Violeta
Jorge descubrió que es mucho mejor compartir una puta que acaparar una mujer virtuosa. La infidelidad no es siempre el final de una relación; puede ser el principio de algo mejor y la culpa no es siempre mala; gracias a ese sentimiento supo de lo que su mujer era capaz para satisfacción de los tres.
Después de la segunda cerveza y mientras les servían la tercera Jorge cambió de expresión y en tono severo y bajando la voz comenzó a explicar.
Lo siento pero esto es una despedida o algo parecido; a Violeta hay algo en esta ciudad que la perturba pero a pesar de mi insistencia se niega a confesarme de que se trata y hace semanas comenzó a organizar nuestro traslado y al ser funcionarios ha conseguido plaza para ambos en otra ciudad conservando los turnos como hasta ahora: después del mes de vacaciones y si en ese tiempo no cambian las cosas comenzaremos a trabajar allí; ella continuará haciéndolo por las mañanas y yo por las tardes como hasta ahora aunque dudo que encontremos a alguien tan amable como tú que se haga cargo del niño para recogerlo a mediodía como has hecho tantas veces o quedarse con él para que salgamos a cenar o al teatro; un detalle que es de agradecer.
No te apures por eso porque estoy seguro que allí donde vayáis encontrareis buena gente porque os lo merecéis.
—Pol dijo eso con una amarga sonrisa; le dolió que Violeta no le hubiera dicho nada aunque estaba seguro de conocer la causa de su desasosiego.
•Quiero a mi marido aunque contigo todo es diferente.
—esa frase resonaba en su mente cuando oyó las palabras de Jorge que continuó hablando.
De todos modos dudo que se solucionen sus problemas sean los que sean porque de algo estoy seguro; sucede algunas veces que mientras cenamos me refiere algo que has dicho y en una ocasión: al preguntarle me contó que algunas tardes charláis en el parque viendo jugar a Jorgito o mientras prepara la cena o hace alguna otra tarea de casa oyendo cosas que le resultan divertidas y he observado que después de esas charlas de las que no quiero conocer el contenido se comporta siempre de forma diferente; está más activa y cariñosa y no muestra esa desidia y desencanto que de otro modo la acompañan a todas horas.
Si se entera de lo que voy a hacer se enfadará porque me pidió que no dijera nada a nadie pero tengo la obligación de hacerla feliz y creo que puedes ayudar.
Después de las primeras semanas y cuando se acabe el estrés del traslado y la instalación en la nueva casa veré si está más sosegada o continua con los problemas en cuyo caso te agradecería que nos ayudaras. Vamos a Tarragona y viviremos aquí.
—dijo eso entregándole una nota escrita a mano con la dirección de la vivienda y otra de la escuela primaria donde llevarán a su hijo aunque el curso está por terminar.
Podrías hacerte el encontradizo en la puerta de la escuela a la salida del niño por la tarde y aceptar la invitación que sin duda te hará para que te quedes a cenar y así poder saludarme; estoy seguro que le hará mucho bien conversar contigo y dudo que las cosas sucedan de otro modo a como sospecho; aunque entenderé que no aceptes.
—Pol sonrió para sus adentros convencido que Jorge tenía razón en parte aunque sus suposiciones en nada se parecían a lo que él creía.
No te apures por eso y si se da el caso cuenta conmigo; desde que me prejubilaron en el banco vivo muy tranquilo y sin compromisos de ningún tipo disponiendo del tiempo a mi antojo y espero que no seas tonto y me des un pero dime ¿cuándo tenéis previsto marchar? Supongo que habéis pensado en alquilar el piso. ¡No! A eso me he negado en redondo; he aceptado en el traslado a condición de alquilar una vivienda y si nos adaptamos a vivir allí ya nos encargaremos de vender este piso pero eso será más adelante y sin tanta precipitación para tratar de obtener un buen precio aunque en el fondo mi deseo es regresar aquí cuando comprenda que huir de cualquiera que sea el problema no es lo mejor. Está todo listo para marchar el próximo sábado o sea en siete días y ha hecho los arreglos para que envíen el correo a la nueva dirección para no dejarla a nadie.
