Violación en Granada.

Me obligan a presenciar la violación de mi novia y ella lo pasa mal... ¿O no?

Estaba en mi casa viendo la tele, mi novia que vivía en un pueblo cerca de aquí de Granada capital, estaba de despedida de soltera de una amiga y acabaron en una discotequilla de un pueblo donde un 'boy' les hizo un espectáculo.

Ella había bebido demasiado y no podía conducir, y resulta que no había más hueco en los coches de las amigas así que me llamó. Me dijo donde estaba y fui con mi coche a recogerla. Estaba a unos 30 minutos de mi casa.

Llegué y allí estaba mi novia con todas sus amigas, eran casi las 3 de la madrugada. Todas llevaban el mismo vestido, eran unas minifaldas de tablillas de color rojo ferrari, zapatos de tacón también rojos, una camisetita de mangas cortas muy ajustada del mismo color y todas con una cola alta que salia de su coronilla. Claramente, mi novia que porta buenos pechos, era la única sin sujetador.

Cuando las ví me puse caliente, estaban muy engolfadas y vestidas como zorrones, estuve un rato hablando con ellas y luego nos montamos en el coche mi novia y yo y nos dirigimos a la capital, a mi casa.

Por lo borrachita que iba mi novia desde que se montó lo primero que hizo fue agarrarme el paquete, decía que tenía muchas ganas de polla, que el 'boy' estaba muy bueno y que tenía una buena tranca, y que eso la puso muy caliente. Yo podía dar fe de que estaba realmente caliente.

Ya en la carretera la cosa se puso muy ardiente, y mi novia me desabrochó el pantalón sacó mi polla y se la metió en la boca y comenzó a chupar con mucho vicio, mi novia sabía comer pollas de lujo.

Era una carretera secundaria, y aunque la conocía, no era seguro conducir de esa forma, así que en un descampado que conocemos donde van las parejas a follar metí mi coche.

Ya en el descampado, que estaba vacío, nos pusimos a hacer de todo, mi novia me la comió, yo le comí el coño y después de un rato se subió a horcajadas mirando hacia mí y comenzamos a follar.

No nos dimos cuenta pero en ese tiempo una furgoneta blanca muy vieja se apostó cerca de mi coche.

El polvo que echábamos estaba casi llegando a su fin, mi novia gimiendo para correrse y yo iba a ir detrás de ella cuando el cristal del asiento del conductor estalló.

Mi novia gritó y yo no pude reaccionar. Un hombre con un pasamontañas que cubría completamente su cara, menos ojos y boca, abrió la puerta y otro igual abrió la puerta del copiloto donde mi novia y yo follábamos.

Un tipo la agarró y la sacó como si fuera una muñeca y luego otro me sacó a mi sin ningún tipo de trabajo, todo fue en 1 segundo.

Los tipos eran 3 moles, yo soy alto y a mi me sacaban más de una cuarta cada uno, además eran muy anchos de espaldas, con brazos de culturistas, en los que habían tatuados, pistolas, cuchillos, calaveras y cosas así.

Intentaba liberarme pero era inútil, yo no tenía ni la mitad de la fuerza de un tipo de aquellos y me sujetaban entre 2, mi novia gritaba que no le hicieran nada. Nos pusieron unas esposas a cada uno, nos colocaron unos sacos negros en la cabeza y nos metieron en la furgoneta.

El trayecto se me hizo eterno, la furgoneta se movía de lado a lado, subía y bajaba de forma brusca, estaba claro que nos llevaban por un camino de cabras a vete a saber dónde.

La furgoneta se detuvo, yo ya estaba preparado para lo peor. Mi novia sólo sollozaba y yo le decía que no se preocupara, que yo estaba con ella, pero eso no la tranquilizaba, normal, pero yo no podía hacer nada más.

La puerta se abrió y nos bajaron, nos llevaban casi a rastras hasta que depués de andar varios metros me sentaron en una silla de hierro. Yo no veía nada pero sentía como me amarraban por el pecho y los tobillos a la silla.

Solo tenía en la cabeza lo sexy que estaba mi novia y miles de pensamientos me aturrullaban la cabeza esperando lo peor. Cuando acabaron me quitaron el saco y pude ver.

