Violación familiar

Nos violaron a mi esposo, a mi hija y a mi (con fotos).

VIOLACION A LA FAMILIA

(parte 1)

Esto que les voy a narrar nos sucedió a mi familia y a mi hace aproximadamente unos cinco años, solo por seguridad no voy a decir los nombres de nosotros ni de los bandidos.

Después de haber secuestrado a mi hijo de solo cuatro años de edad, una banda de rufianes nos obligo a ir a una casa que tenemos en las afueras de la ciudad, con la amenaza de que si no lo hacíamos matarían a mi hijo, mi esposo y yo aceptamos con la condición de que no fuera mi hija de 18

años, pero los bandidos no estaban para recibir condiciones y simplemente nos dijeron que o íbamos todos o jamás volveríamos a ver al pequeño, y mi hija también acepto ir para salvar a su hermanito.

Claro que antes de esto les ofrecimos dinero o lo que quisieran para soltar al niño con vida, pero tampoco aceptaron y solamente después de tiempo nos dimos cuenta de que lo que ellos querían no era ningún bien material, sino que solamente querían esconderse por un tiempo y que mejor escondite que estar como invitados en la alejada casa de una familia respetable, y así nos fuimos con ellos esperando que cumplieran su palabra de dejar al niño con vida y no hacernos daño a nosotros. En la casa a pesar de estar en las afueras, teníamos electricidad, sonido, tv, video, lo único que no teníamos era teléfono.

Mi hija de 18

años era bonita y con un cuerpo bien formado aunque todavía en desarrollo, yo tenia 34 años y a pesar de dos embarazos aun conservaba un buen cuerpo con buenas nalgas y buenas tetas y mi esposo tenia 38 años, era delgado y bajito y siempre había sido muy apocado en todo lo que hacia.

Estábamos solos mi esposo, mi hija y yo en esa casa alejada de la civilización con tres hombres y una mujer que luego se notaba que eran gentes malas y capaces de cualquier crimen. El jefe de ellos era un hombre moreno y enorme con una fea cara que asustaba a cualquiera y dirigiéndose hacia nosotros nos dijo:

Quiero que queden bien claras las reglas, vamos a estar aquí entre ocho y diez días cuando mucho, durante este tiempo ustedes tendrán que obedecernos en todo lo que les ordenemos pues de lo contrario los mataremos a ustedes y también mataremos al chamaco pues después de todo nosotros no perdemos nada con hacerlo pues de todos modos nos quedaremos en la casa, pero si ustedes se portan bien y nos obedecen y al final quedamos satisfechos, entonces los dejaremos con vida y les daremos a su escuincle sano y salvo. Ustedes se encargaran de hacer la comida para todos y sobre todo se encargaran se satisfacernos sexualmente pues nosotros cuatro estamos hambrientos de sexo y estos días nos caerán muy bien para hartarnos por todo lo que no hemos tenido, cualquiera de nosotros podrá hacer uso de cualquiera de ustedes sin poner ningún pero y deberán tratar de dejarnos satisfechos pues a la menor queja que yo tenga me encargare de matar al infractor delante de los demás y créanme que hablo muy en serio ¿quedo claro todo esto o tienen alguna duda?

Nosotros nos quedamos callados y con la vista baja, pero parece que esto incomodo al jefe que nos grito muy fuerte:

Les hice una pregunta perros, contesten.

Yo sabia que mi marido no iba a contestar nada, pues el aparte de ser débil físicamente, creo que también es débil mental y muy apocado, así que fui yo la que tuve que contestar:

Si señor, le entendimos bien, obedeceremos en todo pero por favor no le haga daño a mi hijo.

Ya te di mi palabra perra y no tienes porque dudar de eso ni estármelo diciendo a cada rato.

Esta bien señor… dígame como debemos dirigirnos a ustedes.

Buena pregunta… y tomando en cuenta que ustedes son solo unos perros, deberán llamarnos amo y deberán de hablarnos de usted y con todo respeto, todos nosotros seremos sus amos y cualquiera de nosotros podrá golpearlos de la forma que quiera si ustedes no obedecen algo o si no nos llaman amos, ¿esta claro?

Si… mi amo.

