Violando a mi prima
Saliendo de una disco, veo a dos muchachos que abusan de ella. La salvo, pero cobro mi recompensa.
Sábado en la noche. Me encontraba en un disco de mi ciudad, cuando enganche con una hermosa morena que no dejaba de mirarme. Salí a bailar con ella, y al rato, ya era una de mis nuevas conquistas. Sus besos y sus movimientos sensuales me tenían loco, mientras bailaba, me abrazaba del cuello y me frotaba su sexo contra el mío, con una clara señal de querer follar.
La lleve a una esquina de la disco donde la luz era casi nula y comencé a manosearla por todas partes. Ya con su mini falda levantada y mis manos corriendo su calzón, ella me detuvo y me dijo que en ese lugar no, que mejor fuéramos a mi auto.
Ya había vivido una experiencia similar, en la misma disco y mi experiencia, me había enseñado que mi auto, lo debía aparcar al fondo del estacionamiento donde casi nuca había nadie.
Casi llegando a donde estaba mi vehículo, veo como dos jóvenes, tenía a una chica, apoyada contra un auto, bajo la sombra de un árbol. Se notaba que la muchacha estaba muerta de ebria y seguramente drogada, ya que uno la mantenía en pié tocándole las tetas y el culo, mientras el otro, con su mini falda sobre la cintura, le comía la concha. Igual me dio un poco de pena la muchacha, ya que no debería tener más de 16 años, pero igual preferí no meterme en cosas que no me incumben.
Sin embargo al pasar un poco mas cerca de ello, me di cuenta que esa joven era mi prima. Me acerque a los jóvenes, yo con muchos años mayor que ellos y luego de unos cuantos insultos y empujones, ellos se retiraron y volvieron a entrar a la disco. La morena que me acompañaba, me ayudó a llevarla hasta mi auto, abriendo la puerta de atrás, y dejándola acostada a todo el largo del asiento.
Ella me preguntó que haría y le dije, que lo mejor sería que la llevara a su casa, ya que no podía dejarla tirada ahí en esa condición. La morena se despidió con un rico beso, y me dio su número de teléfono, para que la llamara cualquier otro día.
Mi prima era un verdadero muñeco de trapo, no reaccionaba a nada. Estaba pasada a alcohol y era mas que seguro, que los muchachos le había dado algún tipo de droga que la tenía inconsciente.
Me subí a mi auto y salí del estacionamiento con ese bulto en el asiento trasero. Pensaba en la mala suerte que había tenido, ya que la morena estaba espectacular y la situación me había dejado con la verga hirviendo, y por la hora y la distancia, donde vivía mi prima, ya sería imposible volver, es decir, mi noche estaba arruinada.
Iba muy molesto y trataba de despertarla, moviéndola con mi mano, mientras continuaba manejando, pero nada, estaba completamente muerta.
De repente, ese ángel malo, que todos llevamos dentro, comenzó a darme malas ideas respecto a mi prima. Aun al ser tan joven y sin tener casi nada de tetas, tenía un culo exquisito. Solo era yo, el que manejaba la situación. Además ella tenía la culpa de que me hubiese fallado con la morena, y de alguna forma, tendría que pagarlo.
A si que me desvié por la carretera, a un camino de tierra, donde estaba seguro que nadie pasaría, me adentré mas y mas adentro , quedando en una planicie donde se podía observar desde la altura, perfectamente el único camino de acceso , en caso de que algún otro auto apareciera.
Ya en este lugar, me cercioro del estado de mi prima y evidentemente, ella no sabía nada del mudo, continuaba completamente inconsciente, por más que la moví o le hablé, ni siquiera movía un dedo.
Le levanté la falda, dejando toda su colita expuesta. Era perfecta, deliciosa, un pequeño calzón color rosa, cubría su hermoso y suave culo. Sabía muy bien, por la manera de ser de ella y por los amigos que tenía que era imposible que fuera virgen.
Le separé las piernas y semiarrodillado comencé a besarle el culo. Que textura mas deliciosa tenía, su olor era exquisito. Lo manoseaba a mi antojo, lo apretaba, lo mordía. Corrí su calzoncito hacia un lado y le metí la lengua en la entrada de su culito. Ella seguía completamente inconsciente.
Su calzón me molestaba a si que se los saque. Le abrí las piernas y nuevamente le comí el culo dejándoselo lleno de saliva. Luego me saque la verga y se la coloque en su entrada. Tampoco quería hacerle daño, a si que , con una leve presión logre meterle solo la punta de mi durísima verga. La sensación de esta entrando en ese tan estrecho agujero era increíble.
La di vuelta y admire su hermosa conchita, apenas poblada con suaves vellos. Tampoco mi lengua desaprovecho ese delicioso manjar y comenzó a hurguetear esa húmeda cavidad una y otra vez, metiéndose los más adentro que fuese posible. Ya completamente fuera de mi, desabroche su blusa y sin sacarle los sostenes, solo levantándoselos comencé a chuparle las tetas.
Me calenté de tal manera, que aun teniendo un condón, pensando en no dejarla embarazada, no me aguanté y se la metí sin nada, con la idea de no acabar en su interior.
Mis ideas respecto a mi prima era correctas, ella no era virgen, pero si estaba muy estrecha, lo que aumento aun mas mi placer. La cogí como loco, chupando sus tetas, besándola en la boca. Cuando estaba apunto de acabar, me salía de su concha y esperaba que se me pasara un poco la excitación, para luego volver a penetrarla unas 6 o 7 veces mas.
Ya mi eyaculación era inminente, a si que me cambie rápidamente de lado, abrí la otra puerta y dejando su cabeza en el borde del asiento, con su pelo largo y rubio, tocando el piso, le metí la verga en la boca y comencé a eyacular toda mi calentura.
Mi semen quedo en su boca y comenzó a salir por la comisura de sus labios. Dio muestra de que se estaba ahogando y me di cuenta que iba a vomitar, a si que le saque un poco mas la cabeza, y termino vomitando, manchando su cabellera.
Ya saciada mi calentura, la limpie un poco y la volví a vestir. No sin antes de ponerle los calzones, darle una nueva chupadita en la ahora mía concha.
Justo en ese momento, veo que un auto comenzaba a subir por la ladera del cerro, en dirección a donde estaba yo. Aunque la distancia era mucha, me apure en arreglarla y subirme rápidamente, para poner en marcha el motor, y comenzar a bajar.
Ahora me quedaba el problema de cómo entregar a mi prima. Ya era muy tarde, y me quería deshacer rápidamente de ella. Afortunadamente al ir llegando, veo que Clara, su hermana mayor, venía bajándose de un auto y a punto de entrar a su casa. Le hice unos cambios de luces y me esperó a que llegara. Me baje y le comenté todo lo que había sucedido, obviamente dejando de lado nuestro desvió en el camino.
Clara me agradeció mucho mi preocupación por su hermana y me pidió que la ayudara a ingresarla a su casa, sin que sus padres lo notaran.
Una vez que la dejamos en su habitación, silenciosamente salí con mi prima hasta la calle. Nuevamente me agradeció y me dijo que ella, me debía una , y que cuando quisiera, se la podía cobrar ..
Agradeceré su valoración y comentarios