Estabamos en una nave muy vieja, casi derruida, a través de las ventanas solo se veían matorrales. Delante de mí, a escaso 1 metro, había un colchon con una sábana blanca. Pude ver como tiraban a mi novia encima de él.

Yo les insultaba, les decía de todo pero hice mal. Uno de ellos vino y me amordazó impidiendo que yo hablara más en todo el tiempo que estuvimos allí.

Le quitaron las esposas y el saco a mi novia y la rodearon.

No eran españoles, creo que hablaban en inglés, y digo creo porque aunque yo sé bastante inglés podía entender algo pero había muchas palabras que no comprendía y que claramente no eran inglesas.

Comenzaron a magrearla por todos lados, mi novia gritaba y lloraba, intentaba escapar pero no podía, cuanto más se resistía mas violentos eran ellos. Ella se dio cuenta de aquello así que sólo lloraba e intentaba como podía quitarse aquellas manos de encima.

Seguía sollozando, diciendo que la dejaran cuando de repente uno de ellos le dio una bofetada y le dijo que se callara, aquello la hizo llorar más, entonces le propinó otra bofetada en la otra mejilla y le puso un enorme cuchillo en el cuello.

Mi novia se quedó blanca al ver aquello y se calló, ahora solo caían lágrimas de su cara.

Los tres gigantes la magreban de forma asquerosa, se la pasaban unos a otros como si fuera un trapo.

Uno de ellos se levantó y sacó de la furgoneta una cámara de video.

Los otros dos seguían manoseando a mi novia que mientras lloraba, ella tenía los ojos cerrados.

Los dos se pusieron de pie, se bajaron los pantalones e incorporaron a mi novia poniéndola de rodillas. Cuando yo vi las pollas de lo dos tipos pensé, pobrecilla mi novia, la van a partir por la mitad y no puedo hacer nada por impedirlo. Aquellas vergas eran enormes, como las que salen en las películas porno, muy largas y muy gordas.

Mi novia al verlas comenzó a gritar: “No, no, por favor, dejadme”.

Ellos se reían e intentaban meterle las pollas en la boca pero ella cerraba la boca y giraba la cara.

Entonces un de los dos cogió en cuchillo y se lo puso en su coño y apretó hacia arriba.

Con un acento extraño dijo: “Cómenos las pollas bien o te rajo desde el coño hasta el pecho”.

Mi novia bajó los hombros, comprendió que toda resistencia era futil.

Violador: “¡Vamos! ¡Chupa! ¡Y hazlo bien o te rajamos zorra!”

Mi novia sin dejar de llorar, agarró su descomunal verga, cerró los ojos apretándolos y se metió lo que pudo en la boca.

Debido al enorme grosor, sólo le entraba el glande y poco más, aquellas pollas debían medir más de 25cm cada una.

Mi novia se la chupaba a la vez que lo masturbaba, ella sabe lo que es chupar bien una polla. Él con una mano le agarraba la cabeza marcando el ritmo, así estuvo varios minutos mientras el tercero grababa con la cámara sin perder detalle.

El tipo que aún tenía el cuchillo en la mano, se lo puso en el cuello y la obligó a abrir los ojos y a mirarlo a los ojos mientras le comía su tranca. Ella obedecía y el tipo gemía por el placer que mi novia le proporcionaba a su miembro a la vez que lo miraba.

Después de varios minutos, el que miraba agarró a mi novia del pelo, tiró hacia él y la puso a comerle su miembro. Mi novia aún se resistía y ellos la tenían que agarrar por la cabeza para que no se retirara. Con la ayuda del cuchillo y sus amenzas la obligaban a mirarlos a ellos a los ojos mientras mamaba, incluso la obligaban a mirar a la cámara.

El cámara se unió a la fiesta y grababa como en primera persona ella le chupaba el rabo que tenía las mismas dimensiones que los de sus compañeros.

Mi novia estuvo mucho tiempo de rodillas chupando vergas, los minutos finales no las chupaba, se la estaban follando por la boca y como tenía las manos libres, mientras era follada oralmente por uno, pajeaba las otras dos.

