Violado por unos tipos (1)

Relato de mi amigo Toño. Es violado por tres hombres en una pensión. Aunque el sexo, aunque forzado, tiene sus placeres...

Eran tres tipos. Me tenían agarrados los brazos por detrás mientras de rodillas veía como se me acercaba uno de ellos. Desnudo de cintura abajo y con una gran erección. No sabia como habia llegado alli en ese momento. Habia hecho un viaje a la costa aprovechando un puente, y habia ido a visitar a unos parientes. Tras dos agradables dias me hospedé en un pequeño pueblo pesquero, en una sencilla pension, que me permitia disponer de algo mas de dinero para moverme en la zona. Pero después de la cena cuando acababa de abrir la puerta de mi habitación recibi un fuerte golpe en la nuca. El dolor de cabeza penetraba hasta mi cerebro y sentia agarrotados los brazos. Abri los ojos dolorido y me di cuenta de que estaba desnudo y en esa situación. Una situación que no recomiendo.

Acababa de dejarlo con mi novia y aunque no estaba obsesionado, tenia sexo cuando se presentaba la ocasión. No podia quejarme. Hasta ahora.

Era embarazoso ver como un trozo de carne, una polla de un tamaño bastante aceptable se acerca a la cara con lujuria. Comenzaba a oir lo que me decian. Reian. Comentaban la que me iba a tocar. Y yo empece a ver que iba a estar en sus manos hasta que se cansaran de mi. No iba a tener una buena noche.

Les mire mas detenidamente. Llevaban mascaras en la cara. Las que cualquiera puede comprar en una tienda. Uno de ellos era muy corpulento. El otro era mas bien gordo y el que se acercaba a mi era alto y delgado. Notó la consciencia en mi mirada y me dijo:

Escucha chaval. Vas a hacer lo que te digamos porque si no lo vas a pasar muy mal, ¿entendido?

Qué remedio... –murmuré.

Así me gusta. Y ahora me vas a chupar la polla bien chupada. Abre la boca

Mi instinto lo impidio y su capullo me golpeo en los labios cerrados. Pude olerlo y verlo tan cerca que me dieron nauseas por dentro. El tipo alto se enfado, y los otros lo debieron notar, porque me forzaron los hombros y me incline hacia abajo. La patada me hundio el estomago. Era un dolor increíble y agudo al que siguieron varios gritos enfadados. No tenia elección. Abri la boca y lo mas rapidamente que pude la acerque procurando meterme su verga en la boca.

Hombre, si al final si que te va a gustar. – Me sentia muy humillado pero supe que al acabar la noche ya no me quedaria mucho orgullo.

Me llenaba toda la garganta y al tocar la campanilla casi vomito. Pero no queria enfadar a esos tipos. Comence a mover la cabeza adelante y atrás, mientras engullia la polla y su prepucio se plegaba y replegaba al paso de mis labios. Sin orgullo y como jamas imagine que llegaria a encontrarme, solo se me ocurrio que tal vez si les dejaba contentos rapido se irian. La mamada iba haciendo efecto y se le ponia cada vez mas dura. Era como chupar una vara de hierro con piel. Oia sus jadeos poco a poco. Como no sabia que hacer, empece a mover la lengua a la vez. Debio de gustarle, pues me agarro la cabeza con ambas manos y era ahora el el que me hacia chuparsela. Empezaba a follarme la boca. La vision era ahora de los pelos de la polla cada vez mas cerca de mi cara.

Note un sabor salado, ya echa gotas. Y con asco recorde lo que vendría no mucho después. Los otros dos empezaban por lo visto a sentirse cachondos, porque pude notar una polla erecta contra mi espalda y una voz al oido que me susurraba:

Tranquilo que tenemos mucha noche por delante nene.

Cada vez la mamada era mas fuerte, la polla me estaba entrando en la garganta bien adentro y las manos me apretaban mas las sienes. Cuando de repente se soltaron me sobresalte, pero comprendí rapido.

Toma esto, ¡Zorraaaa!

El chorro de semen me salpico la cara, por lo que cerre los ojos al meterseme parte del liquido caliente y espeso. Después del segundo chorro, menos intenso, tenia la cara medio cubierta de leche. Un ojo, la barbilla un poco en la frente y la nariz y una mejilla. Y otra vez la voz susurrante. Era el gordo.

