Violando a Cristina

Violando a Cristina la niña de mis sueños.

Violando a Cristina

Cristina es una preciosa niña de 18 años. Su delicada figura de largas piernas escaso pecho y cara de niña dulce eran las principales atractivos a mi morbo. Los deseos por poseerla superaban todo límite. Visitaba su casa con frecuencia pues me une con sus padres un lazo de amistad. Pero todo era por verla a ella y elucubrar insólitas fantasías. Pero cuando el deseo crece llega un momento en que hay que darle salida. Conociendo a la pequeña tan formalita en su educación era impensable una seducción. Así que tracé un plan magistral y sencillo en su concepción que me daría un placer inolvidable en mi vida. Contacte con dos delincuentes y les ofrecí una fuerte suma de dinero. Ellos tenían que secuestrar a Cristina y dejarla en un lugar que yo les indicaría. Luego iría yo disfrazado y la violaría. Rompería su himen virginal y luego la devolvería a su casa.

Así sin mas preámbulo puse manos a la obra y un día antes que llegara la nena a su colegio se consumo el secuestro. La llevaron al lugar indicado donde yo les esperaba con un pasamontañas y ropas con las cuales nunca me había visto Cristina. Había ensayado una voz ronca para evitar que me reconozca también por la voz. Al llegar los tipos tenia una erección de caballo. Ellos la colocaron delante de mi y pude sentir su mirada de terror. Que encanto era con aquella carita de niña y ahora tan indefensa.

Mientras los sujetos la tenían cogida me desabroche los pantalones y le hice ver mi verga erecta. Que satisfacción hacerlo. Mi pene estaba a cien y su sola presencias lo ponía mas erecto aun.

  • Mira nena - le dije distorsionando mi voz,

  • mira lo que tengo para ti, y al tiempo me iba acercando apuntando mi herramienta hacia su boca. Apenas ella sintió que me acercaba a su rostro quiso retirarse pero uno de los sujetos se lo impidió

Vamos abre bien la boca¡¡¡¡- le dijo.

Acaso no te gusta la leche??- rió el otro.

La cabeza de mi cipote toco sus labios y forzó por entrar a lo que la nena se resistía. Uno de los tipos se quito la correa y fustigo en el aire con ella.

Abre la boca y chúpalo sino te voy a rajar el trasero a correazos espetó¡¡

ante esta amenaza Cristina abrió la boca y mi pene entro rápido como una víbora. Empece a meterla y sacarla lentamente y pude observar que ella apenas podía respirar. Me hizo gracia observar que su rostro se congestionaba por falta de aire. Retire mi pene momentáneamente para darle oportunidad a que Cristina respirara retirando mi pene el cual quedo unido a la boca de Cristina por un delgado hilo, mezcla de semen y saliva. Luego proseguí con la faena atorando a la pequeña colegiala. Me resistía al impulso de eyacular pues quería reservar todo mi semen para su vaginita. Creo que había llegado el momento. Les dije que la colocaran en la cama y entre todos empezamos a desnudarla.

¡Qué belleza de niña, era perfecta.

Le despojamos de su uniforme de colegio ante los gemidos de terror de la niña que no hacían sino excitarme mas. Los delincuentes también estaban excitados. No era para menos. Con semejante bombom listo para ser disfrutado. Sus largas y delgadas piernas se me presentaron ante mi vista y al arrancarle su calzón la preciosa zona de su chochito virginal y sin pelos

¡Que rico!.

Me quite los pantalones y los calzoncillos del todo, proyectándose la verga que enhiesta reclamaba aquel himen. Mientras uno de mis ayudantes le tapaba la boca el otro le cogía de los brazos lo que e permitió acercar mi ariete hasta su delicada cosita. Aproveche para besarla en la boca y el cuello a medida que mi verga buscaba la entrada a la felicidad (lógicamente la mía). La penetración se hizo realidad con ligero esfuerzo pues mi verga era grande y su cosita virgen . me excito oír sus gimoteos apenas la punta de mi mazo entraba en su cuerpo. Poco a poco se introducía produciéndome una placer inimaginable. Hasta que al fin me percate que ya tenia media verga dentro de ella. Comencé a agitarme tratando se metérsela todo y al mismo tiempo sentía sus tiernas carnes. Era la felicidad total. La faena prosiguió hasta sentir que me venia y de pronto un fuerte chisguetazo de semen salió de mi cuerpo para ir a parar adentro de la pequeña Cristina.

