Violada por mi padre
Mamá se separó de mi padre, y en su ausencia yo la tuve que reemplazar a la fuerza.
Mi nombre es Julieta
Mamá se fue de la casa hace 8 días. Cuando le hablé por teléfono dijo que estaba muy molesta con papá y que no regresaría hasta que él pidiera disculpas. Todo normal, hasta que ayer papá me pidió dormir con el. Me compadeci, es un hombre solitario y seguro necesita el apoyo de su hija.
Solo que estoy segura de que en medio de mis sueños alguien estaba tocandome el trasero.
No quiero darle mucha importancia, seguro que él también estaba dormido y no se dio cuenta.
-¿Hoy iras a casa de Maria, Juli?-preguntó mi padre desde la cocina.
-Si, y pensaba quedarme a una pijamada también, ya sabes que...
-No. Hoy te quedas a dormir aquí-me paró en seco.
No lo entiendo, sin embargo asiento en silencio, esta sensible.
Al caer la noche me pongo mi pijama que consiste en una blusa de tirantes, sin brazier por comodidad, y un mini short. Cuando estoy apunto de tumbarme en mi habitación papá me llama diciendo que duerma con él hoy también. Yo acepto.
Llevo 10 mnts intentando dormir, pero desde lo que pasó ayer es incomodo ahora tener su cuerpo pegado al mío en la misma cama.
-Juli ¿Estas despierta?
No respondo. Estoy girada dandole la espalda, así que no tiene manera de saber que sigo consiente.
-Extraño tanto a tu madre-dice girandose hacia mi. De pronto posa su enorme mano en mi abdomen bajo, traza pequeños círculos en mi ombligo para luego bajar más... Y más.- Te necesito.
Entonces siento sus labios en mi cuello, su barba pica en mi hombro mientras siento sus dientes dejándome un chupetón en el cuello, intento no quejarme por lo asquerosa que es la situación.
Sus dedos desabotonan mi short bajandolo hasta mis rodillas, mis braguitas rosadas quedan expuestas ante sus ojos, pero insisto en no moverme.
Me pega más a él provocando que sienta en mi culo su gran ereccion, dura y...humeda. Dios ¿Esta desnudo?
- Te has convertido en toda una mujer -dice moviéndome lentamente para quedar boca arriba, mis tetas rebotan por la falta de brazier.- Deliciosas.
Es perturbador como el piensa que no puedo oirlo y sin embargo aún así me está susurrando todo esto.
Tengo miedo, pero solo puedo pensar en que si grito o corro de alguna manera me va a someter. Estamos solos en la casa, nadie llegará a tiempo. Lo único que puedo hacer es desear que solo quiera mastubarse con mi cuerpo.
Sus grandes manos toman mis senos encajando sus dedos con firmeza, enseguida levanta mi blusita y lo que siento después es su lengua recorriendome.
Sigo con los ojos cerrados, no sé qué pasa pero si se que sus dientes mordisquean mis pezones, los chupa y jala de la manera en que solo un hombre lo puede hacer.
Lame mi aureola y con una mano empieza a abrir mis piernas.
Gimo en desaprobación, como intentando hacerlo recapacitar, pero ocurre todo lo contrario, aquello parece motivarlo más, pues deja de lamerme para someter mis piernas de forma que ya no puedo cerrarlas.
Con la conmoción de mis pechos ni siquiera sentí cuando me había despojado de mis bragas, pero ahora estaba desnuda y abierta para el.
- Espero que seas virgen, sino te juro que no tendré compacion, perra -murmuró posicionando su falo en mi abertura.
Soy virgen, muy virgen, demasiado virgen. Quiero gritarselo pero mis ojos se niegan a abrise, sin embargo mi pecho me delata pues sube y baja con más velocidad.
-¿Estas despierta?-pregunta deteniendo su grueso miembro justo en mi entrada.- Juli, abre los ojos o te juro que te la clavo ahora mismo.
Mis ojos se abren de par en par, siento mi cara arder al ver su pecho descubierto, su gruesa verga casi adentro de mi, y mis pezones erectos y rosados por sus atenciones bruscas.
- Papá, detente -pedí, pero no respondió. En su lugar tomó mi cintura aprisionandome para no poder escapar.-Puedo convencer a mamá para que vuelva pero a mi dejame. Papá te juro que no diré nada
-Le ofrecí a tu madre tener un trío contigo, estarías dormida, no lo notarias nisiquiera pero ella dijo que no. Y no me importa, te tendré a la fuerza si es necesario.
-¿Tu que? No, no papá detente-dije intentando zafarme pero un golpe a mano abierta me hizo parar. Mi mejilla arde, su mano está roja.
-Callate, o te violaré por el ano también-dijo masajeando su grueso falo mientras abría aún más mis piernas.- Te voy a dar la mejor cogida de tu vida .
Entonces me penetró hasta el fondo. Grite y lloré a más no poder, retorciendome. Su miembro estaba dentro de mí, rompió mi himen de una sola estocada.
Volvió a cachetearme cuando luche por moverme, y está vez se puso encima de mi gruñendo en mi oído cada vez que salia y volvia a penetrarme. No sé molesto en ser gentil, me embestia como una bestia mientras sentía su aliento caliente en mi cuello.
- Estas tan apretada -murmuró intercalando sus embestidas, ahora ya no lo metía por completo. Lo sacaba rápido y lo metía lentamente hasta la mitad, gozaba el momento trazando pequeños círculos cuando me rellenaba por completo.
- Estas tan rica, hija mía -dijo ahora poniendo mis piernas en sus hombros mientras me cogia duro y rápido, no salía de mi por completo en cambio su verga entraba profundamente en mi, lastimandome y haciéndome gritar del dolor.-Ver como tus tetas rebotan es lo mejor que he visto, lo haces mejor que tu madre.
Sentí repulsión, mis ojos se llenaron de lágrimas al sentir sus bolas chocar en mi culito.
-Eso, sigue llorando, me exitas más bebé. Suplicame que pare, porque necesito darte tu leche.
Como estaba me dio un par de nalgadas para luego detenerse en seco.
Salió de mi y enseguida me sometió haciéndome girar en la cama y poniéndome en cuatro. Temblé ante lo que eso podía significar.
-Tranquila, no tomaré su delicioso culto, no aún-susurró en mi oído y volvió a insertar su verga en mi vagina. Desde esta posición entraba más profundamente, permitiendo que lo sintiera por completo. Sus venas gordas moviéndose en mi interior, el borde de su glande encajandose más y más en mi, y sus grandes pelotas casi rozando mi clitoris.
Era repugnante.
-Te preñare y veremos si logro tener mi trío familiar con mis nietos-dijo riendo y sosteniendome por las nalgas.
-¡No, basta!
Sus embestidas eran cada vez más rudas, sus bufidos eran dignos de un animal, entonces sin previo aviso dio una estocada final soltando en chorro un líquido blanco, que escurria hasta salirse de mi.
-No dirás nada, no si no quieres que tu mamá y yo nos separemos. Cumplí mi fantasía, pero aun quedan otras. Si tu madre no vuelve pronto más te vale prepararte -dijo sonriendo. Desconozco a este hombre, es mi padre... Mi padre acaba de violarme salvajemente.
No dije nada, corrí hacia mí habitación sin vestirme nisiquiera.
Me encerré bajo llave aunque sabía que era inútil pues el tenia una copia.
Solo lloré hasta dormirme en un profundo sueño del que deseaba no despertar.