Violando a la empleada doméstica
Las circunstancias me llevan a violar a mi empleada doméstica... y no se donde pararán las cosas.
Bueno, cuando escribí mi tercer relato, creí que iba a ser el último digno de ser narrado, pero esto que a continuación escribo pasó la pasada nochebuena y bueno, creo que vale la pena que lo conozcan, aunque tal vez no es tan completo como los otros por cuanto aun están muy recientes los hechos y no se como vayan a terminar.
Parta quienes ya han leído mis relatos sabrán que mi nombre es Laureano, y hago un breve recuento de mí. Tengo 27 años, vivo solo en un condominio de apartamentos a donde llegué hace cosa de dos años. Mi amante actual es una vecinita de 13 años llamada Teresa que desde principios de diciembre se fue con su familia de vacaciones a donde unos parientes en Miami. Mi novia es una chica linda con quien seguramente me casaré llamada Patricia quien por motivos laborales debe viajar mucho.
Patricia con frecuencia se desplaza no solo a ciudades grandes sino también a poblados pequeños. En uno de estos poblados conoció una señora cincuentona, muy bonachona según me ha dicho, con quien trabó buena amistad.
Esta buena señora, según me dice ella, levantó con esfuerzo y dedicación a su familia compuesta por tres hijos. La mayor, que es quien nos interesa para este relato, se llama Lorena, tiene 19 años y la embarró dejándose embarazar de un imbecil que no le dio nunca nada y huyo apenas supo que la había preñado. El niño tiene ya dos (o tres) años de edad.
Resulta pues que esta muchachita, por el cuento de la maternidad y las obligaciones que eso conlleva, debió dejar sus estudios de secundaria y ponerse a trabajar. Solo hasta este año consiguió el titulo de bachiller, que como bien sabemos, equivale a absolutamente nada, en términos de estudios a ser tenidos en cuenta laboralmente hablando. En razón de esto, el sueño de esta buena señora era que su hija estudiara algo y llegara a ser alguien en la vida. Patricia, con su carácter dulce como siempre, se comprometió a ayudarla y de paso me terminó enredando a mi en eso. Más o menos a principios de noviembre le propuso venirse para Bogotá donde le ayudaría a conseguir un trabajo y a conseguir un cupo para estudiar una carrera técnica. Sobra decir que la señora estaba dichosa y prácticamente sacó a Lorena para que se fuera con Patricia, diciéndole que no se preocupara por el niño porque ella se hacia cargo de el.
Total la chica llegó a la capital y como era de esperarse, al primero a quien Patricia puso en la labor de encontrar un empleo para la chica fue a mí. La verdad es que la falta de preparación de la chica fue un obstáculo serio y es que ni siquiera le pude encontrar un empleo como recepcionista, ya que en todos los casos te exigían al menos un titulo en una carrera técnica. Frente a esta situación, y pasado casi un mes de su llegada y viendo que la plata se le estaba acabando, la chica con el dolor de su alma estaba pensando en regresarse. Patricia, quien ya le había conseguido un cupo en un instituto técnico de propiedad de una amiga suya para el próximo año, optó por una alternativa que yo jamás habría considerado y que al principio me gustó tanto como una patada al estómago: que yo la contratase como empleada doméstica, al menos por un tiempo.
La idea de tener a una extraña, conocida de Patricia además, observando mi intimidad, no me hizo ni cinco de gracia. Cuando le dije que no, se disgustó, me echó en cara que yo tenía como pagarle de sobra un sueldo y cómo tenía además desperdiciada la habitación del servicios de mi apartamento, y que no me caería mal un poco de orden a mi apartamento etc etc etc . Total que después de una larga discusión terminé, como siempre, haciendo lo que ella quería. Yo pensaba en cómo haría para estar con Teresa ahora que me tocaba contratar a esta chica y la verdad es que no le hallaba solución al asunto. Igual Teresa se fue con su familia a EEUU a los dos días de llegada Lorena a mi casa, así que el problema de estar con ella lo dejaría para resolverlo el próximo año.
