Violación en el bar

Un asalto a un bar provoca el abuso a dos jovencitas...

Relato no. 17

Hola amigos yo de nuevo...

Permítanme comentarles que aunque este es mi relato no. 17 en mi segundo envío cometí un error al mandarlo, sólo quería enviar el relato con titulo "Orgía en el Paraíso" pero mande toda mi colección yo quería enviarla dosificada pero en fin, sin embargo a los que lo han leído espero le haya gustado, y a los que no léanlo son como trece relatos que yo en lo particular considero buenos y sobre todo por que fueron verídicos.

Pero en fin, el relato que les traigo ahora es un hecho real, del cual sólo fui testigo y que en un principio lo consideraba un tanto despreciable pero al mismo tiempo me fue sumamente excitante, es relativo a la violación que sufrieron un par de jovencitas y dos mujeres más en un bar donde fuimos asaltados por varios tipos armados.

Pues bien en ese bar nos reuníamos casi siempre los mismos tipos desde luego cada quien con su grupo pero por lo regular como decíamos los mismos borrachines. Ese día en particular se encontraban las mismas mujeres maduras que frecuentaban el sitio, una de ellas llegó como siempre con su galán y con sus dos hijas muy guapas y de muy bonito cuerpo de aproximadamente 17 y 19 años ambas de piel trigueña, casi de la misma estatura, y con un lindo trasero redondito y bien paradito, vientre planito cero grasa y bonitos senos redonditos y paraditos, solo que la menor de ellas tenía un par de senos mucho más grandes que su hermana. La más chica llevaba puesto un pantalón rojo entallado y de tela muy ligera que permitía ver la marca de su tanga y cada vez que se levantaba era un grato espectáculo ver como se metía entre sus labiecitos vaginales, llevaba también una blusa negra cruzada que hacía que sus pechos se notaran a detalle, la mayor llevaba un top color naranja de tirante al cuello y amarre a la espalda así como una mini falda negra muy pero muy entallada y chiquita, que por cierto estaban frente a mi mesa y en cada movimiento me dejaba ver su bikini color blanco que me excitó y disfruté toda la noche. Más allá a varias mesas estaban como siempre las otras dos chicas y que regularmente acudían solas junto con otra mujer un tanto gorda y salían con galán para esa noche, una de ellas con vestido color coral volado como de 35 años por cierto con buenas piernas y busto aunque un poco llenita y la otra de la misma edad supongo entallada en mezclilla y una blusa blanca también de las mismas características de su amiga, no detallaré mucho de ellas por que la acción referida me toco exactamente frente a las jovencitas y a las otras chicas sólo pude medio ver en la semi penumbra del lugar .

Como dije casi toda la noche estuve viendo los calzoncitos de la chica y como a las 3 de mañana llegó un grupo como de diez tipos malencarados, se sentaron y pidieron botellas, el ambiente seguía como siempre con el cancionero en el escenario y uno que otro aventado se levantaba a cantar (yo uno de ellos), casi una hora después dos de los tipo salieron del sitio y uno de ellos volvió a entrar bajando la cortina metálica del local y el resto saco tremendas armas y hasta una uzi salió a relucir, al primer grito de:

¡no se muevan cabrones! – dijo uno de ellos.

¡saquen el baro y no la hagan de tos! – grito otro.

Desde luego tuvimos que soltar relojes y carteras en una bolsita que pasaron, uno de los concurrentes quiso hacerla de héroe y lo único que logró fue que le abrieran la cabeza de un cachazo y de paso a su compañero de mesa le toco otro en pleno rostro, el resto nos quedamos quietos en nuestros lugares, desde luego yo por poco y me hago en los pantalones, cuando llegaron a la mesa de las chicas uno de ellos (supongo era el líder) dijo:

¡señora! ¡no dio todas sus joyas! – mientras los otros soltaban la carcajada.

¡noooooo! – dijo la señora al tiempo que recibía tremenda patada.

El novio ni se movió pues ya tenía apuntada una pistola en la cabeza, tomaron a la chica más joven y la pusieron de pie al tiempo que le agarraba las nalgas y decía:

¡mira n’omas esto!, ¡esto si es carne! – y la volteaba hacía la mesa donde ella apoyo las manos.

¡está riquísima! – dijo otro de ellos tocándole el pechito.

¡Abajo! – dijo el primero bajándole el pantalón con fuerza hasta las rodillas, dejando ver una tanguita negra muy chiquita que se perdía entre las nalgas de la chiquilla y que buen trasero tenía en verdad..

¡ay noooo! – dijo la chiquilla tratando de zafarse

¡quieta! – dijo el tipo propinándole un golpe en la espalda que la doblo.

¡noooo dejenla en paz! – dijo la madre, por lo que recibió un par de golpes secos que la dejaron fuera de combate.

