Violación a mi esposa

Desconfiemos de las personas que creemos que son de confianza.

Mi nombre es Silvia y llevo casada con Carlos hace más de 15 años. Toda la vida hemos sido personas que hemos tenido un gran cuidado con nuestro cuerpo. Yo voy todos los días al gimnasio y mi esposo le encanta practicar cualquier deporte de raqueta. Ambos mantenemos una dieta de cero grasa lo que hace que tengamos unos cuerpos envidiables para nuestras parejas amigas.

Esto que les voy a contar sucedió hace más de 7 años. Mi esposo me llama en la mañana y me dice que en la noche va a llevar a 3 personas entre ellos el Presidente y Vicepresidente de la Compañía donde trabaja y una tercera persona que desconocía y que después me explicaba.

El me había comentado en varias oportunidades que le estaba llegando la oportunidad de ascender a un puesto que le daría la estabilidad que estabamos esperando hacía tiempo. Me decía que había algunas personas en la compañía que estaban peleando por este ascenso y que temía también que pudieran comprar este puesto. Nos pasábamos noches conversando del vuelco de nuestras vidas si ese cambio se daba. Teníamos un par de hijas que seguramente las pondríamos en un mejor colegio y le podríamos dar una educación privada.

Esa noche tomando en cuenta todas nuestras conversaciones y sabiendo la visita que nos venía, traté de acomodar la casa lo mejor posible con arreglos y algunas flores naturales que me permití comprar para darle mas vida a la casa.

Ya a las 7 pm de la noche me dispuse a acostar a nuestras dos bebas, que siempre dormían como unos lirones, tomé una ducha y me quedé en el vestidor observando cual sería la mejor ropa para la ocasión. Tenía varios vestidos que podían servir, pero realmente todos ellos tenían pro y contras. Mis pechos son grandes y bien formados lo que era propicio un vestido escotado, pero también pensaba que lo ideal era algo no tan sexy y ponerme mas señorial para la ocasión. Tenía un vestido largo con escote al cuello, bien pegado al cuerpo que hacía visible cada una de las curvas de mi cuerpo. Este me lo tenía que poner sin ropa interior porque aún una tanga se veía. Llamé a mi esposo para que me aconsejara y me dijo que me fuera por lo más formal. En definitiva me puse un vestido azul pegado con una chaqueta lo que hacía parecerme a una señora de negocios y aunque no lo crean era el que también mas me gustaba para la ocasión, dándole a mis 27 años un toque de intriga.

A las 9 pm llegaron ellos muy puntualmente, el Presidente y Vicepresidente ya los conocía, pero nunca me simpatizaron mucho por ser unas personas un poco falsas y que no te miraban a los ojos. Ellos debían tener unos 48 o 50 años y luego entró una persona llamada Javier que debía tener unos 35 años, muy bien parecido con aspecto de seductor. Era el asesor directo de ambos Presidentes.

Mi esposo los invitó a pasar, previamente a la presentación de rigor y para sorpresa mía ya habían cenado. Carlos se disculpó conmigo por no haberme avisado, pero me dijo que entre una y otra cosa no se había acordado de llamar. De igual forma, la comida había sido comprada y la podíamos comer nosotros en otra oportunidad.

Carlos los llevó al cuarto de las niñas para conocerlas, pero Javier se despegó del grupo y se quedó conmigo.

La felicito, pues con dos hijas tiene un físico envidiable por muchas damas. – Dijo Javier.

Muchas gracias, pero ambos nos ayudamos a mantener unos cuerpos sanos mas que un buen físico. No siempre buen físico implica cuerpos sanos. – Dije.

Su mirada me recorría por todos las esquinas de mi vestido, traté de disimular su mirada, pero él por el contrario no disimulaba un ápice. Por momentos me sentía mal y esperaba que Carlos bajara rápido.

Espero que pasemos una velada agradable. Dijo él.

Yo los acompañaré sólo un rato, mañana tengo que llevar a las niñas a la piscina. - le dije.

Espero que ese rato sea lo suficientemente agradable como para recordarme de Ud. - dijo Javier

La verdad que no sabía que contestarle, por momentos parecía que me estaba seduciendo y por otro lado no creía que fuera tan descarado de hacerlo en mi casa, delante de mi familia.

En eso, bajaron ellos y Carlos me pidió si le nos podía servir unos wiskys, lo que yo accedí con mucho gusto, con tal de sacarme a ese señor de al lado mío.

