Visita al Doctor

Un gran amor, una gran mujer, una futura escritora, me regaló esta historia llena de pasión y erotismo, quiero compartirla con ustedes. TE AMO PILAR!

Maldito tráfico.... estaba retrasada y los embotellamientos en cada semáforo, donde hay que esperar hasta cuatro cambios de luz para poder avanzar y yo con la prisa para llegar a  mi cita con el médico.... además del tráfico (por si fuera poco) es la primera vez que visito a este doctor y no se como será.... las visitas al médico no son digamos un paseo en el parque, y si además es la primera vez, pues resulta peor... además no me siento cómoda hoy... el dolorcito en la garganta que me ha molestado estos últimos dias es un fastidio, pero ir a consulta después de todo el día trabajando, con la ropa pegada al cuerpo por el maldito calor de mayo es el plus que le hacía falta a mi día.....

Al menos encontré un lugar para estacionar el auto relativamente cerca del consultorio... el edificio es algo viejo, el conserje me aconsejó no tomar el elevador ya que en el transcurso de la tarde ya van 3 apagones y que han sido bastante largos.... y el consultorio en un 5° piso.....y.... ya casi.... hago una pausa para tomar aliento mientras busco el consultorio 507..... y entro......

La sala de espera está llena, hay por lo menos 5 personas....ya me imagino a qué hora voy a salir, cuando me acerco a anunciarme con la recepcionista se va la luz, pero afortunadamente solo  son unos segundos, aunque suficiente para darme cuenta que la tarde lluviosa está oscureciendo rápidamente el cielo, ella me sonríe, es una mujer joven, entrando en los treintas y flaca como una tabla, pero muy amablemente me explica que el doctor está retrasado por los cortes de energía eléctrica, pero que espera no tarde en recibirme....

Me siento a esperar.... revistas médicas y periódicos viejos....me pongo a observar a las personas que esperan... sentado exactamente en el sillón frente a mi un señor de aproximadamente 50 años, bastante atractivo, debió ser muy guapo en su juventud y todavía le queda algo, hojea un periódico sin mucho interés.... a su derecha está un adolescente como de 17 años, mordiéndose las uñas, ...tiene  los cabellos hasta el cuello y los chinos se le vienen  a la cara y él los aparta constantemente..... tiene un tatuaje en el tobillo izquierdo, el cual noto porque tiene esa pierna sobre su rodilla derecha, no distingo la forma, porque el se lo cubre en cuanto descubre donde esta mi mirada, yo volteo a ver el reloj y cuando vuelvo a verlo noto que su mirada está clavada en mis piernas... si al menos esa junta no hubiera tardado tanto, tal vez me habría dado tiempo de pasar a cambiarme, pero tuve que dejarme esta falda... mi última adquisición.... cara pero de buena calidad y que favorece mucho mi figura... me siento realmente bien cuando la uso, solo que ahora su mirada no se aparta y me hace sentir algo incómoda...  solo un poco... un leve cosquilleo empieza a sentirse en el estómago.... hacía años que un muchacho tan joven no me causaba este efecto, no puedo evitar una sonrisa y él me sonríe también...

Me entretengo pensando a qué se dedican todos los de la sala de espera.... el hombre cincuentón podría pasar por un empleado de banco, tiene aspecto de ejecutivo..... el adolescente evidentemente estudia... no creo que sea un buen estudiante, seguro le interesa mas lo que está entre las piernas de sus compañeras que entre las hojas de los libros.... al otro lado del ejecutivo de banco está un señor algo rudo, tosco, por su forma de vestir se ve que se dedica al trabajo físico... cargador, tal vez chofer de camiones.... a mi derecha, acomodándose los anteojos todo el tiempo, con aire nervioso, un maestro de escuela (al menos eso parece.... la corbata torcida está más corta de lo que dictan las normas de etiqueta y el estampado se ve anticuado, pero en conjunto el tipo se ve limpio, no como el camionero, que se ve lleva varios dias sin bañarse y sin cambiarse la ropa.... frente al maestro, a mi izquierda, hay un hombre joven, guapo, de facciones toscas y nariz chueca, pero atractivo, de aproximadamente 30 años... parece deportista... tal vez practica algún deporte de contacto y por eso tiene la nariz rota..... parado junto al estudiante, como si temiera rozarse con los demás está un hombre de aproximadamente 40 años, muy bien vestido, su ropa se ve cara y de buena marca, impecablemente vestido y peinado, recargado en la pared  y viendo a todos por encima del hombro, tiene cara de disgusto, como si prefiriera estar en cualquier otro lugar.....

