Violada por mi asqueroso vecino conocido (1)

El hermano de mi mejor amiga me viola en su casa...

Violada por mi asqueroso vecino conocido

Soy Cintia, tengo 21 años y hace poco termine con mi novio, así que estaba muy bien soltera, el no me cuidaba lo suficiente, por mas que siempre se pasaba alabando mis dotes frente a todos, no me quería como persona que me parecía mucho mas importante, siempre le gustaba que me mostrara y a todos les hacia referencia sobre mi increíble delantera; a mi cintura sobre todo y a mi cola que es bien parada y redonda, y lo mejor de todo es que sin ni siquiera hacer ejercicio, solo lo que la naturaleza me dio, aunque mi estatura era muy reducida, solo 1.60 pero no me disgustaba ya que tenia buenas medidas para no necesitar tanta altura, en total y sin exagerar tenia 93-65-100.

Estudio medicina y me va muy bien, vivo con mi familia en un barrio común y corriente de la ciudad, al lado de mi casa vivía mi mejor amiga, con la cual he compartido casi toda mi vida, ella vive con su madre, una señora mayor pero rara, y su hermano que es gordo baboso pero respetuoso.

Yo siempre estaba estudiando, ya que mi carrera es muy dedicada, iba todas las tardes a la facultad y tenia que caminar algunas cuadras para llegar a la estación de colectivos, como siempre me puse unos jeans ajustados, una blusa bastante ligera, en la calle como siempre me percate de las miradas de los viejos que iban dirigida descaradamente a mi trasero o a mis pechos. Yo odiaba a los tipos babosos, y siempre había algún auto que tocaba bocina o gritaba alguna grosería, como ese día que me gritaron -¡Mira que culazo de la pendeja y que buenas tetas!! Yo no les daba importancia y seguía caminando como si nada.

Por ahí en la facultad me tocaba cursar de mañana y a veces de tarde, las veces que podía pasaba a buscar a mi amiga de al lado y pasábamos todo el tiempo hablando o haciendo algo, la verdad era mi mejor amiga, siempre nos reíamos de cosas, sobre todo algunas cosas que hacia el hermano y el pensaba que ella no se daba cuenta, ella me contaba que siempre lo enganchaba cuando estaba viendo alguna película porno, y muchas veces sabia que el le sacaba plata a su mama para ir a las putas a saciar sus deseos, no era un maniático pero creo que se debía entender, ya que era un sujeto muy gordo, con lentes bien con aumento y medio lento de pensamiento sin ser deficiente, es obvio que sus ganas los tenia que saciar pagando, no creo que debían haber mujeres para aguantar a tal sujeto y encima con 35 años.

Un día que iba a salir, era viernes, yo llevaba una camisita ajustada junto con unos jean ajustados también y unos tacos altos, estaba en la puerta de mi casa esperando a mis amigas que estaban retrasadas, en eso llego Alejandro, que es como se llama el hermano de mi amiga, estaciono rápido y se bajo, luego se aproximo a mi y se puso a hablarme, lo había hecho algunas veces, pero esta vez estaba mas animado parecía, me pregunto a donde iba tan linda y cosas así, al llevarme varia altura, yo le llego mas o menos arriba de su gran panza, el me hablaba mirando para abajo y dejando su mirada clavada en mis pechos, que llevaba algunos botones desprendidos y dejaba ver una buena parte de ellos. Estuvo hablándome de cosas sin sentido sin casi ni parpadear, yo no le daba importancia ya que me daba vergüenza decirle algo, paso un tiempo y se despidió agachándose un poco para darme un beso, el cual me dio en la mejilla casi chupándome, fue un asco, pero era medio así el. Luego llegaron mis amigas y nos fuimos a bailar. Al otro día después de levantarme tarde, me paso a buscar mi vecina para charlar un rato, entre esto y aquello me contó que había escuchado a su hermano masturbándose, ambas echamos a reír, ya que yo también tengo hermanos y los he escuchado, pero de un tipo de 35 años parecía absurdo. Los días iban pasando, un día vino mi vecina a invitarme a la montaña, pero debido a mis exámenes, le dije que gracias pero que no podía, me sentí muy mal por no poder ir, pero tenia que aprobar si o si.