Pero lo que para mi estaba claro era que nos esperaban unos días muy duros, sobre todo a mi hija y a mi pues si la mujer se iba a coger a mi esposo, no creo que para el fuera mucho sacrificio, pero muy pronto me di cuenta de lo equivocada que estaba y de las sorpresas que se lleva una en la vida.

Muy bien perros, la primera orden es que ustedes deberán de andar siempre encuerados en la casa, no quiero que se pongan ningún trapo encima en todos estos días, de manera que quiero verlos desnudos a los tres, rápido.

Rápidamente y con toda la pena del mundo los tres nos quitamos toda la ropa quedando totalmente encuerados y tapándonos con las manos nuestro pubis. Los tres tipos y la tipa se nos quedaron viendo y nos dieron la vuelta como si estuvieran inspeccionando el ganado, hasta que el jefe dijo:

Muy bien, veo que empiezan siendo obedientes, espero que continúen así, a ver ustedes –dijo dirigiéndose a sus compinches- escojan lo que les guste para que se diviertan un rato antes de que nos preparen la comida.

Todavía nos miraron por unos segundos y luego los dos compinches me agarraron a mi por los brazos y me encaminaron a la escalera que daba a la parte de arriba en donde había dos dormitorios con camas grandes, de reojo alcance a ver que la tipa tomaba a mi hija de la mano y también se encaminaba con ella hacia arriba, de manera que abajo solo quedaron mi esposo y el jefe, y tiempo después me entere de todo lo que había pasado, vamos a empezar por el relato de lo que me paso a mi.

Desde antes de llegar al dormitorio los tipos ya iban estrujándome a cuatro manos las nalgas y las tetas, y en cuanto entramos mas tarde en reaccionar un poco que en ver que los tipos ya se habían desnudado de la cintura para abajo y pude ver dos grandes vergas ya paradas al máximo y luciendo en todo su esplendor, de inmediato me tumbaron en la cama con la cabeza en la almohada y mientras uno de ellos metía su cabeza entre mis piernas abiertas, el otro se montaba en mi pecho a horcajadas y me metía su vergota en la boca. La verga estaba sucia y olía mal pero esto no le importo al tipo que me la metía hasta la garganta, tuve una arcada y el tipo sacando su verga me propino una fuerte cachetada a la vez que me decía:

No te vayas a vomitar sobre mi verga perra estúpida porque te muelo a palos, ¿me entendiste?

Si –le conteste suavemente.

¿Si que perra?

Si entendí mi amo.

Eso esta mejor perra puta, y ahora chupa mi verga como si fuera lo que mas te gustara en el mundo.

Y me volvió a meter su vergota en la boca y yo trate de esmerarme lo mas que pude al chupársela y tratando mentalmente de ahogar el asco que sentía. Y mientras esto pasaba, el otro tipo me lamia, me besaba y me mordía mi panochita haciendo que me retorciera de dolor y poco a poco me di cuenta que también me retorcía de placer pues de por si soy una mujer muy caliente y con lo que estos tipos me estaban haciendo no tardaron en sacar la puta que llevo dentro de mi logrando que tuviera un orgasmo que trate de disimular en la medida de lo posible.

Estuvieron varios minutos así y después cambiaron de lugar poniéndome a chupar la verga del otro tipo, pero duraron muy pocos minutos pues el que me estaba cogiendo por la boca no tardo en decirme:

Ya me voy a venir en tu boca perra y quiero que te tragues todos mis mocos.

Si mi amo –le respondí sacándome por un momento la vergota.

Y efectivamente no tardo en venirse pero lo hizo en cantidades industriales, yo tuve que hacer un gran esfuerzo para no ahogarme y tragarme todo como me lo había ordenado, y lo logre, y luego el otro tipo también hizo lo mismo viniéndose copiosamente en mi boca. Después de tragarme todo pensé que ya estarían satisfechos y me dejarían en paz, pero la verdad es que eso apenas empezaba. Se recostaron los dos boca arriba en la cama y uno de ellos me ordeno:

A ver perra, haz que se nos pare la verga nuevamente.

¿Como quiere que lo haga mi amo?

Yo no se puta, tu solo hazlo.

