Violación a español en cárcel norteamericana
Un turista español es detenido en el aeropuerto por llevar droga en la maleta, y acaba siendo la puta de una banda de latinos en una prisión norteamericana
Juan nunca en su vida hubiera imaginado a acabar preso en una cárcel norteamericana, ni siquiera, cuando lo detuvieron en el aeropuerto John F Kennedy de Nueva York, en todo momento estuvo tranquilo e impasible, incluso el mismo se había sorprendido de lo calmado que estuvo cuando dos enormes guardias de aduanas de raza negra y con pinta de cabreados le pusieron las esposas y lo metieron en unas oficinas de seguridad del aeropuerto.
Estaba muy asustado con ganas de cerrar los ojos y despertarse de aquella pesadilla pero el autobús que le trasladaba a la cárcel cada vez se acercaba más y más a su horrible destino.
En su cabeza no hacía más que recordar los últimos siete días, sorprendido que todo esto le estuviera pasando a el, el humillante cacheo y el vejatorio tacto rectal en el aeropuerto, los días encerrado en un calabozo rodeado de yonkis y proxenetas, el juicio rápido al que fue sometido sin prácticamente enterarse de nada por su bajo ingles, lo único claro que le quedo de ese juicio fue el veredicto: CULPABLE
¿Que había echo mal para estar en esta situación?, ahora estaba esposado, con un mono naranja en un autobús con destino a la prisión Franklin correccional Facility.
Para el era como estar dentro de una película americana mala, donde un hombre inocente iba a prisión porque alguien tenía que pagar los platos rotos.
Todo había empezado hace 15 días en España; Madrid , Juan vivía en el famoso barrio de Chueca, donde vivía hacía 4 años tras abandonar su querida Asturias, en el barrio ya había echo grandes amigos, gracias a un pequeño negocio de complementos para mascotas, todos se reían de el al montar un negocio así cuando el ni siquiera tenía un acuario con peces, pero el no era gran fan de los animales sino del dinero y sabía que era un negocio redondo en un barrio tan Gay.
Uno de sus mejores amigos era King, verdaderamente nunca supo como se llamaba de verdad, porque así lo llamaba todo el mundo, el era Norteamericano y hacía mas de 9 años que vivía en España, pero por culpa de la crisis se había visto en la necesidad de volver a su país.
Juan y King, chateaban prácticamente todos los días, e incluso había noches que conectaban las Webcams y realizaban sexo online, cosa que nunca llegaron hacer en el mundo real, solo hubo una excepción, una ocasión que entraron a un cuarto oscuro en plan diversión y para reírse de la gente y al final King le acabo haciendo una mamada a Juan que el jamás logro olvidar.
Juan estaba completamente enamorado de King, no era precisamente su tipo de hombre pero su belleza hacía que la gente se diera la vuelta para admirarlo, casi 2 metros de alto, ojos azules intensos, rubio rizoso era el prototipo del mítico deportista universitario norteamericano.
King siempre había sido un espíritu libre y jamás había querido tener pareja, y además trataba a Juan con cierto trato de hermano que por cierto Juan no soportaba.
Tras meses chateando King invito a Juan a hacerle una visita a Nueva York, y le ofreció quedarse con el en un pequeño apartamento en Queens y Juan aunque se hizo el remolón prácticamente le hubiera dado el sí en el primer momento.
El autobús de la cárcel circulaba por una larguísima autopista que no llegabas a divisar el horizonte, era un buen momento para disfrutar del paisaje, seguramente sería la ultima vez que vería la libertad durante los próximos 5 años, pero el no podía disfrutar de ese último momento, su cabeza le daba vueltas con tantos acontecimientos en tan poco tiempo.
Intentaba tener explicaciones, intentaba pensar en diferentes opciones, pero al final el sentido común solo le daba un nombre; KING, el había metido la droga en la maleta, era la única posibilidad, desde que salió en taxi del barrio de Queens hasta el aeropuerto absolutamente nadie le había tocado la maleta, ni siquiera acercarse, en todo momento la maleta estuvo junto a el….no puede ser….no puede ser…decía una y otra vez en voz baja.
Sin casi darse cuenta el autobús estaba frente a la enorme entrada de la prisión, tras pasar 3 barreras, el autobús se detuvo y comenzaron a bajarse los presos, Juan no podía casi caminar además de las esposas de las muñecas tenía otras esposas en los tobillos que casi le impedían caminar con rapidez y agilidad.
