Violeta, mi eterno amor

Bueno este relato es el primero que hago, emm si buscan algo cursi y romantico tal vez lo encuentren aqui aunque esa no es la tematica de la historia pero tiene lapsos de momentos lindos ;) espero les guste

Todos tenemos miedos, algunos viven con el pensamiento de que no le temen a nada pero la verdad se oculta en tu interior, en lo más profundo de tu alma, allí donde la oscuridad perece, en aquel solitario lugar, se esconde paciente el mayor de tus miedos, esperando el momento justo para salir a la luz y darse a conocer, no, no me refiero a los típicos miedos de la humanidad, a esos que desde niños nos hacen creer que son nuestros mayores obstáculos, la verdad es que nuestros mayores miedos, los reales, esos que te dan insomnio, que te erizan la piel, que te hacen recorrer un sudor helado por tu cuerpo, son  los que no te dejan avanzar, los que hacen que te alejes de la sociedad tratando de sobrellevar la situación, de superarlo, pero en realidad ese es su objetivo, alejarte de todo para que solo quedes tú y él, así no podrás jamás escapar de sus garras, y quedaras inmerso en una locura en la cual te convertirás en tu propio enemigo, sin dejar más salida que la muerte.

Me fue difícil llegar a esta conclusión, estuve años batallando contra mis miedos, tratando de alejarme de ellos, pero me era imposible, veras, todo comenzó hace ya unos 20 años, en ese entonces yo era una joven de 15 años, alegre, algo irresponsable, llena de energía, tenía un vida social muy activa, constantemente salía con amigos a fiestas y cosas por el estilo, me encantaba probar cosas nuevas, experimentar, era considerada una chica muy estable, ni mala ni buena, por decirlo de alguna manera, no sé cómo pudo cambiar todo tan rápido. Recuerdo que mi camino hacia el vacío en mi vida comenzó con la llegada de una nueva alumna al curso, estábamos en clases de Química y yo había llegado retrasada a la clase por lo que me quede sin compañero de laboratorio, mientras el profesor daba las instrucciones del experimento que se debía llevar a cabo la inspectora general irrumpió en la clase acompañada de una joven, ella era algo extraña, su palidez era impresionante, sus ojos eran negros y reflejaban un misterio atrayente, nariz respingada y labios rosados, vestía el uniforme del liceo (falda escocesa, blusa, corbata & una “chaqueta” de genero negra) y llevaba tomado el cabello con un pañuelo ochentero, de pronto la voz de la inspectora me hizo dar un pequeño salto de susto:

  • Buenos días alumnos, eh... bueno como se habrán dado cuenta vengo acompañada de esta joven, su nombre es Violeta  será su nueva compañera de curso, ella viene del extranjero así que espero que sean amables con ella - le entrego un papel al profesor y se retiró de la sala.

  • Bueno señorita Violeta, bienvenida a mi clase, estaba por comenzar a dar las instrucciones así que no ha quedado retrasada, le pido que por favor se siente con alguien y se ponga al corriente de la clase - mientras terminaba de hablar se dio la vuelta y comenzó a escribir en la pizarra.

Ella se quedó unos instantes parada observando, pienso que se quedó mirando con quien sentarse, ya que yo no era la única sin compañero de laboratorio, de pronto me quedo mirando y una leve sonrisa se dibujó en su rostro, tomó su bolso y se sentó junto a mí, debo admitir que era bastante sociable y me encantaba conocer gente nueva, pero más que nada había algo en ella que me intrigaba, algo me decía que había mucho más en ella de lo que me esperaba, mientras el profesor terminaba de escribir y debíamos comenzar el experimento se dio el momento para hacerle las preguntas que tantas ganas tenia de hacerle:

  • Hola, me llamo Elisabeth, me puedes decir Beth- y le brinde una cálida sonrisa amistosa.

Violeta: Mucho gusto Beth - y me sonrió de una manera muy tierna.

  • ¿De dónde vienes?, claro si no te molesta decirlo - pregunté.

Violeta: No hay problema - sonrió - bueno eh estado en varios lugares pero ahora vengo de Italia.

  • ¿Italia?, pero ¿porque irse de Italia?,  siendo que es el sueño de cualquiera - argumente un poco exaltada.

Violeta: Tuve que irme por razones fuera de mi alcance - dijo seriamente y bajo la mirada.

No sabía que decirle así que cambie el tema - ¿Y... cuántos años tienes?, cuéntame sobre ti.

Violeta: Tengo 17, ¿y tú? – dijo con una sonrisa de picardía en el rostro.