Me puse hincada entre los dos y le agarre la verga a cada uno con una mano moviéndoselas lentamente y agachándome alternadamente para besarlas y chupar sus cabezotas. La verdad es que en esos momentos yo ya estaba muy ansiosa de que me la metieran en mi panochita los dos pero no quería que se dieran cuenta de eso, de manera que seguí con mi trabajo por unos minutos y casi no tardaron en pararse nuevamente las dos vergotas, estaban duras como si fueran de acero y yo me daba gusto agarrándolas y chupándolas pues nunca en mi vida había tenido dos vergas para mi sola, esa era una de mis fantasías sexuales de toda la vida y esos cabrones rufianes me la estaban haciendo realidad.

Y entonces uno de ellos me jalo del brazo y me ordeno que me sentara en su verga y yo de inmediato le obedecí tratando de que se notara que lo hacia por docilidad mas que por deseo propio, pero la verdad era que lo que yo mas deseaba en esos momentos era que me cogieran aquellos cabrones, casi de inmediato después de meterme la verga tuve otro orgasmo el cual también trate de disimular pero no se si lo logre. El tipo me jalo hacia el haciendo que parara yo mis nalgas mientras el me manoseaba fuertemente las tetas y me ordeno que lo besara en la boca y yo de inmediato me prendí a su boca besándolo apasionadamente, pareciera que no estaba yo con mis raptores sino con mis amantes y creo que ellos lo notaban.

El otro tipo se puso atrás de mí, empapo su verga con los jugos de mi panochita y luego me la clavo en mi culito lentamente. Yo no era virgen del culo pero no estaba acostumbrada a eso y menos a una doble penetración pues esta era la primera vez que me lo hacían y me sentía en la gloria, movía mis caderas para que entraran mas a fondo las dos vergotas a la vez que seguía besando la boca del tipo y me empezaba a descarar abiertamente diciéndoles:

Mas fuerte mis amos, métanme sus vergotas hasta el fondo, soy su perra puta, hagan conmigo lo que quieran.

Y ellos siguieron haciéndolo durante un buen rato y luego se cambiaron y siguieron taladrándome mis dos hoyitos haciéndome gozar de un orgasmo mas y cuando creí que este seria el ultimo, el tipo de atrás hizo algo imprevisto, saco su vergota de mi culito y acomodándola junto a la de su compañero, me la clavo en mi panocha y al sentir las dos duras vergas juntas en mi rajita creí que iba a enloquecer y tuve otros dos orgasmos seguidos y entonces ellos se vinieron en mi panochita casi simultáneamente llenándome de una manera que yo nunca creí que una verga pudiera soltar tanta leche y en mi caso eran dos las que se vaciaban dentro de mi sacándome sus vergotas en cuanto terminaron.

Yo acabe desfallecida encima del tipo que estaba debajo de mí, el cual me pregunto:

¿Te gusto perra?

Si mi amo, si me gusto mucho es increíble la forma en que le metieron la verga a su perra–le conteste a la vez que lo besaba en toda la cara.

Esta bien, ahora límpianos la verga con la boca a los dos.

Si mi amo, enseguida su perra le obedece.

Yo no se porque a los hombres les gusta tanto que una les limpie la verga con la boca cuando terminan de coger, pero no quise investigar y me dedique a limpiarles sus vergotas con mis labios y mi lengua. Todavía las tenían paradas aunque ya no tan duras como unos minutos antes y yo amorosamente se las deje relucientes a los dos.

Luego me acostaron en medio de los dos y se dedicaron a manosearme todo el cuerpo a la vez que se turnaban para besarme en la boca y yo les agarraba la verga a los dos con cada una de mis manos y se las sobaba y se las movía, y en esas estábamos cuando se oyó la voz del jefe que nos llamaba a todos desde abajo y eso me molesto un poco porque yo esperaba que me volvieran a coger los dos antes de bajar. En fin, que los dos se vistieron y yo después de asearme en el baño y encuerada como estaba bajamos los tres y hasta entonces tuve tiempo de pensar en como le habría ido a mi hija y a mi esposo y es que no esperaba la sorpresa de lo que había pasado abajo entre mi esposo y el jefe de la banda.

Mi hija.

La tipa agarro a mi hija por los cabellos y a tirones la metió en el otro cuarto. Esta mujer era lesbiana y ya después me enteraría por mi misma al recibir el mismo tratamiento que mi hija. Ya en el cuarto, la abrazo y la beso en la boca pero como mi hija no respondiera al beso, esto la molesto y la tiro en la cama para luego golpearla por todo el cuerpo, fuerte pero con las manos abiertas, diciéndole.