De rodillas, con su vestido rojo de zorrita de despedida de soltera, mamando, siendo follada oralmente, a los violadores les tocó en premio gordo esa noche.

Yo podía ver como cuando el que se la follaba por la boca se la metía todo lo que podía en su boquita, ella daba manotazos en los muslos del abusador, haciéndole ver que la asfixiaba y que no podía respirar.

Se la pasaban unos a otros como si fuera su juguetito y ella sin poder remediarlo chupaba como una profesional.

No sé cuánto tiempo pasó, pero tuvo que ser al menos media hora, si no más cuando el primero se corrió en su boca. La apretaba fuerte y le metía todo lo que podía en su boca, mi novia hacía fuerzas para zafarse y no podía, le daba manotazos a la barriga y piernas del tipo para que se la sacara de la boca, tosía y yo que estaba cerca pude ver como el semen le rebosaba por la nariz.

Cuando el tipo había descargado toda su lefa en la boca de mi novia, que no tuvo más remedio que tragársela para poder respirar, se la sacó, cogio la videocámara y se puso a grabar.

Los otros dos hicieron lo mismo, le follaron la boca hasta correrse en ella y hasta que mi novia no hubo tragado toda su leche no se la sacaron de la boca.

Cuando acabaron los tres se retiraron e hicieron un pequeño hueco con mi novia en el centro.

Mi novia estaba humillada, sentada sobre sus piernas mirando al suelo, el tipo de la cámara daba vueltas alrededor de mi novia grabándola por todos los ángulos.

De la barbilla de mi novia chorreaba semen, y ella estaba tan en shock que ni siquiera se lo quitaba.

Aún estaba vestida, con su faldita y su camiseta ahora con lamparones de lefa.

Los tipos dejaron de grabar, y se pusieron a fumar mientras hablaban en su extraño idioma, se fumaron 3 ó 4 cigarros cada uno.

Cuando apagaron el último cigarro, uno de ellos se frotó las manos y agarró la cámara de nuevo.

Habrían estado fumando y hablando por una hora o más, no lo sé.

Yo pensé cuántas veces mi novia iba a tener que aguantar las vejaciones de aquellos tipos y esperaba que al menos la dejaran con vida y no le hicieran ninguna salvajada (a parte de la violación) después de tan tortuosa experiencia.

Uno de los violadores la tumbó bocarriba en el colchón, mi novia estaba casi catatónica y casi que fue ella la que se tumbó por sí sola. Ella estaba bocarriba mirando hacia mí, me miraba con los ojos llorosos y casi sin expresión en su rostro. Yo no quería derrumbarla más, así que aunque también tenía ganas de llorar, me mostré lo más entero que pude.

El tipo comenzó, levantó su faldita roja se puso a comer el coño de mi novia, ella no mostraba el menor signo de placer, pero tampoco se quejaba. Ahora se dejaba hacer todo, creo que sólo esperaba que todo terminara lo antes posible y ver el desenlace que tendría para nosotros.

El tipo se esmeraba en su comida de coño, le daba fuertes chupetones, la preparaba para lo que venía a continuación. El violador la tenía agarrada por la parte trasera de sus muslos y le tenía las piernas levantadas para poner su coño de forma perpendicular a su boca.

Después de varios minutos de comida de coño y magreo de tetas el tipo soltó las piernas de mi novia que lentamente cayeron sobre el colchón, quedando ella abierta de piernas y brazos a merced de aquel infame.

Tenía su enorme polla otra vez preparada, completamente dura. Le dió unos brochazos a los labios vaginales de mi novia y poco a poco empezó a intentar introducir su colosal verga por el coño de mi mujer.

La polla al principio no entraba, solo le metía parte del glande, pero embestida tras embestida aquel pedazo de carne se hizo camino y entró casi entera.

Pude ver como mi novia ponía cara de dolor cuando la polla la ensartó y soltó un quejío.

El cámara no se perdía un detalle de aquello.

Pronto el tipo comenzó a bombear, bombeaba mientras le estrujaba los pechos a mi novia. Le había subido la camiseta hasta el cuello, dejándolos al aire.

