Visita al adolorido

Enfermera con un desenlace final único hace visita casera a un adolorido de la espalda

Mi espalda me atacó con un dolor inimaginable por mi hasta ese momento, me dejo en cama por varios días, y la visita al doctor, en una camilla hecha en casa no fue menos dolorosa, el remedio ejercicio.

Antes de empezar la fisioterapia, debía decidir entre varias medicinas, y como el dolor no parecía ceder ante nada, inyecciones por un par de días fueron una de las alternativas propuestas, para detener mi sufrimiento; así que acepte.

Una amiga de la familia enfermera de profesión, para mi fortuna; se ofreció a aplicarlas.

Solo oí a mi madre saludar, la enfermera y explicarle a ella lo sucedido, la caminó hasta mi habitación y se despidió pues tenía cosas que atender, y me dejó solo con ella en casa, tras varios días en cama y con dolor, me encontraba muy sensible a cualquier insinuación erótica, mantenía con el chimbo parado en los momentos menos pensados, incómodo sí, pero buena señal, al fin y al cabo, no había perdido mi poder eréctil.

Pues la amiga llevaba unos pantalones negros de ejercicios ceñidos a sus piernas y marcaban muy bien el triángulo entre sus piernas, que yo llamaba de la perdición, no estaban metidos, pero se notaba dónde estaba, ese arbusto peludo, además de sus gruesas piernas, caderas y derrier.

¿Porque debía de llevar una camiseta corta este día preciso? si eso me ponía muy cachondo.

Ella me platicó y explicó, lo de la inyección y por supuesto me preguntó cómo estaba.

Sentó justo en el borde de la cama, y removió mi gruesa sábana, quede solo en pijamas, pues bien, luego mientras me hablaba y explicaba la medicina, puso su brazo en mi estómago, pero su codo queda justo al lado de mi pene, el que no dudo un segundo en pararse, no lo tocaba directamente, pero sentir su codo tan cerca, me producían nada más que deseo.

Nada podía hacer para ocultar mi erección, así que solo lo deje pararse libremente..

Bueno vamos a proceder - me advirtió

Tomó los pantalones de mi piyama, y los bajo, se trabaron un poco en mi chimbo, pero ella lo liberó bien, y bajó, con un ligero movimiento al levantar el pantalón levemente asegurándose de zafar el ancla carnosa.

Allí estaba yo expuesto y cachondo., ella en su profesionalismo, ni cuenta pareció darse, puso su mano derecha bajo mi ombligo, y ahora su antebrazo tocaba directamente mi polla, la mano izquierda en la espalda hasta mi nalga, y la vuelta me dio, con una breve pausa a mitad de la vuelta, debido al dolor, su antebrazo nunca dejó de tocar mi polla, y al estar boca abajo, yo diría que pasó lenta, suave y complaciente su mano por el miembro. Ella me masajeo un poco la nalga y me explico que solo sería un breve pinchazo que ni sentía, para no tensionarme antes de, me sobo ambas nalgas y de un momento a otro, me dijo

Listo, ¿te dolió?

No sentí nada, gracias  - respondi felizmente

Ahora debía volver a mi posición boca arriba, las manos a su posición de soporte, una en mi espalda, la otra tocándome, la parada polla.  Ahora expuesto a su mirada de nuevo, me comenzó a platicar.

Ay no, eso sigue así de caliente y firme, pensé que la inyección le iba calmar esa parola

Pero como me la va calmar, si así me pones tú - respondí

¿Yo?   ¿Pero yo que hice?

Estas muy atractiva, y me inspiraste a ponerme así, que pena

¿Que pollota, papito, hace rato no veía uno así, y por mí ¿dices?, hmmm que rico

Si al verte, me gustó mucho como te ves con esos apretados pantalones de ejercicios, se te ven las piernas gruesas y provocativas, tal como me gustan

¿En serio?

Recuerdas ese día que fuimos varios a la playa una tarde el año pasado, ese día, me volviste loco con tu traje enterizo

Ese vestido de baño, no tiene nada de sexy - me dijo con asombro

Pero se te mete entre ese precioso culote, y se ve muy sensual - dije trayendo un vago recuerdo de mi memoria

¿Por eso andabas así ese día? Claro que me acuerdo y me fije mucho en el bulto de tus piernas - ella empezó suavemente con la yema de sus dedos acariciarme el chimbo

Ves, tú me pones así, todo el tiempo

Pero hoy estoy desarreglada y no estoy lista para ti

Te ves linda, no necesitas nada

Hoy no puedo, además me debo ir pronto, pues voy al trabajo - y allí tomó firmemente mi chimbo y lo empezó a agitar de arriba abajo con firmeza, un pajazo como se debe

Ahh, ohh, no me puedes dejar así - me lamente

No te quiero dejar así, si te gusta mi mano, te va encantar mi cuca, es mas húmeda, calientita y apretadita

Ahh, ahh uff, me haces venir

Que rico, dime no más cuando, para parar - lo apretó más duro e intenso

Hace rato no me hacían así tan rico, me vengo ya, ya

Ella dejó su mano quieta y el cabezón tembló un par de veces, y mis cargas de semen, de meses si evacuar, se vinieron en chorros, fuertes, disparados alto, sus manos trataban de contener el derrame, mientras yo me retorcía de placer y dolor por mi espalda, ella escurría el chimbo para evacuar cada gota de semen.

