Violada por un cliente

Una chica es engañada y violada por un albañil maduro y casado que se obsesiona por ella.

Me llamo Vanesa, soy peruana y tengo 25 años nací en el mes de noviembre de 1984, soy de un carácter muy tranquilo y les diré que por confiada me paso una experiencia horrible y aunque aún hoy me da asco recordarlo por eso será que la escribo para asimilarla mejor, así me han aconsejado mi psicóloga, ella asegura que el hecho de revivir los recuerdos te ayuda a sanar la tristeza retenida, sin embargo se supone que yo debería escribir en privado, pero no lo haré así, pues necesito expresar abiertamente lo que me paso para que otra chica no caiga en la trampa en que caí yo, disculpen si en mi frustración no se expresarme de la mejor manera, pero tratare de que ustedes me entiendan , soy del pueblo de Casa Grande en Trujillo Perú, viví también en Ascope en esa misma región, hasta que a mi tía Paula se le ocurrió mudarse a Lima, porque decía que era más céntrico y que su esposo no tardaría en encontrar trabajo y ganarse los Soles que tanto necesitaban, así fue como por desgracia yo también tuve la idea de acompañarlos, Quería salir de ese barrio, de esa provincia donde vivíamos y tratar de surgir en otra parte…. esta era mi idea al principio, pero el destino quería otra cosa para mí.

Nos fuimos para Lima y actualmente vivo en San Isidro, yo trabajaba hasta hace poco en una Distribuidora ubicada por el parque Reducto en Miraflores. Ahora por una situación que conocerán más adelante ya no he podido volver a trabajar, Para darles una idea de cómo soy les diré que mido 1.60 cm, soy morocha, de pelo ondulado, ojos negros, tengo una linda sonrisa, les diré que tengo una cintura delgada, y un bonito cuerpo, hasta hace poco podía usar blusas con escote y me lucían bien, dichosamente tengo algo que mostrar, cosa que no todas las mujeres pueden darse el lujo de hacer, pero ahora por miedo ya no puedo hacerlo… generalmente me cubro, a veces tengo pesadillas horribles por causa del abuso que sufrí.

Antes de conocer a este hombre que me agredió sexualmente, únicamente había tenido encuentros con muchachos de una edad parecida a la mía, por aquel entonces si un chico me gustaba y acordábamos vernos a solas para intimar, yo siempre tenía un capricho muy personal, era una locura juvenil y esta era que después de un rato de estar juntos me gustaba caminar por el cuarto con mis pechos al descubierto, para que el chico con el que estaba pudiera admirarme a sus anchas, era algo que yo disfrutaba mucho, era una picardía o simplemente era vanidad, no lo sé, se que soy bonita y me gustaba jugar así.

en más de una ocasión cuando yo hacía esto mi pareja esperaba que después sucedería algo más, que Iríamos mucho mas allá, pero yo siempre sabía cuando debía detener aquél juego y por dicha los chicos en su mayoría siempre fueron respetuosos de mis decisiones, les diré que para aquel entonces era todavía virgen y cuando estaba con un hombre, lo máximo que yo le permitía era el acariciarme el cuerpo, no aceptaba ninguna propuesta de penetración y cuando sentía demasiada excitación por parte de mi pareja, yo detenía la relación de inmediato.

Una vez estuve con un muchacho muy guapo y bien formado que se llamaba Edgar, para ese entonces yo tenía una amiga llamada Ana María que se moría por él y a pesar de ser ella muy bonita, el tipo no le prestaba atención a ella, sino más bien a mí, una tarde fui a la casa de este muchacho, y allí estuvimos en su cuarto tocándonos , pero al rato de estarnos besando el chico se desabrocho su pantalón y se sacó su….cosa, diciéndome entre jadeos que le había puesto muy excitado y me dijo cariñosamente que si podíamos tener relaciones, mientras me lo decía intentó desabrocharme el pantalón, yo también estaba perdiendo el control pero reaccione de repente y lo detuve allí, me levanté furiosa y a pesar de ser un chico tan lindo lo golpee en la cara y mientras me ponía la blusa de nuevo, le reclamé que como se le ocurría esa estupidez, que además yo todavía no estaba preparada para eso, después me fui, él no dijo nada en esa ocasión pero aún recuerdo que su cara tenía reflejada cierta vergüenza.

Yo dejo claro que a mi me gustaba, pero yo no quería tener relaciones todavía, a pesar de que en esos momento era estimulante ver a ese chico desnudo, yo quería llegar virgen al matrimonio, quería estar preparada para perder mi virginidad con un hombre especial, pero que tonta fui pues ese hombre especial no iba aparecer, el destino me tenia reservada una sorpresa desagradable, hoy me pregunto por qué aquella tarde de martes fui tan tonta y no lo hice por primera vez con ese chico tan lindo.

Después de contarle todo a mi amiga Ana María, ella se puso furiosa y levanto tanto su voz reclamándome tanto que pensé que iba a pegarme, desde ese día cambio su actitud conmigo quizás resentida por que lo quería para ella y no pudo atraparlo, Sé que en fondo ella quisiera haber estado en mi lugar.