En una sala iban entrando de 5 en 5, los mandaron desnudarse por completo, todos se desnudaron rápidamente excepto Juan que se quedo en calzoncillos por pura verguenza, uno de los guardias se acerco rápidamente a su oído y comenzó a gritarle con bastante agresividad señalándole los calzoncillos con su porra, Juan se bajo los calzoncillos y se tapo su polla que estaba completamente diminuta del susto que tenía encima.
A continuación los mandaron a unas duchas, donde se tuvieron que duchar con máxima rapidez ante la mirada de dos agentes, les dieron una toalla y pasaron a una habitación donde había dos médicos ya bastante ancianos lo suficiente como para estar ambos jubilados, ninguno de los dos tenía ningún signo de amabilidad, seguramente producto de muchos años sufriendo lo peor de la sociedad.
Cuando le toco el turno de Juan, le temblaban las piernas que se sujeto a la fría pared de baldosa para no caerse, no sabía si producto del frío, de estar medio desnudo, de los nervios o lo más seguro que de todo un poco.
Ya no se sentía como dentro de una película sino como dentro de un campo de concentración nazi, comenzaron a mirarle la boca, los dientes, los oídos, incluso el pelo buscando restos de piojos y para rematar otro tacto rectal, estar completamente desnudo apoyado a una mesa ante la atenta mirada de guardias y otros presos no era para nada agradable ni excitante.
Juan comenzó a desfilar esta vez con una especie de mono gris oscuro junto a todos los presos que llegaron junto a el en el autobús, por un enorme pasillo que parecía no acabarse nunca hasta que llegaron a un enorme pabellón de 4 plantas, en ese momento todos los demás presos del pabellón les dieron la bienvenida, con gritos, insultos, silbidos y hasta piropos.
Finalmente Juan acabo en una pequeña celda vacía, en ella había 2 literas de camas, ya rápidamente pensó angustiado que tendría que compartir ese pequeño espacio con 3 hombres más, además de las 2 literas, al fondo había un pequeño escritorio con una silla, un lavabo sin espejo y un váter.
Juan se echo en una de las camas, solo quería dormir, dormir durante días, no le apetecía comer, ni hablar con nadie solo dormir, soñar con su tienda, sus amigos, su céntrico apartamento de Callao, sus tardes de tapas por La Latina, sus domingos de rastro y sus noches locas de ligoteo por Chueca, y lo logro tras tantos días horribles el cansancio le hizo factura y se quedo completamente dormido.
De pronto sus bellos sueños nostálgicos se volvieron pesadilla, Juan se despertó completamente sobresaltado sin casi respirar, al abrir los ojos entre la penumbra de la celda pudo divisar a 3 hombres, seguramente latinos que charlaban alegremente sentados en las cama de enfrente.
Juan: HELLO¡¡¡
Desconocido: Hola Pendejo
Juan: ¿hablas español? Que bien
Desconocido: ¿ahh tú eres españolito verdad?
Juan: sí de Madrid
Descocido: No mames ¡¡¡ ¿pues sabes que pendejo? Que estas echado en mi cama ¡¡¡
Juan: ah lo siento tío, es que cuando llegue no había nadie y no sabía cual era mi cama
Desconocido: tu cama? Tu cama es el suelo hasta que te ganes una ¡¡¡
Juan: ¿perdón?
Desconocido: ¿no sabes quien soy? Aquí mando yo y si quieres seguir con vida, tendrás que hacer lo que yo te platique
Juan: yo voy por libre…déjame en paz ¡¡¡
Desconocido: AGARRENLO ¡¡¡¡¡
De repente los otros dos hombres se abalanzaron sobre juan, agarrandolo con fuerza de las muñecas y sujetándole el cuello con una mano, casi no podía respirar intentaba soltarse pero le era completamente imposible, antes de poder dar un grito o pedir ayuda uno de los hombres le metió un rollo de calcetines en la boca para que no pudiese gritar.
Desconocido: Chinga tu madre ¡¡¡¡ se nos ha puesto toro el españolito ¡¡¡ Te voy a dar una lección, aquí todos los latinos me siguen y los que no son fiambres, Pueden ser hermanos, guerreros, putas, tu nunca serás mi Brother ni siquiera tienes mi mismo color de piel blanducho ¡¡¡, para guerrero tampoco vales por lo que veo….ajajajajaja, así que vas a ser mi putita ¡¡¡ oíste españolito?? Mi puta ¡¡¡
Juan estaba completamente horrorizado y muerto de miedo, lo que siempre le había parecido una fantasía maravillosa ahora era una pesadilla imposible de escapar
Desconocido: Vamos ¡¡¡ denle la vuelta ¡¡¡¡
Los dos hombres lo agarrarón con fuerza y le dieron la vuelta, sin casi poder defenderse le bajaron el mono hasta los tobillos.
