Violada Por Seis 03 (Final)
Las ultimas sesiones con los violadores que aun faltaban...
Violada por seis 03
Esteban se puso en pie y aprovecho la debilidad de Alin para tomarla de un brazo y arrastrarla por el suelo hasta otra de las habitaciones, la cual era un cuarto para ver televisión. Tenía una pantalla de plasma colgando de una de las paredes, un sistema de Audio enorme, y una videoteca para el disfrute del que quisiera hacer uso de él.
Esteban tomo una película titulada "Fantasías de un Voyerista", la puso en el sistema de video y lo dejo sin audio, mientras Alin estaba en una esquina, asustada, esperando el siguiente movimiento de su captor. El muchacho se levanto y observo a su presa desnuda, con la cara golpeada, las marcas de látigos en su espalda y nalgas, y por un momento sintió hasta pena, pero luego se reprocho la debilidad que había sentido, y tomo a Alin, la levanto y la acostó con el torso de frente en un sillón de la habitación. Empezó a tocarle el sexo: con la mano extendida, pasaba los cinco dedos de su mano sobre los labios de la joven, rozando con el dedo del medio en la entrada de la vagina, tocando bruscamente el clítoris, adolorido aun por el trato que le había dado Felipe. Su miembro, ya listo para penetrarla, no se hizo esperar y se introdujo en ella sin compasión. La tomo de manera salvaje, sin importarle lo seca que ella estaba; no le importaba sentir el roce fuerte de sus paredes secas rodear su miembro, esto le fascinaba y lo ponía a mil. Sentía que estaba violando a una mujer y esta no oponía resistencia, se dejaba hacer, exhausta y temerosa de lo que podría pasarle si se negaba a satisfacer los deseos de su violador. Este, aprovechando la posición, tomaba las tetas de Alin y las apretaba con fuerza, como queriendo hacerse de ellas y separarlas de su cuerpo, provocandole un intenso dolor a la pobre chica. Estaba sumamente excitado y sabia que pronto terminaría, así que salió, detuvo el mete y saca, y se coloco frente a la cara de Alin, ordenandole que le chupara el miembro. Con ojos de susto, Alin tomo la verga que le ofrecían y con una mano la llevo a su boca. Recostada, como estaba, sentía el miembro de Esteban llegarle hasta la campanilla, y cuando sintió un liquido que le bajada directamente por la garganta, supo que el muchacho se estaba eyaculando en su interior. El sabor del semen que no entraba directamente a su estomago y se escapaba hacia fuera de su boca era fuerte y le provocaba arcadas, pero Esteban no sacaba su miembro de esa boca caliente con la que se había masturbado.
Exhausto ya, Esteban ordeno a Alin que saliera de la habitación mientras él seguía observando la película. Con un enorme esfuerzo, la chica pudo caminar; ya habían abusado de ella muchas veces y el cuerpo le dolía, estaba exhausta y demasiado asustada. Su sorpresa llego al abrir la puerta. La esperaba Mario con su miembro en la mano, excitado de lo que acaba de presenciar y diciéndole con una mueca en la boca:
- Ahora princesa es mi turno.
Mario estaba listo ya para usar a la hembra frente a el, Alin, quien estaba mas que resignada a su suerte. Mario la condujo a la habitación principal de la casa, un cuarto enorme con una cama amplia, bastante acogedora. Entraron y Mario arrojo a Alin a la cama, como una cosa que se arroja al llegar despues de un agotador dia de trabajo, sin consideración, y riendo al ver las heridas que le habían hecho sus compañeros. Pensaba en lo mucho que la habían gozado, esta era su oportunidad y no la iba a desperdiciar. Al arrojarla a la cama sintió que era el dueño de ella y que podía poseerla de la manera que quisiese; pensó en las posibilidades y las posiciones para hacerle. Sabia que el convenio era que cada uno la podría tener una vez, para disfrutarla y gozarla, asi que se decidió por lo que mas le excitaba y saco una correa como la que se le ponen a los perros, con un collar color rosa. Lo coloco en el cuello de Alin y la paseo por todo el cuarto, ella a cuatro patas, como una perra entrenada, solo dejandose hacer. Sabía que si oponía resistencia le iría peor.
Mario veía las marcas de Alin en su espalda y sus nalgas, su rostro denotaba que la habían abofeteado, y esto le excitaba aun mas, asi que volviendose a la perra que paseaba, le indico que se encargara de su miembro, erecto desde el primer momento que la vio. Ella, con más miedo que ganas, empezo a chuparlo. Estaba a cuatro patas, con la cadera levantada, y el miembro de Mario entrando y salíendo de su boca: era un imagen digna de una película porno. Ella mamando; Mario sosteniendo la correa para que no se le olvidara quien era su dueño. Alin estuvo mamando por un
lapso de 15 minutos cuando Mario la detuvo la dejo en el piso a cuatro patas y él se metió entre ellas para obligarle a hacer un 69. Eran dos cuerpos que se chupaban y se lamian, el coño de Alin, aun cansado de lo que la habían hecho pasar, estaba mojado y abierto. Mario pasaba la lengua entre sus labios y saboreaba el jugo que salía de Alin, tenía un sabor espectacular el cual para Mario era un manjar, y el cual bebía emocionado. Lo quería solo para el y estando en esa posición Alin mamaba como perra en celo. Estaba excitada y su comportamiento lo indicaba; quería ser cogida, quería ser violada de nuevo y sabia que en cualquier momento el miembro que mamaba entraría en su coño, caliente y palpitante.