Lorena llegó a principio de diciembre a mi apartamento. Se Instaló en la habitación de servicio donde ya yo había acondicionado lo necesario para su estancia y quedó muy agradecida con Patricia y conmigo por la oportunidad brindada. En fin, al margen de las discusiones, Lorena resultó ser una buena empleada y una gran cocinera. Mantenía mi apartamento muy limpio y ordenado y me esperaba un almuerzo exquisito. Definitivamente no te das cuenta de la falta que te hace que una mujer ponga mano en tu casa, hasta que ves cómo cambia el aspecto de tus dominios jeje je
No he descrito a Lorena. Ella es mas bien bajita (1.60), pocas tetas, culo mediano, piernas normales y cara bonita. Su rostro es redondo, labios medios, con cabello frondoso y ojos verdes. Sin ser una reina, no está nada mal y cuando la conocí pensé que no estaría nada mal para una revolcada .. Su carácter es bastante introvertido y es muy sumisa y servicial. Nunca se ha quejado por nada y antes agradece todo mil veces.
Bueno, ahora si vamos al grano. Como les dije, desde que la conocí pensé en que no estaría mal para darle una revolcada, pero esta idea se me cristalizó con intensidad un día que me levanté a eso de las 3 de la mañana por un vaso de agua. Como me había quedado esa noche con Patricia, no tenia puesto mi pijama, así que solo me puse mis boxers y salí. Lorena estaba en la sala de estar mirando hacia la ciudad. Vestía una camiseta que le quedaba corta y sus bragas. Cuando la vi, me fijé en que no estaba de verdad para nada mal, ya que como no llevaba sostén, pude ver a la luz del alumbrado público, como sus puntiagudas tetas le sobresalían y como su culito estaba muy rico. Le pregunté que qué hacia a esas horas levantada. Ella de inmediato se asustó y se cubrió con un cojín de los que tengo en el sofá y me pidió que no la mirara. A mi me causó gracia y le dije en broma que tranquila que no pasaba nada. Me dijo que extrañaba a su familia y a su hijo, pero que prefería quedarse y estudiar para ser alguien en la vida a regresarse y ser una fracasada. Le invité entonces a que tomara una copa de vino, pero la rechazó. Hice lo posible para consolarla, lo cual ella agradeció mucho, y le dije que mejor se acostara a descansar. Ella obedeció. Yo me devolví a mi cama y pensando en ella, desperté a Patricia y le pegué una buena cogida que los dos disfrutamos mucho. En los días siguientes me la pasaba pensando en cómo cogerme a Lorena, y en más de una ocasión le toqué disimuladamente el culo o las tetas. Ella nunca protestó ni dijo nada.
Con Patricia tenemos un acuerdo consistente en que cada cual pasa las fiestas de navidad y año nuevo en casa paterna. Me fui pues el 24 a casa de mis padres y estuve allá mas o menos hasta la 1 de la mañana, aunque el plan era quedarme a dormir ahí, cosa que informé a Patricia y Lorena para que no me esperaran ni contaran conmigo. Yo había tomado mis tragos (pocos mas bien) pero la verdad era que quería descansar, pero como en casa paterna la parranda se iba a prolongar por un buen rato mas, decidí irme a mi apartamento. Me despedí de todos y en poco tiempo llegué. Abrí con cautela dizque para no ir a despertar a esta chica. Apenas entré me sorprendió oír un ruido de gemidos que salía de mi cuarto, que estaba con la puerta entreabierta. Yo de inmediato pensé que esta fulana había traído a algún cretino y que se la estaban comiendo en mi cama. La idea me irritó sobremanera y si era así la echaría ipso facto de mi casa. Entre con mucha cautela para no hacer ruido y abrí de golpe la puerta de mi cuarto, dispuesto a sacar a golpes al fulano. Lorena estaba echada en mi cama, sola, sin bragas y con la camiseta muy subida por encima de las tetas. Estaba mirando el canal Venus (que solo entra en mi habitación) mientras se autocomplacía. Esta chica creo que por poco sufre un infarto al verme frente a ella. Creo que esos segundos en que yo la vi así, y el instante en que ella por instinto buscó algo para cubrirse, le parecieron siglos. Estaba bien buena la tonta, y pude ver que ya su cuquita estaba bastante humeda. Solo atinó a pedirme disculpas y trató de escabullirse por un lado hacia la puerta. La escenita me calentó bastante y decidí que si me la iba a encular, tendría que ser en ese momento. Cuando trató de escaparse la tome con fuerza por el brazo y le pregunté si iba a algún lado ella llorando me pedía que la perdonara, que eso nunca mas volvería a pasar, etc. Le pregunté que qué hacia ahí y entre lagrimas me dijo que un día había descubierto ese canal por curiosidad y que hoy que supuestamente no iba a ir a dormir, pues ella se había tomado el atrevimiento de ponerse a mirarlo en mi cama y que se había emocionado viéndolo y que solo llevaba un poquito rato acariciándose cuando yo llegue. (si como no!)