Casi no dormía estudiando, y debido a que en mi casa somos muchos, tenia una pieza de estudio en el patio de mi casa, ahí pasaba la mayoría del tiempo, recuerdo muy bien que ese miércoles, no se me podía quedar nada en la cabeza, no se que me pasaba, era plena tarde, todos dormían, cuando en silencio escucho un golpe en la casa de mi vecina, yo sabia que no había nadie, entonces me preocupe, salí de la pieza de estudio y me subí a un banquito para asomarme por la pequeña pared que divide nuestros patios, que no es ni de 1.80. No había nadie, cuando me estaba por bajar oí alguna voces dentro de la casa y pensé que serian ladrones, por las dudas y por curiosidad me quede un poco mas para escuchar y ver. Cuando de repente sale Alejandro medio desnudo con una mujer, que por su pinta debía ser una prostituta, el la llevaba del brazo y luego de quedar cerca de su pileta le dijo -¡¡Vamos zorra, quiero que me chupes la verga acá!! Yo seguía media escondida tras las ramas de un árbol, mirando la obscena escena, cuando Alejandro se bajó su traje de baño, entonces apareció su miembro, era enorme, demasiado gordo parecía mi brazo y estaba como hinchado, la chica, que no debía ser muy mayor que yo, rápidamente se arrodillo y comenzó una mamada metía y sacaba ese miembro de gran tamaño de su boca, yo miraba sorprendida de como no le cabía en la boca aquel enorme miembro, Alejandro solo cerraba los ojos, su rostro demostraba su placer mientras aquella loca le devoraba su miembro el solo exclamaba -¡¡Ahgg ahh siii cometela todaa ahh!! -¡¡AHh ahh asiii asiii chupamela toda Cintia siiii AAHHH!! Yo me quede helada al escuchar su nombre, que era igual al mío, una sensación rara atravesó mi cuerpo y no podía dejar de mirar estaba boquiabierta sorprendida y ya habían pasados unos 10 minutos en los que yo estaría ahí viendo.

De pronto pude ver que Alejandro se excitaba mas aun, seguramente estaba por acabar, cuando grito -¡¡Ya me vengo putita abrí la boca!! Saco su enorme miembro de la boca de ella y la empezó a masturbar, ella permanecía con la boca abierta esperando la descarga, de pronto empezaron a salir los disparos de semen de su miembro y se los hecho en la boca y en toda la cara, después de haber descargado todo agarro su miembro y empezó a pasárselo por la cara de ella y a darle golpes en las mejillas y en los labios con su verga, todo eso que estaba yo viendo me parecía asqueroso y obsceno. Alejandro tenia cara de triunfador, de haber gozado de ella como el quería, entonces le dijo -¡¡Ya putita quedaste bien bañadita de mi leche ahora límpiamela!! Ella como una orden empezó a limpiar con su lengua aquel enorme miembro y Alejandro cuando hizo su rostro hacia arriba de placer miro hacia donde estaba yo, yo no sabia si me estaba mirando pero parecía que si, así que me fui ocultado rápidamente.

Yo sentía una sensación extraña, mi cuerpo emanaba adrenalina por lo que acababa de presenciar hace unos instantes y en mi mente solo recodaba aquella imagen, me preocupaba por que quizás Alejandro me habría visto espiándolo, si así fuera que pensaría de mi y que le diría para explicarle que hacia viendo.

Esa noche casi no dormí pensando en eso, y la escena asquerosa de esa prostituta dejándose humillar por algunos billetes. Al otro día no vi que estuviera Alejandro por ahí, sabia que la familia estaría una semana en la montaña, así que mejor para mí, para poder evitarlo.