Al momento de llegar a Lima yo tenía 23 años, trabaje casi un año como cajera en un Súper por la Zona de los Olivos hasta que renuncié, porqué me cansé de esa rutina de estar cobrando y acomodando productos a diario bajo un horario muy pesado, fue entonces cuando me apareció un trabajo en esa Distribuidora que les comentara al principio, allí se vendían suministros como papel, calculadoras, faxes, libretas y muchos implementos más, le vendíamos a gran cantidad de empresas en Miraflores y alrededores. Era un local muy visitado, una tarde yo me agache para limpiar unos estantes llenos de cuadernos que estaban sucios en la base y apareció entonces un hombre de unos 50 años, algo canoso, blanco, muy delgado, de barba y de vestir sencillo, sus dientes eran amarillos, como si fumara mucho, y en los brazos y en las manos tenia cicatrices, como si hubiera trabajado por años en Construcción, junto a él estaba una mujer, era la esposa según parecía, como les decía yo estaba agachada y me levante rápido para ayudarles, la señora pregunto por pinceles y yo la lleve a los pinceles y mientras escogía el que necesitaba, el marido también me pregunto por marcadores que fueran lo bastante gruesos para rayar sobre madera y yo lo acompañe…. El venía atrás mío y no se por que mientras caminaba sentí una sensación de inseguridad, era como si sintiera que aquel hombre tenia su mirada puesta en mí, cuando llegamos a los estantes que por cierto estaban en un pasillo aislado, el me hacia preguntas, yo entonces sonreía como debemos hacerlo con todo cliente aunque sea por compromiso, el viejo parecía examinarme disimuladamente, pero no le dí importancia luego me preguntó:

¿Usted como se llama Princesa?

¡ Vanessa!

Vanessa es usted muy amable y además muy linda.

¡Gracias! – Me sentía avergonzada y bajé la mirada, en ese momento y sin saber que decir le pregunté - ¿Y Usted como se llama?

¡Miguel para servirle mi amor!

Yo entonces solo atiné a decirle que me tenía que ir, pero por cualquier cosa estábamos para servirle en lo que necesitara…y me dí media vuelta para irme,

  • Entonces me dijo:

  • ¡De acuerdo ojos bonitos! yo la llamo cualquier cosa… es más de ahora en Adelante cuando venga a buscar algo la busco a usted directamente.

  • ¡Claro! - Si yo puedo ayudarle con mucho gusto

Grave error fue decirle eso… pronto sabría yo quien era realmente ese tipo, rato después cuando la esposa llegó hasta allí, se despidieron de mí, Miguel no dejó de mirarme con una gran sonrisa antes de irse, era realmente un hombre muy raro, en sus ojos había un brillo extraño, luego pensé que de seguro era un viejo aventurero que buscaba burlarse de la esposa, aunque no me interesó en lo más mínimo, me impacto conocerlo, La verdad no lo saqué de la cabeza por un rato.

Mucho después me di cuenta de algo…. Tenia el botón de mi blusa suelto desde hacía rato.

Una compañera fue la que me lo dijo:

  • Vanessa… ¿Por que anda tan Despechugada? Cúbrase chiquita… Cúbrase

Seguro mientras limpiaba el mueble se me soltó y yo no me percate, pero Miguel si lo

hizo y es probable que mientras yo estaba agachaba, él desde arriba estaba mirando las formas de mis pechos y también era seguro que por esta razón mientras hablábamos frente al estante, el tipo me miraba muy raro, es probable que estuviese más atento a contemplar mi brassier de color negro que a la ayuda que yo le brindaba, he aquí el motivo por el que me retenía, pensé mil cosas, pero la verdad me molestó ese viejo enfermo, sin embargo debo reconocer que el hombre no era desagradable, era inteligente y de una personalidad fuerte, pero por la diferencia de edad yo podía ser su hija, debo decir que casi me había olvidado de él hasta que apareció de nuevo por la tienda como 15 días después y para mi sorpresa se acordó de mi nombre

¡Vanessita! ¿como está princesa?

¡Hola como está! – le dije

No tan bien como usted princesita, pero allí voy, a usted ni le pregunto

Porque se ve que esta usted cada día más guapa mi amor.

No supe que decir, me puse roja otra vez, ese día ya no venía con su esposa y parecía haberse lanzado a la carga para ver mi reacción.

Después de que se fue una de mis compañeras me dijo... ¡lo tienes como loco Vane! Ya ha venido a preguntar por usted en días pasados.

-¡ en serio! – ¿y ustedes que le dijeron?

-Bueno pregunto si usted era casada y que en donde vivía.

-¿Obvio que no le dijeron nada… verdad?... ese viejo es casado

-Como se le ocurre Vane… esta muy feo además.

No se de que forma, pero al final se enteró de lo que quería saber y después él mismo venía a dejarme chocolates, siguieron después las llamadas tontas fingiendo que necesitaba cualquier cosa para así poder hablar conmigo y ver como estaba, pero como todo cansa al final se volvieron molestas esas visitas a la tienda, pues solo me buscaba a mí para que yo lo atendiera, era como una obsesión terrible por mí.