Empece a bombear mi esperma sintiendo que ella recibía mi liquido vital. Cuando me retiré la pequeña sollozaba lastimeramente. Había saciado mi instinto. De pronto uno de ellos empezó a despojarse de los pantalones. Ese no era el trato pero al parecer ellos lo habían variado. Ellos también querían disfrutar del bombom. No podía evitarlo, eran dos y por ser delincuentes quizá peligrosos.

El culito es mío!!! dijo uno de ellos

Al tiempo que volteaba a la pequeña boca abajo sobre aquella cama. Actuaban como si yo no estuviera ahí. Me retire hacia una esquina del cuarto y pude ver como uno de ellos empezó a sodomizarla. Cristina empezó a llorar cuando los dos hombres le dieron la vuelta y la obligaron a arrodillarse en la cama, inclinada sobre unas almohadas con las rodillas juntas y su pequeño y deseable trasero apuntando al cielo. Uno de los hombres cogió los bracitos de Cristina mientras el otro desabotonó sus pantalones. Dejando su dulce culito desnudo a la vista. Sin una palabra el hombre se arrodilló pegándose a la niña mientras el otro la sujetaba.

Apoyó la enorme e inflamada cabeza de su gruesa polla en la entrada de su estrecho culito infantil y apretó. Cristina gritó y el hombre maldijo:

"¡sigue sujetándola, estoy intentando meterla en su culo!"

Cristina miró hacia arriba con las lágrimas rodando por su mejillas,

"Papiii"

Gritó y un momento después sus ojos se dilataron como sorprendidos cuando la monstruosa cabeza de la polla penetró en su tierno y virginal ano.

"Aaahhhh "

La pequeña gritó con la cara contorsionada por el dolor.

El hombre vaciló justo con la cabeza de su enorme polla en su dulce culito de bebita. Parecía como un bate de béisbol sobresaliendo de los carrillos de su culito, el estrecho y apretado anillo de su estrecho ano era claramente visible contrayéndose y sacudiéndose alrededor de la polla de imposible grosor.

El hombre atrajo a Cristina hacia él cogiéndola de la coleta metiendo más de la mitad de su dura y gruesa polla dentro del espasmódico culo de la pequeña. La boca de la niña se abrió y pareció que tomaba una gran bocanada de aire. Inmediatamente arremetió contra el tembloroso ano hasta las bolas.

"¡Gaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhh!" berreó Ana Cristina, mientras los 25 cm se enterraban en sus entrañas.

"Hazlo de nuevo" le dijo el que sujetaba a Cristina. Asintió el otro y sacó repentinamente su polla del pequeño culo de Cristina, sólo que esta vez sujeto su culo con ambas manos y separó sus carrillos. El ardiente y violado ano de la pobre niña se contraía y dilataba incontrolablemente, su culito parecía tan diminuto en las manos de aquel hombre.

"Mira esto" le dijo al otro,

"el culo más estrecho y pequeño que nunca hayas follado."

Se introdujo de nuevo penetrando violentamente con su polla el trasero de Cristina. Comenzó a arremeter contra la chica... metiendo y sacando cada centímetro de su enorme polla dentro y fuera de su culo, bombeando toda su longitud dentro del pequeño culo de la niña de 18 años, tan fuerte y violentamente que la dejaba sin aliento. Mientras tanto el otro tenia la polla en la mano frotándola contra la sollozante cara de la colegiala, intentando meterla en su boca.

"Chúpala, putita... Ponla en tu boca como ha hecho antes"

Cristina salió de su semiinconciencia, supongo que por el dolor, al tiempo que el otro tipo empezó a metérsela por la boca. La pequeña se retorcía al tiempo que aquellos salvajes se deleitaban con la situación. La gozaron como animales y al final de la jornada la pequeña estaba desmayada. Ahora hay que devolverla les dije. Ellos asintieron y dijeron que la dejarían a otro lado de la ciudad. Ellos deberían llamar por teléfono a las siete de la noche indicando donde estaría la niña. Yo debería estar a esas hora en casa de Cristina para evitar cualquier sospecha. Así se hizo.

Estaba yo por la tarde en casa de los padres de Cristina "acompañándoles en su preocupación" cuando se recibió la llamada. Una voz anónima les indicó donde recoger a la pequeña y la felicidad de los padres se desbordó. Recogieron a la pequeña, llorosa y desvirgada y fue internada en un hospital. Al cabo de unos días volví a la casa, preguntando por ella y me dijeron que estaba en recuperación. José el padre de Cristina se me acercó y me pidió que por favor no lo comentara con nadie el hecho de la violación.

Quiero que esto sea un secreto me dijo.

Así que no hubo denuncia policial ni nada. Y al fin y al cabo Cristina volverá a su casa en quince días y podré tener la satisfacción de ver esa carita de niña dulce y saber que ha sido mía. FIN