Mi novia seguía mirándome mientras el tipo la bombeaba, al principio ella tenía cara de dolor y yo veía como el tipo tenía problemas para meter y sacar su polla del coñito de mi novia.

En poco minutos el coño de mi novia estaba dilatado y bien lubricado, yo veía mucha humedad en la polla de aquel tipo. Empecé a pensar que mi novia estaba lubricando de forma natural y ahora dudaba de que si le dolía o le gustaba.

Por las embestidas de aquel individuo el pequeño cuerpo de mi novia se desplazaba hacia delante y hacia detrás, haciendo vaivén y sus pechos se movían con esa agitación. Ella tenía la cabeza de lado hacia mí, los ojos cerrados que sólo abría por un momento y cuando me veía allí, mirándola, los volvía a cerrar.

Ella estaba como una estrella de mar en el colchón, abierta en cruz y con todas sus extremidades pegadas en el colchón mientras el tipo bombeaba a la vez que la lamía por todos lados.

Yo estaba empezando a notar un cambio en la actitud de mi novia pero no sabía que era, la expresión de su cara había cambiado y sus ojos ya no estaban rojos, no obstante, no era capaz de descifrar lo que ella estaba sintiendo, hasta que vi una cosa.

El tipo tenía sus dos manos en las tetas de mi novia que trás mucho chupeteo tenía los pezones completamente de punta, la follaba con cierta brutalidad y con cada embestida las piernas de mi novia comenzaron a levantarse poco a poco.

Yo no me creía lo que estaba viendo, las piernas abiertas de mi novia se levantaban por sí solas, las manos de ella agarraban las sábanas y tras pocos minutos pasó lo que era inevitable para ella….

Soltó un gemido, un gemido de placer. Aquello lo escuchamos todos y yo me sentía confundido.

El tipo aumentó su intensidad y mi novia no lo pudo resistir, levantó sus piernas completamente abiertas. Yo seguía sin creerme aquello. Mi novia levantando las piernas para facilitar la penetración y yo al verlo me excité.

Yo estaba muy cabreado con mi novia y conmigo mismo, mi novia siendo violada disfrutando de su violador y yo excitado viéndolo.

El tipo bombeaba sin cesar con su enorme polla y mi novia comenzó a gemir. Ahora tenía su cabeza mirando a su violador pero aún permanecia con los ojos cerrados.

El tipo comenzó a besarla y mi novia respondió como yo no esperaba. Ella sacó su lengua y buscaba los labios del violador. Gemía mucho y fuerte, y pronto esos gemidos se conviertieron en gritos, pero gritos de placer.

Yo escuchando y viendo estaba muy excitado y no me gusta reconocerlo, frustrado. Frustrado porque yo no estaba participando en aquel abuso. Ahora yo quería participar pero no podía, estaba atado e iba a tener que ver como se la follaban aquellos tipos.

Ella seguía gritando de placer, y ahora abrazaba a su violador mientras lo besaba y se dejaba follar, ella misma se sujetaba las piernas para que estuvieran en alto.

Estuvieron bastante rato follando como descosidos para acabar de la mejor manera para ella y peor para mí.

El violador dió una fuerte embestida y comenzó a correrse y mi novia al notar su corrida interna también se corrió.

El tipo gemía pero mi novia casi gritaba, era muy excitante aquella imagen. Tanto que los otros dos violadores estaban ansiosos porque llegara su turno para follarse aquella belleza que aún seguía vestida con su uniforme rojo chillón de zorrita en celo.

El tipo terminó y siguió bastante rato con su polla en el coño de mi mujer hasta que cuando la sacó la tenía completamente flácida.

Mi novia me miró pidiéndome perdón con su mirada por lo que acababa de pasar, yo no quise mostrar mi enfado y la dejé que hiciera lo que tuviera que hacer.

Como dice el refrán: “Si la violación es inminente, relájate y disfruta”

Yo no podía reprocharle nada a mi novia, ella simplemente estaba sacando partido de una situación bochornosa y asquerosa para mí, pero muchísmo más lo era para ella.

