Violencia familiar Peru – esposa maltrada

Luego de curar al niño le preguntó por su herida, ella me dijo que no era importante, le dije en todo caso que me deje ver, ella me dijo con un tono cambiado y medio dudoso que no, que esta muy arriba de su rodilla y que no me lo enseñaría.

VIOLENCIA FAMILIAR PERU – ESPOSA MALTRADA

En cierta ocasión conocí a la mamá de Luis, un alumno muy retraído en clase. Era una mujer delgada de bonito cuerpo, me imagino que mediría 1.65cm o menos, tenía cabello negro, ojos negros, piel clara, labios rosados sin necesidad de estar maquillada era muy hermosa de aproximadamente 28 años. Aquel día le manifesté que Luisito estaba muy mal en clase y que no aprendía como el resto de sus compañeros y que sobre todo en mi curso debe estar más atento.

Le pregunté por el padre de Luis, bajo la cabeza en señal de no querer contestar esa pregunta, no insistí, le dije que Luis necesita ponerse al día en el curso de ingles – que es el curso que yo enseño - , ella aceptó, pero sobre el papá de Luis, no dijo, por un momento pensé que fui muy imprudente. Al cabo de una semana volvió la señora Rosa, quien ese día vino con un pantalón color tabaco con una blusa negra, llevaba zapatos de punta del mismo color que la blusa, al verla así me pareció sexy. No entendía porque una dama tan sexy tenía un hijo medio retraído, me llamo y me pregunto si Luis continuaba retraído en clase - la verdad que si lo estaba -, le dije que no tanto que había mejorado un poco, pregunté ¿cómo así logro corregirlo?, ella me dijo que fue su padre quien le corrigió. Bueno ahí supe que tenía esposo.

Le pregunté como es que el esposo le corrigió a Luisito, acaso le ha hablado sobre su comportamiento, ella movió la cabeza en señal de aceptación, pero luego inclinó su rostro y se puso a llorar, como era hora de salida estaba solo en el aula mientras que Luis estaba por las escaleras jugando con otros niños, bueno me acerque y le toque el hombro para que dejase de llorar, ella ahí mismo sacó mi mano de su hombro y me dijo lo siento es que mi esposo es una persona que castiga mucho a Luis, y lo peor es que viene mareado a casa y me obliga a tener relaciones delante del niño.

Me quede asombrado de oírla, le dije que no llorase y que si me permitía yo le apoyaría con Luis en las tardes y para que no haya mal entendido será aquí en el mismo colegio, ella me dijo que no, que mejor sea en su casa, su esposo es de los que llega tarde. Bueno quedamos en que yo ayudaría algunos días a Luis con su problema de aprendizaje ya que soy un poco psicólogo como pedagogo.

Uno de los días en que voy a enseñar al niño, ella me dice que hoy no podré ayudar a Luis con sus temas porque él estaba dormido, ya que durante la noche su papá lo castigó por algo que no quiso hacer. - Bueno pensé que era asunto de ellos-. Estuve por retirarme en eso me dice que pase, que desea hablar conmigo, bueno le digo. Al ingresar me quede observándola, estaba puesta una falda color azul noche -era de un conjunto - y un polo un poco sexy con un poco de escote.

Al ingresar me dice que tome asiento y que quiere contarme porque es que el padre de Luis lo castigó. Bueno le dije si ella deseaba decírmelo era puro oído, ella me dijo que por la noche su esposo llegó mareado como siempre y estaban teniendo relaciones en la habitación donde duermen los tres juntos, en eso Luis se despertó y los vio en esa situación, su esposo llamó a Luis y le dijo que toque los senos de su madre, Luis no quiso y se puso a llorar, él se levanto y empezó a castigarlo como un salvaje, ella dice: "lo defendí y a mi también me callo un par de correazos en la pierna, bueno el niño cayo al suelo y lo levante tenía todo su cuerpecito castigado".

A medida que contaba empezó a llorar, le dije que no llore que no merece estar con alguien así, ella me dijo que el antes era muy distinto y que últimamente su carácter a cambiado con nosotros, cuando me hace el amor me lastima y acaba en poco tiempo, pienso que tiene otra amante y trata de cansarme para que le pida el divorcio.

Le abrace y ella se dejó, le di mi calor y ella siguió aferrada a mi pecho, fue tierno aquel instante. Pasaron mil ideas por mi mente ella me dijo lo siento y se puso de pie, me dijo que serviría un café, le dije no es necesario, más bien deseo curar las heridas de Luis, donde esta, me indicó y fuimos a curarlo, le unte una crema, en verdad estaba muy golpeado el niño.

