Violada el día de mi graduación
Había pensado estrenarme ese día, no contaba con esa intromisión.
Era mi baile de Graduación. Salía de la Preparatoria y casi de inmediato me trasladaba a otra ciudad para iniciar mis estudios universitarios. "Esta es la noche" pensé mientras me ponía el hermoso vestido blanco que me habían regalado mis papás especialmente para la ocasión. Hacía un mes que había cumplido 18 años y suponía que mi vida iba a cambiar radicalmente desde ese momento. Lo que mas me hacia sufrir era dejar de ver por tanto tiempo a mi novio. Éramos novios desde el primer semestre de Prepa. Nunca habíamos tenido relaciones. Él se iba a otra Universidad, por lo que, sin decirlo, ambos veíamos muy difícil el porvenir de nuestra relación.
Siempre fui una buena hija, seria, estudiosa. Mi madre me ayudaba a escoger mi ropa y esta casi siempre era a la moda, pero sin mostrar nada. Así que toda la Prepa me la pasé de pantalón de mezclilla (a la cintura por supuesto) y blusas monas pero de cuello redondo. Para decirlo fácil: era una niña bien. A veces me acaloraba un poco con los besos de mi novio, Antonio, pero él siempre se negó. Decía que me respetaba mucho. Siempre tuve buena figura, pero nunca la mostré. Nunca había visto pornografía. Mi mamá se sentía orgullosa de su labor. Siempre cuidándome. Por eso, cuando pedí permiso para ir con Toño al baile, mis papás (no sin mostrar cierta renuencia) me lo dieron.
A pesar de mi nula experiencia sexual, pues ni siquiera me había masturbado en mi vida, había tomado la decisión de tener relaciones con Toño. Ni siquiera a él se lo había dicho. Era de algún modo nuestra despedida. Yo quería ser una gran abogada, y como me gustaba meterme duro a los estudios, sabía que iba a regresar pocas veces a mi ciudad, y quizás no coincidiera con él que también estaba decidido a ser un gran Ingeniero. Yo quería mucho a Toño, pero estaba consciente de que era un amor de adolescentes. A mi me gustaba otro muchacho en la escuela, pero era todo lo contrario a mi. Oviedo (así se apellidaba) era un autentico gañan, me daba tanta vergüenza que me gustara un hombre así, que ni a mis mejores amigas les había dicho que Oviedo me parecía guapísimo. Oviedo parecía no fijarse en mí, sus novias eran chicas tremendas, tanto de talla de brassiere y trasero como de conducta. Así transcurrieron los 3 años de mi preparatoria. Con un novio que me adoraba, y al que yo quería mucho, aunque en el fondo me llamaba la atención el delincuente de la escuela.
Volviendo a ese 11 de Julio de 1997 a las 8 de la noche, salí de mi casa tomada del brazo de Toño, regocijándome al pensar en que pronto íbamos a descubrir juntos las mieles del sexo. Llegamos al salón en donde era el baile. Yo había tenido el primer promedio de la generación y pasé a dar un pequeño discurso. Luego del protocolo comenzó el baile. Yo me sentía extrañamente caliente de la piel y sin poder aguantarme mas le dije a Toño al oído: Esta noche te voy a dar un regalo de graduación. Se lo dije con un tono tan insinuante que Toño comprendió enseguida de lo que se trataba, pero supongo que conociéndome, mejor optó por preguntarme "¿Qué me vas a regalar mi amor?" Sin poder resistirme le dije: A mi misma. Él quiso saber más: "¿TU?" "Si, quiero que nos regalemos esta noche". Toño se puso lívido y sin decir más me jalo tomada de la mano hacia el estacionamiento. Me dijo "¿estás segura?" Yo por toda respuesta lo besé y me apreté contra él. No había nadie en el Estacionamiento, por eso yo lo besé con toda la pasión de la que era capaz. Toño me apretaba y comencé a sobarle el bulto en su entrepierna. El vestido que yo llevaba era Strapples por lo que sólo me bajé el cierre de la espalda y enseguida quedaron mis senos al aire. Cuando los besó yo gemí fuertemente, jamás nadie los había tocado y yo estaba envuelta de sensaciones agobiantes que hacían que mi respiración se hiciera profunda. Tenía 18 años de inexperiencia y mi cuerpo amenazaba con orgasmarse sólo de que Toño besara mis pezones. Sentía calor, mucho calor, confieso que no pensaba en nada mas que en lo que estaba haciéndome Toño. Pero.. como que a él no le pasaba lo mismo, su pené a pesar de mis caricias no respondía. Le dije "no te preocupes, vamos a un sitio mas tranquilo; quiero acostarme contigo en una cama, quiero que nos tomemos nuestro tiempo". Me acomodé el vestido y caminamos hacía el auto del papá de Toño. Pero cuando estaba abriendo mi puerta, Toño me beso apretándome contra el coche, recargando su cadera contra la mia. Me dijo "déjame hacerte algo" y en lugar de abrir la puerta de adelante, abrió la puerta de atrás. Suavemente me recostó en el asiento de atrás, se puso encima de mí y me besaba toda, cuando puso su mano en mi entrepierna, abrí los ojos de sorpresa, pero deje que siguiera haciendo. Toño fue bajando su boca. La puerta del coche seguía abierta. Toño subió mi vestido y quitándome mi calzoncito, tocó mi vagina por primera vez desde que éramos novios. Impacientemente quité su mano y apreté su cabeza contra mi, obligándolo a comerme.