Yo no tengo mucha paciencia perra y si no me satisfaces bien te voy a marcar todo tu cuerpo a golpes.

Enseguida se quito toda la ropa y le ordeno a mi hija que se pusiera en el suelo como perra, mi hija obedeció dócilmente dolorida por los golpes, ella se sentó en la cama y abrió las piernas dejando ver una enorme y peluda panocha y jaló a mi hija por los cabellos hasta que su cara y su boca quedaron a dos centímetros de su panochota y le dijo:

Vas a ser mi perrita y me vas a obedecer en todo lo que yo quiera ¿esta bien?

Si mi ama –contesto mi hija mas por instinto de supervivencia que por convencimiento.

A ver, ladra perrita, ladra como si le estuvieras pidiendo a tu ama tu comida.

Gua gua gua gua gua gua gua gua gua –ladro mi hija.

Muy bien perrita, se ve que quieres comer, dime ¿alguna vez te has comido una rica panocha como la mía?

No mi ama

Eso esta bien pues ahora vas a empezar, vas a besar, a chupar, a lamer y a meter tu legua lo mas que puedas en mi rajita y cuando yo me recueste y alce las piernas te pasas a hacer lo mismo con mi culo y te sigues alternadamente, y mas vale que lo hagas bien y que trates de dejarme complacida pues de lo contrario te voy a golpear muy fuerte, ¿entendiste perrita?

Si mi ama.

Pues comienza.

Y nuevamente por instinto pues no tenia ninguna experiencia, mi hija comenzó a chupar y lamer aquella cosa peluda que tenia ante su boquita, la besaba y le metía la lengua haciendo que la mujer gimiera de placer con lo que le hacia aquella boca inexperta que le mamaba su panocha. Y así estuvieron varios minutos y entonces la tipa le ordeno:

Ladra perra.

Mi hija se separo un poco y comenzó a ladrar pero entonces la mujer le dijo que tenia que ladrar sin despegarse de su panocha y mi hija lo hizo, era curioso escuchar como mi hija intentaba ladrar mientras seguía mamando aquella raja llena de pelos. Entonces la mujer se recostó en la cama y alzo las piernas separando las nalgas y dejando a la vista su culo, y mi hija recordando sus ordenes empezó a lamer y besar el culo de la mujer sin dejar de ladrar por momentos y parecía que aquello divertía a la tipa pues sin dejar de moverse por el placer, también se reía de la forma como mi hija se esforzaba en ladrar sin dejar de chupar y pasaba del culo a la panocha y de la panocha al culo. Y en esas estaban cuando la mujer se echo un pedo en la cara de mi hija y esta, tomada por sorpresa se hizo hacia atrás y eso volvió a enojar a la mujer, quien se levanto y empezó a golpear nuevamente a mi hija.

Porque te quitas estúpida perra, ¿solamente porque me eche un pedo?

Perdóneme mi ama –decia mi hija llorando- perdóneme por favor, no lo vuelvo a hacer.

¿Qué no sabes que yo puedo hacer contigo lo que quiera? puedo matarte a cabronazos si quiero y nadie me va a decir nada.

Si mi ama por favor perdóneme.

Puedo echarme en tu cara los pedos que yo quiera, puedo orinarme y cagarme en tu boca si yo quiero ¿entendiste perra?

Si mi ama si entendí.

¿Qué entendiste perra? Le pregunto la tipa alzándola por los cabellos para encararla.

Que usted puede echarse los pedos que quiera en mi boca y también puede orinarse y cagarse en mi cara porque usted es mi ama y para eso tiene a su perra para echarle de pedos en el hocico cuando usted quiera.

Veo que entendiste bien perra, cuídate de no volver a hacerme enojar porque a la próxima no te voy a pegar con las manos sino con un palo.

Si mi ama, prometo que ya no la hare enojar.

Esta bien, vamos a seguir con lo que estábamos y si me dan ganas de echarme otro pedo te voy a hacer una seña para que pongas tu boca bien abierta en mi culo para que te lo tragues todo.

Si mi ama.

Y la mujer volvió a recostarse alzando y abriendo las piernas para que mi hija le siguiera chupando el culo.