Mi novia giró nuevamente la cabeza y allí estaba el cámara con su pasamontallas puesto sacando un primer plano de mi novia que miraba a la cámara.

Mi novia comenzó a estrujarse una de sus tetas y a acariciarse el coño, sabía que aún faltaban dos así que se masturbaba para que el siguiente pollón entrara sin problemas. Con su mirada se dirigió al siguiente violador, casi diciéndole con los ojos y la expresión de su cara que se la follara sin demora.

El tipo se acercó al colchón, se escupió en su propia polla y se la lubricaba él mismo dándose masajes.

Se situó entre las piernas de mi novia y lo primero que hizo fue subirle su camiseta hasta el cuello para dejar al descubierto los hermosos pechos de mi parienta.

Mientras él hizo eso mi novia lo agarró de la polla lo masturbó durante unos segundos y ella misma puso la punta de la polla en las puertas de su coño.

El tipo se la clavó de golpe y a pesar del tamaño brobdinariano de su miembro no hizo daño a mi chica, es más, le encantó, cosa que ella demostró con un: “Oooh, síiii”.

El segundo violador comenzó a follársela brutalmente y ella no tuvo otra cosa que hacer que levantar las piernas para una follada más profunda, lo agarró de la nuca con sus dos manos y se lo acercó hasta poner la boca del individuo frente a la suya.

Mi novia sacó su lengua y se puso a jugar con la lengua del violador que salía a través de la abertura de la boca del pasamontañas mientras él la manoseaba y la penetraba hasta lo más profundo de su vagina, provocando en ella un tremendo placer que la hacía gemir y soltar un grito de vez en cuando.

El tipo daba fuertes embestidas pudiéndose oir el choque de los testículos en la entrada del sexo de mi novia.

A parte de jugar con sus lenguas, mi novía decía guarradas.

Mi novia: “Síii, síii, dame fuerte, soy tu puta, métela más, aún me cabe más”

Se la estuvo follando así bastante rato, hasta que mi novia se corrió. Se corrió gritando y gimiendo mientras le pedía más a su violador.

Cuando los espasmos orgásmicos de mi novia cesaron el tipo le hizo una señal al cámara, éste le dió la cámara al primer violador para que siguiera grabando y se acercó al colchón.

Mientras el otro bombeaba el tercero acercó su miembro a la boca de mi novia, ella giró su cabecita y tumbada y siendo follada se tragaba todo lo que podía la polla del tercer violador.

Después de bastante rato el que se la estaba follando paró, la agarró y la levantó, él se tumbó en el colchón y “obligó” a mi chica a cabalgarlo.

Mi novia sabe cabalgar muy bien, se puso encima con las piernas abiertas apuntó el pollón a su coño y se lo metió. Ella no estaba sentada sobre él violador, sus dos manos se apoyaban en el pecho del violador y hacía sentadillas de largo recorrido que propiciando que el enorme pollón entrara y saliera por completo de su vagina.

El tipo que estaba tumbado estaba en la gloria por la follada que mi novia le hacía a él y mi novia disfrutaba claro, yo sabía que esa postura a ella la cansa, pero también sé que cuando me la hace a mí tarda poco en correrse.

El violador que faltaba se puso de pie a un lado de mi novia y acercó su miembro a ella y antes que él tipo hiciera nada, mi novia se la agarró y se la metió todo lo que pudo en su boquita.

La situación dió un giro de 180 grados, ella era la que se follaba con su coñito al violador que yacía bocarriba en el colchón y pajeaba y mamaba la verga del tercero.

El cámara apuntaba a la cara de mi novia y ella no se cortaba un pelo, con la verga dentro de su boca miraba fijamente a la lente de la videocámara como si fuera la actriz estrella de la película. Aunque tenía la boca llena, ella gemía como una fiera mirando a la cámara y a los ojos del tipo que estaba de pie.

Estuvieron varios minutos así, hasta que mi novía se cansó de estar en cuclillas haciendo sentadillas sobre la gigantesca verga de aquel tipo.