—Jorge estrechó su mano convencido de la buena amistad que los unía acompañando el gesto con un sincero. < Gracias no esperaba menos de ti >**
Terminaron la tercera cerveza en silencio cavilando, aunque sus pensamientos eran muy diferentes: mientras Jorge confiaba en el éxito de su gestión que conseguiría volver la paz a su amada Violeta Pol sabía que le quedaba algo por hacer para intentar en extremis convencer a Violeta para que no marchara o al menos tener una buena despedida y al apurar su cerveza preguntó con mucha calma para no mostrar su enorme deseo.
¿Te importaría que tuviera una charla con ella? No voy a intentar convencerla de nada pero me gustaría pasar unos minutos a solas con ella para darle la oportunidad de despedirse aunque si no lo hace no seré quien saque el tema. Naturalmente que no me importa y es más me gusta que me lo hayas pedido.
—Jorge dijo eso como aliviado y añadió. Después de comer marchare con Jorgito al zoo y le diré a Violeta que vaya a tu casa y aunque regresemos temprano le daré de cenar y acostaré al niño para que no se apure porque sé que estar contigo le hace mucho bien y te diré en confianza ahora que nos separamos que incluso se comporta en la cama de una forma mucho más liberal por decirlo con suavidad.
—dijo eso guiñando un ojo a su amigo que sabía muy bien de que hablaba. Por cierto. ¿Te aparece comer con nosotros? Estoy seguro que le encantará. Mejor no ya que nos veremos más tarde.
— Pol supuso que en caso de comer juntos Violeta buscaría una excusa para no ir a su casa...
Comeré aquí como otras veces pero a las cuatro ya estaré en casa tomando café y esperando que aparezca tu mujer.
Jorge se despidió y marcho a su casa para contarle a su esposa lo acordado con su amigo. Pol lo vio marchar y pasó al salón comedor que comenzaban a ocupar otros clientes donde se concentró en el menú y al final pidió algunos platos de la carta ya que ese sería un día especial aunque faltaba el desenlace.
Eran poco más de las cuatro cuando sonaron unos tímidos golpecitos en la puerta que es como Violeta solía anunciar su llegada. Pol la hizo pasar y al cerrar la puerta ella se colgó de su cuello y comenzó a besarlo con desesperación; las manos de Pol levantaron el vestido y recorrieron la desnuda espalda haciendo que se estremeciera. Bajó sus manos hasta las nalgas que estrujó hasta oírla jadear y sujeta de ese modo la alzó del suelo llevándola en volandas hasta el espartano dormitorio amueblado únicamente con una mesa y la enorme cama con dosel que tantos tórridos y gloriosos encuentros había presenciado. Terminó de sacarle el vestido que era su única prenda pues había cruzado el rellano descalza y la hizo sentar en la cama colocándose frente a ella; en silencio ella inició un ritual no exento de morbo desabrochando el cinturón lentamente así como los botones de la camisa; a continuación abrió la bragueta y bajó los pantalones junto con el bóxer hasta más debajo de las rodillas para poder apoyar sus manos en ellas y empujar levemente a Pol que reculó lo suficiente para que pudiera arrodillarse frente a él y proceder a retirar totalmente la ropa. Tenía frente a sus ojos el enhiesto falo que notó palpitar al comenzar a acariciarlo con sus diminutas manos.
—esa era una de las cosas que siempre maravillaron a Pol, la forma en que ese diminuto cuerpo aprovechaba todos los recursos.
