Vino. 2

Julia comenzó a desmotivarse, ese año ni siquiera había habido percances jocosos, ningún tropezón, ninguna caída de árbol, así que decidió alejarse hacia algún lugar fresco, descontaminado y solitario.

Julia comenzó a desmotivarse, ese año ni siquiera había habido percances jocosos, ningún tropezón, ninguna caída de árbol, así que decidió alejarse hacia algún lugar fresco, descontaminado y solitario. Caminó entre los árboles con la esperanza remota aún de oír algún alboroto que delatara una caída, pero solo vislumbró a lo lejos a Clara que parecía estar leyendo, delatada po

r la posición de su cabeza, apaciblemente debajo de un manzano. Se acercó despacio intentando no sobresaltarla, tarea imposible. Inevitablemente, dio un salto al oír el saludo de Julia: -¿Puedo sentarme a tu lado?- Clara asintió con un movimiento leve de su cabeza y cerró el libro que leía.- ¿Has huido del humo también?- Sonrió bajando la vista tímidamente, aquel rasgo era real después de todo. - Es la forma que tiene mi padre de dar sus grandes noticias.

  • ¿Va a casarse con una pelirroja esta vez?- El semblante de Clara cambió instantáneamente, pasando a una seriedad desconcertante.- ¿Cómo lo sabes? ¿Ha dado la noticia ya? Pensé que esperaría a que anocheciera y soltar su discurso bajo la luz de la luna y el sonido de los grillos de fondo. -¿Hablas en serio?- Julia miraba perpleja a aquella joven que tenía sentada al lado y que parecía poseer un extraño sentido del humor que no se correspondía, al menos no era una cualidad a descubrir a simple vista, con su apariencia.- Es broma.- Clara asintió pícaramente. No era tan tímida después de todo. - Dime, ¿te apetece un vino lejos de aquí?- Julia obtuvo un gesto afirmativo y sonriente por respuesta y, ante el temor de que cambiara de opinión tan rápido como había aceptado, la arrastró hasta su casa, recogió dos cascos y sacó su Virago sin arrancar para no levantar sospechas hasta el que consideraron un lugar seguro. En tan solo cinco minutos habían llegado a un verdadero y típico guachinche, que probablemente tendría alguna comida como carne de fiesta o garbanzas y un vino que no sería recomendable a aquellas alturas del año.