Yo me aproveché de la situación y le dije que si lo que quería era verga, pues eso iba a obtener. La arrojé sin contemplación a mi cama mientras me le echaba encima, buscando su boca para besarla, manoseándola por todos lados. Ella forcejeó bastante mientras me pedía que la soltara y que no le hiciera nada todo ese tiempo, no paró de llorar la condenada, hasta que le di una buena cachetada con una amenaza: si seguía resistiéndose, la iba a echar a la calle así como estaba .fui bastante cruel pues le dije que además la iba a echar de mi apartamento y que me iba a asegurar que no consiguiera ningún trabajo .total ella se calmó pero ya quedamente volvió a llorar. Al ver que tenía la situación controlada me quité la ropa y le arranqué a ella la poca que aun tenía puesta. Yo estaba bien empalmado y ella solo atinó a mirar fijamente la gran verga que iba a ser su verdugo. Creo que finalmente en ese momento entendió que debía darme su cuerpo so pena de echar a perder todo lo que había planeado su madre para ella.
Acto seguido la besé a la fuerza, chupándole con fuerza su lengua y labios. Al rato procedía a jugar con su vagina, la cual se había secado, supongo que por efectos del susto, de la pelea y eso .sin recato alguno empecé a jugar con el clítoris y los labios, primero suavemente y luego mas fuerte . y poco rato después la tensión que ella tenía finalmente se aflojó y cambió por una abundante lubricación. Su respiración había empezado a agitarse. Al ver esto, introduje mi dedo en su vagina y empecé a masturbarla. No tuve que esforzarme mucho, bastó un poco de estimulación fuerte y sostenida en cierto punto, para que esta chica acabara en un orgasmo tremendo con decirles que por poco y me parte los huesos de la mano, la cual quedó atrapada en medio de sus piernas cuando tuvo esas potentes contracciones. Tardó un buen rato sintiendo aquello, mientras yo a pesar del dolor que me ocasionaba tener la mano aplastada, continuaba estimulándola. Finalmente se relajó y se estiró rendida, abriendo mucho las piernas. Le pregunté si le había gustado y me dijo que nunca había sentido algo asi debo decir que pocas veces había apreciado un orgasmo tan "quiebra manos" como el que tuvo esta chica. En verdad me apretó con una fuerza tan descomunal que no pensarías que una chica menudita como ella sería capaz de desarrollar.
Ya mas relajada y estando ahora si yo en pleno dominio de la situación, le pregunté cómo había sido lo que había sentido. Ella me lo explicó y añadió que nunca había sentido un orgasmo. Que solo había estado una vez con el papa de su hijo y que el tipo solo se había preocupado por desvirgarla y no más y que ella prácticamente no había sentido nada ..saber que estaba relativamente sin uso me emocionó y pensé en las muchas cosas que a continuación le hice.