El tercero se la sacó de la boca y se retiró un poco y ella aprovechó para tumbarse sobre el violador del colchón. Mi novia estaba tumbada sobre él, comiéndose la boca apasionadamente con el violador del colchón que tenía puesto el pasamontañas mientras con su movimiento de pelvis seguía follándose a aquel hombre.

Su culo estaba en una posición perfecta para lo que le iba a suceder.

El tercer violador se puso por detrás, escupió en su ano y puso su glande en la entrada del orificio.

Mi novia dejó de moverse, se levantó un poco, con una mano agarraba la polla que la iba a penetrar analmente para que entrara con la dirección apropiada y con la otra acariciaba el pecho del que estaba tumbado.

Yo flipaba pues sabía que mi novia era virgen analmente y la primera polla que la iba a desvirgar por su culito era de proporciones exagerada.

El tipo apretaba y conseguía meter un poco de carne, pero ella aún no estaba dilatada y gritaba de dolor, pero no soltaba su miembro. Ella miraba a la cara del violador que estaba en su culito, dando pequeños gritos con la boca abierta y cara de ansiosa porque su polla le rompiera su dulce culo.

El que estaba en el colchón le chupaba sus tetas y ella con la mano que tenía libre le agarraba y acariciaba la cabeza sobre el pasamontañas.

Tras varios intentos y gritos de mi novia pasó lo que tenía que pasar. La polla finalmente entró y ella dió un grito desgarrador.

Ahora los dos la bombeaban, uno por su vagina y otro por su ano, y ella gritaba de dolor pero eso pronto fue un recuerdo porque en uno o dos minutos los gritos ya no eran de dolor, eran de puro placer.

Le estaban haciendo una doble-penetración a mi novia y ella gritaba anunciando la llegada de otro orgasmo, ella se movía para facilitar la doble penetración y de repente gritó como si fuera a morir y se corrió.

No paraba de gritar y el cámara grabó su cara de placer hasta que mi chica terminó de correrse y se echó sobre el violador que estaba tumbado.

Los tipos siguieron bombeando, mi novia permanecía inmovil sobre el violador del colchon, con sus pechos pegados a los de él, mientras ellos hacían lo que querían con sus orificios hasta que tras otro ratito mi novia se volvió a correr.

También gritaba, pero menos, pero con la salvedad que ahora gemía y hablaba: “Ohhh! Síiiii! Que rico!”, también besaba al tipo de abajo.

Tras ese orgasmo el tipo de abajo le dijo algo al que le follaba el culo a mi novia. Los dos pararon, sacaron sus vergas, cosa que a mi novia no le gustó porque estaba en el séptimo cielo siendo follada salvajemente.

Los tipos se incorporaron, la pusieron a cuatro patas en el centro del colchón, el que estaba debajo se puso delante de su cara con el miembro apuntando a su boca y el del culo la ensartó en su coño.

Al sentir su verga dentro ella, agarró la que tenía en frente y se puso a chupar como ella sabe. La lamía, le lamía los testículos y se la metía tan hondo que le daban arcadas por llegar al final de su garganta, pero ella misma forzaba a que llegara más hondo aún.

Comenzaron con aquella follada, mi novia mientras era follada vaginalmente se tragaba todo lo que podía de la otra y así, mientras el otro grababa, estuvieron un largo rato.

Todo estaba a punto de terminar, el que se la follaba vaginalmente apretó la intensidad y el que estaba siendo felado comenzó a follarle la boca a mi novia.

Mi novia estaba inmóvil, en el centro de los dos, a cuatro patas, siendo taladrada por sus extremos, gimiendo. Como sus manos, que ahora sólo le servían de apoyo, de vez en cuando se masturbaba su clítoris, veía como a veces ella misma se daba fuertes manotazos en él.

Yo estaba en primera fila viendo aquel espectáculo grotesco, pero muy excitado, creo que yo había tenido un pequeño orgasmo viendo como mi novia daba y recibía placer de la forma más excitante posible. A cuatro patas, vestida completamente, con su cola, sus pechos colgaban y se balanceaban.