  • Yo tengo 15, ¿repetiste de curso? - pregunté intrigada por su edad.

Violeta: Si, 2 veces, los estudios no son mi fuerte, pero a mis padres no les importa, así que no tengo problemas con repetir cuantas veces quiera. - dijo sonriente y algo triunfante.

  • No te llevas bien con tus padres ¿verdad? - pregunté

Violeta: No es eso, si no que para mis padres hay otras cosas más importantes que los estudios...pero cuéntame sobre ti - me brindo una cálida sonrisa - ¿tienes novio?

  • No, estoy soltera, ¿y tú tienes novio?

Violeta: ¿Novio? - rió a carcajadas - No, no tengo NOVIO - y recalcó muy fríamente esa palabra.

Con esto quede algo intrigada pero no quise mencionar nada y cambie el tema, seguimos conversando durante toda la clase mientras realizábamos el experimento. Me sorprendió el nivel de sabiduría que tenía sobre química, anatomía humana entre otras cosas, en medio de todo lo ocurrido en la clase se nos fue el tiempo volando y el sonido del timbre nos dio aviso del recreo, Violeta se quedó conmigo ya que no había tenido oportunidad de conocer a los demás, me dirigí a mi casillero y aproveche de enseñarle el que le correspondería a ella, como era poco el tiempo no pude enseñarle las instalaciones pero más tarde lo haría

A la hora de la clase de Historia nos sentamos juntas:

Violeta: Hey Beth ¿Por qué no me cuentas sobre ti? – me pregunto de repente

  • Bueno ¿qué quieres saber?– dije alegre

Violeta: ¿Tienes hermanos?

  • No, soy hija única.

Violeta: Ya veo, entonces ¿Cuándo es tu cumpleaños? – parecía interesada.

  • Eh… bueno eso es un tema complicado…

Violeta: si tienes algún problema en decírmelo está bien, yo no te obligare. – me sonrió

  • No, no hay problema, el tema es que fui adoptada por mis “padres” cuando yo tenía 5 años, antes de eso no recuerdo nada salvo algunos episodios borrosos, Robert y Ema me encontraron en la orilla de una playa con heridas en mi cuerpo, me llevaron a un centro asistencial y al parecer no había señales de mis padres, colocaron una constancia con la policía que inicio la búsqueda de mis padres, por desgracia fueron encontrados rastros de su sangre cerca del lugar donde me encontraron y fueron dados por muertos, quede huérfana en ese momento, Robert y Ema estuvieron conmigo todos los meses que estuve hospitalizada, y cuando me recupere me adoptaron, desde entonces celebro el día de mi adopción como mi cumpleaños… - a mí no me afectaba en lo más mínimo contarle esto pero ella se veía sorprendida.

Violeta: entonces nunca supiste quienes fueron tus padres biológicos, o al menos el día que fuiste “rescatada”. – había algo raro en su mirada, me dio cierto miedo.

  • No, solo sé que fui rescata un 6 de octubre – dije algo cortante.

Violeta: mmm… comprendo – se dio cuenta de mi molestia y dejo de hablarme.

El resto del día no paso más allá de pláticas normales, cosas sobre el Liceo, conversaciones sobre las clases y cosas por el estilo, toco el timbre de salida y yo me disponía a irme a mi casa cuando una voz me detuvo

¿?: ¿A dónde vas guapa?, ¿no te despedirás de tu romeo?- lo decía con una altanería y un tono arrogante que me daba asco solo escucharlo.

  • Andrés, como siempre tan egocéntrico, para romeo no te alcanzan ni los zapatos, y ya déjame en paz, ¿quieres?- me gire y allí estaba el, recostado sobre la pared, 1.75mt.  de puro egocentrismo, era el capitán del equipo de Rugby y tenía buen físico, bastante marcado, cabello castaño y ojos verdes, todas las chicas morían por él, excepto yo, me daba naucias el solo verlo.

Andrés: no tiene caso que sigas fingiendo indiferencia conmigo, ya todos saben que estás loca por mí – una sonrisa se dibujó en su rostro, por exactamente eso lo odiaba, su egocentrismo.

  • No finjo, es real, no me interesas, ahora ¿Por qué no te vas a molestar a alguna de tus putitas y me dejas tranquila? – me gire y comencé a caminar.

Andrés: Solo Bésame y no te hagas la difícil que conmigo no funcionara – en eso me tomo fuertemente de los brazos y me apretó contra él, tenía mucha fuerza, trataba de zafarme pero no podía, el me atacaba con sus labios que estaban en mi cuello.

  • ya suéltame hijo de puta!!!!!! – seguía luchando contra él, pero él no se detenía.