Habían pasado varios días, hasta que llego el viernes, ese día estuve apuradísima, preparando todo, ya que después de un largo día de cursado, llego a mi casa y salgo a bailar, entre tanto todo rápido que hice, salí sin llave, no me preocupe mucho ya que siempre había alguien en mi casa. El problema fue que ese día todos fueron a ayudar a mi papa con su trabajo, cuando volví a mi casa, en ese día que llovía a mas no poder, me encontré con que no había nadie, y encima sin llave, toda mojada con el guardapolvos de la facultad, rápidamente decidí sacarme el guardapolvos mojado para no enfermar y lo metí con las carpetas por una ventana que siempre estaba media entre abierta, y decidí quedarme bajo techo esperando que llegaran, no debían tardar tanto supuse. Las horas pasaban y cada vez sentía mas frío, ya que estaba vestida para salir, con una remerita blanca muy escotada cortita que no tapaba mi ombligo, unos pantalones ajustados de jean y unas sandalias un poco altas. No sabia que hacer esperando el regreso de ellos, de pronto pensé en decirle a mis vecinos que me dejaran entrar por su patio, pero si estaba Alejandro me diría algo por lo del otro día, así que no me anime y me quede tomando frío ahí sola. El tiempo pasaba y nadie llegaba a mi casa, entonces tome valor y decidí ir a pedirle ayuda a los vecinos, corrí hasta al lado y la lluvia me mojo totalmente por mas que era poco el trecho, toque timbre y nadie salía, mientras que me seguía mojando, estaba a punto de volver debajo del techo donde estaba, cuando de repente se abrió la puerta y apareció Alejandro, rápidamente me miró y me dijo que pasara, yo lo hice sin dudar solo pensando en la lluvia y el frío.

Rápidamente fuimos hacia la cocina, cuando estuvimos en ella, su mirada se dirigió directamente a mis pechos, eso me molesto mucho, pero supuse que con el gran escote que tenia no podía quejarme. Luego recorrió mi cuerpo con la mirada y me dijo que me sentara. Yo lo hice, mientras que el preparaba café, me di cuenta como volteaba para verme, me devoraba con los ojos. Yo estaba muy nerviosa e incomoda por lo que lo había visto el otro día y rogaba que no me dijera nada. Como no quería mirarlo, mire para todos lados, hasta que me mire a mi y entendí porque me miraba así, mas insistentemente que nunca, es que la lluvia me había mojado entera mi camisa y esta estaba pegada a mis pechos, y mis pezones estaban duros por el frío, era obvio que se iba a deleitar con la mirada.

De pronto me pidió que me acercara a probar el café, a ver si estaba bien de azúcar, yo me acerque muy nerviosa, empecé a probar el café de a poco, y vi como sus ojos me miraban descaradamente mis pechos, en sus ojos pude notar su excitación, o mejor dicho se le notaba la calentura, me miraba tan fijo que parecía que me quería comer mis pechos. Yo luego de probar el café, bueno en realidad me lo tome todo, porque tenia mucho frío, le pedí otro, pero que por favor con mas azúcar, entonces el me dijo, que detrás mío había, yo me di vuelta y abrí la alacena poniéndome en puntas de pie porque no llegaba, era conciente que el me miraba de atrás y seguramente directamente a mi cola, pero una extraña sensación atravesaba todo mi cuerpo, el frío había desaparecido, y el calor se hacia sentir, sentía como mis orejas se ponían rojas y un calor que me invadía por dentro, dándome sed, mientras que seguía buscando el azúcar, el dijo de pronto rompiendo el silencio -¡¡Tenes unas piernas preciosas!! Yo me quede helada, y dijo luego -Espero no te moleste que te lo diga . Yo totalmente nerviosa conteste – No, estaba inmóvil, sin saber que hacer, entonces el dijo -¡¡Y esa cintura!! ¿Vas al gimnasio? Yo le dije –No. Cortantemente. Paso un rato y no podía encontrar el azúcar, cuando de nuevo rompió el silencio y dijo -¡¡Y esa cola, discúlpame que te lo diga, pero es fantástica!! Trague saliva, estaba demasiado nerviosa para contestar algo, al ver que yo no contestaba siguió hablando -¡¡Tenes un cuerpazo, te deben decir muchas groserías en la calle!! Yo estaba demasiado incomoda y asentí con la cabeza, sin saber que hacer, de pronto el se acerco diciendo -¡A ver, te voy a ayudar! Y se puso detrás mió y sentí como el muy descarado apoyo su bulto en mi cola, pude sentir sobre mis nalgas su excitación, el sujeto estaba aprovechando de mi y yo intente salir de esa situación, pero mi cuerpo no respondía.