-¡ Arelys que hago! – ese hombre solo invitarme a salir, es muy necio.

-Mi amor le voy a decir algo – me contestó Arelys – Yo en su lugar lo empiezo a vacilar.

  • ¿A vacilar...? – no te entiendo Arelys.

-Empieza a sacarle cosas, pero no aflojes nada… ese idiota no te va a negar nada.

-Yo no soy así como crees… además se ve que no es un hombre acomodado, a veces hasta huele a sudor vieras que asco

  • Que asco Vane – pero vos no estas obligada a darle nada... yo una vez hice eso cuando

Tenía como 20 años y vieras que no me fue mal.

-Si pero eso es como jugar con Fuego.

-No tanto- mira primero le das ilusiones, luego cuando lo hallas desplumado haces lo que hice yo… te buscas un chico, puede ser un amigo y puedes decirle que ese es tu novio… y para que se tranquilice le explicas que el es especial y que quieres que sean buenos amigos.

-¡Que Cruel! Además obviamente se pondría furioso.

-Vane ese es mi consejo, usted sabrá si lo toma o no, pero no sea tonta, sáquele dinero a ese viejo verde, de todas formas de hacer una rabieta no va a pasar, no ve que a él no le serviría que la mujer se enterara de que anda siguiendo muchachas por allí.

Dicho esto Arelys se fue y me dejó sola, era obvio que yo no pensaba seguir semejante consejo, pero tampoco fui consciente de lo que me esperaba

Una tarde cuando estaba a punto de salir del trabajo llegó de nuevo aquel hombre y Arelys apenas lo vio llegar se puso cerca de mí.

Ya me estaba aburriendo de que ese tipo viniera tan seguido a verme, pero él no parecía darse cuenta o de seguro no le importaba, acercándose a mi me preguntó

-¿Ya va a salir Vanesa es que vieras que tengo que hablar con usted?

-¿De Qué? – le respondí ásperamente

  • Ocupo un buen consejo de una amiga.

-¿Una Amiga? Me dije para mi misma, ni siquiera conocía a ese hombre

  • Don Miguel, me gustaría pero es que no puedo

-Arelys que escuchaba todo y sonreía disimuladamente, agrego –Vane este señor viene de lejos y siempre viene a hablar con usted, que yo sepa usted no tiene que ir a lavar ropa ni pañales, no sea así con él, a lo mejor y usted tiene un problema el día de mañana y necesita que la escuchen… no sea grosera con este Señor.

-Por la forma en que lo pronunció, me dio la impresión de que Arelys estaba a favor de aquel hombre, a mí casi me parecía como si se hubieran puesto de acuerdo de antemano.

-Vamos princesita – es aquí cerca por favor.

-¡Esta bien! – ya casi salgo.

-Que dicha – es que de verdad ocupo hablar con alguien.

  • ¡Sí!.. Y Vanesa es muy especial para escuchar y aconsejar a las personas – agregó Arelys.

Un poco molesta salí de la tienda y allí estaba esperándome… entonces confirmé lo que había estado notando desde hace rato cuando le vi entrar, que aquél hombre tenía los ojos un poco rojos… empezamos a caminar muy silenciosamente.

Mientras caminábamos y por el olor que me llegó de él pude darme cuenta de que estaba ligeramente tomado, ¡bonita ocurrencia la de Arelys!- pensé-

Llegamos a la avenida Larco y caminamos hasta el parque Kennedy, allí nos detuvimos

Cerca de la fuente. Pues el quería charlar un poco, el me comentaba que trabajaba en construcción, que tenía 6 años de convivir con esa mujer con quién llegó a la tienda y que tenía 2 hijastros en edad escolar y que a pesar de que esos no eran sus hijos, el les ayudaba mucho y que por eso llegó a la tienda en aquella ocasión a comprar algunas cosas y que además se sentía orgulloso de que el destino le permitiera conocer a una morocha tan guapa como yo, después empezó a ponerse muy meloso y yo me irrité.

-¿Para que quería hablar Conmigo? – le dije molesta.

-No mi amor espere… no se enoje pero es que tengo problemas con mi mujer.-

-¿Por qué?… ¿no me diga que por mí? – Pregunte asustada de verme repentinamente metida en un problema.

  • No como se le ocurre- es por la plata… la maldita plata que cuesta tanto ganársela.

Y ella se me fue de Casa… fue entonces cuando me pareció que iba a llorar.

Me dio lastima y le pregunté -¿Por qué se fue?

-Por que yo gano poco y aparte de eso me tome unas cervezas con unos amigos el

Sábado pasado y entonces hizo todo un alboroto.

-Deberías pensar primero en tu familia.

-¿Usted cree que no lo hago? – al decir esto acercó tanto la cara a la mía que casi

Sentí que iba a besarme, por lo que me aparte rápidamente y me levante en dirección

A la fuente, sintiendo otra vez detrás de mí esa mirada lujuriosa sobre mi cuerpo.

En eso llego un viento muy frío que atravesó el parque.