¿?: Dijo que la soltaras imbécil, ¿o es que tu ego no te deja oír bien?

si, adivinaron, era violeta que lo miraba desde el marco de la puerta, en sus ojos había ..ira??, porque estaba tan enojada??, se acercó más a nosotros y de un empujón (bastante fuerte) aparto a Andrés de mí, este la miro con desconcierto mientras ella se colocaba frente a mi

Andrés: ¡¿Y tú quién carajo eres?!- estaba enojado

Violeta: ¡¡eso a ti no te importa y mejor vete si no quieres lamentar más este episodio!!- le grito furiosa, se acercó a él y le dio un rodillazo en su entrepierna, en eso Andrés cae al suelo gritando del dolor – eso es para que aprendas a ser hombre, imbécil.

Andrés: ¡¡esta me la pagaras perra!! – se quejaba aun en el suelo.

Violeta: vámonos Beth, deja a este estúpido solo – me tomo del brazo y salimos del liceo.

  • ¿Por qué hiciste eso? – aun no entendía el porqué de su ira.

Violeta: ese imbécil trato de acerté daño. – su cara reflejaba preocupación

  • me conoces hace algunas horas, ¿Por qué te interesas tanto en mí? – en verdad me intrigaba.

­Violeta: ammm… no lo sé, solo necesitabas ayuda y yo estaba ahí… -

  • claro, bueno, gracias… - algo me ocultaba pero no sabía qué.

El trayecto fue bastante incomodo, ninguna de las dos pronuncio palabra alguna, yo la miraba de reojo, algo de ella me intrigaba y me hacía estar incomoda pero a la vez me llamaba mucho la atención, su belleza era cautivadora, media aprox. 1.65 mt. Tenía los ojos grises profundos,  nariz fina y un poquito respingada, sus labios eran gruesos pero no al borde de lo grotesco, tenía una expansión en la oreja, que a ella se le veía bastante bien, su cuerpo era fabuloso, tenía unos pechos perfectos, era delgada, pero con curvas bien marcadas, su cabello era castaño claro, y una chasquilla en diagonal tapaba a veces parte de su rostro, no sabía que rayos me estaba pasando con ella pero no podía dejar de mirarla…

Violeta: ¿Qué tanto me vez? – mierda, se dio cuenta.

  • ah? No… yo… solo es que… no quería, lo siento… - me sentía apenada y avergonzada

Violeta: vamos me di cuenta que me observabas – ella se detuvo cerca de un parque bastante abandonado.

  • okey, me descubriste… es solo que eres hermosa – me sonroje por lo dicho me encojé de hombros y baje la mirada.

Violeta: ¿Tú me encuentras hermosa? – tenia cara de sorpresa y felicidad

  • Si, es decir, eres bellísima, es imposible no notarlo – me acerque un poco a ella, quedamos a escasos 30 cm.

Violeta: Tú también eres muy hermosa Beth – lo dijo en un susurro que me dejo loca

  • ¿enserio? – me acerque aún más, mi mano estaba en su mejilla y la otra en su cintura, quería besarla, no podía contener esas ganas.

Violeta: es enserio Elizabeth – Lo dijo mientras se acercaba más a mí, sus labios se posaron suavemente en los míos, eran dulces, suaves, nos hundimos en un beso tierno, nuestras lenguas jugaban a ganar espacio en nuestras bocas, sus labios sabían a miel, me sentía de maravilla, se separó un momento.

  • ¿Qué paso? – no sabía porque se había alejado, quizás la lastime o se arrepintió, pero su mirada me decía otra cosa.

Violeta: Lo siento Beth, pero es que no quiero apresurar las cosas, me encantas pero… pero no quiero hacerte daño – su mirada reflejaba preocupación

  • ¿Daño?, solo ha sido un beso, no te mortifiques, eres un amor, pero tampoco quiero una relación – en verdad solo podía imaginarme a su lado, pero sabía que ella no quería eso y prefería mantener una amistad a dejarla ir, ya vería como conquistarla.

Violeta: entonces, ¿amigas? – se veía un poco más relajada

  • Amigas, pero no te libraras de estos besos fugases mira que me encanto – Lo dije con un tono de jugueteo y ella solo me sonrió y asintió con su cabeza.