De pronto sin perder tiempo dijo sobre mi oído, algo que me dejo perpleja -¡¡Y Cintia que te pareció como el otro día, esa putita me la estaba chupando, te gusto por eso observabas con la boca abierta!! Yo me quede paralizada, muerta de miedo, mi corazón se puso a latir mas, no sabia que decir ni que hacer ante aquella aclaración me quede muda, entonces el dijo -¿¿Que pasa?? ¿¿No va a decir nada?? Yo seguía muda pero rápidamente detuve las acusaciones con voz segura y le conteste -¡¡Que te pasa Alejandro, estas loco no se de que me hablas, dejame en paz!! Pero el lejos de soltarme, comenzaron sus manos a recorrer mi espalda, yo ante el miedo y casi llorando ya, le dije casi suplicando -¡¡Por favor, soltame, no me hagas nada Alejandro!! Pero creo que eso lo avivo mas, ya que sus manos comenzaron a recorrer mi cuello y con un movimiento rápido sus manos me rodearon hasta atrapar mis pechos y me dijo al oído -¡¡Que buenas tetas tenes Cintia!! Yo ante tal acoso grite -¡¡Ya basta, soltameeeeeeeeee!! Pero el seguía en su labor y sus manos me apretaba los pechos fuertemente, los amasaba fuertemente murmurándome al oído -¡¡Que grandes tetas tenes y que duras están!! El calor me invadía mas ahora que el estaba abusando de mi, no se porque, pero estaba media excitada ante tal acoso, pensaba en lo morboso de la situación; ese tipo mayor, gordo y sucio que casi todas las noches se iba de putas, y casi ni ellas debían dejarse tocar por el, ahora tenia un cuerpo mucho más joven y bien para manosear, y ese cuerpo era mío, una chica con 10 años menos que el, debía sentirse en la gloria el maldito.

Estuvo un rato masajeándome los pechos y apretando una y otra vez su paquete contra mi trasero. Yo estaba excitada, por mas que mi cabeza intentaba soltarse de mi opresor, mi cuerpo no respondía, de pronto una de sus manos se apoyo sobre la parte superior de mi muslo derecho, de a poco fue bajando hasta poder acariciar mi hermosa cola, me la acaricio con bravura, yo me di vuelta un momento y vi su rostro enfermizo, parecía un lunático, su boca abierta casi babeando delataba un placer morboso, Alejandro con casi un grito me dijo -¡¡Vamos pará el culo Cintia!! Yo con miedo lo hice y me puse mas en punta de pies, mientras que comenzaba a llorar lentamente, el se reía y decía -¡¡Eso, muéstrame el rico culo que tenes!! Mientras seguía admirando mi cola, tomo mis nalgas, las separó y siguió apoyando mas fuerte su bulto sobre la línea de mi cola, yo podía notar las palpitaciones de su excitado miembro, mientras mi hermosa cola se enterraba bajo su enorme barriga. Me tomó de las caderas y me seguía apoyando su paquete con fuerza, ya después de un rato me dijo -¡¡Vamos, move suavemente tu culo contra mi pedazo!! Yo no podía casi controlar a mi cuerpo que se sentía mas excitado aun y con un poco de miedo obedecí, pare lo mas que pude la cola y la empecé a mover suavemente de lado a lado sintiendo todo su miembro duro en mi pantalón, no se porque, pero se me dio por voltearme a ver su rostro un instante; y vi como Alejandro se veía que disfrutaba mas y mas.

Yo con un poco de miedo, deje de moverme, pero el rápidamente me grito -¡¿Qué pasa?!, no he dicho que pares, ¡sigue meneando el culo perra rica! Yo entre lágrimas le dije defendiéndome y gritándole -¡¡Basta, dejame y no me digas así cabrón!! Pero el se reía y me decía -¡Te digo como quiero puta...no eres más que una pendeja puta que tiene un cuerpazo y yo voy a disfrutarlo! Yo lloraba al escuchar decir todo eso sobre mi, pero mi cuerpo estaba totalmente encendido y no podía hacer nada para evitarlo, la sensación extraña atravesaba todo mi cuerpo, no podía creer la situación de estar con el hermano de mi mejor amiga, siendo un sujeto que no era ni siquiera atractivo y estando yo con mi pantalón súper ajustado siendo apoyada totalmente y mi camisa blusa mojada que se pegaba a mis pechos y parada sobre mis altos tacos. Mientras que el me miraba, sonreía de manera enfermiza. Mientras que seguía apoyándome y me decía al oído -¡Estas muy buena Cintia!

