Violada por mi suegro (2)
No satisfecho, don Esteban decide invitar a unos amigos para continuar las torturas de el dia anterior.
Violada por mi suegro 2.
Hay me encontraba, en ese oscuro lugar llorando sin ser escuchada, sin que nadie corriera en mi auxilio, temerosa de lo que pasaría conmigo. Con el cuerpo adolorido y algunas heridas todavía sangrando, un terrible dolor quemaba mis entrañas, los brazos y piernas comenzaban e entumírseme, el calor que hacia ahí dentro era tal que sentía que iba a asfixiarme, pero estaba tan agotada que perdí el conocimiento y así pasaron las horas hasta que amaneció y don Esteban decidió ir a buscarme.
Cuando abrió la puerta del armario yo me encontraba todavía inconsciente, así que tomo un balde de agua helada y lo vació sobre mi cuerpo desnudo, despertándome de golpe terriblemente atemorizada.
El estaba parado frente a mi pero yo me abstenía de mirarlo, al notar esto se agacho me tomo de la cabeza y volteando mi cara me dio un beso, después se retiro, regresando media hora después para desatarme, me ordeno que me levantara, se sentó en la cama y se quedo mirando como me levantaba trabajosamente; al salir del armario se levanto de la cama, me aventó contra la pared, me separo las piernas metiendo la mano entre ellas para después llevarla a su nariz diciéndome eres una cerda, estas hecha una basura, ve a darte un baño antes de que te muela a palos, y no intentes nada pues lo lamentarías zorra desgraciada-.
Salí de la habitación y me dirigí al baño, intente cerrar la puerta pero don Esteban la detuvo y entrando conmigo al baño se sentó en el escusado yo entre a la regadera y el se quedo mirándome limpiar los vestigios de su brutalidad mientras que me decía riéndose te acuerdas lo bien que lo pasamos ayer- continuo riéndose y yo salí de la regadera, mientras que el se quedo un rato ahí dentro, al ver que me dirigía a mi recamara para vestirme, salió deprisa y me detuvo, alegando que quería verme desnuda un rato, ahí me quede parada en la sala tiritando de frió, mientras el se dirigía a la cocina, al regresar vi que traía en una mano lo que parecía ser un collar y una correa, al verla me quede petrificada para que podía el querer algo así, al llegar a donde yo me encontraba me ordeno arrodillarme, me puso el collar pero lo dejo tan apretado que al cabo de un rato comenzó a rozarme el cuello, y así cómo me encontraba me obligo a gatear por la sala hasta llegar al comedor, nos acercamos a la mesa y el se agacho para atar la correa a una de las patas de esta, la correa era tan corta que apenas podía permanecer de rodillas, me dijo que lo mejor estaba por venir que íbamos a tener compañía, yo estaba muerta de miedo pero la sed y el hambre estaban matándome, le rogué por un poco de comida pero solo me escupió y me dio una patada, entonces fue por un vaso de agua a la cocina para derramarlo después en el suelo cerca, de donde yo estaba y me hizo beberla como una perra, después de hacer esto se sentó en una silla frente a mi para deleitarse con mi humillación, en ese momento el timbre sonó y don Esteban se levanto para abrir la puerta, dejando entrar a un par de hombres y una mujer todos entrados en edad.
Al entrar todos dirigieron sus miradas hacia mi ya que estaba lamiendo el agua de el suelo, se rieron, y terminaron de saludarse. Yo me sentía tan humillada y aterrada que intente ocultarme de sus miradas, en eso uno de los hombres se acerco a mi y agachándose recorrió mi espalda con la punta se sus dedos causandome escalofríos mientras que los otros se preparaban para comenzar la tortura, comenzaron arrojando sus sucias ropas al suelo, dejando al descubierto sus flácidas y arrugadas figuras, bromeando sobre lo que me harían riendo como unos cerdos desalmados, don esteban saco una botella de la alacena y dirigiéndose todos a la sala comenzaron a beber como animales, la mujer era la única que se mantenía en silencio observándome desde el sofá, tenia una bolsa de papel de tamaño mediano entre las piernas ,parecía ansiosa, sus ojos brillaban y su rostro esbozo una sonrisa macabra al darse cuenta que yo la miraba ,mis ojos se llenaron de lagrimas al ver aquello, y agazapándome bajo la mesa intente esconderme una vez mas de ellos, tratando de no pensar en lo que me harían cuando terminaran de embriagarse, hubiera querido gritar en esos momentos pero sabiendo lo que me ocurriría si lo hacia me contuve y en silencio derrame mas lagrimas, don esteban dejo a sus compañeros unos instantes para encender el radio. Después lo que yo mas temía sucedió; los hombres dejaron la botella a un lado ,se levantaron y fueron hacia donde yo estaba, rodeándome mientras la mujer permaneció sentada observándolo todo.