  • Don Miguel -Va a llover creo- entonces le dije que charlábamos en otra parte

  • Si vámonos muñequita preciosa.

El hombre entonces lanzó una exclamación de sorpresa y después lanzo unas maldición diciéndome que no traía su billetera y que de seguro la había dejado en casa, a decir verdad estaba medio triste por él… me daba lastima… pero que tonta fui.

Unas gotas de lluvia empezaron a caer poco a poco, todo parecía como un juego del destino.

Miguel empezó a correr dejándome sola y se acercó a un taxista haciéndome señas para que yo me apresurara… Yo no quería subir, pero empezaba a llover fuerte, él me empujo y tuve que hacerlo, el taxi arrancó y se disculpó diciéndome:

-Vane ¡Perdóneme! pero si no agarramos este taxi después no podemos parar ninguno, no ve que la gente se desespera y vamos a terminar todos mojados

  • Si esta bien ¿pero a donde vamos?- pregunté.

  • A mi casa- Dijo Miguel.

-Un momento yo no tengo por que ir a su casa.

-Cálmese Vanesa no sea escandalosa, no ve que no tengo plata, a donde vamos a ir

-Señor hágame el favor y se detiene -¡yo me bajo aquí!- le dije al taxista muy irritada.

-Señor me escucha-

-Escúcheme – le dije lanzándome hacia delante y tocándole el hombro, pero aquello fue como hablar con una piedra…tenía unos audífonos puestos y a pesar de que entendía perfectamente que yo quería bajarme solo me volvió a ver, pero no dijo nada.

-Que me baje idiota - le grité.

Entonces fue cuando sentí que me agarraban por la cadera y me tiraban fuertemente contra el asiento mientras Miguel me apuntaba a la cara con un arma diciéndome - te quedas quieta maldita zorra . . ."

al ver la mirada del taxista lo entendí todo, de antemano Miguel estaba de acuerdo con el tipo y si había corrido a través del parque no era para detener el vehiculo y evitar que nos mojáramos como me había dicho, sino para decirle que todo estaba listo, además lo de la billetera que había olvidado en casa era solo un pretexto que había inventado aquel cerdo, la lluvia era cosa del destino pero le quedo de maravilla, pues así fue más fácil obligarme a subir al vehiculo.

¿Qué le pasa?... suélteme… le grité mientras me agarraba con fuerza del brazo

  • ¡Quédate quieta!- Me decía apuntándome con el arma

Me agarró más fuerte abrazándome contra él y dijo: hoy vas a quedarte conmigo mi amor y será mejor que no hagas ninguna estupidez.

Acercó su boca a la mía, yo traté de quitarme pero agarrando mi cara me beso en los labios y me dijo:

-¿Por que no empezamos a conocernos mi amor? - …. ¿No quieres hablar?, me agarró entonces por el cuello y me tiró salvajemente contra el asiento del taxi, al hacerlo el imbécil me golpeó la cabeza contra la manija de la puerta, yo grité de dolor pero no le importó, después me enderecé de nuevo y traté de defenderme clavándole mis uñas, pero me sacudió otra vez con violencia y me acostó sobre el asiento desabrochando mi blusa de un tirón, mis pechos entonces quedaron semidesnudos, él miró mi cuerpo lujuriosamente diciendo:

¡Eres muy linda mi amor!-¡sabes me ponen como loco los encajes!

Yo estaba tan asustada que no podía moverme, mi respiración era agitada y entonces puso la mano en medio de mis pechos para acariciarlos, yo trate de quitarle la mano, pero se molesto mucho por eso. Entonces escuché un gruñido muy bajo, el carro se detuvo de golpe y con la respiración acelerada el taxista se volvió y le gritó a Miguel ¡No hagas eso idiota, ¿quieres que te vean …? ¡Contrólate! además mira que buenos melones tiene esta vieja, ya me puso cachondo y no puedo manejar así.

Yo le grité que me dejara y nuevamente trate de zafarme de esos enfermos sexuales pero Miguel era muy fuerte y me sujetó otra vez me dio una bofetada en la cara y dijo. . Parece que no entendiste zorra…no intentes hacer ninguna tontería porque te mato… ¿entiendes?

Yo asentí con la cabeza, miré las ventanas del taxi que estaban empañadas por la lluvia y a pesar de que pasaban carros junto a él, no se distinguía nada de un vehiculo a otro, estaba perdida

  • El viejo se volvió al taxista y le dijo: ¡Sigue conduciendo imbécil!

  • Mientras me pagues no me interesa lo que hagas – le contestó el taxista furioso, entonces el carro empezó a andar de nuevo.

Mientras acostada sobre el asiento lloraba muy bajito, el viejo acercó su cara y lo sentí respirar sobre mi cara, me daba asco, luego metió la mano entre mis piernas y me dijo al oido…¡¡Que rico lo tienes!! ¡Me lo voy a comer todo!

-No me haga daño por favor.

Me quedé quieta paralizada de miedo.

Llegamos a la entrada de un calle y el viejo agarrando mi brazo dijo… ¡aquí nos quedamos negrita!