De pronto me tomó por la cintura y me volteo violentamente, quedando a la altura de su pecho, siendo el mucho mas alto que yo, rápidamente sus manos se metieron debajo de mi camisa para apretarme los pechos, yo lloraba ante el abuso y sentía sus fuertes apretones que despertaban poco a poco mis pezones; el al darse cuenta rápidamente de la erección de ellos, me dijo -¿Te gusta que te manoseen las tetas putita? Yo no respondí, pero sentí que mi cara se sonrojo, era evidente que eso le había contestado, en un movimiento rápido sus manos me despojaron de mi camisa y mi sostén, intente cubrirme, pero el estaba muy cerca y mis manos no las podía levantar, el se quedo boca abierto mirándome un rato y luego dijo en tono eufórico -¡¡Que buenas tetas Cintia, son mejor de lo que creía!!

Y luego de esto me las apretó con fuerza, mientras que comenzó a lamerlas descontroladamente, luego de aprovechar mucho de mis pechos, los soltó y sus manotas se fueron a mi cola, me la apretaba y manoseaba violentamente, mientras que me miraba y me decía sonriendo vilmente -¡¡Que culo tenes, que bueno esta, tenes un culazo ...¿te gusta que te toquen el culo? Yo ahora no sentía nada, ni tampoco tenia ganas de que lo hiciera, odiaba esa forma de tratarme, pero mi cuerpo parecía que no. Como pude le grité -¡¡Ya basta!!! ¡¡Soltame no estas bien, por favor!! Pero el se reía y me decía -¡Que puta que sos, me decís que pare, pero estas mas caliente que yo!! ¡¡Te mereces un regalito!! ¿Te gustaría que te premie con mi lechita? Yo lloraba más y más, pero Alejandro seguía y comenzó a desabrochar su cinturón y cuando se iba a desabrochar el pantalón, me tomo una de mis manos y me dijo -¡¡Vamos Cintia, busca lo que te gusta!! Yo estaba asustada completamente, pero no me podía resistir tanto, no se porque, el siguió llevando mi mano hasta llegar a su gran bulto de sus pantalones, yo estaba como ida ante la situación, no quería pensar, solo quería irme, mientras que sentía esa barra de carne palpitaba y estaba muy caliente. De pronto, el me tomó de la barbilla y me dio un beso violento, su asquerosa lengua se metió por completo en la mía, yo me lo intente sacar de encima y lo logré, pero el luego lamió mi cara y mis lagrimas, era totalmente asqueroso y humillante.

Poco a poco, me fue llevando hacia la mesa, yo intentaba pelear contra mi cuerpo y el suyo, para soltarme, pero no podía, no sabia porque, cuando llegamos cerca de la mesa, el me inclino sobre la mesa, dejándome apoyada casi en un vértice de la mesa, mi cabeza colgaba hacia abajo y mi cola apuntaba al cielo por el otro lado. Mientras me acariciaba mi cola, el muy vil, sacó su miembro, que era totalmente venoso y gordo, luego lo acercó a mi cara, para empezar a darme pequeños golpes con ella, yo no paraba de llorar, era muy humillante y el gozaba mas y mas, diciéndome en tono de burla -¿Qué te parece como me tenes perrita? Yo solo gimoteaba rechazo y asco, pero estaba muy atragantada con mis lagrimas, sus manotas de pronto comenzaron a darme unos fuertes palmazos en mi cola, que lo tenia obsesionado, podía sentirlo en los apretones o palmadas que me daba.

De pronto se fue y se paró detrás mío, yo lloraba constantemente, entonces el maldito de pronto desprendió mi pantalón, yo ahí supe que no había vuelta atrás, el maldito iba a violarme y mi cuerpo no respondía para negarme, solo mi cabeza, bajó mi pantalón suavemente, yo me di vueltas como puede y lo vi como estaba mirándome la cola fijamente, luego su mano acaricio mi entre pierna sintiendo los jugos de mi cuerpo, el se rió y me dijo algo que me hizo entender todo -¡¡Ahhh, que caliente estas!! ¡¡Esas pastillas que te puse en el café, funcionaron a la perfección!! Yo al escuchar eso, comencé a llorar mas y a insultarlo, era verdad sentía mucho calor y excitación, pero mi cabeza no, era mi cuerpo, era obvio que el sabia que mi cuerpo buscaría saciarse, la situación era indignante, pero no había nada que hacer, el hasta seguía riéndose de mi desgracia y me decía -¡¡Que precioso culo tenes Cintia!!