Luego de curar al niño le preguntó por su herida, ella me dijo que no era importante, le dije en todo caso que me deje ver, ella me dijo con un tono cambiado y medio dudoso que no, que esta muy arriba de su rodilla y que no me lo enseñaría, bueno le dije, solo deseaba curarte, puse cara como de ofendido, ella comprendió y me dijo bueno te lo enseño pero estaba muy sonrojada en ese momento se levanto y alzo poco a poco su falda - era como una película en cámara lenta para mi ese instante, ver como mostraba su hermosa pierna, bien formada, blanca, delicioso para cualquier hombre, con unas medias de nylon color marrón oscuro, vaya que sensación encontrada- observé la pierna y tenía un pequeño corte, miré su rostro y ella estaba ruborizada.

Ahí mismo aproveché y puse crema en mi mano, ella me dijo no pensaras hacer lo que estoy pensando, a lo que sin decirle palabra alguna unte esa parte lastimada con la crema y empecé a masajearla con mi mano, ella instintivamente cerro los ojos y me di cuenta, proseguí con lo mío al mismo tiempo que acaricie mas su muslo, sus medias, sus nalgas, alcé más su falda, me acerqué y le di un beso en la pierna, la acaricié y ella continuaba con los ojos cerrados, continué acariciando su pierna y metí mi mano por el borde de su ropa interior, y conseguí bajarlo.

Era increíble, tenía un hermoso trasero, blando y rosado, metí mis narices entre su nalga y con la otra mano acaricie su vagina llena de bellos -que delicioso que piernas-, empecé a sentir como ella se inclinaba asía delante poniendo mas a la vista su vagina, era rosadita, jugosa carnosa, llena de pelos y un anito rozadito al parecer virgen, no quiso que le meta la lengua ahí, bueno lo acepte, pero con un dedo dentro de su vagina jugaba con su clítoris, ella perdió el control y sentí como gimió tapándose la boca, la observé, tenía sonrojada los pómulos, la mirada como soñolienta, y los labios muy rosados; creo por lo excitada que estaba, me cogió del cabello y me hizo ponerme de pie, me dijo vamos afuera, dejemos dormir a Luis.

Nos dirigimos a la sala, yo acariciaba su trasero desde el momento que se dio la vuelta para salir del cuarto -era inevitable ser un caballero ante semejante hembra-, me excité tanto que saliendo de la puerta del cuarto, le pegue a la pared y empecé a sobarle las tetas y pegarme a su culito -era delicioso sentir su enorme trasero y dentro de este mi pene-, ella ya no aguantó mas y empezó a gemir diciendo, " te amo, te amo, que feliz me haces, gracias por acariciarme así, gracias por ser tan delicado".

Yo en ese instante la levanté un poco y puse sus piernas a cada lado de mi cintura, así paradito comencé a hacerle el amor, ella dejaba caer su cabeza asía atrás gozando de tanto placer que le brindaba, seguí haciéndole el amor en esa posición cuando ella se corrió dio un pequeño grito, la tuve así un rato mientras yo seguía con mi mete y saca. Al ver que ella ya había terminado por segunda vez quise tener mi orgasmo, la voltee a la pared y le pase mi pene por su culito, ella se dejaba, creo que ya no le interesaba lo que le haría o al menos no se precavía, introduje mi pene en su anito y la empecé a bombear, era delicioso, sentir esa enorme porción de carne apoderarse de mi miembro, introducirlo hasta donde se podía, deseaba destrozarla, se lo metía y se lo sacaba, en algunos momentos aceleraba, en otros me detenía sintiendo lo apretadito que estaba y como sentía placer en mi pene al sacárselo fue un poco tiempo que pareció una eternidad, apretar su senos, lamer su espalda, coger su vagina peluda, sentir lo mojado que se encontraba, acariciar sus gruesas piernas, ahí de tanto placer acabe dentro de ella y para sorpresa mía ella emitió un gemido de placer que no dudo fue otro orgasmo.

Cuando saque mi pene de ese delicioso anito pude percatarme que lo tenia manchado de sangre, observe sus nalgas y también estaban un poco manchadas, ella me miró y me dijo que por ahí nunca lo hizo ni lo pensó hacer. Encontré un poco de defecado en la punta del glande de mi pene junto con la sangre, me limpié con un poco de papel de servilleta que ella tenía a la mano. Nos vestimos tomamos un trago en sala, luego de prometernos que siempre sería un caballero al momento de hacerle el amor, y que nunca la obligaría hacer cosas que ella no desee.