Comencé a llorar suplicándole al taxista – ayúdeme por favor…no quiero… lléveme de aquí... no quiero bajar…entonces saque fuerzas de donde pude y comencé a arañar a ese viejo desgraciado –déjenme – le gritaba…pero Miguel finalmente logro dominarme de una bofetada y me sacó a rastras del taxi.

Mientras me sujetaba fuertemente por el brazo sacó rápidamente dinero de su chaqueta y se lo dio al taxista, después me arrebato la cartera… y le dijo ¡esto también! … si ella trae dinero es suyo por el favorcito.

-No pude protestar, solo sentía rabia y lloraba en silencio, el infeliz chofer agarró mi bolso y solo dijo… ¡gracias muñeca por el regalito! – luego arrancó y se marchó rápidamente.

Pude distinguir que aquello era un barrio Marginal, no sabía el nombre, pero lo noté por el aspecto de abandono en que estaba, las calles estaban desiertas y todavía caía algo de lluvia, un lugar horrible por todo lado que se mirara, inclusive algunas bombillas del alumbrado publico estaban quebradas y las calles lucían medio oscuras.

El maldito me hizo volver a la realidad cuando acercó su cara a la mía y me dijo

-Vamos a pasarla bien rico… ya veras. . .

Yo le quise dar un golpe en el rostro, pero el me sujetó por la muñeca y Gritó: ¡camina! … ¡No llores!... solo quiero que camines tranquila a la par mía.

Mientras caminábamos yo le decía que se tranquilizara, que iba a cooperar con él, pero que no me lastimara, llegamos a un portón de madera casi podrido, inmediatamente atravesamos un zaguán donde se veían puertas a ambos lados, era como una especie de lugar donde la gente vivía como apilada en cuartos pequeños, las paredes forradas con latas viejas y de esas habitaciones salía un olor raro, un olor que se sentía en el aire, era como mezcla de orines y sudor, esto me causo más asco todavía, parecía un refugio de drogadictos, al final del corredor había una especie de cuartucho de madera muy viejo, un poco aislado de los demás, con un patio amplio y solo alumbrado por el brillo de la luna.

Enseguida me dio unas llaves y de forma agresiva me dijo:

¡Abre la puerta zorra! Todo el corredor estaba oscuro y apenas se distinguían las cosas, le dije muy nerviosa que no sabia cual era la llave, pero empujándome para que me acercara más a la puerta me dijo al oído suavemente:

¡De eso se trata… de que la busques mi amor!- fue entonces cuando se pegó a mi espalda, me paso la lengua por detrás de la oreja y empezó a pasar su mano a través de mi trasero, para sentir la forma de mis nalgas.

Me volví rápidamente y grité -¡No me toque desgraciado! estaba llena de rabia, quería protestar ante aquél maldito cerdo, pero m obligó a darme vuelta de nuevo y solo dijo:

-¡Mueve el Culo mamacita!

-¿Qué?

-¡Que muevas el Culo Zorra… quiero acariciarlo.

Las llaves se me cayeron y yo le grité que me soltara

Lleno de cólera me gritó -Recoge esas malditas llaves… ¿Que esperas?- yo me quedé paralizada, pero entonces me agarró del pelo y gritó ¿No oyes?… ¡Que las recojas te ordeno! - y cuando me agache para tantear el suelo en busca de las llaves, el también se agachó rodeándome con los brazos, apuntándome en el abdomen con el arma, Traté de levantarme para evitar el manoseo asqueroso pero me obligo a quedarme arrodillada en esa posición, lo sentí respirar agitadamente sobre mi cuello y me dijo: ¡quédate así!….¡no te muevas! … eso es perrita… quédate quieta… no sabes que llevo como un mes jalándomela al pensar en ti.

No me moví… cerré los ojos y lo dejé palparme el cuerpo a su gusto mientras apretaba mis dientes duro.

Cuando se cansó de acariciarme nos levantamos y me dijo:

-Esta es la llave… ahora abre la puerta Zorra –

le obedecí temblando y entramos en aquella casa oscura, él cerró la puerta rápidamente sin dejar de apuntarme con el arma, se sentía poderoso, se sentía dueño de mí, no tenía escapatoria y me quede quieta solamente esperando lo que ya sabía que me iba a pasar, trate de mirar a otro lado para esquivar esa mirada lujuriosa, todo estaba tan oscuro en ese maldito lugar.

-¡Ahora se obediente y haz todo lo que te diga para no golpearte!

Yo trague saliva y seguí diciéndole:

-¡esta bien...pero tranquilícese!

Yo estaba totalmente desamparada en aquel lugar tan horrible.

Mi amor ahora te vas a quitar los zapatos y te vas a desvestir poco a poco lo entiendes. . Quiero verte totalmente desnuda. – ¿vas a hacerlo…? …¿Verdad…?

Yo no reaccioné, pero me dio una bofetada y me gritó: ¡Muévete!

