dije a la hija que me ayudara y le levanta las caderas y ella puso unas mantas dobladas debajo de su tripa, su madre ni se levantaba, por lo que supuse, que estaba desmayada.

Una vez Bea, con el culo en pompa, le dije a su hija, que me lamiera la poya y que le lamiera el culo a su madre, a lo que está ni se lo pensó, me estuvo lamiendo un rato el rabo y luego le comió el culo a su madre, a lo que esta tampoco se quejo, solo suspiraba.

Cuando creí que ya estaba, retire a la niña y le dije que me ayudara, cogí sus manos y la puse en mi miembro mientras yo agarraba las caderas de su madre.

Lourdes, me cogió la poya y la apunto al culo de su madre, antes de meterla, agacho la cara y escupió en el agujero del culo de su madre y puso la punta de mi rabo en el.  Yo empecé a empujar poco a poco. Metía unos centímetros, esperaba y seguía. Bea bufaba algo, pero no se despertaba o decía nada. Su hija se metió debajo de mis piernas y empezó a lamerme el rabo y lamerle el coño a su madre con la lengua. Estuve así un rato, hasta que la metí toda, tenía el culo más cerrado de lo que creía. Pero al final, entro todo, luego empecé a bombear, mientras mis bolas golpeaban su conejo.

Con el golpe de plaf, plaf, estuve un rato dándole, cuando anuncie a Lourdes que me iba a correr, que abriera la boca.  A lo que esta presurosa no tardo en dejar abierta, para meterle la punta en la boca, me descargue en esa boquita, mientras ella saboreaba y paladeaba mi semen.

Después de tragarse lo que deje en su boca, mientras me la meneaba, con su manita, empezó a apretar el tronco de mi poya, para sacar todo lo que hubiera dentro, hasta las últimas gotas.

Después de eso, se pego a su madre y se quedo dormida.

Salí observando a las dos féminas abrazadas y acostadas desnudas en la cama.

Me dirigí al baño , cogí mi ropa y me fui a la habitación, seguía desnudo, cuando encontré a mi hermana, haciéndose una paja debajo de la colcha. Decidí, dejarla tranquila, tenía los ojos cerrados, pero al meterme en la cama noto mi presencia y me dijo que me necesitaba.