Vino. 3
Clara fue la más valiente de las dos y probó el vino primero. La contracción de todos los músculos de su rostro fue prueba suficiente de la calidad de aquel vino:
Clara fue la más valiente de las dos y probó el vino primero. La contracción de todos los músculos de su rostro fue prueba suficiente de la calidad de aquel vino: Se ha enfriado.- Julia se llevó el vaso hasta los labios, lógicamente en un guachinche el vino se servía en vasos de duralex de los que normalmente se usan para los barraquitos, y su rostro adoptó una forma similar a
la de su acompañante: Sí, creo que ha conocido días mejores. Pero, no puedo despreciarlo porque dejaría de comprarle vino a mi padre, y creo que eso no sería buen negocio para él. - Está bien, pero no me obligues a probar la comida.- Rieron con la esperanza de que la dueña de aquel local no se le ocurriera, en atención a su padre, servirles un poco más de vino y un plato de sus inolvidables garbanzas. Tras un par de rondas de aquel vino viejo Julia se sintió lo suficientemente valiente y cómplice como para interrogar en profundidad a Clara: - Hace mucho tiempo que no venías, ¿verdad? -No. En realidad sí he venido, pero no me he quedado todo el verano. Me agobia un poco todo este ambiente que se ha montado mi padre alrededor.
Creo que me he acostumbrado a vivir en Madrid.- Julia dejó escapar un tímido “mmm” y decidió aprovechar el tono de sinceridad e intimidad que proporciona el vino para ahondar en los pensamientos de Clara.- ¿Sigues estudiando? - No, he terminado ya, pero me hicieron una oferta de trabajo interesante y decidí aceptarla. - ¿De reportera o algo así? - Pues no, no soy tan intrépida y, realmente, lo mío no son las relaciones sociales. De reportera estaría todo el día en la calle, detrás de una noticia, interrogando a extraños, solicitando entrevistas…- hizo una pequeña pausa y miró con aire despistado hacia la puerta unos segundos para recuperar la concentración.- No tengo paciencia para ese tipo de trabajo, invertir tantas horas para una simple noticia, no sé. Soy correctora en una revista. Pero, ambiciono tener mi propia publicación.- A Julia le sorprendió aquella revelación. Nunca hubiera considerado que aquella mujer tuviera tal idea, no al menos si se basaba sólo en su físico y su trasfondo familiar.