Vamos putita, límpiasela bien, no dejes nada.

Ya habia abandonado la idea de resistirme a esos cabrones. Con la lengua fui recorriéndole el capullo. No quedaba mucho pues se habia descargado por completo en mi cara. Una ultima gota salia de la punta, y le di otro lameton. –Entera- oi. No era tonto, asi que la engulli otra vez para dejarla reluciente. Después note algo en la boca. Era un pelo de la polla del tipo. Intente escupirlo, pero fue una mala idea.

¿Qué haces, putita? – dijo el gordo.

Eh, tiene un pelo de tu polla tio, jajaja – las carcajadas fueron sonoras por parte de los tres.

Y solo llevaba quince minutos consciente...

Los otros dos estaban mas impacientes por correrse y me hicieron trabajar a duo. Chupaba un rato una, y masturbaba con la mano otra. Por si el soltarme me diera ganas de intentar algo, el alto tenia un enorme cuchillo en la mano mientras observaba. El gordo tenia una polla bastante pequeña, pero la del tipo fuerte era descomunal. No me cabia todo el tronco en la boca, y me hacia chuparla tambien lamiéndola por los lados. Hacia lo que podia por darles el placer al que me obligaban. Imitaba mis adolescentes pajas en otras pollas, que naturalmente sentian igual que la mia. No era posible que me pasara esto a mi.

El gordo se empeñó en que le comiera los huevos. Era el mas grosero de todos y el mas cerdo, el que mas asco me producia. Mientras los tenia en la boca lamia como podia el peludo escroto. Trataba de concentrarme en la mano para distraerme. Más y mas fuerte. El semen se habia secado en mi cara produciendo una extraña sensación de suciedad. No seria problema. El fortachon, que iba a acabar, me quitó los huevos del gordo de la boca, para alivio mio, y enfilo su enorme polla enfrente mio. Fue un manguerazo que parecia no acabarse. Cerre los ojos y note como me invadia el semen y resbalaba por mi cara lentamente.

El tipo gordo se enfado con su amigo por quitarle y la tomo conmigo.

Ahora vas a saber lo que es bueno, puta de mierda! – Me apretaba hasta acerme daño y su polla entraba y salia sin parar a un ritmo frenetico. Me dolia la mandibula de abrirla tanto. No paraba de insultarme y dejarme a la altura de las putas de calle, las veces mejores. Decia que se la iba a chupar hasta que se me gastase la lengua y que me iba a hacer un boquete en la boca y luego lo iba a rellenar lefa. Naturalmente era el mas acomplejado de ellos y hacia tristes intentos por demostrarse que no era debil. Le funcionaba. Porque estaba siendo violado por tres tios a los que no habia hecho nada. Porque estaba desnudo, dolorido, tirado en la habitación de una pension de mierda mientras un gordo me follaba la boca sin cuartel. Estaba seguro de que no se lavaba nunca, el sabor de su polla era repugnante, se mezclaba con el semen que goteaba en mi garganta con cada metida. Y el cabronazo lo hizo.

Se corrio en mi boca, dentro. Echándome garganta abajo toda su leche. Me miraba con lujuria y ansiedad, estaba frenetico. Y medio alegre.

¡Eso te ha gustado zorra! Trágatelo todo puta barata, ¡te gusta, eh! Ah ja ja ja. Su voz de pito era irritante.

El primero, que parecia ser el cabecilla, me hizo tumbarme en la cama. Se desnudó del todo y se tumbó al lado. Empezó a acariciarme el cuerpo. Era una sensación muy extraña y me repelía. Acercó la boca a la mía. – No, por favor, tio, - le dije. Pero contestó:

No lo hagas y te daré tal paliza que tu cuerpo se hinchara y llenara de huevos amoratados. Te los cortaré con el cuchillo (ahora lo sujetaba el fuerte) y te echare alcohol sobre el pus y la sangre.

Pensarlo me ponia los pelos de punta. Le besé. Jugó con la lengua y le devolvi el beso. Le olia el aliento a cerveza. Al menos las chicas decían que yo besaba bien. Comenzó a ser apasionado. Habia empezado a restregarme la mano por los huevos y la polla. No queria, pero al cerrar los ojos y solo pensar que era como con las chicas, me empalmé. Fue un error de la naturaleza. Y de mi mente.