Luego de esto nos despedimos con un amistoso beso en la mejilla aunque hubiera deseado que fuera en los labios, yo seguí el camino hacia mi casa y ella se fue a la suya, no podía dejar de pensar en ese beso, sus dulces labios chocar con los míos, su lengua juguetona que no se detenía, el aroma de su perfume que llegaba suave en mí, sus manos en mi cintura, había sido maravilloso ese instante en el que pareció detenerse el mundo en nuestro alrededor, estaba embobada con ella, al llegar a mi casa solo me di una ducha y me fui a dormir, estaba algo casada y solo deseaba que amaneciera para ver a Violeta. Esa noche fue extraña, soñé que estaba en el mismo parque que había estado en la tarde con Violeta, yo bajo un árbol con las piernas estilo budismo como de costumbre, de repente veía una figura a lo lejos acercarse, era ella, Violeta, me alegre mucho al verla y corrí a su encuentro, pero algo me perturbo la mente, ella venia empapada en sangre, llorando, caía al suelo y yo corría a abrasarla, la sangre no paraba de brotar y yo no sabía qué hacer, en eso veía detrás de ella a un tipo alto vestido de negro, él le había disparado, una sensación de ira se apoderaba de mí, me ponía en pie y apretaba fuerte mis puños, de pronto algo me sorprendió, yo estaba en llamas, pero no me quemaba, tenía mi mano derecha apuntando hacia el tipo y sin saber cómo este moría quemado… por mi causa… un sonido me despertó de ese extraño sueño, el despertador, ya era hora de ir al liceo.

Aún estaba en shock por lo sucedido, aunque no era la primera vez que me pasaba algo así, me vestí y decidí irme caminando para relajarme un poco, iba llegando casi cuando vi a Violeta conversar con otra chica, ella parecía estar preocupada, pero no llevaba uniforme así que no podía ser del liceo, de hecho vestía de una manera que llamaba mucho la atención, Polera escotada con una bandera de Gran Bretaña plasmada, un short de jeans, unas pantis caladas con diseños, unos bototos algo militares, llevaba una chaqueta de cuero negra, era un tanto más alta que Violeta, de tez blanca, su cabello era negro pero con mechas color calipso, era hermosa a mi parecer, pero ¿Quién era?, no la había visto antes en la cuidad, algo que hizo me incomodo bastante, tenía abrasada a Violeta y luego le dio un suave beso muy cerca de sus labios… preferí irme luego y dejar de ver tal escena… no podía estar sintiendo celos, ósea, había sido solo un beso, nada más, pero… ¿y si era su polola?... como pudo besarme si estaba pololeando, me sentía como basura, siendo utilizada.

Violeta: ¡Beth, espérame! – Venia ella corriendo detrás de mí – Hey detente – me dijo mientras me tomaba del brazo

  • ¿No deberías estar con tu novia? – estaba enfadada por lo que había visto

Violeta: ¿de qué rayos hablas? – se veía confundida

  • Te vi Violeta, te vi con tu novia a dos cuadras de aquí, ¿Cómo pudiste? – tenía ganas de llorar

Violeta: ¿Qué?, no era mi novia, aparte ¿Por qué tan enfadada si tú y yo solo somos amigas? – con esas palabras me destrozó pero era la verdad

  • Es cierto solo somos amigas – me mostré fuerte ante ella pero por dentro me estaba desmoronando, me gire y seguí mi camino.

Violeta: ¡Elizabeth, espera! , ¡No quise decirlo así, espera por favor!

Yo no me detuve, no entre a clases, no estaba apta para tener que verla todo el día, solo tome mis cosas y me fui a un parque cerca del Liceo, me encantaba estar ahí, siempre que necesitaba reflexionar o respirar aire puro iba a aquel paraíso para mí, prácticamente nadie iba a ese parque por lo alejado de la cuidad que se encuentra, pero a mí me encantaba, era prácticamente mi segundo hogar, me tire bajo uno de esos gigantescos árboles y cerré los ojos para sentir el jugueteo de las hojas con el viento, no pasaron ni 5 minutos cuando escucho una voz

¿?: ¿Así que cuando tienes problemas simplemente huyes del mundo?

  • ¿Quién eres tú, y que haces aquí? – una chica estaba recostada en el árbol contiguo, si era la chica con la que estaba Violeta en la mañana

¿?: Hay pero que genio te cargas, Soy Kathya, amiga de Viole y observé toda tu escena de celos- tenía un acento francés que era simplemente seductor

  • Bueno Kathya no quiero sonar irrespetuosa pero ahora dime ¿Qué coño quieres conmigo? – lo que menos quería era verla

Kathya: Solo vengo a charlar, en son de paz, note tus celos cuando hablaste con Viole, ¿Qué quieres de ella niñita, no es algo grande para ti? – se acercó más

  • 1.- No pretendo nada con Violeta, 2.- No tenía celos, somos solo amigas, 3.- Si quisiera algo con ella no se lo diría a una perfecta extraña que acabo de conocer – era cortante.