Desconocido: MMMMMMMMM que culazo de toro ¡¡¡¡
Juan era un hombre guapo, aunque ya tenía 30 años seguía teniendo cara de niño, sin casi vello en todo el cuerpo y ni siquiera en la barba, en la cárcel era un postre que todos desearían probar, tenía un culito muy respingón, muy blanco y si casi vello, como el culito de una mujer.
El jefe de los latinos le quito el mono que tenía enrollado entre las piernas, y se situó entre sus piernas, se quedo completamente alucinado con el bello culo de Juan, era como el de una mujer, respingón, ancho, blanco y suave como el de un bebe, con las dos manos le abrió sus voluptuosas nalgas y una excitante imagen le vino a los ojos, tenía un agujero muy rosadito, tan apetecible que se le puso la polla mas tiesa que nunca,.
Con las dos manos comenzó a sobarle las nalgas, como si le fuese la vida en ello, le apetecía mucho violarlo, pero no quería que fuese rápido, quería recrearse bien, asustarle, hacerle sumiso y que se portara bien con el.
No recordaba haber visto nunca unas nalgas tan apetecibles, comenzó a lamerlas, a mordisquearlas, a sobarlas estaba disfrutando de ese culo tan apetecible.
Juan había dejado de defenderse un cuchillo del comedor de la cárcel en el cuello hizo que parara en seco de defenderse.
Estaba muy excitado así que comenzó a darle pollazos por todas las nalgas
Desconocido: Vas a ser mi puta españolito ¡¡¡¡ yo te protegerte de los demás pero a cambio te vas a portar bien con tu dueño.
Desconocido: Ahora vas a comerle la verga a Alejandro y a Raúl que son mis brother como seas malo te juro que te pincho hasta que te desangres como un perro ¡¡¡
El cuchillo de su cuello desapareció, pero los dos hombres se sentaron en una de las dos camas con las pollas asomando por sus monos carcelarios , esperando recibir su regalo, el jefe agarro con fuerza de los pelos a Juan y le obligo a ponerse a 4 patas en el suelo frente a sus dos amigos.
Desconocido: Venga españolito mama verga ¡¡¡ que tienes para elegir…..aajajajajaa
Ambos latinos se reían mientras se pajeaban sus pollas sentados en la cama, esperando una mamada de un español muy sumiso, Juan en ese momento no estaba cachondo ni excitado estaba simplemente muerto de miedo.
Uno de los dos latinos le cogio por la cabeza y le acerco con fuerza a su polla metiéndosela de un solo movimiento….
Mientras el jefe disfrutaba viendo la imagen de Juan completamente desnudo a cuatro patas comiéndose las pollas de sus hermanos, mientras le daba pollazos en las nalgas y poco a poco empezaba a meterle dos dedos en el culo.
Había empezado por dos dedos pero casi tenía 4 dedos metidos en su culo, cuando el empezó a realizar un pequeño grito de dolor, y eso aún le puso mas cachondo, ese culo no podía esperar más-
Tenía muchas ansias y quería violarle, poseer su mercancía, así que sin pensárselo dos veces le metió de un solo movimiento los 20 centímetros de polla mexicana, juan se retorció de dolor, no pudo gritar porque tenía la boca llena de polla latina, pero su gesto cerrando los ojos y agarrando con fuerzas las sabanas de la cama era inequívoco.
Valdés como así se llamaba el jefe de la banda latina, se reía mientras una y otra vez envestía ese culito europeo, con cada embestida los huevos de Valdés golpeaban sin cesar las nalgas de Juan, el ya había dejado de sentir dolor y ahora sentía repugnancia hacía esa pollas latinas mal lavadas y venosas que tenía que chupar como si le gustarán.
Valdés ordeno a sus hermanos que se levantarán de la cama, se echo el y mando a Juan sentarse sobre su enorme falo, el no lo dudo y no opuso defensa, aunque ya estaba bastante dilatado por las embestidas, le costo trabajo sentarse sobre una polla que no deseaba, pero en cuanto se sentó Valdés comenzó unas embestidas salvajes a un ritmo rapidísimo que Juan le costaba seguir, casi sin darse cuenta empezó a gemir, empezó a disfrutar, pero el mismo en su cabeza pensó que no debería dar ningún tipo de señal de que le empezaba a gustar, sino la cosa iría a más.