Retiró el pellejo que cubría el capullo y tomó los huevos con una mano mientras con la otra lo pajeaba y sopló varias veces sobre el desnudo capullo antes de comenzar a darle pequeñas lamidas; Pol apoyó una mano sobre su cabeza y como impulsada por un resorte engulló lenta pero inexorablemente el ciruelo hasta llenar la garganta con el enorme capullo y después de unos instantes con su frente pegada a la pelvis comenzó a follarse la boca lentamente hasta obtener su recompensa. Tras la primera descarga se retiró lo suficiente para que las demás se estrellaran contra el paladar y de ese modo disfrutar de su recompensa saboreando su simiente a la que considera un manjar. Al terminar, Pol la alzó sujetándola por los codos y se besaron largamente compartiendo los restos de semen que aún conservaba y es que ese detalle es una de las cosas que a ella que siempre se consideró una < puta enferma viciosa > la convenció de que aquello que sucede en pareja solo incumbe a la pareja como él se esforzó en explicarle aquellos ya lejanos primeros encuentros.
Se tendieron en la cama y ella apoyada sobre el cuerpo de Pol y sin dejar de acariciarle el nabo preguntó.
•¿Qué asuntos te llevas con mi marido? Me ha extrañado la forma en que prácticamente me ha metido en tu cama. Dice que acostará al niño para no molestarnos. ¿Crees que sabe algo de lo nuestro? Tal como me aconsejaste trato de hacerlo disfrutar y sé que lo consigo pero no sé si se huele algo.
Como siempre voy a ser sincero ya que tú no lo has sido conmigo. ¡No! no me mires así porque sé que os vais y no culpes a tu marido por habérmelo dicho. Me duele que no lo hicieras tú y te aseguro que ni sabe ni sospecha lo nuestro pero sufre al no verte feliz; insistes en decir siempre que tienes ocasión <<Quiero a mi marido aunque contigo todo es diferente>>. También te quiere y solo intenta que seas feliz.
Esa diferencia ha de desaparecer; intenta esforzarte en ser con él igual de como cuando estamos juntos y todo irá mejor para los tres.
—Violeta, tras asegurarse que Pol había recuperado una aceptable erección lo miró a los ojos y sin responder se fue moviendo hasta quedar a horcajadas sobre él y con un movimiento largamente estudiado y muy practicado se ensartó: tomó las manos de su amante y las llevó a sus diminutos pechos que él atrapó para aplastarlos como a ella le gusta para proporcionarle ese punto de dolor que la hace enloquecer convirtiéndola en esa fiera que le gusta ser. Poco después de iniciar una épica cabalgada alcanzó el primero de los orgasmos que se sucedieron hasta que desfallecida se dejó caer sobre el pecho de su amante que la abrazó cariñosamente hasta mucho después de que los últimos espasmos se extinguieran. Al rato y más tranquila aunque sin apartarse murmuró una respuesta a la propuesta que había quedado en el aire.
•En estos meses me he esforzado en satisfacer plenamente a Jorge pero cada vez que intento algo nuevo reacciona de una forma extraña y el modo en que me mira me hace desistir antes de concluir lo empezado con lo que cada intento por avanzar se convierte automáticamente en un fracaso y es por lo que imagino que apartándome de ti todo será diferente y quizás más fácil o por lo menos, al no tener que justificarme conmigo misma no será necesario intentar comportarme como lo hago contigo.
No me vale con eso. Pienso que se lo debes. Creo que nos lo debes a los tres; tienes que continuar disfrutando de todas y cada una de esas facultades que te hacen tan especial y que tanto nos satisfacen a ambos y porque no decirlo estoy convencido que Jorge también sabría apreciarlas en su justo valor si las conociera.