Y así estuvieron por un buen rato hasta que la mujer tuvo dos ruidosos orgasmos y se separo de la cara de mi hija quien internamente dio las gracias pues ya no aguantaba el cansancio en los músculos de su boca de tanto estar chupando. Su carita estaba llena de babas y de líquidos segregados por aquella panochota, tuvo el deseo de limpiarse con las manos pero se detuvo pensando que se podía enojar aquella mujer.

La tipa se sentó y la atrajo hacia ella besándola en la boca y limpiándole la cara con la lengua.

¿Te gustó mi panocha perrita?

Si mi ama.

Respóndeme ladrando perra.

Gua gua gua gua –ladro mi hija a la vez que movía la cabeza afirmativamente

Esta bien, ahora para descansar un poco vamos a hacer el 69.

Mi hija a pesar de su tierna edad no era tan inocente pues ya había tenido varias relaciones sexuales y ya sabia lo que era tener una verga en su panochita, y claro que también ya sabia lo que era el 69, de manera que se acostó sobre la cama y la tipa se acostó sobre ella empezando a mamarse las dos pero mi hija sin dejar de ladrar sobre la panocha de la mujer.

Después de un rato, la mujer se levanto y le ordeno a mi hija que se pusiera boca abajo y parara un poco sus nalgas y la mujer se dedico a besarlas y lamerlas amorosamente metiéndole los dedos en el coño y en el culito a la vez que también le daba algunas lamidas en su anito y preguntándole:

¿De quien son estas nalguitas perrita?

Son de usted mi ama –contestó mi hija también mas por instinto que por otra cosa.

¿Y este rico culito de quien es?

Es suyo mi ama.

Que hermosas y ricas nalguitas tienes perra y que sabroso culo, esta como para estárselo comiendo por mucho tiempo.

Usted puede comérselo todo el tiempo que quiera mi ama, pues el culo de su perra es suyo.

Eso me gusta perrita, que seas sumisa y obediente.

Gua gua gua gua gua gua.

La tipa estaba muy complacida con mi hija y entonces la volteo boca arriba y se puso encima de ella agarrándole sus chiches con las dos manos y mamándoselas mientras le decía:

Te voy a instruir para que seas una buena perrita, al rato que nos subamos a dormir voy a pedir que tú subas conmigo de nuevo. En cuanto entremos al cuarto tu deberás ponerte a gatas como perra y ladraras, no deberás estar ladrando todo el tiempo pero si unos cuantos ladridos a cada ratito.

Si mi ama, entendido, gua gua gua gua gua gua.

Muy bien perra, y después deberás andar como perrita buscándome la panocha y el culo con el hocico para donde quiera que yo me mueva y metiendo tu lengua en lo que tengas mas a la mano, o sea que si abro las piernas meterás tu lengua en mi panochita y si abro las nalgas meterás tu lengua en mi culo, ¿entiendes?

Gua gua gua gua gua gua gua.

Muy bien perrita.

Y siguió besando las tetas y la boca de mi hija hasta que se escucho el grito del jefe.

Mi esposo

Después de que mi hija y yo nos subimos a las recamaras con nuestros raptores, mi esposo se quedo solo con el jefe y este acercándose a mi esposo le agarro la verga y le dijo:

Yo soy homosexual, pero no te vayas a ir con la finta pues esto no tiene nada que ver con el hecho de que soy un cabron y capaz de matar a cualquiera por el simple hecho de que me hagan enojar, de manera que no vayas a pensar que porque me vas a coger ya vas a tener alguna autoridad sobre mi, ¿esta claro?

Si… mi amo –contesto mi esposo casi temblando pues el no esperaba una sorpresa de ese tamaño.

Entonces te vas a comportar dócilmente como un buen perro.

Si mi amo.

Me vas a acariciar, me vas a besar y me vas a tratar como si fuera yo la mujer que mas deseas –dijo el jefe sin dejar de agarrar la verga de mi marido- ¿esta bien?

Si mi amo

El jefe se sentó en un sofá-cama que tenemos en la sala y le ordeno a mi esposo que se sentara junto a el, entonces lo abrazo y lo beso en la cara y en la boca y mi esposo tuvo que corresponder a sus besos aun con todo el asco que sentía pues el nunca había tenido una relación homosexual, luego el jefe se agacho y se metió la verga de mi esposo en la boca y comenzó a mamarla con una maestría increíble que hizo que la verga de mi esposo se parara rápidamente. Entonces el jefe se levanto del sofá y le ordeno a mi esposo que lo desnudara y sucedió lo que mi esposo temía pues el tipo le ordeno que le mamara también a el la verga y mi marido hincándose entre sus piernas no le quedo otra que meterse el pitote del jefe en la boca y comenzar a saborearlo pasándole la lengua por todos lados.