Transcurrieron unos minutos tranquilos, tomando e intercambiado opiniones, mientras yo iba y venía poniéndoles algunas cosas pequeñas para comer. En ocasionas veía a Javier de reojo y no sacaba la mirada de encima y realmente me había puesto muy nerviosa. Quería de alguna forma comentárselo a Carlos, pero no había conseguido la oportunidad.

Luego de haber pasado como una hora después de la visita, les informé que me iba a retirar para descansar y para dejarlos conversar solos.

En eso Javier salió diciendo,

Creo que sólo nos tomará cinco minutos firmar el documento y nos vamos.

Mi esposo insistió que no había problema en quedarse y que se sirvieran un trago más.

Javier empezó a revisar su portafolio e hizo una exclamación de disgusto.

Caray Carlos, me estoy dando cuenta que me olvidé el documento en tu escritorio. Como el compromiso fue firmar hoy, te pido unos minutos para ir a buscarlo y regresar.

Javier, si esta en mi oficina no podrás entrar a menos que te preste mi dedo. -Dijo Carlos

Carlos me había dicho que habían puesto un sistema de seguridad con acceso a través de huellas digitales.

Javier, - dijo Carlos. Yo voy rápido, lo busco y lo firmamos. Máximo me tomaré media hora, mientras los dejo con mi esposa. Les puedo decir que ella siempre ha sido una excelente anfitriona.

Yo no sabía como decirle que no era una buena idea, pero enseguida me dio un beso en la boca y salió corriendo a la puerta para no verlo más.

Me sentía como acorralada, con seis ojos mirándome y sin nadie decir nada.

El silencio lo rompió Javier yendo directamente al grano.

Silvia, tu esposo va a firmar un contrato importante en unos minutos y nosotros de un plumazo podemos anular esta opción. No hemos pedido nada a cambio para que el tenga esta posición, pero viendo la calidad de mujer que tiene, quisiéramos compartirte unos minutos. La idea es que tu esposo no se entere y que quede entre nosotros solamente.

Yo me quedé fría y no podía soltar palabra, por mi mente pasaban y pasaban cosas, entre salir corriendo, pero mis hijas estaban arriba o empezar a grita. Creí que lo mejor era pegar un gran grito para que los vecinos se enteraran, pero pareció que Javier me adivinó la intención y se lanzó sobre mí, tapándome la boca. Los tres cayeron sobre mí y me dijeron que si gritaba le harían daño a las hijas.

Intenté salirme de las manos de ellos, pero era imposible. Sentía manos por todos lados, sin poder hacer mucho para evitarlo. Javier era el que llevaba la iniciativa mientras los dos viejos, me agarraban brazos y piernas. De un solo tirón, me sacó todos los botones de mi chaqueta y empezó a tocarme los senos a través de la blusa. Uno de los viejos me trató de besar y le escupí en la cara con la poca saliva que me quedaba en la boca, esto hizo que me agarrara mas fuerte y poniendo una pierna mía debajo de su cuerpo hizo que dejara libre una de sus manos que entro por debajo de la falda y llegó a mi ropa interior. También de un solo tirón me quedé sin ropa interior y sus dedos empezaron a intentar buscar el orificio vaginal. El otro de los viejos seguía sosteniéndome los brazos mientras Javier ya me había despojado del sujetador y había puesto al descubierto mis pechos, los cuales eran chupados con demencia y brutalidad como queriendo ver mi reacción. Entre los dos comenzaron a sacarme la falda quedando todo mi cuerpo al descubierto en pocos segundos.

Javier me preguntó por quien quería ser penetrada primero, pero yo ya no razonaba y sólo les dije que se fueran de mi casa. En ese momento, Javier miró el reloj y dijo,

Señores, tenemos que apurarnos nos queda poco tiempo. Como ella no nos ha dicho quien es el que la va a penetrar primero, vamos a hacerlo los tres a la vez para no perder tiempo y poder disfrutar todos. Yo la penetro por este hermoso y musculoso culo y Uds. dos se ponen de acuerdo entre la boca y estos carnosos labios vaginales, mientras aprovechaba y me introducía los dedos completamente en la vagina.

Unos de los viejos se tiró al piso alfombrado con el pene completamente erecto y los otros dos me forzaban para que me sentara sobre él, amenazándome en todo momento con hacerle algo a mis hijas. En pocos segundo la penetración fue completa y forzada, pues no estaba lubricada como hubiera querido, lo que me hizo arrancar un alarido fuerte pero a la vez apagado, pues me hizo pensar inmediatamente en mis hijas que podían despertarse y ver ese panorama dantesco.