A continuación ataqué las tetas. Como ya les dije, no eran muy grandes, pero los pezones estaban muy pequeños y arrugados. Se las chupé con fruición, al tiempo que le deba dedo abajo. El estimulo recuerdo que me encargué que fuera mucho mas fuerte y sostenido. Por la combinación de las dos sensaciones, no tardó mucho en venirse y esta vez de verdad temí que me hubiera fracturado la mano, pues la presión fue mucho mayor que antes. Aguanté como pude el dolor y continué la estimulación hasta que solo después de un buen rato aflojó la presión. Cuando saqué mi mano, estaba empapada en sus jugos (que dicho sea de paso, olían muy rico) y apenas si la podía mover. Ella se dio cuenta de eso, y me pidió perdón mientras me masajeaba suavemente mi adolorida manita. Le ordené que la lamiera, pero ella se negó. Se lo repetí en tono más severo y amenazador y solo atinó a obedecer humildemente. Se bebió todos los jugos con que me había embarrado la mano, pero creo que no le agradó mucho.
Superado el dolor, decidí que ahora me tocaba a mí disfrutar de ella. Con calma acerqué mi verga a su cara y le ordené que la mamara. Ella me dijo que no sabía como hacerlo, así que tuve que indicarle. La verdad es que no sabía para nada como hacerlo, y fue bastante torpe en la labor. Cuando me mordió por tercera vez mejor le saqué la verga de la boca y me dispuse a clavarla. Bajé a su rico coño, deleitándome en el olor y sabor de sus jugos, que eran suaves y deliciosos, y la chupe un buen rato. Cuando estuvo bien mojada la obligué a que abriera bien sus piernas y le puse el paquete en la entrada de su cuevita. Ella me pidió que me pusiera un condón, o algo para no embarazarla, que ya tenía bastante con su hijo, pero como yo odio los condones pues siempre me quedan chicos y me apretan mucho, hice como que no oí nada y le metí de un solo golpe la mitad de la verga. Ella gritó de dolor y me pidió que parara. La verdad es que para ya haber tenido un hijo, estaba mas apretadita de lo que yo pensaría .creo que ni siquiera Teresa lo estaba tanto. Lejos de parar, se la saqué, tome impulso y le enterré la verga de un solo golpe hasta las pelotas. Esta vez el grito casi me deja sordo, y ella solo pedía que parara. Obviamente no paré, sino que la apreté con más fuerza y la obligué a que aceptara al invasor en sus entrañas. Vi que algunas lágrimas salían de sus ojos .
Superada la primera clavada, procedí a bombearla. Me gustó mucho sentir lo apretada que estaba. Al parecer ya había dejado de dolerle y empezaba a disfrutarlo. Yo seguí con la labor mientras la besaba en la boca, pero como estaba especialmente estrecha, poco rato después un tibio chorro de semen, se abría paso hacia su útero. Fue una descarga grande, porque llevaba dos días sin descargarme. Me quedé un buen rato adentro de ella y en cuanto me zafé, un borbotón de semen se le salió y cayó en la colcha de mi cama. Para evitar que siguiera botando el regalo que le había hecho, tomé una de las almohadas y se la puse bajo la cadera. Mi verga seguía medio parada, por lo que se la acerqué a la boca y le ordené que la mamara. Esta vez lo hizo sin protestar, y me aseguré que la dejara bien limpia.