Tras varios minutos el de atrás comenzó a casi gritar anunciando su corrida, mi novia al escucharlo de empezó a frotar su clítoris de forma exagerada, gritando con un sonido gutural debido a que tenía la boca llena hasta el mismo fondo. Aquellos gemidos y gritos eran muy excitantes y el que le follaba la boca a mi novia no tardó en responder con sus gemidos que hacían pensar que todo iba a cabar en segundos. Así fue.

Un brusco empujón y grito del violador de atrás indicaba que se estaba corriendo, mi novia al notarlo aumentó la frecuencia de sus gritos guturales que excitaron al felado que también apretó todo lo que pudo su polla en la boca de mi novia para correrse de manera salvaje.

Los dos la estaban rellenado de semen y mi novia al sentirlo se corrió tambén. Ella chillaba con la boca llena, aquellos chillidos eran parecidos a los que emiten los cerdos en el matadero. Eran chillidos largos que paraban pero al momento, volvían a venir, su espalda subía y bajaba por los espasmos que tenía.

Aquel sin duda fue el mejor polvo que había echado mi novia en su vida, puedo certificarlo.

Estuvieron bastante rato con mi novia ensartada como un pinchito, no se la sacaron de sus orificios hasta que no cesaron los espasmos de ella.

Todo había acabado por fin pero yo había echado tanto líquido preseminal viendo el final del espectáculo que parecía que me había meado encima, yo estaba caliente como nunca y me iba a quedar sin follar.

Los tipos se retiraron, se vistieron y se salieron de la nave. Mi novia estaba extasiada tumbada en el colchón.

Al momento vinieron, traían el bolsito de mi mujer, así que deduje que uno de ellos vino conduciendo mi coche mientras veniamos en la furgoneta a aquel sitio.

Traían una libreta, del bolso de mi novia sacaron su móvil, otro tenía mi movil, estuvieron bastante rato hurgando en ellos y apuntando cosas.

Yo veía nerviosismo en la cara de mi novia porque claramente habían acabado, la pregunta era, ¿nos iban a dejar con vida?.

Cuando acabaron tiraron el bolso y los móviles al colchón, junto con una pequeña llave que parecía de las esposas que yo aún llevaba puestas, se fueron a la furgo rápidamente, se montaron y se fueron.

Mi novia al ver que se fueron, se levantó corriendo del colchón muy nerviosa, con la llave me abrió las esposas temblando por los nervios, casi ni atinaba a meter la llave, luego me desató de la parte de arriba y mientras me soltaba los tobillos yo me quité la mordaza.

Cuando ya estaba completamente libre me abrazó temblando, yo por un momento la abracé para tranquilizarla, cuando se tranquilizó ella me dijo: “Ya acabó todo cariño, creo que no van a volver”.

Yo la retiré y le di una bofetada.

Ella se quedó estupefacta y dijo: “Pero cariño, ¿qué haces?”

Yo: “Que ¿qué hago?”

La agarré y la tiré el colchón.

Yo: “¿Tú te crees que te puedes follar así a tres tipos en mi cara y dejarme a mí sin nada, siendo mi novia?”

Ella: “Pero cariño, ¿no entiendes que ha pasado?, ¡me han violado, joder!”

Yo me monté encima de ella, le volví a subir su camiseta hasta el cuello y comencé a magrearla: “Sí, eso lo sé, pero no soy tonto, te podías haber dejado sólo follar como hacías al principio, pero has ido más lejos y has aprovechado para echar el polvo de tu vida”

Mi novia no sabía que decir: “Yo, yo, mmm, yo...”

Yo: “Qué, qué, qué me vas a decir, eh, no puedes negarlo”, y comencé a besarla.

Ella me respondió besándome como sólo ella sabe hacer, yo me iba bajando los pantalones con mucha velocidad, saqué mi polla que no era tan grande pero seguro que estaba más dura que la de los tres tipos.

Mi chica se encendió y a la vez que con enfado, mucha excitación y agresividad en sus palabras me dijo: “Esta bien, pero si quieres que me corra me vas tener que follar muy fuerte, ¿serás capaz, ehh? ¿tienes lo que hay que tener?”