—sin esperar respuesta Violeta se movió arrodillándose junto a Pol que sabía que pretendía con ello y se dejó hacer; con rápidos lengüetazos logró que la maltrecha verga recobrase parte de su esplendor y apoyando la cabeza en el colchón y girando la cara suplicó con la mirada lo que esperaba de Pol que no tardó en colocarse detrás suyo y que tras escupir entre sus nalgas y sin consideración alguna la empaló de forma violenta arrancándole ese sonido a medio camino entre suspiro y jadeo que a ambos tanto satisface al ser la antesala del mayor de los actos de sumisión en el que aun careciendo de ligaduras ella se ofrece y queda a expensas de su capricho. Pol no la decepcionó y tras atrapar nuevamente sus pechos inició un frenético metisaca que llevó a la mujer a una nueva sucesión de orgasmos que la hicieron estremecer aunque culeaba con furia cuando los espasmos se lo permitían y Pol no aflojó sus manejos ni cuando comenzó a oírse el chapoteo de las primeras descargas de semen; que llenaron su esfínter hasta rebosar en cada una de las sucesivas metidas hasta que se quedó al fondo soltando la que fue la última descarga.
Violeta se dejó caer arrastrando el cuerpo de su amante que no soltó sus pechos aunque besó su columna hasta mucho después de que se extinguieran los últimos estertores. Solo entonces se apartó y tirando de ella la acostó a su lado y abrazándola musito junto a su oído. ¿Lo vas a arreglar? ¡Quiero que lo consideres al menos!
—con los ojos entrecerrados Violeta respondió lentamente como si masticara las palabras.
•Lo arreglaré si insistes pero será a mi modo y si lo hago ya nada será como antes.
—esas no eran exactamente las palabras que quería oír pero era un principio y preguntó a su vez.
¿En qué estás pensando? Te temo cuando dices <a mi modo> ¿estas segura de lo que has de hacer?
—déjalo de mi cuenta y sígueme la corriente respondió ella añadiendo con firmeza. Cuando llegue el momento solo has de aceptar lo que se te ofrezca y te ruego que no discutas y tan solo acepta o rechaza mi ofrecimiento porque llegados a ese punto no estoy dispuesta a negociar.
—esas palabras sembraron el desconcierto en la mente de Pol pero sabía por experiencia que con esa mujer no podía más que aceptar su juego o quedarse al margen y como no tenía nada que perder
¿Qué tal la has encontrado? Imagino que como suele suceder después de una de vuestras charlas esta noche me espera una fiesta extraordinaria y te aseguro que jamás te preguntaré que habláis pero me gusta; te visita una mujer virtuosa y vuelve una zorra capaz de hacerme enloquecer lástima que el efecto solo dure un par de días y ya veremos cuando vivamos en Tarragona contigo lejos.
—Pol sonrió para sus adentros pero no pudo responder pues apareció Violeta jovial y lustrosa que tomando el vaso de su marido dio un sorbo y poniendo cara de loba lo besó para colocar el líquido entre sus labios; Pol se disculpó consciente de que realmente esa noche seria especial y marchó sin que ninguno de los dos pareciera darse cuenta; al pasar frente a la habitación del niño lo vio durmiendo plácidamente y entornó la puerta para que las risas y murmullos provenientes del salón no lo despertasen; cruzó el rellano y se instaló en la terraza a disfrutar de un largo trago mientras daba rienda suelta a unos recuerdos que lo excitaron al imaginar a Violeta entre sus brazos.
Unos golpes en la puerta algo más fuerte que de costumbre lo sacaron del sopor en que se encontraba y comprobó que había dormido más de dos horas; al abrir vio con sorpresa a Jorge detrás de una Violeta sonriente y totalmente desnuda a la que sujetaba por los hombros; con una enorme sonrisa y voz suave aunque firme Jorge dijo como si estuviera fumado.
Está todo claro; ahora sé que le perturba y vamos a solucionarlo. ¡No preguntes! Acepta el obsequio que nos hace Violeta y como digo. ¡No preguntes!
—Violeta se giró para besar a su marido en los labios que dio la vuelta y entró en su casa sin mirar atrás.