Kathya: Por favor solo escúchate, está más que claro que solo eres una niñita inmadura, ahora sé porque Violeta no quiere nada contigo. – esas palabras me dolían, me venció, no sabía qué responder, ella se fue riendo y me dejo llorando.

Solo pensaba en lo estúpida que había sido por involucrarme sentimentalmente con una chica que venía recién conociendo, que ella solo quería jugar conmigo y yo se lo había permitido, saque una cajetilla de cigarros de mi mochila, siempre que estaba estresada o mal recurría a los cigarros, me relajaban aunque sea un poco, lo encendí y recosté mi cabeza contra el árbol, las lágrimas corrían por mi mejillas, sentía un dolor en el pecho, me costaba respirar, quizás Kathya tenía razón, yo era solo una niñita inmadura que había confiado en su corazón, bocanada tras bocanada de ese humo, lo sentía pasar por mis pulmones y salir liberando un poco de mi angustia, seguía con los ojos cerrados

¿?: ¿Por qué lloras? Te vez más linda cuando sonríes – una voz apareció de la nada, no estaba como para recibir otra “visita amistosa”, abrí los ojos

  • Violeta, ¿Qué haces aquí? – me sorprendió pero a la vez me confundía su presencia

Violeta: te estuve buscando por todos lados, me tenías preocupada – realmente reflejaba preocupación en su mirada

  • No fuiste la única que me busco, tu amiga estuvo conmigo… - No alcancé a terminar cuando vi en sus ojos preocupación

Violeta: ¡¿Kathya estuvo aquí?! – Se sentó junto a mí y me tomo por los hombros - ¿Qué te dijo, que quería, te hizo algo? – me apretaba muy fuerte y dolía

  • ¡Hey cálmate! , me lastimas… - me soltó

Violeta: Perdón, perdón, perdón, no quería hacerte daño, solo me preocupe mucho – sus ojos estaban llorosos – pero respóndeme por favor.

  • Okey, solo cálmate… Solo… vino a decirme que yo era una niñita inmadura, que tú eras muy grande para mí, y… y… - recordaba esas palabras y otra vez sentía una presión en mi pecho

Violeta: Y…? -  se veía preocupada

  • Y… que por eso… tu no querías estar conmigo… - en ese momento no pude contener las lágrimas y hundí mi cara en mis manos, de pronto sentí sus brazos a mi alrededor

Violeta: eso no es verdad… Beth… mírame… -la mire a los ojos – no es por eso, tu eres una chica maravillosa y si no lo creyera no te hubiera besado, no eres una niñita inmadura, eres más de lo que crees, Kathya… Kathya solo intenta protegerme, ella no es así – se sentó enfrente de mí y quedamos con las piernas cruzadas, puso su mano en mi mejilla y la otra estaba en mi muslo, me encantaba estar así – me gustas Elizabeth… - en ese momento mi corazón se aceleró, esas simples palabras generaron algo maravilloso en mi

  • ¿Qué dices? – solo quería confirmar lo que había escuchado y que no había sido una ilusión

Violeta: tomo mi cara entre sus manos me acerco a ella y casi sobre mis labios volvió a decirme en un susurro – tú, Elizabeth, me gustas… -

Cerro sus ojos y dejo caer sus labios sobre los míos, era algo nuevo, una sensación electrizante, presionaba mis labios con los suyos, era un beso apasionado, atrapo mi labio inferior con sus dientes y lo tiro suavemente, se separó tímidamente y me miro con un brillo en sus ojos esperando recibir una bofetada de mi parte, pero nada de eso ocurrió, mi mano se estaba en su nuca y la otra en su muslo, la tome con desesperación y volví a encontrarme con ese dulce néctar de sus labios, mi lengua rosaba la suya provocándola, mis labios atrapaban los suyos y los succionaba, quería poseerla en un beso, estuvimos así por cerca de 10 minutos, no quería dejar de sentirla así, nos alejamos, necesitábamos respirar

Violeta: Beth, hay algo que debo contarte… no eh sido del todo sincera contigo- se veía apenada

  • Que ocurre, solo dilo

Violeta: lo que pasa es que… yo… yo… yo no soy lo que tú crees…

  • ¿A qué te refieres? – estaba preocupada

Violeta: no… no soy igual a las demás personas, yo no soy… yo no soy… humana – hubo un silencio

  • ¡¿Qué?! – no podía creerlo, debía ser una cruel broma

Así finaliza el primer capítulo O

Espero que les haya gustado, pronto estaré subiendo los demás

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