No lo haces muy bien perro, pero te perdono porque supongo que no tienes experiencia en esto.

No mi amo, no tengo experiencia –contesto mi esposo sacándose por un momento la vergota de la boca- pero tratare de hacerlo lo mejor posible para que mi amo quede contento.

La cobardía y el miedo de mi marido no tenían límite pues no le puso ningún pero a mamarle la vergota al jefe, supongo que pensó que era mejor un cobarde vivo que un valiente muerto..

Después de un rato, el jefe se empino en el sofá y le ordeno a mi esposo que le metiera la verga en el culo y este obedeció de inmediato metiéndosela toda sin problemas porque el culo del jefe ya estaba muy usado y la verga de mi marido no era demasiado grande. Y así estuvieron por un buen rato hasta que mi esposo se vino en el culo del jefe.

Y fue entonces cuando el jefe nos llamo a todos que bajáramos.

Lo primero que vi al bajar fue al jefe sentado en el sillón, estaba vestido pero con la verga de fuera y a mi esposo agarrándosela con una mano mientras con la otra le sobaba los huevotes que tenía el jefe bajo su verga. Rápidamente me cayo el veinte de que al jefe le gustaban los hombres y que se había aprovechado de mi esposo y lo seguiría haciendo todo el tiempo que estuvieran en la casa, fue una sorpresa para mi pero rápidamente la asimile pensando que también a mi esposo no le había quedado otra salida que hacer lo que quisiera el jefe.

Pero aun me quedaba otra sorpresa, pues en otro sillón estaba mi hija encuerada y sentada en las piernas de la mujer y acariciándole la cara mientras esta le sobaba las tetas descaradamente, o sea que la mujer era lesbiana, que sarta de bandidos desviados nos había tocado que nos secuestraran, pero igual pensé que ni modo, teníamos que apechugar con lo que viniera y solo tratar de que ninguno de nosotros saliéramos lastimados.

Ya tengo hambre –dijo el jefe- que las dos perras vayan a la cocina a prepararnos algo de comer, mi putito se queda aquí conmigo a seguir entreteniéndome la verga.

Y que quieren que hagamos de comer mi amo –le pregunte tímidamente al jefe.

Hagan lo que quieran, uno huevos con frijoles estará bien, y otra cosa antes de que se me olvide, esta prohibido hablar entre ustedes y si lo hacen serán severamente castigados, ya después de que nosotros nos vayamos tendrán tiempo de platicarse todo lo que quieran.

Mi hija y yo nos quedamos viendo la una a la otra y nos dirigimos a la cocina. Los rufianes habían comprado bastante comida de manera que por eso no sufriríamos. Comenzamos a hacer lo que nos habían ordenado sin pronunciar ni una sola palabra por miedo a que alguno de los bandidos nos estuviera espiando y nos fuera a caer hablando y eso provocara algún castigo para nosotras, y después de unos minutos y cuando ya casi terminábamos de hacer la comida, entraron en la cocina los dos tipos que me habían cogido a mi poniéndose cada uno detrás de nosotras y sacando sus vergas y pegándolas a nuestras nalgas, yo de inmediato empecé a mover mi trasero para complacer al tipo y mi hija al verme me imito y también movió las nalgas sobre la verga del tipo.

Que buenas nalguitas tiene esta niña –dijo el hombre que estaba detrás de mi hija.

Si –contesto el otro- pero no te hagas muchas ilusiones de tenerlas ahora pues seguramente la bruja las va a querer para ella sola esta noche pues se ve que le gustaron mucho.

Entonces el tipo que me tenia, me volteo y me presiono los hombros y yo de inmediato supe lo que el quería, así que me hinque en el piso frente a el y me metí su rica vergota en la boca y comencé a mamársela. Yo estaba muy caliente y hubiera querido que ahí mismo me ensartara por el culo con su enorme tranca pero me conforme con chupársela metiéndomela hasta la garganta y acariciándole suavemente sus huevotes.

Este relato continuara en una parte segunda y final.

Espero sus comentarios.