Violación de una gran señora

Una obsesión que termina en violación de una señora de clase alta.

Cuando volvía de comer en casa de mis padres, la vi por primera vez. Casi me estrello con el coche por mirarla, ella esperaba a su marido que sacaba el coche del parking. Los hay con suerte torre de película, Mercedes CL AMG, y una mujer descomunal. Intente grabarla en mi memoria, para poder disfrutarla después en mis fantasías.

Ella era rubia, unos cuarenta años con media melena lisa y unos bucles para darle volumen, se notaba que se gastaba dinero en una peluquería de lujo. Su estatura era difícil de apreciar, parecía muy alta pero su delgadez y aquellos bonitos zapatos tipo salón de raso negro con tacón interminable, podían seguro distorsionar su imagen. Medias negras, un top sin tirantes que a la vez que marcaba perfectamente sus pechos dejaba ver que su cintura era realmente delgada, falda un poco por debajo de la rodilla, con un corte que hacia suspirar al dejar ver parte de sus muslos, collar de perlas, unas manos con manicura francesa. Cutis sedoso y muy bien maquillado. Lo único que no pude ver fueron sus ojos cubiertos por unas bonitas gafas de sol, aunque a esa hora ya casi estaba oscureciendo.

Una verdadera señora pensé, marido ricachón y que además de triunfar en todo ha sabido escoger una modelo como mujer.

Pasaron los días y no me podía quitar su imagen de la mente, que se debería sentir con una mujer así en la cama. Finalmente decidí intentar espiarla a ver si podía conseguir un acercamiento. Su marido salía temprano cada día entre las 7:30 y las 8:00, y no regresaba hasta las 22h. Ella no salía mucho, alguna vez a la peluquería alguna vez de compras, pero por lo que vi. Tenían un matrimonio de servicio que les hacía la compra, les limpiaba la casa, y el marido de la asistenta se encargaba del jardín y la piscina.

De vez en cuando venían amigas a su casa por la tarde, por sus coches y sus ropas deduje que todas eran pijas casadas con ricachones, que realmente estaban bastante aburridas.

Dedique meses a observar aquella casa, sus movimientos, visitas, y ya casi podía adivinar cada movimiento.

Los jueves después de comer el servicio salía de la casa y no volvían hasta el día siguiente. Aquel día era Jueves y yo había cometido un gran error había conseguido unas pastillas de Cialis, algo parecido a la Viagra pero más potente, y tras leer el prospecto decidí que mejor tomar 2 capsulas. Lo cierto es que no tenía ningún problema de erección, pero quise saber que se sentía, al cabo de unas horas y sin ningún motivo mi erección era sorprendente, hasta su color era como amoratado. Pensé que si conseguía el valor suficiente aquel día, no lo tendría nunca. La verdad es que siempre había fantaseado con violar a una mujer, pero sólo eran eso fantasías.

Espere a que el servicio se marchara y entonces puse en marcha mi plan. Llame al interfono y ella me respondió.

Buenas tardes

Hola traigo un paquete de (dije una compañía de telefonía móvil)

Déjelo en el buzón

Perdone en el buzón no cabe y me tiene que firmar el recibo

Esta bien, empuje fuerte la puerta cruce el jardín y espéreme en la puerta de servicio.

El corazón me latía a 200 pulsaciones, estaba a punto de cumplir una fantasía, pero ¿tendría el valor suficiente?

Ella abrió la puerta, y yo me acerque, le di el paquete (realmente era una caja vacía), pero muy bien empaquetada, y le dije me tiene que firmar aquí, y aquí mientras le señalaba un bloc de albaranes.

Me dio 5 Euros e introdujo el bloc de albaranes, en el recibidor para firmar. Entonces le dije.

Sra. ¿Me podría dar un vaso de agua por favor, tengo que tomar una pastilla?

Ella con una sonrisa contesto - como no, pase y espere

Entre en la casa y mientras ella estaba en la cocina, saque un aturdidor eléctrico que me habían regalado hacía tiempo, la verdad no sabía si era muy efectivo, pero miedo producía mucho cuando chisporroteaba al activarlo.

Cuando salió de la cocina, yo había cerrado la puerta de la calle, con varias vueltas de pestillo, y la esperaba sentado en un sillón del recibidor.

Vaya si que estas cansado – mientras me daba el vaso de agua.

Me la bebí toda pero seguí sentado, ella un poco extrañada, se acerco a la puerta para abrirla cuando se dio cuenta de que estaba cerrada, y las llaves no estaban.

Tranquila, no pasa nada.

Te juro que no tengo dinero, y mi marido está a punto de llegar.

No quiero tú dinero.

¡Que quieres! Márchate o llamo al servicio para que te echen.

Señora, o más bien Lorena hoy es Jueves y no tienes servicio

Su cara cambió del miedo al pánico. Yo sabía demasiadas cosas. Giró en redondo e intento corre por un pasillo. Con tranquilidad agarre un florero de la entrada, y se lo tire a la espalda dándole de lleno, y haciéndole caer de frente sobre el parket. Me acerque con el aturdidor en la mano, mientras lo hacía chisporrotear y le dije:

Si no me obedeces te haré mucho daño.

Su mirada era de pánico, sus preciosos ojos verdes reflejaban una mezcla entre miedo e ira.

Sin pensarlo le di una descarga en la pierna a la altura del gemelo. El grito y el tembleque de su cuerpo me indico que realmente funcionaba.

Esta al mínimo, si no me obedeces cada vez aumentaré la intensidad.

¿Que es lo que quieres? Puedo darte 60.000 € que mi marido tiene en la caja fuerte, y muchas joyas.

Levántate. Quiero ver toda la casa, habitación por habitación.