Yo ya estaba caído, y necesitaba un descanso, así que me eché hacia un lado a ver el canal porno. Nos quedamos callados por un buen rato, uno al lado del otro, hasta que ella rompió el silencio y me preguntó que qué pasaría si la dejaba embarazada. Le dije que no se preocupara, que en algún sitio tenia un par de píldoras del día después (que en alguna ocasión estuvimos a punto de usar con Patricia). Algo más calmada se arrunchó contra mi y me preguntó que si sentía algo por ella. La verdad me parecía increíble que esta muchachita creyera que por un polvo que le acababa de echar, ya me iba a casar con ella y demás. Fui sincero y le dije que me gustaba para tener sexo, pero para nada más. Al oír esto, se puso a llorar joder creo que pase mas tiempo consolándola que comiéndomela . Total que entre consuelo y abrazo y eso, me empalmé de nuevo y de nuevo empecé a tocarla, acariciarla, besarla y como era de esperarse en menos de nada ya la tenía empalada de nuevo. Como tenía casi todo el semen de la anterior venida adentro, estaba muy lubricada y por consiguiente tarde bastante en volver a venirme. Cuando iba a acabar le dije que quería que se lo bebiera todo, y le ordené que abriera la boca. Rápidamente se lo saqué y me acerque a su cara. Un segundo después, una descarga llegaba esta vez a su garganta, pero como ella instintivamente apartó la cabeza, le embarré también la cara e incluso las tetas. Cuando abrí los ojos, me encantó verla cubierta de semen, pero la muy ladina se estaba volteando hacia un lado, y yo adiviné sus negras intenciones: pensaba escupirlo. Reaccioné rápidamente y la tomé por el cuello apretándola. No solo impedí que lo escupiera, sino que la obligué a que lo saboreara un buen rato antes de pasárselo. Luego limpié cuidadosamente cada gota de las que tenía en tetas y cara y se lo di a beber con mi dedo. No le gustó mucho, pero lo hizo y no protestó mientras tragaba mi semen.
Después de esto yo ya estaba cansado, así que solo quería dormir. Ella se levantó y empezó a buscar sus cosas. Yo le pedí que se quedara a dormir conmigo y creo que mas por miedo a mi reacción que por otra razón aceptó. Se acostó a mi lado y yo me recosté contra sus tetas, lamiendo suavemente el pezón que me quedaba más cerca. Me miró y me preguntó que entonces ella qué conmigo. Una vez más le dije que nada de nada, solo sexo. Le aclaré que lo de la amenaza de echarla era verdad, y que si yo quería cogermela cuando quisiera, ella debería aceptarlo. Así mismo le aclaré que cuando Patricia viniera a quedarse, ella debía estar en su cuarto y no salir. Y de puro maloso le dije que si traía a cualquier otra mujer, ella no solo debía cubrirme la espalda sino estar presta a servirnos. Esto ultimo, por supuesto no lo iba a hacer, puesto que hubiera sido tan sensato como jugar ruleta rusa con una arma completamente cargada, dada su cercanía con Patricia, pero se lo dije de malo que soy! Ella asintió calladamente a todo lo que le decía. Así las cosas, apagamos las luces y por lo menos yo, me quede profundo al momento.
Al dia siguiente me desperté solo. Ella estaba en la cocina preparando el desayuno. Ya se había bañado y vestido. Sali desnudo a buscarla y la encontré en la cocina. Le ordené que fuera al cuarto y como es de esperarse, me la cogí de nuevo y de nuevo acabe adentro. De nuevo me increpó acerca de la posibilidad de embarazarla. Así que busqué la dichosa pastilla y se la di. Solo espero que resulte Esa tarde vino Patricia y se quedó a dormir conmigo. Lorena no se apareció por ahí .. efectiva si fue la amenaza.
Al momento de escribir esto han pasado cuatro dias desde que pasaron las cosas. Todos estos días me he cogido a Lorena en diferentes formas y lugares del apartamento, pero para prevenir "sorpresitas" he usado óvulos anticonceptivos, mientras llega la época para que empiece a tomar anticonceptivas. Igual, cuando le llegue el periodo sabré si la dichos píldora del día después es en verdad tan efectiva como dicen .solo espero que en verdad le llegue .
No se cuanto tiempo más Lorena esté a mi servicio, ni cuantas veces más me la coja, ni cómo haré con Teresa cuando llegue de Estados Unidos. Solo se que Lorena no se irá sin darme su rico culito. De lo demás ya me ocuparé en su momento .por el momento, espero que el relato les haya agradado. Espero sus cometarios.