El doctor abre la puerta, se asoma y llama a la recepcionista con la mano, ella se acerca y el le dice algo en voz baja, ella regresa a su escritorio y saca unos papeles de un cajón, cuando regresa a dárselos al doctor se quedan murmurando algo y luego ella regresa a su escritorio y se sienta.... saca un espejo de su bolsa y se retoca el maquillaje... guarda sus cosas y está a punto de meterlas en su cajón cuando se va la luz nuevamente... se oye un golpe y en seguida una maldición, tal vez se  golpeó con el cajón.... estoy a punto de preguntarle si se encuentra bien cuando siento una mano en mi rodilla derecha, me quedo paralizada porque no se quien es ni qué quiere.... espero a que la retire, pero la mano empieza a subir por mi pierna..... percibo un ligero olor a loción, agradable que me pone aún mas nerviosa.... otra mano me toca la otra pierna y las separan un poco.....quiero retirar esas manos yo de un empujón y cerrar las piernas... pero ni mis manos ni mis piernas me responden y me quedo completamente quieta.... las manos suben por la cara interna de mis muslos y rozan mi ropa interior... un quejido escapa de mi boca y de pronto las manos se retiran.... creo que el sonido lo asusta y lo detiene y siento una mezcla de sensaciones, entre alivio y desilusión.... pasan unos segundos y empiezo a sentir una mano en mi pecho.... no puedo afirmarlo, pero me da la impresión de que no son las manos que tocaban mis piernas ya que el contacto empieza desde el otro lado, como si quien lo hace estuviera a mi izquierda, además de que el contacto es mucho mas suave, menos decidido que el anterior, me roza los pezones e inmediatamente los siento reaccionar, su mano comienza a desabrochar la blusa, su contacto se siente un poco más seguro al no recibir ningún rechazo.... cuando la blusa está completamente abierta mete las manos y busca el broche del sujetador...lo  encuentra la frente y hábilmente me lo desabrocha, son manos expertas en desnudar, eso se nota y su contacto se siente ahora mucho mas seguro, mas directo, retira el sujetador a los lados sin quitarlo de mis hombros... todavía tengo la blusa puesta, abierta por completo igual que el sujetador y de pronto siento sus labios en mis pezones... es una sensación increíble, intento acariciar su cabeza, no solo por devolver la caricia, sino que eso me permitiría darme una idea de quien me está besando, pero adivinando mis movimientos sus manos sostienen las mías pegadas al asiento del sofá.... no importa... no me importa quien sea mientras no pare...... estoy tan concentrada en mis sensaciones que no me doy cuenta que unas manos empiezan a bajar las correas de mis zapatos, cuando me doy cuanta ya liberó mis pies de los tacones... me los retira y por el sonido intuyo que los hace a un lado.... y el contacto en las piernas empieza nuevamente, es cada vez más atrevido y llega más arriba... pero al igual que los labios en mi pecho me produce unas sensaciones increíbles que no intento detener....

La boca en mis pechos empieza a subir por mi cuello y me besa en la boca, es un beso largo y húmedo, su lengua explora cada parte de mi boca y me quita el aliento, intento sacar mis manos para acariciarlo, pero las tiene bien sujetas contra el sofá.  Mientras estoy concentrada en el beso las manos en mis piernas siguen avanzando, cada vez mas arriba hasta llegar nuevamente a mi entrepierna, apenas me roza y mueve sus manos hacia mis caderas por debajo de la falda... y empieza a bajar mi ropa interior, yo levanto apenas la cadera para facilitar el descenso de mi ropa, apoyándome en las manos que descansan en el sofá... y me lo retira hábilmente.... cuando sus manos vuelven a subir aprovecha el movimiento para subirme la falda hasta la cintura.  Sus manos me acarician con delicadeza a lo largo de ambas piernas, para llegar nuevamente entre ellas, me roza con el dorso de la mano y siento un cosquilleo en todo el cuerpo, mientras los besos en mi pecho vuelven a empezar.... de pronto las manos en mis piernas jalan mi cadera fuertemente hasta quedar al borde del sillón y sus manos me separan las piernas completamente y comienza a besarme las piernas, empezando en las rodillas y sigue subiendo, sus labios me recorren los muslos y llegan al lugar donde estaba su mano, justo donde se supone que debe haber una mata de vello, pero que yo retiro periódicamente hasta quedar casi sin nada, empiezo a sentir su lengua en mi clítoris moverse suavemente y un escalofrío me recorre toda la espina dorsal... su lengua se mueve hacia adentro, abriéndose paso entre mis labios y llegando tan adentro como puede, al mismo tiempo que siento otra lengua en mis pezones, alternando uno y otro y haciéndome sentir un placer indescriptible... la lengua en mi entrepierna se mueve cada vez más rápidamente y sin poder evitarlo empiezo a emitir gemidos que estoy segura se oyen hasta el escritorio de la recepcionista, a quien oigo toser nerviosamente.... de pronto escucho pasos y ambas lenguas se detienen casi al unísono, permitiéndome tomar un poco el control de mí misma.