Los hombres comenzaron a manosearme mientras que yo seguía debajo de la mesa, riéndose me propinaron todo tipo de insultos ,
Uno de los hombres al cual llamare Raúl agachándose me tomo de los pelos, sacándome a rastras de donde me encontraba, yo me agarre de la mesa pero, me levanto tan aprisa que el collar casi me asfixia, al ver esto don esteban se agacho para zafar la correa, estando de pie don Esteban, Raúl, y el otro hombre Fernando comenzaron a pasar sus arrugadas y sucias manos por mi cuerpo malherido acercando sus bocas babeantes a mi cuello sangrante, recorriendo mis senos y mis piernas con las manos, acercando su penes que comenzaban a crecer rozándome el culo y el coño, mientras yo temblaba de miedo; mire a la mujer una vez mas y seguía ahí sentada como si nada, como si estuviera contemplando una escena mas de la vida diaria.
Los hombres notaron mi terror y acercando sus sucias bocas a mi oído murmuraron que eso era solo el comienzo que esperar a ver lo que ocurriría después. Al decirme esto me tomaron de los pelos me llevaron al baño, como era un lugar no muy grande Fernando permaneció en la puerta mientras que Raúl y don Esteban entraron conmigo, en eso Fernando se alejo unos segundos para regresar con un látigo en la mano, al mirar a la sala me di cuenta de que la mujer se había levantado para sentarse en una silla mirando hacia el baño, esta vez tocando su cuerpo, don esteban me coloco frente al escusado, coloco su pene entre mis nalgas y comenzó a penetrarme yo sentía que me rompia, intente forcejear pero sin conseguir resultados comencé a llorar y a gritar, Raúl tomo una prenda de el cesto de ropa sucia y la metio en mi boca para silenciar mi dolor, mientras tanto don esteban ya había conseguido meterla toda dentro de mi y había comenzado el mete y saca, y riéndose le dijo a Raúl, levanta la tapa de el baño, y así lo hizo, tomando mi cabeza comenzó a sumergirla yo seguía llorando y mi cabeza era hundida una y otra vez en el sucio escusado, tragando agua e intentado respirar al momento que sacaba mi cabeza de el agua, el dolor que don esteban me provocaba era terrible pero eso ya no era lo que me preocupaba, me estaba ahogando, con las manos intentaba detenerme pero de un pisotón Raúl me obligo a soltarme, y siguió metiendo y sacando mi cabeza de el escusado mientras que don esteban continuaba envistiéndome cada vez mas fuerte, ellos reían yo tosía y lloraba, mientras esto sucedía Fernando se encontraba azotando a la mujer que se masturbaba mirándonos a nosotros, Raúl sostenía mi cabeza cada vez mas tiempo dentro de el agua haciendo que comenzara a ahogarme, tomo su lugar don Esteban y sosteniendo mi cabeza en el agua mientras continuaba el mete y saca esta vez sin sacarla se vino dentro de mi, comencé a tragar agua y en un instante, todo lo que podía hacer era patear y manotear pero me tenían inmovilizada en medio de las risas de los hombres que me estaban ahogando y lo gemidos que Aurora daba al ser azotada por Fernando y entre todo ese alboroto perdí el conocimiento.