Al terminar de decir eso, agarro gordo miembro ya muy duro y empezó a darme golpes en mis nalgas y con la otra mano me las manoseaba, de pronto se detuvo y en un movimiento rápido, jalo de los tirantes de mi tanga y la bajo hasta mis tobillos, se quedo quieto un segundo y acotó -¡¡Que culo tenes Cintia, esta bien rico páralo y volvelo a menear!! Y me dio una fuerte nalgada, yo con mucho miedo comencé a moverlo en círculos, pero fue por muy poco tiempo ya que el rápidamente tomo mis nalgas con sus manotas y puso la punta de su gordo miembro en la entrada de mi vagina y poco a poco comenzó a abrirse paso, yo me quede estática, así que poco a poco fue metiendo su miembro dentro de mi vagina y el dolor comenzó a subir, estaba muy gorda para mi y me hizo gritar de dolor -¡¡Aaaahhhhgggggggg, sacala cabrón!! El metió hasta el final su miembro dentro mío y dijo medio entre cortado -¡¡Ahhhggg que apretadita estas, que rico me la aprieta Ahhhhh!! Yo sentía un dolor fuerte y un poco de falta de aire, sentía como su miembro parecía que me partía pero mi cuerpo parecía gustarle mas y rápidamente mis pezones se pusieron muy duros y por momentos se me pasaba por la cabeza, el sentirme tan deseada. En un movimiento rápido voltee hacia atrás y pude ver prenda intima en el suelo y mis piernas abiertas, realmente me tenia totalmente expuesta para el, estaba a su total disposición, después me tomo por las caderas y empezó a penetrarme lentamente y de pronto comenzó a hacerlo cada vez mas rápido, sentía como con cada embestida de ese miembro gordo y grande me llenaba.

No podía casi contener a mi cuerpo que estaba cada vez mas cerca del orgasmo, era obvio que lo que me había puesto era muy fuerte, porque no podía casi ni pensar y poco a poco comencé a gemir para su asquerosa satisfacción -¡¡Ahhh ahhh ahhh asi ahhhhhh Ho asii asiii oohh!! El al escucharme aceleraba sus embestidas y me embestía con mucha fuerza, sentí que me partía por dentro, era un dolor de extraña sensación, en eso el maldito agarro mis nalgas y empezó a moverla rítmicamente hacia su miembro mientras que me decía -¡¡Aaaahhhhh que rico que coges Cintia, estas mejor que una puta de lujo, nadie me había excitado tanto, vamos move el culo asiiii aaahhh!! Yo lloraba al escuchar sus insultos, pero mi cuerpo seguía fiel a su objetivo de terminar. Me habrá estado cogiendo cerca 20 minutos, ya me había acostumbrado a mis gemidos y al ruido que provocaba mis nalgas al chocar con su vientre, con un movimiento rápido, me tomó de los brazos y los jalo hacia atrás y así en esa pose me comenzó a coger con mucha fuerza, metía y sacaba su miembro de mi ser de una manera increíble y dolorosa para mi, mientras que el entre gemidos decía -¡¡Aahhhh que bonita te vez asiiiii disfrutandooloo como una putita!! No tardo en venirse pronto ahora en esta posición y yo también, llorando al sentirme tan culpable y sucia, el sabia como debía sentirme ya que me dijo al oído suavemente -¡¡Disfruta tu venida Cintia, se que te gusto!! Yo tenia mucho odio, me sentía totalmente humillada, pero mi cuerpo en lugar de volver a la normalidad subía cada vez mas su temperatura, el debía saberlo, porque rápidamente y sin perder tiempo subió mi tanga junto con mi pantalón refregándome bien mi cola y me tomo del brazo dirigiéndonos adentro de la casa, yo gimoteaba y lo insultaba intentando safarme, pero su fuerza era muchísimo mas que la mía y su tamaño ni hablar, llegamos rápido a un cuarto, que obviamente era el suyo, toda la pieza estaba lleno de fotos de mujeres semi desnudas o desnudas, el olor era bastante pesado y una sola cama. Rápidamente me tomo por la cintura, me giró y me metió un beso asqueroso moviendo a todo lo que daba su lengua contra la mía, sus manos bajaron hasta agarrarme fuerte de los cachetes de mi cola y me apretó contra él para comenzar a moverme contra su bulto, me estaba refregando vilmente mientras que su boca parecía que succionaba la mía, era algo totalmente espantoso.