Luego se sentó sobre un viejo camastro para observarme

Obedecí de inmediato, me desvestí temblorosa, me quedé en ropa interior delante de él, entonces soltó el arma y se acercó a mí, me dio vuelta contra la pared y empezó a recorrer mi trasero con su mano, metió la mano entre mis bragas y acarició mi sexo, mientras que con la otra frotaba unos de mis pechos, yo me retorcí asqueada para tratar de quitar su mano de allí, entonces sentí su pene muy erecto sobre mi trasero, luego jadeando me dijo ¡que pelero tienes mi amor! ¿Nunca te lo depilas?

Muy excitado me hizo dar vuelta de nuevo, para obligarme a mirar su pene, terminó de bajarse el calzoncillo y allí estaba yo mirándolo entre el asco y la vergüenza, le complacía que yo mirara su miembro erecto y velludo.

Luego me agarró del pelo y me obligó a ponerme de rodillas… lo cual lo puso muy caliente

-Chupame las bolas - me dijo

  • ¿Qué…?

-Que me chupes las pelotas… ¿no entiendes?...

Nunca lo había hecho, pero con un arma en la cabeza no hay tiempo para pensar

Le empecé a lamer los testículos y lo escuche gemir, luego él agarró su pene y lo puso en mi boca, pero al hacerlo casi me hace vomitar, su miembro olía asqueroso y no tuve opción de chuparlo varias veces, el me sostenía la cabeza empujándola para adelante y atrás para obligarme a seguir el ritmo y de forma humillante yo tuve que recorrerlo con mi lengua de arriba abajo.

Una vez que se corrió sobre mi boca, me hizo levantarme y siempre sujetándome por el pelo me tiró sobre el camastro y me obligó colocarme de cuatro patas con mi trasero apuntando hacia él.

Cerré los ojos como suplicando – lo sentí tratando de separar mis nalgas con la ayuda de sus dedos, acomodó su polla hacia mi ano y la empezó a restregar despacio, sentí como subía y bajaba como si estuviera tratando de buscar por donde meterla., al sentir la estrechez de mi trasero me dio una tremenda nalgada y me dijo:

- ¿¡Nunca te la han metido por el culo verdad?.... ¡Contesta Zorra!

-Nunca he tenido relaciones… me esta lastimando…déjeme animal.

Traté de quitarme, pero todo inútil, empezó a frotar mi sexo con una de sus manos, después acomodó otra vez su verga sobre mi trasero diciéndome:

-Solo quiero meter la cabecita… esta bien… solo la cabecita y cuando lo haga ya te dejo tranquila… ¿esta bien mi amor?... respóndeme... esta bien… me dejas hacerlo

Aunque no lo quería le dije que sí… que lo hiciera… ya no tenía sentido seguir luchando, en mi mente solo quería que acabara todo aquello rápido, pero a causa de esos manoseos mi cuerpo empezó a traicionarme, y sin quererlo gemía muy quedito, entonces me dijo:

-¡Eres una puta sabes!... ya estas caliente verdad… me gustas tanto…además no sé porque estoy pidiéndote permiso para romperte el culo,

Apreté mis dientes y la sentí entrar en mi ano, la sacó y la volvió a meter con fuerza, yo le decía que me soltara, sentía que me despedazaba el trasero brutalmente.

-¡Suelteme!... -¡¡No… saquelo viejo asqueroso… basta…me duele mucho, me duele, ¡ayyyyyyy!

Pero el apretaba su miembro contra mi trasero, lo cual me hizo pegar un grito terrible de dolor que él reprimió tapándome la boca con una camiseta vieja

-¡Uhmmmm!.... ¡Uhmmmmm!… ¡Uhmmmmmmmmmm!.... solo recuerdo que desesperada gemía de esa manera porque aquella camiseta no me dejaba hablar,

Ambos respirábamos agitadamente, yo estaba húmeda, mi cuerpo se estimuló, a él lo escuchaba gruñir como un cerdo y gozaba sujetando mi cabello y jalándome la cabeza hacía atrás, para decirme cosas vulgares en su excitación…. -Coges muy rico mi amor- ¿Dime quien te rompe el culo?.… ¿Dime como me llamo?... vamos habla… ¿Dime como me llamo?.... dímelo mi amor…. Fue entonces me quitó aquél mugroso trapo que sujetaba sobre mi boca….

-Basta, por favor, suélteme... ¡ayyyyyyy! Me duele mucho, recibí entonces otra nalgada de aquel maldito viejo

-¿Dime como me llamo? ¿Quien te rompe el culo?...

  • ¡Que hables te digo!

El cerdo quería escuchar su nombre en mis labios, No pude más…sentí un gran calor interno y contra mi voluntad estaba a punto de tener mi primer orgasmo, entonces grité excitada

  • Usted…usted ¡ayyyyyyy!... por favor déjeme, me duele mucho… suélteme por favor.

-¿Dime como me llamo?....

-Miguel…Miguel… por favor déjeme

De repente se corrió sobre mi ano y yo también caí rendida respirando agitadamente mientras un temblor extraño me recorría el cuerpo, lo sentí apoyarse jadeando sobre mí diciéndome:

-Que rico dejarte preñada zorra, me gustaría que siempre te acuerdes de mí!