Sentí que Javier me empujaba el cuerpo hacia delante hasta casi quedar horizontal y en ese momento sentí como intentaba meterme el pene por el ano. Muy pocas veces lo había hecho con mi esposo por allí, y cuando lo hacíamos por el ano, él tenía la delicadeza de lubricarlo lo mejor posible para evitar cualquier problema, pero en este caso fue de un solo empuje y sentí como un metro de carne me entraba y rompía internamente. Ambos no paraban de impulsarse y retroceder, sintiendo que cada vez lo hacían con más fuerza y excitación. En ese momento, el otro viejo que hasta ahora sólo lo había visto masturbarse mientras observaba, me pidió que abriera la boca y que me la tragara completa. Al abrir la boca, observé que su miembro no era largo sino grueso, lo que hizo que tuviera que abrir bien la boca para poder introducirlo completamente.

Cuando ya la tenía en la boca, me dijo que si se la mordía se la iba a introducir en la boca a una de sus hijas.

Estuve en esa posición por 5 o 10 minutos que para mi fueron eternos. En secuencia fueron acabando uno a uno, primero fue el viejo en mi boca y aún cuando traté de sacarla antes de que acabará me fue imposible evitar la corrida total dentro, teniendo que tragar parte del líquido que había sido abundante. Luego acabó el otro viejo fuera de mi vagina, cuando lo hizo pegó un grito como si hacía tiempo no se excitaba de esa forma, y por último Javier parecía eterno. Le pidió a los dos viejos que se retiraran y sin sacarla en ningún momento me puso completamente horizontal y me empezó a dar con mas fuerza por el ano. Su pene era de un tamaño descomunal y lo sentía cada vez mas grande.

Me dijo, halándome del pelo,

-Levántate un poco que te quiero tocar esas tetas,.

Dime si tu querido esposo te ha cogido como lo estoy haciendo.

Dime si en realidad no te esta gustando todo esto.

Mientras me hablaba me manoseaba los senos y me apretaba los pezones, sin dejar de meterme todo el miembro por el ano.

Les dijo a los dos viejos que me sujetaran por los brazos y piernas. En ese momento, perdí toda movilidad y casi no podía evitar las penetraciones profundas que hacia en mi culo. Me estaban crucificando y ya no tenía fuerzas para resistirme. Estuvo un buen rato sin parar de penetrarme hasta que en movimiento rápido, la sacó y me la metió en la vagina. En ese momento sentí un alivio increíble y un placer descomunal que me hizo llegar a un orgasmo sin quererlo en el mismo momento que acababa dentro de mi vagina.

En ese momento me dijo- Te gusto perra, todas las mujeres son iguales.

Cuando me liberaron, me fui corriendo al cuarto de mis hijas y me encerré. Escuche a los diez minutos que Carlos llegaba y conversaba con ellos. Me imaginé que les habría dado tiempo para acomodarse bien y vestirse. Sentí que se fueron rápidamente, no tardando más de unos minutos en definir lo del documento.

Enseguida Carlos me tocó la puerta del cuarto de las niñas y no le quise abrir.

Me dijo- Que pasó?.

Sólo le dije- Mira la grabación de circuito cerrado y veras lo que pasó.

Esa noche no abrí la puerta, dormí con mis hijas.

Cuando me desperté en la mañana, mi esposo no estaba y al llamarlo, tenía el teléfono móvil apagado. No quise llamar a la oficina.

Luego de dos días, llegó a la casa y nos besamos y abrazamos.

Me dijo que había sacado unas fotos de la filmación, donde a mi no se me veía la cara, pero ellos se veían en primer plano. Había amenazado al Presidente y Vicepresidente con enviarles las fotos a sus respectivas esposas y amigos, además de publicarlas en Internet, para que vieran todos, el tipo de calaña que eran ellos. Les dijo que quería el puesto que tenía Javier a cambio de callar y que quería el mismo paquete económico que el presidente por 7 años. También le había pedido sacar a Javier de la Organización y pasar una carta a las compañías del país diciendo que este señor había tenido práctica deshonestas y que había cobrado comisión por obras realizadas. Todas las demandas fueron cumplidas.

Hoy día estamos retirados, vivimos de una serie de inversiones que hizo mi esposo y las fotos y el video están guardadas en una caja fuerte de un banco bien seguro y yo ya sin muchos recuerdos de ese momento tan desagradable que tuve en mi casa.