HUMMMMM, yo me sentía feliz con las piernas totalmente abiertas en el asiento trasero del coche de mi novio (bueno, de su papá) Pero sobre todo con la lengua de Toño lamiendo quedito mi clítoris. Sin pensarlo solté mis senos bajándome el vestido para apretármelos yo sola. MMMMMmmmm que delicia!!!!!. Nunca había tenido un orgasmo, pero sentía que mi clítoris estaba demasiado erecto. Estaba a punto de orgasmarme cuando abruptamente Toño se separo de mí. Abrí los ojos para reclamarle y con gran sorpresa vi que Oviedo y otros 2 habían sujetado a Toño del cabello y comenzaron a pegarle. Yo grité y me acomodé el vestido. Oviedo saltó sobre mí y sacándome del cabello me aventó todavía con los senos al aire a la cajuela del coche. Los otros sujetaron a Toño. Yo volví a gritar, pero Oviedo se puso atrás de mi y apretándome el cuello con el brazo me dijo: Cállate, cállate si quieres que este pendejo esté bien. Si sigues gritando le vamos a guardar una navajita que traigo por aquí. Yo me revolvía y le decía: Déjenlo, déjenlo, no le peguen. Oviedo al ver que no me callaba me dio una cachetada leve. Aún así me aturdí y me salió sangre de la nariz, al ver que me callaba, Oviedo me dijo "para que quieres que vengan? que le vas a decir a quien salga a ayudarte? tu estás con las tetas de fuera y la panucha mojada de la saliva de este ojete" Yo me quede callada, mas por el dolor que por escucharlo. Oviedo les dijo a sus amigos que no le pegaran a Toño. Sacó una navaja y me dijo: ¿Quieres que se la entierre? Llorando le dije que no, que por favor no lo hiciera, que ya nos íbamos. Oviedo se rió a carcajadas.
Toño gritó: Déjenla, déjenla. Oviedo me dijo, enseñándome la navaja "ella no quiere que la dejemos, verdad?" y le dio un golpe en el glúteo a Toño. Yo volví a gritar y Oviedo a pegarme, esta vez tuvo que hacerlo con mas fuerza. Me desmayé, cuando abrí los ojos, vi que habían amarrado a Toño, que ya estaba tirado en el suelo. Oviedo vio que desperté y acercándose a mí, me dijo "No quieres que le pasé nada, verdad? Yo asentí con lágrimas en los ojos. Oviedo ordenó a sus compañeros que no le hicieran nada.
Les dijo: Liliana es muy inteligente, por eso dio el discurso hoy, ya se dio cuenta que de ella depende si madreamos a este pendejo. Toño levanto la cabeza y dijo "No, déjenla" Pero, Antonio era demasiado débil para hacer otra cosa que no fuera murmurar. Uno de los amigos de Oviedo, le puso una navaja en el cuello. Oviedo me jaló de la mano en medio de los coches. Quito el cubre asientos del coche de Toño y lo puso en el suelo. Con voz baja me pidió que me acostara. Yo lo hice, y él se subió sobre mí. Despacio me besó en la boca, con tanta delicadeza que me sorprendió. Hundió su cara en mi cuello y me murmuro al oído que me veía bellísima con ese vestido, pero me lo iba a quitar. Casi sin que me diera cuenta me desnudo. Yo estaba temblando, en el fondo me acusaba a mi misma. Esa bestia llamada Oviedo siempre me había gustado, seguramente yo tenía la culpa. Pero luego me enojaba con Antonio, yo quería irme a un hotel y él imprudentemente me había desnudado en el estacionamiento publico, exponiéndome justamente a lo que estaba pasando. Además, la verdad no estaba muy comprometido en mi defensa. Yo estaba ahí, desnuda, con las piernas abiertas a punto de ser violada por el gañan de la escuela y Toño se veía mas impresionado que dispuesto a defenderme. Y para vengarme de ese mentecato debilucho, decidí relajarme. Después de todo, el dueño del pene amenazante era bellísimo, y yo siempre había estado enamorada de él en secreto.