Juan: Por favor acaben ¡¡¡¡ no puedo mas ¡¡¡ me duele ¡¡¡¡
Valdés: shut up puto ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ cállate pinché o te romperé el culo ¡¡¡
Raúl: Valdés déjanos cogerlo ¡¡¡¡ que ese culito hay que probarlo
Valdés: Este culito de momento es solo mío ¡¡¡ denle la cena….denle la leche ¡¡¡
Raúl y Alejandro comenzaron a pajearse en su cara, ambos disfrutaban viendo al españolito recién llegado con una polla de 20 cm metida dentro de su culo, siendo bombeado una y otra vez, con esa carita de niño bueno, con los ojos cerrados, con la boca cerrada intentando no gemir era como una putita de Jalisco.
De pronto Juan comenzó a recibir fuertes golpes de leche, al abrir los ojos vio la polla de uno de los dos hombres a escasos centímetros de su boca, la imagen era dantesca, ese enorme glande escupiendo leche, leche completamente espesa, recorriendo toda su cara, el mantenía la boca cerrada, pero el otro hombre le dio una torta muy fuerte
Raúl: Abre la boca cabron ¡¡¡ cométela toda ¡¡¡ leche caliente españolito
El abrió la boca sin rechistar, y ambos hombres comenzaron a jugar con sus pollas a meterle toda la leche de su cara dentro de su boca, su sabor era muy fuerte y salado y no quería saborearlo por lo que tragaba sin casi experimentar su sabor.
De repente Valdés se levanto con rapidez y tiro al suelo a Juan.
Valdés: españolito te quedan dos vergas ¡¡¡ así que ya puedes chupar..cuanto mejor lo hagas antes acabaremos.
Y así lo pensó el también por lo que comenzó a hacerles una mamada espectacular a ambos hombres para que su pesadilla acabará cuanto antes, con todas las ganas del mundo, empezó a pajearles, a poner cara de putita, a lamerles el glande como si fuera el dulce más rico de este mundo, a mordisquearles los huevos, ambos hombres estaban disfrutando, gozando como nunca ante tanta sabiduría, ambos se dierón cuenta que no era la primera vez que comía polla y se estaban dando cuenta del buen fichaje que habían encontrado.
Alejandro no pudo más y comenzó a correrse en su boca.
Alejandro: Trague…trague cabron…..así …..así que rico papi…..comételo todo pinché…ah que bueno…no dejes nada…comételo todo papi.
La leche había acertado la dirección y casi no se había derramado nada, casi todo entro en la boca, y a Juan le había gustado su sabor era mas dulce y más liquida que la anterior y esta la trago con gusto aunque su cara reflejaba repugnancia.
Valdés: ahora quedo yo cabrón, pero yo te voy a preñar
Rápidamente lo volvió a poner a 4 patas y comenzó a follarselo como si fuesen animales, rápidamente los 20 cm de polla gruesa y venosa entraban una y otra vez por ese agujerito con una rapidez pasmosa, mientras le tapaba la boca para que no gritase en exceso y despertara a los demás reclusos.
Valdés empezó a gemir de repente, pronto se saco la polla del culo y comenzó a echar chorretones de lefa entre las dos nalgas blanquecinas de Juan, la leche cubría ambas nalgas y los alrededores del agujerito, Pero a Valdés no le valía y seguía jugando a darle pollazos en las nalgas y a meterle cada gota de leche en el culo.
Valdés: Toma chingón, toda mi leche dentro, para que tengas un bebe….ajajajajajaa
Juan se quedo tirado en el suelo completamente humillado, mientras los tres hombres se reían y presumían de lo machos que eran, Allí se quedo el con un fuerte sabor a semen en su boca y con sus nalgas completamente pegajosas de la lefa del puto Valdés.
Esa fue la primera noche de Juan en prisión violado por el jefe de los latinos y humillado por dos latinos más de la banda, esa noche le obligaron a dormir desnudo, esa noche no pudo dormir, no solo por el dolor sino por el miedo a una próxima vez.
Lo que ninguno de los cuatro sabía, Era como disfruto un guardía de seguridad de la prisión cuando vio casi toda la escena por la pequeña ventanita de la puerta de la celda.......el Tambien quería participar.....PROXIMAMENTE