De pronto, sus manos soltaron mi cola y se pusieron sobre mis hombros, yo seguía inmóvil, entonces el dejo de besarme y me dijo con un grito -¡¡Vamos ponete de rodillas putita!! Y luego me hizo a arrodillar empujando de mis hombros, yo aunque intente resistirme, el me tenia con duchísima mas fuerza que la que yo podía llegar a hacer, así que quede a sus pies, su miembro estaba gordo y muy duro, el al tenerme totalmente sometida siguió humillándome, dándome golpes en mi cara con su miembro, que parecía un machete de lo duro que estaba, yo lo miraba completamente asustada y llorando, hasta que el se detuvo, pero luego volvió a la carga, se tomó su hinchado miembro y me empezó a golpear mis pechos, mientras que con la otra mano me las apretaba fuertemente, después de unos minutos se detuvo y se inclino un poco hasta poner su miembro a la altura de mis pechos y me dijo -¡¡Vamos bebe, ahora dame un buen masaje con esas tetotas que tenes!! Yo no sabia que hacer, pero su miembro en mi canalete lo daba por sobre entendido, así que llorando mas y mas, me tome los pechos y los junte contra su miembro, sin hacer nada mas, pero el rápidamente comenzó a mover su miembro y también agarrándome mis pechos impuso un vaivén lento y humillante, mientras que gozaba terriblemente y entre gozos me decía -¡¡Que bien lo estas haciendo putita, me volves loco con estas tetas!! Estuvo un buen rato así gozando de mis pechos y del masaje que estos le hacían, entonces tomo su miembro y lo apunto a mi boca, teniéndome la cabeza, yo me ahogue y casi vomito, el olor era bastante fuerte, pero no tenia otra opción que chupar ese miembro, ya que el me tomó la cabeza con las dos manos y empezó a moverse rítmicamente, me estaba cogiendo la boca con un movimiento que me lastimaba al ser tan gruesa, me dolía mucho y comencé a intentar pellizcarlo y golpearlo para que parara, pero el se rió y me dijo mirándome fijamente -¡¡No, aguantá, ahora no!! Y siguió aun un poco mas rápido, yo sufría mucho y los costados de mi boca me dolían de tan estirados que estaban, el comenzó a tirarme de los pelos, mientras movía mi cabeza para adelante y atrás aumentando el dolor, yo pensé que me desmayaría, no se cuanto tiempo fue que estuvo así pero pareció una eternidad, hasta que paro y dio un ultimo empujón metiendo su miembro lo mas adentro posible de mi boca y acabó.

Parecía que me ahogaba mientras me entraba el semen directo al estómago y estuvo como cinco minutos así para asegurarse que tragara todo. El sonreía con aires de victoria y mirándome burlonamente me dijo -¡¡Hoy te voy a matar a pijasos perra!! Yo lloraba y lo miraba fijamente, con mucho odio al saber que el debía sentirse un ganador, al poder tenerme absolutamente impotente entre sus manos, para hacerme lo que quisiera y cuantas veces quisiera, estaba en sus manos para gozarme a voluntad. Luego sin media palabra, me levanto y con un fuerte empujón me tiró sobre la cama, yo me asuste por la violencia y sabiendo que volvería a violarme, pero eso a mi cuerpo lo excitaba mas y mas y sentía que cada vez le gustaba mas sentirse dominado, yo casi temblaba de miedo mirando como el se acariciaba su gordo miembro y lo masturbaba lentamente, mientras se deleitaba mirando mi cuerpo con esa cara de enfermo depravado. Luego con su voz fuerte me dijo -¡¡Vamos pendeja, sacate el pantalón y abrite de piernas!! Yo temblaba y lentamente lo iba haciendo, mientras el miraba babeando casi, luego con mucho miedo y vergüenza, abrí mis piernas lentamente, doblando mis rodillas, yo cerré los ojos fuertemente y le di a entender que mi exuberante cuerpo sobre la cama, en esos momentos era suyo. Mis lagrimas caían por mi rostro mientras que mi cuerpo pedía a gritos un desahogo, el se acomodo casi sobre mi, lo podía sentir sudando y agitado ya con excitación incontrolable, y luego sentí la punta de su miembro en la entrada de mi vagina, el calor se animo en mi interior y el aprovecho para hundir todo su enorme miembro en mí, sentí caer su barriga sobre mi vientre, su peluda y tosca piel se aplastaba con presión a mis muslos. Su respiración era cada vez mas agitada y ansiosa, parecía un perro desesperado.