Esa noche tuvimos la velada más ardiente de cuantas habíamos disfrutado hasta la fecha y las sucesivas fueron siempre a mejor aunque cumplí la petición de Jorge y no le pregunté nada a ninguno de los dos.
Desde entonces son muchas las cosas que compartimos como la terraza a la que retiramos la separación para que fuera más cómodo pasar de una casa a la otra y unas semanas después tomando en ella unas cervezas mientras ella acostaba al niño Jorge me confesó que le hizo aceptar lo que Violeta le planteó aquella noche: estaba convencido de que había sido asunto suyo al recordar aquellas palabras cargadas de intensidad <Lo arreglaré si insistes pero será a mi modo>
—esbozo una sonrisa antes de relatarme una corta historia.
Me di cuenta de que algo pasaba pues algunos días Violeta se esforzaba mucho para hacerme gozar deparándome una serie de atenciones y al prestar atención descubrí que era tras cada una de sus infidelidades aunque eso solo duraban solo un par de días, imagino que hasta que el sentimiento de culpa desaparecía.
Aquella ultima tarde que pasasteis juntos la tomé como la oportunidad de oro para evitar la catástrofe; de haber marchado a Tarragona estoy seguro que poco después me habría abandonado y puede que incluso a nuestro hijo y no podía permitirme perderla y preferí compartirla con todas las consecuencias y cuando marchaste porque se puso zorra la tumbé sobre la mesa bocabajo y aplastándola con mi cuerpo le di un ultimátum que recuerdo perfectamente.
•Se que desde hace meses te acuestas con Pol y eso no es importante para mí pero lo es y mucho para los tres si sabemos gestionarlo.
Eres una puta a la que adoro y a la que hasta ahora no he sabido entender pero ahora sé que para que sigas siéndolo hacen falta dos cosas: que yo sea un poco más abierto de mente y acepte jugar con tus reglas a los juegos que me propongas, y que sigas acostándote con Pol como hasta ahora cada vez que lo necesites para sentirte bien y que después me hagas gozar como solo tú sabes.
—en ese punto Jorge calló unos instantes pero continuó inmediatamente.
•No respondió y pensé que había fracasado y que en ese momento me dejaría pero al soltarla tiró de mí hasta el borde ser sofá, se sentó en él y poco después me hizo una mamada que me dejó temblando y después de eso me estuvo follando hasta dejarme exhausto y eso fue suficiente para entender que debíamos hacer y cuando no pude más terminé de sacarle la poca ropa que conservaba y la llevé hasta la puerta de tu casa como recordarás.
—apareció Violeta y al ver su cuerpo enmarcado en la puerta de la terraza ya sumida en sombras con la luz del salón tras ella haciendo que las transparencias de la ropa nos deleitaran con su desnudez bajo el vestido nos hizo enmudecer y nos miramos Jorge y yo un instante antes de jalearla. Se acercó a nosotros y con su acostumbrada candidez preguntó.
¿Sabéis que me apetece? tengo una fantasía recurrente, me gustaría ser la protagonista de alguna de estas tres película que me gustaron ¿habéis visto alguna de ellas? (Tres formas de amar,Vicky Cristina Barcelona oDoña Flor y sus dos maridos)
—Jorge me miró y con un gesto hice que se aproximase para poder decirle al oído. ¿Estás preparado para hacer un trio? Es lo que no está proponiendo y no creo que debamos defraudarla.
Han pasado cuatro años y continuamos viviendo en el mismo rellano sin conflictos de ningún tipo; el mes pasado me hizo una petición en la que he estado trabajando; Jorge ha marchado con el niño al cine y nosotros a un hotel donde nos veremos con Sonia; una mujer bisexual a la que he frecuentado estas semanas hasta convencerla para hacer un trio con Violeta que me lo pidió como favor para saber si le gusta estar con mujeres y eso es algo de lo que estoy seguro pues sigue siendo muy curiosa.
©PobreCain