Al despertar me encontré con que me habían recostado en la mesa de centro, que era un poco alta, las piernas me colgaban y la cabeza también me habían atado de manos y piernas a las patas de la mesa para inmovilizarme y evitar que pusiera resistencia a lo que me harían
Ahí me encontraba totalmente despistada, mojada al abrir bien los ojos y ver lo que sucedía me horrorice tanto que me quede inmóvil llorando en silencio tratando de pensar en algo que no fuera lo que veían mis ojos. Frente a mi estaba Aurora estaba totalmente desnuda y traía puesto un arnés con un pene estaba recorriendo mi cuerpo con sus manos apretando mis senos, acerco su cara par lamerme el cuello, y recorrió mi torso con ella, al descender clavaba sus uñas dejando líneas rojas en mi piel, al incorporarse de nuevo vi como agarro el pene y lo apunto a mi vagina, y de un solo golpe lo metió, aquella cosa vibraba dentro de mi mientras ella gemía sacándolo y mintiéndolo una y otra vez , mientras ella hacia esto Raúl se acerco a mi del lado de mi cabeza, me hizo abrir la boca y comenzó a acogerme por la boca estaba siendo cogida por dos al mismo tiempo mientras que en la sala don esteban penetraba furiosamente a Fernando, después de un rato del mete y saca aurora al fin llego al clímax y tendiéndose sobre mi dejo el pene plástico dentro, pasaron unos minutos y al fin se levanto Raúl todavía seguía dentro de mi boca pero no tardo en tener un orgasmo igual, don esteban y Fernando habían cambiado de posición siendo ahora la perra don esteban que no paraba de pedir mas y mas, mientras me miraba.
Aurora se arrodillo entre mis piernas, comenzó a lamer mis labios, después separándolos con una mano llevo su lengua hasta mi clítoris y comenzó a estimularlo yo inatentaba gritar pero no podía y las lagrimas seguían rodando por mi rostro mientras que aurora seguía lamiendo y comenzaba a meter los dedos en mi vagina, sacándolos de vez en cuando para arañar mi torso desnudo, haciéndolo sangrar nuevamente al fin Raúl soltó chorros de semen caliente dentro de mi boca, obligándome a tragarlo todo y después a limpiar su miembro, y los gritos de placer y don esteban seguían haciendo eco en mis oídos mientras esto ocurría.
Al fin me desataron airándome al suelo y aurora se recostó junto a mi ordenándome que me subiera a ella para hacerle sexo oral , y así lo hice, mientras estimulaba su clítoris y ella gemía sentí unas manos tomarme por las caderas, era don esteban separando mis nalgas para penetrarme analmente, y así mientras yo continuaba lamiendo el se abría paso lentamente desgarrando mi ano haciéndolo sangrar. Aurora al sentir la sangre caer en sus piernas se vino en mi cara haciéndome tragar parte de sus jugos, de pronto se acerco Fernando con el látigo en la mano, comenzó a golpearnos a todos sin distinción mientras que Raúl descansaba en una silla mirándolo todo, mientras se masturbaba, al fin don esteban saco su pene manchando mi espalda con su semen mientras que Fernando lo azotaba a el.
Don Esteban se dirigió a la cocina, y haciéndome a un lado aurora se incorporo también, dejándome ahí tumbada en el suelo, yo ya no lloraba, no hacia nada me había resignada a lo que estaba pasando pues quería salir de ahí sin mas golpes.
Al ver a don esteban regresar con el collar en una mano y un tenedor en la otra, intente levantarme pero los otros dos hombres me sujetaron, don esteban se acerco, dejo el tenedor en la mesa de un puñetazo me puso de nuevo a sus pies, aprovechando me puso el collar y me ato una vez mas a la mesa y riéndose con un cerdo, tomo el tenedor y comenzó a pincharme con el, la sangre comenzó a brotar y la mujer y Raúl se acercaron a lamer la sangre que caía al suelo, don esteban tomo un encendedor y lo calentó hasta que estuvo hirviendo y lo hundió en mis heridas frescas y caí al suelo retorciéndome de dolor , el olor a sexo combinado con el olor a carne quemada era nauseabundo, yo lloraba y taraba de defenderme pero los hombres me detuvieron, comencé a marearme y vomite don esteban enloqueció, se agacho me abofeteo, tomo mi cabeza e hizo que me comiera el vomito de nuevo, el dolor y la vergüenza que sentí en esos momentos son indescriptibles me sentía tan humillada que quería morirme de pronto el golpe que terminaría con mis sufrimientos vino.
Así como estaba tendida en el suelo, don esteban me golpeo tan fuerte que perdí el conocimiento, despertando unas horas después en la cama, adolorida, sangrando, terriblemente malherida y mi esposo se encontraba a un lado de mi llorando, preguntándose que me había sucedido, al contarle se negó a creerme y terminamos divorciándonos. Después de ir al hospital denuncie a don esteban y a sus amigos quienes hasta el día de hoy siguen desaparecidos.