Violada por mi novio

Parte 1 - Nunca pensé que mi novio podría hacer mis deseos y gustos realidad.

No tardé ni cinco segundos en levantarme de la cama, en cuanto sonó la alarma. Dormí perfectamente esta noche. En cuanto me levanto me dirijo a la cocina a prepararme el desayuno. Tengo tanta hambre que opto por prepararme unas tostadas i un café bien caliente para despertarme del todo. Vivo con mi pareja, Elio, desde hace ya un año mas o menos. Me doy cuenta de que no está en casa así que decido llamarlo pero no contesta. No sabia que hoy trabajaba. No le doy mucha importancia, mi novio nunca me ha escondido ni mentido en nada asi que no tengo nada de lo que preocuparme.

Cuando me acabo el desayuno, me voy directamente a la ducha. Empiezo a desnudarme, mis pezones se ponen duros del frio, esto me causa cierta sensación de placer y verguenza por mi propio cuerpo. No soy una miss, mido un metro sesenta y estoy mas bien delgadita. De pechos no puedo quejarme, tengo una talla estandar pero la forma que tienen, segun mi novio, “és preciosa”.

Cuando acabo de mimarme un poco inspeccionando mi cuerpo, me meto en la ducha. Mis pensamientos se nublan i decido tocarme un poco. Paso mi mano lentamente por mi cuello y voy bajando hasta mis pechos. Me enfoco en el pezon izquiero, lo apreto y lo estiro. Se me escapa un pequeño gemido cuando hago lo mismo con el otro pezon. Sigo bajando mi mano hasta llegar a mi conchita, donde empiezo a frotar mi clitoris tan rapido como puedo para llegar al orgasmo. Soy realmente sensible en esa zona. Cuando vuelvo en si me doy cuenta de que la puerta del baño esta entre abierta, el problema es que recuerdo haberla dejado cerrada por completo.

-Cariño? Estas en casa?- No recibo contestacion, me estoy poniendo bastante nerviosa, y si alguien se ha colado en casa? Y si han visto lo que estaba haciendo?. La verguenza y el miedo se apoderan de mi, asi que intento mantener el mayor silencio posible a ver si escucho algo, pero desafortunada de mi, no se escucha absolutamente nada. Decido envolver mi cuerpo con la primera toalla que encuentro y salgo a la busca. Camino hacia el comedor pero no hay nadie, en la cocina tampoco asi que solo me queda el dormitorio. Esta la puerta cerrada, pero ya coji un cuchillo de la cocina por si tengo que defenderme. Abro la puerta lentamente hasta dejarla totalmente abierta, no hay nadie, que alivio.

Me tumbo en la cama, no me apetece secarme el pelo, además, no hace frio asi que puedo estar desnuda en la cama perfectamente. Me giro hacia la mesita para coger mi movil, pero no esta. Recuerdo haberlo dejado ahi, pero seguramente lo deje en la cocina cuando fui a hacerme el desayuno. Dejo la toalla encima de la cama y me dirijo a la cocina en busca de mi movil. No pasan ni cinco segundos en los que noto como una mano presiona una pequeña toalla en mi cara. No recuerdo nada más, solo que caigo al suelo y me duermo.

Despierto con dolor en las muñecas, en los pies y un fuerte dolor de cabeza. Cuando intento moverme me doy cuenta que estoy amarrada con unas esposas de cuero en una cadena que tengo en el techo del comedor donde cuelgo el saco de entrenamiento, ademas me han metido algo en la boca y han puesto cinta adhesiva, no puedo articular ni una palabra. Estoy de puntillas ya que si intentase tocar el suelo con las plantas de los pies me romperia las muñecas. No entiendo nada, hasta que recuerdo haber sido drogada para dormirme.

Pasan diez minutos, me duele muchisimo el cuerpo y el miedo se esta apoderando de mi. Me muevo con furia a ver si hay suerte y las esposas se desaflojan, pero no hay suerte. Poco despues, noto una presencia detras mio, intento girarme y consigo verle la cara. Es Elio! Me muevo freneticamente para hacerle saber que me desate, que hay un loco que me ha dejado asi. Sin embargo, no se mueve, más bien contempla mi cuerpo lascivamente.


Si les gusta por donde va el relato, háganmelo saber, me encantaría. Si queréis que lo acabe decídmelo en los comentarios. Espero que os haya gustado ;)