Mario siguió lamiéndola como loco, se le olvido todo y se entrego al placer que le estaba
proporcionando la chica con esa boca, caliente y golosa que engullía el miembro que se le ofrecía, parado y palpitante. Fue tanto el ahinco que mostraba Alin, que Mario no resistió y acabo en su boca, lamentándose, sabiendo que el acuerdo era que una vez que te riegas devuelves a la presa para que otro la disfrute.
Tomo a Alin del cabello halándoselo fuertemente entre enojo y repulsión, al saber que lo había hecho llegar pero que no había podido penetrarla tal como él quería. Abrió la puerta y la condujo de nuevo salón. Ahí la estaba esperando Ricardo y Carlo.
Mario: Ahí les dejo a esta puta. Al parecer le está empezando a gustar ser cogida a la fuerza
Carlo: Déjenmela que esta perra va a saber lo que es bueno.
Ricardo: Quieto Carlo; recuerda que es mi turno y a ti le la dejamos para el final no vaya a ser que se te pase de nuevo la mano y la tengamos que tirar a un rio como a la ultima perra que trajimos.
Carlo: bah! bola de maricas, cógetela tu Ricardo y no la maltrates porque conmigo va a saber lo que es una violación.
Alin solo pudo suspirar y sentir como la tomaban esta vez de un tobillo y la llevaban arrastrandola a otra habitación, como si fuera una bolsa de la cual te quieres deshacer, la bolsa de la basura. Sabía que ya había sido usada por sus demás compañeros, que estaría cansada, y a lo mejor iba a costar que se mojara para penetrarla. Tuvo una idea y una vez en la habitación empezó a llevarla a cabo; ato a Alin que a duras penas se sostenía, en una silla, con las manos en el respaldo, sentada de frente, las piernas abiertas ofreciendo el panorama de su depilado coño, al que quisiera apreciarlo. Ricardo saco de una gaveta de la cómoda de la habitación un set de bolas chinas, una serie de pelotas de diferentes tamaños unidos por un hilo; los acerco a Alin y fue introduciendo una a una las pelotas en su coño, viendo como ella se mordía los labios cada vez que era introducida una de las pelotas no sin dificultades, ya que a pesar del trato recibido, la chica seguia muy estrecha. Ricardo se separo y la dejo sentada con las pelotas dentro, viendo el espectáculo y disfrutando como ella se retorcía en la silla, hacíendose para adelante y para atrás como queriendo botar las pelotas de su interior, pero la posición no se lo permitía. Ricardo, viendo como estaba, saco un consolador con vibrador, lo acerco a su clítoris y lo activo a su máxima potencia. Entonces Alin comenzo a retorcerse aun mas, lo maximo que le permitia sus ataduras, lastimandose las manos y tobillos. Su cara estaba completamente roja, su respiración agitada y sus pezones duros, los cuales Ricardo devoro entusiasmado. Se dio cuenta que Alin estaba por llegar cuando su respiración se agito aun mas. Quería rozar lo que le brindaba tanto placer.
Ricardo, al ver que se llegaba, acerco más el consolador y espero a que terminara de correrse, sabía que al hacerlo sería más fácil penetrarla, y así fue. Al llegarse Alin, la soltó de las amarras. Esta, cansada, cayó al piso, respirando agitadamente. Ricardo la volvió de frente, saco las bolas chinas de su interior, sin ningun cuidado, de un solo jalon, lo que provoco un gran malestar en ella. El chico las fue chupando una a una, excitando aun mas al saborear los jugos de Alin. Se volvio a ella, casi inconsciente, le separo las piernas y ahí, tirada en el piso, la penetro. La pobre chica arqueaba la espalda; le gustaba sentirse poseída de nuevo. Ricardo acelero las embestidas y ella con las piernas rodeaba la cintura del muchacho atrayéndola hacia si, para sentir como la llenaba mas profundamente. Ricardo acelero aun mas, salvajemente y sin consideraciones, sin importarle verla casi perder el sentido. El solo queria disfrutarla, y si ella caia inconsciente, quizas seria mejor, de esa manera evitaria lo que le venia con Carlo, el impredecible Carlo. Siguio su mete y saca, mete y saca, hasta que termino dentro de ella, sin importarle nada, solo quería satisfacer sus deseos y dejar su marca en Alin.