De pronto percibo un ligero olor a sudor y una mano me acaricia el cabello, la cara y siento sus dedos recorrer mis labios hasta meter un dedo entre ellos, no entiendo porqué el contacto en mi clítoris y en mis pezones no vuelve a empezar, lo deseo desesperadamente, pero en vez de eso siento como el dedo en mi boca se retira para dar paso a algo mas grande... mas grueso, de sabor salado, y yo empiezo a lamer y succionar suavemente el miembro que introduce en mi boca, ahora los gemidos que se escuchan no son los míos, estoy entretenida moviendo mi lengua de la cabeza al tronco cuando los besos vuelven a empezar... primero el de mis pezones... poco después el de mi entrepierna, de pronto un orgasmo sacude todo mi cuerpo, casi inmediatamente siento un chorro de semen en la boca, el cual trago con algo de dificultad, cuando estoy recuperando el aliento un enorme miembro me penetra entre las piernas y todas esas sensaciones, y otras nuevas, vuelven a comenzar... no puedo detener los gemidos, y ahora que el miembro en mi boca se ha  retirado se escuchan mas claramente, al menos eso me parece a mí, pero no hago ningún intento por reprimirlos......

Y llega otro orgasmo aun mas intenso que el anterior...

Cuando finalmente quedo relajada, el contacto en mis pechos se detiene, el miembro entre mis piernas, ahora flácido se retira también y me quedo completamente quieta... en paz... cuando tomo consciencia de que es momento de arreglarme la ropa  empiezo a hacerlo de prisa.... no encuentro mis zapatos por ningún lado, los busco con los pies mientras abrocho mi sostén.. Luego mi blusa y empiezo a bajar la falda que tenía enrollada en la cintura, tampoco encuentro mis panties, me arreglo el cabello y cuando ya estoy completamente vestida trato de encontrar mis zapatos y mi ropa interior, finalmente encuentro un zapato y me lo pongo nerviosamente, entro en pánico pensando que la luz puede regresar en cualquier momento y yo no estoy completamente vestida, encuentro el otro zapato casi al lado de donde estaba el otro y me lo pongo.

Estoy de rodillas buscando mi pantaleta cuando regresa la luz, yo me levanto rápidamente y recorro la sala de espera con la vista.... no hay nadie, solo está la recepcionista en su escritorio, con una sonrisa en los labios y aparentemente ajena a todo lo que acaba de suceder, yo me levanto rápidamente y echo una mirada al piso, pero de mi ropa interior no hay rastro... de pronto se abre la puerta del consultorio y se oye la voz del médico que le pide a la recepcionista que haga pasar al siguiente, ella me sonríe y me pide que pase porque todos los demás parece que se cansaron de esperar y se fueron.

Cuando salgo del consultorio con la receta del médico en la mano me detengo ante el escritorio de la mujer para pagar la consulta, dejo la receta sobre el escritorio para sacar mi cartera del bolso y al terminar de pagar, cuando voy a tomar la receta nuevamente, veo por el rabillo del ojo mi ropa interior que asoma por un cajón mal cerrado del escritorio, mi mirada se cruza con la de la recepcionista, quien me sonríe abiertamente y me dice "hasta luego".... bajo rápidamente la escalera y una vez en mi auto, a solas, me pongo a pensar en lo que acaba de pasar, no tengo idea del papel que jugó la recepcionista en todo aquello, pero de pronto me sorprendo a mi misma sacando el celular del bolso y llamando al teléfono que aparece en la receta, cuando me contesta una voz familiar escucho mi propia voz pidiendo una cita para dentro de dos días....