Cuando escuché aquello le di una bofetada, pero no para hacerle daño, sólo para someterla, a ella le gustó aquello: “Síii, ¡fóllame!, ¡viólame!, ¡lléname el coño con tu semen!, cariño”

Yo estaba embrutecido y me la follé con muy fuerza y violencia. Le tiraba de su pelo, le estrujaba sus pechos, le daba fuertes mordiscos en el cuello y ella gritaba pidiendo más, la violación anterior por aquellos tres gigantes desató una bestia de hembra.

Me la follé por su culo sin ningún problema, por su coño, en varias ocasiones, haciendo que se corriera nuevamente pero por desgracia para mi su orgasmo no fue como los que tuvo con ellos.

Cuando yo estaba a punto de correrme, se la saqué de su coño me dirigí a su cara y la follé oralmente hasta que me corrí, y mi novia exprimió, chupó y tragó todo hasta que me dejó seco por dentro, relamiéndose al tragar mi espeso y caliente líquido.

Cuando terminamos no perdimos el tiempo, aquel sitio no era seguro, así que nos fuimos a mi coche y nos dirijimos a la capital.

Por el camino yo insistí en ir a la policia y denunciar la violación pero mi novia se negó, ella sabía que lo habían grabado todo y que la grabación era prueba de que había follado por propia voluntad.

Fuimos a mi piso, se duchó, luego me duché yo y nos fuimos a la cama.

No podíamos dormir estábamos con los ojos de par en par, era casi de día, hablábamos, una cosa llegó a la otra y empezamos a hablar de su violación. Irremediablemente nos pusimos calientes de nuevo y volvimos a follar de manera salvaje.

No sé cuantos polvos echamos pero estuvimos todo el fin de semana en el dormitorio encerrados follando como animales, viendo porno, ella insistía en ver abusos grupales que ahora la ponían mucho. Solo salíamos para ir al cuarto de baño y a la cocina por comida para reponer energías.

Las semanas pasaron y de tanto follar con el recuerdo de una violación ahora era nuestra fantasía erótica más recursiva a la hora de tener sexo.

Un día estaba en el trabajo por la mañana y mi novia me llamó para decirme que iba a hacer unas compras por Granada capital y luego me esperaría en mi piso.

Me pareció muy extraño y como me debían muchos días de vacaciones, por la tarde me hice el indispuesto y me pedí el día libre para descansar en casa, alegando que sufría mareos.

Llegué a mi casa un par de horas antes de lo esperado y abrí sigilosamente la puerta, casi sin hacer ruido. Mientras avanzaba por el pasillo oía fuertes gemidos que salían del salón.

Entré y pude ver mi ordenador en la mesa del salón y mi novia abierta de piernas con una polla de latex de un tamaño gigantesco dentro de su coñito, gimiendo en el sofá viendo atentamente la pantalla.

Cuando me vió se sobresaltó y se sacó aquella cosa de su vagina, no exagero cuando digo que medía al menos 50 centímetros de larga y tenía casi el grosor de un puño.

Cerró de un golpe la pantalla del portatil, así que me acerqué a ver que era, lo abrí y me llevé una sorpresa.

Era el video de la violación, de alguna forma ella lo tenía.

Me dijo que de alguna forma habían conseguido su correo electrónico y le fueron mandando el video trocito a trocito a su correo.

Yo recordé que hurgaron nuestros móviles y que debieron sacarlo de ahí.

Hablando con mi novia, que estaba un poco hundida, me confesó que llevaba días viendo aquel video y masturbandose como una loca en casa de sus padres, que en un sex-shop encargó aquella polla, puesto que no la tenían en stock, que ese día a las 9 de la mañana había ido a recoger aquel consolador y que llevaba desde por la mañana follándose el coño y el culo una y otra vez sin descanso viendo su video de la violación.

No me enfadé, me senté con ella y bueno…. Yo tomé lección de mi novia y decidí aprovechar lo que tenía allí y junto con aquel miembro inerte de latex ahora me follo siempre a mi novia doblemente.

Le meto mi polla por donde sea y con el miembro de latex le follo uno de sus dos agujeros libres.

Ahora saciar a mi novia es un gran problema, y ante grandes problemas tendré que tomar grandes soluciones…