Se tumbo a su lado respirando agitadamente después de la corrida. Su respiración empezó a normalizarse, se puso en pie y dejo a Alin en el suelo, camino hacia la puerta, la abrió y con un grito exclamo:
Carlo es toda tuya.
Carlo se puso de pie y se dirigió al cuarto donde se encontraba Alin. La vio tirada en el piso, cansada de haber tenido que cumplir los deseos de los hombres que habían abusado de ella. Entonces comenzo a reir.
Carlo: ja ja ja so puta, mira que has comido vergas hoy pero te falta la mía.
Carlo se inclino donde estaba ella acostada y sin miramientos ni preámbulos, le metió la verga en la boca, hasta el fondo. A Alin le bajaban lagrimas de los ojos de lo violento y lo profundo que el miembro había llegado. Carlo la tomo de la cabeza y el indicaba el ritmo en que quería que ella le mamara, el ritmo era rápido sin miramientos ni contemplaciones, se la sacaba de la boca y se la volvía a introducir sin importarle nada, hasta el fondo de la garganta. Lo único que importaba era el placer que podía sentir él. Le estaba violando la boca. La levantaba con su enorme fuerza; Alin era ya un bulto nada mas, no tenía fuerza para resistirse y sus piernas ya no la sostenían. Carlo entonces le dio la vuelta, la inclino un poco y la penetro salvajemente. La metía con una furia animal. El era más alto que ella por mucho, asi que despues de un rato de estarla aplastando en cada embestida contra el suelo, la tomo de las muñecas y la levanto de ellas, bajandola lentamente sobre su pene, hasta penetrarla nuevamente. Comenzo a subir y bajar el cuerpo de la muchacha sosteniendola de las muñecas, penetrandola, violandola de esta manera.
Carlo disfruto del coño de Alin; lo penetraba con deseo, con furia, como si ella fuera la culpable de algo. Las lagrimas salían de sus ojos y Carlo, al tenerla penetrada, se reía. La soltó y la lanzo al suelo, quedando ella tirada con el trasero levantado, ahora si practicamente inconsciente. Carlo no se hizo de rogar; acerco su miembro al ano de Alin, que dentro de su inconsciencia, se movio un poco, señal de que queria evitar aquello, pero la fuerza de Carlo, aunado a la debilidad de ella, no pudieron hacer mucho. Carlo empezó a penetrarla por el ano, y al oponer cierta resistencia Alin, el chico se reía como si estuviera mal de la cabeza, y empujaba mas fuerte. Las casi nulas defensas de Alin cedieron y Carlo pudo introducir por completo su miembro en ella, quien solo lloraba. Carlo se regocijaba de lo que había hecho. Fue tanta la fuerza que desgarro un poco a Alin, rompiendola. Carlo la siguió penetrando, mientras se alternaba entre jalar del cabello a Alin, darle fuertes y dolorosas nalgadas que ardian en ella por las marcas del latigo recibido anteriormente, metiendole los dedos en la boca para atraerla mas hacia si, apretando los senos y pellizcando duramente los pezones, y tirando de la correa de perro que ella aun llevaba, asfixiandola ligeramente.
- Trata de soportar puta, porque me da igual si te desmayas de todas formas te lo hare hasta que me harte. Tu cuerpo es mio sin importar que pase y no soy de los que tratan bien sus cosas. Hasta un collar te pusieron, te trataron como perra, te azotaron, te humillaron, quizas hasta te preñaron. Si entiendes bien tu lugar, no? Tu vagina no deberia estar vacia nunca. Deberias tener prohibido cerrar las piernas. Necesitas alguien que te ande exhibiendo por la calle para que todos te vean, es un crimen que te permitan usar ropa con ese cuerpo.
Las potentes embestidas de Carlo no cesaron hasta que se corrió dentro de ella. Se reía como un desquiciado y al sacar su miembro del ano de Alin, salían gotas de abundante semen. Carlo llamo a todos, para que pudieran observar el agujero enorme que era ahora su ano, y
como resumía leche de él. Todos reían, mientras ponian de cuclillas a Alin, y se masturban frente a ella, hasta acabar llenándola de nuevo completamente de leche el cuerpo.
Despues del gran bukkake final, aun con la cara completamente llena de semen, sin permitirle asearse, y aun mas, sin permitirle descansar, la enrollaron con una colcha, la subieron al auto, mientras la amenazaban con irle peor si denunciaba o contaba a alguien los hechos, y prodigandole mil insultos de los que ella no era merecedora de manera voluntaria, la transportaron en auto hasta un paraje desolado, donde la arrojaron con la colcha al camino desde el auto aun en leve movimiento. Alin, aun temerosa, no se atrevio a moverse por un buen rato, aunado al extremos cansancio que sentia. El frio intenso ya ni siquiera la importaba, solo queria descansar y olvidar... si... olvidar todo aquello no seria facil...