Mañana vengo por más -  me sentenció

Se despidió, levantó y con un rápido y suave beso, se fue rumbo a su trabajo, yo solo me le quedé viendo irse e imaginándome cuando estaría en condiciones de estampar mi firma en ese redondo culo, mañana seria otro día

Mañana llego, y de nuevo la oí llegar, y me prepare, ella subió a mi cuarto, y vestía los pantalones negros que me gustaban, camiseta corta que dejaba ver su brasier bajo la camiseta, ya podría imaginar ese panocho allí abriéndose y calentándose por mí, de nuevo ella procedió a quitar las sábanas que me cubrían, yo estaba listo y no tenía nada puesto bajo las sábanas y el chimbo parado y caliente.

Que rico, y que bien que estás listo, pero vamos por la inyección primero.

La dolorosa vuelta, y la inyección rápida e indolora

Me gusta mucho tu culo, lo quisiera morder, todo durito, y redondito

Hazlo si quieres, es todo tuyo

Sin la menor espera, ella lo muerde, lo acaricia y lo lame, pasa de nalga izquierda a la derecha, y unos mordiscos deliciosos, tímidos y pequeños, me hacían sentir muy vivo, y para el campanazo final, separo mis nalgas y metió su lengua dentro, sentí unos lamparazos por todo mi cuerpo.

Uff que rico - dije

Me has puesto a mil, estoy más cachonda que nunca, vamos que te quiero dentro

Mientras me daba la vuelta, ella se desvistió y al voltearme, allí estaba ella toda desnuda y lista para acción, abriendo su coño, y poniendo un dedo dentro, que todo mojado después metió en mi boca para yo saborear sus jugos vaginales.

¿Te gusto eso?

Si

¿Todo eso, el beso negro, el dedo jugoso de mi chocha?

Si

Quieres mas

Lo quiero todo

Que bien, porque vas comerte toda esta chocha, abre la boca toda - fue su mandato

Abrí mi boca, y ella se subió a la cama, sus rodillas a los lados de mis orejas, y lentamente va bajando su coño a mi boca, en espera de tenerlo en boca, saqué mi lengua, y fui levantando la cabeza lentamente, para llegar a esa peluda cuca que me esperaba abierta por su mano, resaltando ese clítoris que me hace

derramarme

.

Cómeme, chúpame, despacito, suavecito, nada de rudeza, delicado con ella; humm así, así chupa, así firme, humm, vamos sigue así mientras yo veo que tienes entre piernas.

Se volteó y empezamos un 69, que duró poco

La quiero adentro ya - interrumpiendo nuestro mutuo placer oral

M

e montó despacio, mirándome, y con la ayuda de mis manos, para; levantarse y caer sobre ella, empezó en sube y baja, sus tetas frente a mí con los pezones como me encantan grandes y puntudos,

Dale nene, dale, la siento toditica, dale así, uff

Ayy, no puedo más, me vengo, me corro - ya en el límite del éxtasis

Sí, sí que rico, vente dentro que me sueño con tu semen chorreando de mi chocha, vente, déjamelo todo dentro, eso dale córrete en mí, bien fuerte, dámelo todo dentro

Uff, ya, delicioso, me corro, me vengo

Ya sé - me dijo mientras me besaba - tus contusiones no podían mentir, antes lo imagine y ahora hecho realidad me encanta, quiero sentir el semen salir de mi chocha, y escurrirse

Dándose la vuelta, de espaldas a mi cara, puso sus rodillas de nuevo rodeando mis orejas, y levantando su cadera, ya podía ver, las gotas de semen cayendo lentamente, mientras ella descansando su pecho en mi estómago, se masajeaba el clítoris, para venirse más, así que hice lo que me correspondía, con mis manos abrí esas nalgas y devolví el beso negro de culo allí mismo, mientras ella se tocaba, yo chupaba ano, y el semen se caía sobre mi pecho.

Ohh, uff, sí, eso está genial, no pares, delicioso, mejor de lo que me imaginaba, dale, dentro, métela, la lengüita, si, no pares. - eran sus deseos

Y así fue como su contracción me enseño que ella también se venía en forma.

Vino la limpieza mutua, se despidió y se fue rumbo al trabajo, mientras yo quede ansioso de más curaciones.