Recorrimos toda la casa mientras yo iba cerrando ventanas automáticas, puertas etc.

¿Donde está tu habitación?

Arriba. Si allí esta la caja fuerte

Subimos a su habitación y mientras buscaba armarios me di cuenta de que había un vestidor al lado, fuimos hacía el vestidor y le dije coge esos zapatos, y ese vestido.

¿Donde está la ropa interior?

Ella abrió un cajón y yo empecé a sacar ropa interior de allí,

¿Dónde están las medias?

Abrió otro cajón lleno de medias sin estrenar, todavía con el envoltorio.

De repente empezó a llorar, desconsoladamente y me dijo:

Me quieres violar verdad.

No para nada, me gusta mirar, quiero que te vistas con esta ropa, - señalándole el vestido y la ropa interior. Y que te maquilles como cuando sales con tu marido a cenar, si lo haces yo me masturbaré y me marcharé, en caso contrario te haré mucho daño. No me sirve que lo hagas de cualquier manera, quiero verte vestida y arreglada como si fuese la cita más importante de tú vida.

¿Por qué esta ropa?

La primera vez que te vi la llevabas puesta, y desde entonces pienso en este momento.

De acuerdo, lo haré pero no me hagas daño.

Mientras ella estaba en el baño maquillándose, yo la observaba, intento cerrar la puerta pero le dije que quería ver como lo hacía.

Pasaron tal vez 20 minutos mientras contemplaba como se maquillaba, se pintaba los labios con un pincel se ponía sombra en los ojos rimel etc. Salió del baño para coger la ropa y se la puso dándome la espalda, como si sintiera vergüenza.

¡Creo que ya estoy! ¿Te gusto así?

Me acerque le puse las manos en la espalda, y con unas esposas que había traído se las ate.

Me dijiste que no me harías nada, tan sólo masturbarte

Sencillamente te mentí

Sus ojos mostraban pánico de nuevo.

¡Eres un hijo de puta!

No todavía, lo seré después de haberte follado hasta que no pueda más.

Me quite la ropa, y sus ojos se fijaron en mi polla, absolutamente erguida,

Yo desnudo tan solo con el aturdidor eléctrico y ella vestida, le dije:

ven y pontela en la boca

Ella no se movió. Disparé una vez el aturdidor y le dije si quería sentir un dolor como el que había sentido antes. Con los ojos llenos de lágrimas se acerco, haciendo fuerza en su hombro la puse de cuclillas, y acerque mi polla a su boca.

Con cuidado que no quiero que desaparezca el pintalabios.

Ella abrió un poquito la boca, y empezó a chupar como si fuese un caramelo. La cogi por el pelo y le dije, o lo haces mejor, o voy a tener que pegarte. Haciendo un esfuerzo abrió un poco más la boca, y se metió más o menos la mitad.

Toda, quiero que te la comas toda.

No puedo tengo la boca pequeña, y es demasiado grande

De un golpe se la metí hasta la garganta, y ella empezó con arcadas, de vez en cuando paraba, para dejarle coger aire, y volvía otra vez a metérsela hasta los huevos. Cada vez las arcadas eran menores, y la aceptaba mejor.

La puse de pie, le quite las bragas y le levante la falda por detrás aprovechando que estaba esposada, hice un nudo con la falda en las esposas.

La lleve a un sillón por la parte de atrás y empecé a frotar mi polla sobre su sexo. Finalmente me senté la puse de espaldas hacia mi e introduje mi polla con delicadeza, me dio la sensación de que estaba lubricada, por lo que a lo mejor le estaba gustando y todo. Mientras la cogia por las caderas y cada vez forzaba a que la penetración fuese más profunda. Después la tumbe en la cama, y con las piernas bien abiertas, yo la cogia por los tobillos, segui follandola sin compasión. Al principio lloraba, pero después se resigno y estaba dispuesta a ser mi muñeca durante toda la tarde, cuando ya estaba aburrido de follarmela en todas las posturas posibles, me puse de pie se la metí en la boca y le dije que me iba a correr y que no quería ver ni una gota. Me corrí y aunque ella intentaba tragar, no le fue posible, y su cara se mancho también.

¡Cobarde!, miserable cobarde. – Es de poco hombre abusar de una mujer indefensa.

¿Abusar?- Eso me lo dices después de que rompa el culo

De eso nada, eso si que no lo admito

Le di una descarga con el aturdidor en el culo, y tembló toda ella, gritando de dolor.

Quieras o no, lo voy hacer

No te lo suplico, follame como quieras haz conmigo todo lo que se te antoje pero por favor te ruego que por el culo no.

¿Lo has probado?

No

¿Entonces por que no quieres?

Una vez lo intente con mi marido que la tiene mucho más pequeña que tú, y no fui capaz.

Veras como te gusta.

No digo que no

La puse sobre una mesa de su habitación, y sin ningún tipo de miramiento empecé a follarle el culo. Era realmente estrecha y el esfuerzo que tuve que hacer fue brutal.

-Para cabrón, me arde, me vas a reventar, no ves que no puede ser

Se la volví a meter en el coño para intentar lubricarla un poco y de dos embestidas, se la metí toda en el culo. Ella dejo de gritar, pensé que a lo mejor le empezaba a gustar, pero realmente se había desmayado. Se la metí un rato más hasta que decidí darle la vuelta y correrme en su bonita cara. En ese instante despertó, y pudo contemplar en primera persona mi profunda corrida.

Ha pasado el tiempo, y desconozco si puso o no denuncia, lo cierto es que yo no he tenido ningún problema. Por cierto algo si ha cambiado, ahora hay 3 pastores alemanes en su jardín.