Me volví llorando y llena de odio para verlo y lo mire caer sobre la cama jalándose su cosa y bufando excitado, acostado sobre la pared como para recuperarse, mientras me miraba lujuriosamente.

Yo lloraba bajito, me dolía mi cuerpo y lo odiaba por lo que me hizo, por haberme humillado así, pero también me odiaba a mi misma por dejarme vencer, por disfrutarlo, hoy los psicólogos me dicen que no era mi culpa, que el cuerpo de la mujer obviamente responde de acuerdo a los estímulos sexuales que le den, pero ese recuerdo me atormenta, me da rabia, siento furia por haber sido sometida completamente sin poder hacer nada, seguro que en su vida aquél cerdo infeliz debió tener a una mujer como yo,

Si por lo menos lo hubiera hecho con Edgar que era tan lindo, pero la realidad por caprichosa, por tonta había tenido mi primera experiencia sexual con ese viejo horrible, me produce asco recordarlo, es algo que yo nunca olvidaré.

Luego se levantó nuevamente y me agarró del brazo y me obligó a sentarme en la cama, yo me quedé muy quieta frente a él, sin ganas de luchar, estaba moralmente destrozada, y lo miré fijamente, comenzó a recorrer mi cuerpo con mis manos , luego me empezó a frotarme los pechos y a masajearme los pezones pellizcándolos con las manos, lo hacia muy despacito, hasta que se me pusieron erectos, yo bajé la cabeza y cerré los ojos avergonzada por lo que sentía, aunque sentía placer lo reprimía, luego sujetó su cabeza y sentí su cara junto a la mía, se colocó cerca de mi nariz como para aspirar mi aire y me dio un beso metiendo su lengua en mi boca, me sujetaba con fuerza y como guiada por instinto yo también lo hice, me produjo asco besarlo pero no había opción, aquello no tardo en convertirse en un roce entre nuestras lenguas, en un intercambio de saliva constante.

Nos acostamos sobre aquella cama hedionda a sudor, el acarició mi sexo y yo abrí las piernas, y lo dejé meter su cara entre mis piernas…. Estaba muy excitada y empezó a recorrer mi sexo con su lengua y me mordía despacio como queriendo devorarlo, -Eres una putita…mi amor…- levanté la cabeza para vez lo que estaba haciéndome y lo vi colocar sus dedos sobre mi sexo y separar mis labios vaginales metiendo su lengua entre ellos y chupando en los alrededores, aquello era el cielo… era tan rico…cerré los ojos y me relajé abriendo más las piernas, nunca había sentido tan delicioso, no me dí cuenta pero de repente lo agarré por los cabellos y empecé a jalárselos muy duro y por instinto grité… no…no por favor … me voy a venir.. uhmmmmmm….que rico… ayyyyyy… que rico.

Estuve recorriendo ávidamente su espalda con mis manos y me retorcía de placer, hasta que lanzando un enorme grito de placer me vine de nuevo mientras miraba hacía el techo de aquel cuartucho y entonces crucé mis piernas sobre su espalda, mientras el seguía lamiéndome, estaba dominada por una fuerza extraña que me obligaba a seguir las órdenes de él.

-¡Ves como te gustó!….Zorra de Mierda…. Y sin decir más me levantó las piernas y acomodó su verga en dirección a mi sexo…no tuvo compasión y me penetro de golpe embistiéndome salvajemente.

-¡ayyyyyyy!... déjeme, me duele mucho…Va a matarme…suélteme animal…suélteme

Entonces lo sentí entrar otra vez y bombear con fuerza… mis lágrimas salían y pude ver la sabana ensangrentada…. Ya no tenía nada que guardar para el matrimonio…mi pureza había terminado… aquel viejo siguió entrado y saliendo mientras me repetía excitado

-toma mi amor …toma … siéntela toda…¿ te gusta verdad..? Sigue gimiendo…eres una negrita muy linda… vamos… y de repente bufando muy excitado sentí que su pene se quedó quedito dentro de mí , fue entonces cuando lo sentí descargarse sobre mi vagina, estaba bombeando con fuerza… traté de quitarme y le grite:

-Quítese… Quítese… Vea lo que esta haciendo animal…y me traté de levantar pero me sus piernas se quedaron como tenazas inmovilizando las mías y no pude levantarme, aparte que de que la excitación que yo misma sentía me paralizó, ambos jadeábamos después de aquello como recuperándonos, sentía su semen chorrear dentro de mí, el viejo acarició mi pelo ondulado y acercó su cara a la mía diciendo.