La situación de que me gozara Alejandro, con su cara de estúpido, su morbo asqueroso por las prostitutas, siendo mucho mayor que yo, regordete y muy feo; me hacia llorar cada vez mas y me daba ganas de matarlo si pudiera. El empezó un vaivén mas o menos rápido y mi cuerpo reaccionaba internamente a sus embistes, y en bajo mis gemidos se empezaban a escaparse de mi boca -¡¡Mmmmm!! ¡¡Ahhhhhh!! Cada vez gemía mas fuerte mientras que mis lagrimas recorrían mis mejillas, el al darse cuenta de mis gemidos y mi dolor interno aprovecho y entre risas de burla me decía, -¡¡Ahhhhhggggg Cintia, ahora es tarde, tu increíble cuerpo ya es mío...sentí como te cojo....!! El dolor que me causaban sus palabras era imposible de describir, solo quería que esta pesadilla terminara, cuando el se detuvo de pronto, saco su miembro, se hizo para atrás y tomándome de los tobillos, junto mis piernas y las puso cada una sobre cada uno de sus hombros y luego empezó con sus embistes pero mucho mas fuertes que antes, el ritmo era salvaje y violento y yo gritaba mas que gemir -¡¡Ahhhhyyy!! ¡¡Ahhhhyyy!! ¡¡Ahhhhyyy!! El transpiraba cada vez mas y gemía fuertemente mientras que me decía -¡¡Eso Cintia, sos mi puta!! ¡¡Me encanta ver como te saltan tus tetas, vamos gritá puta, gritá!! El se movía contra mi cuerpo con un deseo y odio parecía que me hacia sentirle mas miedo.

Cuando de repente tiro mis piernas sobre mi, quedando casi encima mío y acelerando aun mas la penetración, su cara de gozo y su transpiración eran demasiado espantosas, el debía suponerlo porque me miraba y se reía vilmente, hasta que de pronto el maldito me escupió, logrando que su saliva cayera en mi rostro, yo llore con furia ante esa inmunda humillación, y el debió darse cuenta porque volvió a escupirme, pero esta vez haciendo que su saliva cayera en mis pechos, la humillación era demasiada, pero el se excitaba mas y mas, porque aceleraba sus embestidas y saltaba contra mi haciendo que me muriera de dolor y humillante placer, se reía vilmente y me decía -¡¡Vamos, juntate tus tetas, apretatelas!! Yo con lagrimas en los ojos, lo hice mientras que el gemía cada vez mas y yo poco a poco también iba sintiendo mucho calor, era evidente que iba a llegar a un orgasmo -¡¡Ahhhhhhhffff!! ¡¡Ahhhh!! ¡¡Ahhhh!! ¡¡Ahhgggggggg!! El de pronto en un movimiento rápido se salió de mi, dejando mi orgasmo sin terminar, se puso al costado mío y se masturbó sobre mis pechos, acabando rápidamente sobre ellos y salpicando mi cara, yo lloraba cada vez mas, y el disfrutaba con mi llanto, ya que luego comenzó a golpearme con su miembro casi muerto y a pasármelo por mis pechos y cara, lo refregó por toda mi cara, mis ojos, nariz, barbilla, etc. Era muy espantoso como me disfrutaba ese gordo inmundo, yo lloraba sin consuelo, mientras que mi cuerpo seguía sintiendo ese calor descontrolado.

Luego se acostó al lado mío, con su respiración agitada y suspirando seguramente después del terrible orgasmo que acaba de tener, no se cuanto tiempo estuve en silencio llorando, mientras que el recuperaba su respiración normal, cuando de pronto, me tomo de la muñeca, me levantó de un tirón de la cama y yo intente soltarme pero me tenia muy fuerte y me llevo hacia el baño, donde me paso agua por la cara y me limpio todo su asqueroso liquido. Luego me tapo la boca y me dijo al oído -¡¡Todavía tengo mucha leche para darte putita!! Yo llore con más intensidad, de saber como el maldito se iba a seguir aprovechando de mi cuerpo y como yo no podía hacer nada para impedírselo, y lo peor de todo es que mi cuerpo quería recibirlo, estaba todavía muy excitada, sin lugar a dudas lo que me había puesto en el café era muy fuerte, y mi cuerpo me lo hacia notar.

CONTINUARA