¡esta no canta mal las rancheras! – dijo otro tipo mientras levantaba a la segunda chiquilla y metía mano bajo su falda

¡suéltame! – dijo la muchacha tomándole la mano al tipo con fuerza

El tipo que tenía a la jovencita pronto la recargó de frente sobre la mesita y después de quitarle completamente el pantalón le abrió las piernas y comenzó a tocarla por todos lados, sobre todo entre las piernas a lo cual la chica solo se retorcía. A la segunda chica la recostaron de espalda sobre otra mesita y mientras un tipo le sujetaba las manos el otro ya le había levantado la falda hasta la cintura mientras ella pataleaba, al novio de la señora ya lo tenían contra la pared frente de donde yo estaba junto con otros parroquianos, y al resto de nosotros de este lado pronto tenían a las chicas solo en tanguita, yo no pude evitarlo pero inmediatamente el espectáculo me había excitado y tenía el palo bien parado, si debo ser sincero estaba bien caliente. Pronto a la chica mayor la tenían bien abierta de piernas y de un jalón le arrancaron el bikinito blanco, y ella dio un grito de espanto pataleando inútilmente que hizo brincar a otro de los clientes y que también recibió una tanda de patadas que lo desmayaron, el tipo se paro frente a ella y se saco el miembro, por cierto bastante grande, y se lo colocó en la entrada de la vagina y dio un empujoncito.

¡nooooo! ¿por que así? – dijo la chica con tono apagado y resignado.

¿no me digas? – dijo el tipo mientras el brillaban los ojos.

La sujeto fuertemente de la cadera y comenzó a empujar el ariete firmemente, la chica dio un grito ahogado y lloró y el tipo terminó de meter su tranca en el virginal orificio de la chica. El tipo reía a carcajadas diciendo:

¡era virgencita, era virgencita! – gritaba como si se hubiera sacado un premio. Y pues ya lo creo que si.

¡no por favor ya no! – decía la chica mientras el tipo bombeaba y bombeaba.

Su hermana horrorizada veía como su hermana era atravesada y no se dio cuenta cuando el tipo que la tenía sometida le clavaba la tranca sin miramientos y sin quitarle la tanguita.

¡aghhh no! – grito la chica retorciéndose de dolor al sentirse desvirgada.

¡esta también! - dijo el tipo sacando su miembro y verificando que la chica también era desvirgada.

¡lotería! – grito otro tipo.

Mientras las chicas eran ultrajadas y entre gemidos y ayes eran bombeadas salvajemente, al fondo del local pasaba algo parecido con las otras dos chicas que les comento, aunque no alcanzaba a ver que pasaba vi como las tenían de igual forma sobre las mesitas y ya encueradas les estaban dando su dotación, sin embargo mi mirada estaba fijada en las dos chiquillas que eran masacradas con tremendo palos y con el rostro lleno de lagrimas y de dolor no pude evitar tener la emoción de verlas así estaba yo realmente excitado.

¡déjame a mi el otro agujerito! – le dijo un tipo al que estaba con la mas pequeña.

¡y a mi el otro! – dijo otro tipo al otro que estaba con la grande cuando vio que éste se estaba viniendo dentro de la chiquilla.

¡noooo! – decía la chica mayor mientras el tipo descargaba toda su leche y le empujaba mas adentro el miembro.

¡como va! – le hizo señas al tipo que le solicitaba el cuerpecito y volteándola la recargó sobre la mesa y abrió sus piernas, el anito de la mayor de las niñas estaba lleno de semen del otro tipo y el otro riendo dijo.

¡ahora si seremos hermanos de leche! – dijo carcajeándose.

Sin miramientos colocó su miembro sobre el agujerito trasero y ¡zas! Lo empujó con fuerza, mientras la chiquilla se retorcía de dolor y caía desmayada sobre la mesa, y solo se escuchaba el bufar del tipo cogiéndose a la chiquilla. A la más chica también le habían descargado su dotación de leche en la vagina y en el momento en que iban a aplicarle el mismo tratamiento que a su hermana y teniéndola ya casi clavada en su anito entro uno de los tipos al local y grito que venía la policía, todos los tipos se medio acomodaron la ropa y salieron rápidamente del local dejándonos a los presentes atónitos viendo los cuerpos de las cuatro mujeres casi desnudos y llenas de semen, llorando y medio tapándose, debo ser sincero, aunque fue una violación infame por parte de los tipos me excitó el hecho de ver a las mujeres ultrajadas tumultariamente, desde luego no he vuelto a verlas en el bar, sin embargo me gustaría, no lo negaré aplicarle a alguna de las chiquillas que testifiqué su desvirgamiento una dosis parecida, aunque no creo atreverme.