Oviedo me besaba, estrujaba mis senos, lamía mi cara, hasta que se sacó un enorme pene. Era el primero que veía, pues el de Antonio nunca pude verlo ni tocarlo... Me gustó... estaba excitada... además... Oviedo siempre me había gustado... cuando me penetro, estaba tan ensalivada que casi ni me dolió. Mientras empujaba despacito, me dijo es tu primera vez verdad mi amor????? Yo no le contesté... pero... La verdad me encantaba estar así, Edgar tenía un cuerpo fabuloso, el pene muy duro. Sus ojos se fijaron en los míos, aun cuando me besaba. Me dijo: Siempre me has gustado y no iba a dejar que este maricón te estrenara. Yo no decía nada, pero definitivamente ese pene estaba haciendo maravillas dentro de mí. Me estaba haciendo el amor, me besaba, me abrazaba... cuando iba a eyacular, su mirada cambió y me dijo: Te amo, perdóname por hacerte esto a la fuerza.... y eyaculo. Se quedo sobre mí todavía un rato. Yo me sentía como si estuviera soñando. Había planeado que esa noche comenzaría mi vida sexual, pero jamás creí que fuera de ese modo, violada... aunque POR DIOS... me había gustado y mucho... Oviedo se dio cuenta de que yo no había terminado y lentamente sobre mi cuerpo desnudo se deslizo hacia abajo. Por segunda vez en la noche tuve una lengua en mi vagina y... a decir verdad, lo hacía mejor que Antonio. Su lengua recorría dulcemente mi rajita, lamiendo mi clítoris, que estaba duro de excitación. Cuando Edgar ( que ese es su nombre) sintió que estaba a punto de orgasmarme, me hundió la punta de su dedo, con lo que logró el primer orgasmo de mi vida, fuerte, convulsionante. Edgar volvió a subirse en mí y reanudo sus besos. Me dijo: ¿te gustó? Yo seguía sin responder, la verdad es que me había gustado y mucho, ese orgasmo nunca lo voy a olvidar, pero... la situación de Antonio me preocupaba. ANTONIO!!! Hasta ese momento me volví a acordar de él. Voltee y me llevé la sorpresa de mi vida. Los amigos de Edgar lo tenían en un sándwich, Antonio estaba de lado. Uno de ellos le estaba chupando el pene, y el otro lo tenía ensartado por atrás. No podía creerlo, por un momento todavía creí que lo estaban violando, pero no... Su pené erecto y su cara de satisfacción lo decían todo. Ni siquiera me vio, tenía los ojos cerrados de placer. En ese momento comprendí muchas cosas... para empezar, su poco interés en el sexo y... que no se excitaba nunca... conmigo, porque era evidente que ahora si lo estaba
Edgar me tomo de la mano y me dijo que fuéramos a otro lugar. Yo lo seguí sin contestarle pero lo seguí. Me costó mucho entender que lo que me hizo Edgar fue por amor. Él me contó después que fue amigo de Antonio desde niños... y que Antonio se había enamorado de él. Cuando entramos a la Prepa y me conocieron, Edgar le dijo que yo le gustaba. Antonio se molestó y le declaró sus sentimientos hacía el. Edgar le pegó y jamás se volvieron a dirigir la palabra. Tiempo después Antonio y yo nos hicimos novios, cosa que Edgar nunca le perdonó. Después me enteré que yo era la única que no se daba cuenta de las preferencias sexuales de mi novio.
No volví a dirigirle la palabra a Antonio las pocas veces que volvimos a coincidir. Ya casi termino mi carrera, Edgar y yo esperamos que sea pronto porque él necesita una abogada pues su fama de delincuente le atrae muchos problemas. Lo amo. Mis padres no saben porque, todos me reclaman y dicen que lo voy a mantener sí me caso con él , están en lo cierto. Edgar es más que mi dueño, es mi amo.