  • Ya te viniste putita,- ¿sentiste muy rico verdad?...no vas a moverte… ¿entiendes…? ves lo que te ganaste por excitarme tanto…ya me tuve que correr dentro de ti… es que tienes muy buena mamacita, me traes como loco desde el día en que te vi en la tienda moviendo ese trasero tan paradito, me excitó tanto ver como se te repintaban las braguitas debajo del pantalón… y para ponerme más caliente todavía andabas con la blusa desabrochada, mi amor llegué a la casa a jalármela ese día y en esas semanas me cogía a mi mujer imaginando que eras tú y le daba muy duro por detrás imaginando que eras tu la que gemía, hubiera querido casarme con una jovencita como tú en lugar de haberme casado con ella, que rico me la pasaría cogiendo a cualquier hora,

Le dí una bofetada y le grité:

-¡Es un desgraciado! Jamás me quedaría con usted, es un animal asqueroso

Entonces traté de quitarme, pero me agarro los brazos y me obligó a acostarme de nuevo, acariciando mis pechos, yo entonces me quedé muy quietecita, tratando de reprimir lo que sentía nuevamente, después de unos momentos levantó la cabeza de nuevo y me siguió atormentando con sus palabras asquerosas:

-Estas tan buena mi amor… Si te quedaras ahora conmigo lo haríamos en cualquier parte, en la sala, en la cocina, en el baño, yo no me cansaría de escucharte gemir…mi amor.

-Luego se rió fuertemente y yo lo miré de nuevo con odio y repugnancia, aquello cambió la expresión de su cara y dijo con violencia:

-Ahora me vas a cabalgar ¿entendiste muñeca…?

Me quise negar, pero me tomo de la cintura y agarrando mis nalgas me obligó a subir encima sobre él , después quiso subirme sobre su pene, yo traté de quitarme, pero me dio otra bofetada y me gritó que obedeciera y aunque nunca lo había hecho, yo entendí lo que quería y empecé a cooperar con él, me sujetó las caderas para que se levantara y me sentara mientras su pene entraba y salía continuamente de mi sexo, estaba recostado al respaldar del camastro sobre una almohada, arrimó mis pechos a su cara y con sus manos apretó mi espalda y bajo hasta mi trasero, sujetándome desde allí para que bajara y subiera mas rápido, yo solo acaté a agarrarme con ambas manos del respaldar de el camastro mientras restregaba mis pechos sobre su cara, así me estuve sacudiendo llena de excitación, mi pelo ondulado también su sacudía cayendo sobre la cabeza del tipo que respiraba agitadamente sobre mis senos, hasta que él se descargo nuevamente dentro de mí… fue un orgasmo delicioso, no puedo negarlo, ambos sudamos mucho y nos quedamos así un rato para recuperarnos

Pasado un rato de silencio en que solo se oía una respiración agitada, él me hizo cambiar de posición y colocó nuevamente mi trasero en dirección a su cara… nuevamente le obedecí aunque no sabía que quería hacerme esta vez aquel viejo enfermo

Finalmente besó varias veces mi trasero diciéndome de forma vulgar que era precioso, después me lo estuvo acariciando durante un rato, estimulándome de nuevo hasta que ambos ya fatigados nos quedamos dormidos.

Cuando desperté unas horas después el seguía dormido… me levanté silenciosamente y retiré cuidadosamente la mano de el que estaba colocada sobre mis pechos, logré salir de la cama y me vestí en silencio, temerosa de que despertara, abrí la puerta y escapé a través del pasillo corriendo a través de aquellos cuartuchos hediondos a orines, estaba muy nerviosa, yo solo quería escapar, me encontré con unos viejos asquerosos recostados a la entrada, cerca del portón de madera, pero estaban tan drogados que no me dijeron nada.

No me detuve y corrí más rápido por esas calles sucias y salí a un callejón lleno de lotes baldíos donde había un viejo local abandonado con las paredes llenas de grafitis raros y dibujos obscenos, estaba desorientada, no sabía para donde agarrar, desesperada salí a una calle y pude paré un taxi, subí llorando le pedí ayuda y él me sacó de allí al centro de Lima, fui víctima de un ataque de nervios y mi mente se bloqueó totalmente, mi tía estuvo apoyándome en ese difícil momento y se alegró de que estuviera viva, al atardecer de ese día, pusimos la denuncia a la policía, denuncia que no sirvió de nada pues en mi carrera desesperada el taxista me había encontrado a mucha distancia de donde había sido violada y no pude fui capaz de ubicar el lugar donde había pasado todo, la respuesta de los policías era simple.. Es un barrio marginal, la gente vive en cuartuchos, hay muchos lugares como los descritos por usted señorita… es casi imposible ubicar el lugar donde fue agredida sexualmente, necesitamos más detalles… un edificio, un local… ¿No recuerda usted nada…?... cualquier cosa puede ayudarnos.

Hasta el día de hoy no he podido ubicarme, no logró recordar nada más que mi carrera para escapar de allí y creo todavía más difícil poder recordar ahora, que han pasado más de un año y medio, Ni siquiera pude ver en la oscuridad la placa del vehiculo en el que fui secuestrada .

Hoy tengo un bebé de 10 meses, que a pesar de que lo quiero mucho, me recuerda este traumático momento, algún día tendré que explicarle por que no tiene padre, pero mientras va creciendo me da la sensación de que dentro de algunos años se parecerá mucho a mi agresor.

Esta es mi experiencia personal espero que a través de este relato no caiga ninguna chica más en esta trampa tan terrible, no lo hago con el afán de entretener a nadie, solo quiero que sepan que ese viejo desgraciado sigue por allí suelto y quizás vuelva a hacerle lo mismo a otra chica pronto.