Vino. 12
- Es la segunda vez que te seco hoy.- Hizo una pequeña pausa y siguió hablando en un tono bajo como si las rodeara una multitud curiosa que pudiera descubrir un secreto.- ¿Por qué no podías dormir? - Pues me metí en la cama, me puse a leer pero no podía concentrarme.
- Es la segunda vez que te seco hoy.- Hizo una pequeña pausa y siguió hablando en un tono bajo como si las rodeara una multitud curiosa que pudiera descubrir un secreto.- ¿Por qué no podías dormir? - Pues me metí en la cama, me puse a leer pero no podía concentrarme. Me di cuenta de que en realidad quería estar contigo, así que me vestí y empecé a dar vueltas hasta que se apag
aron las luces, para estar segura de que no tendría que hablar con nadie más.- Se quedaron en silencio, apoyadas en la cabecera de la cama, con la luz apagada y la ventana medio abierta hasta quedarse dormidas mecidas por el repiquetear de las gotas de lluvia, el sonido de la brisa entre las ramas de los árboles y el calor de la compañía. Julia despertó bien entrada la mañana, sola pero con el hombro entumecido aún tras haber soportado el peso de la cabeza de Clara durante buena parte de la madrugada. Se sentía desconcertada por la sensación de vacío que le había provocado el hecho de que su vecina la hubiera abandona sin un buenos días, pero consciente de que necesitaba tiempo para asimilar lo que había ocurrido sin la influencia del alcohol ni su presencia.
Se vistió, desayuno y dedico la mañana a recoger junto a su padre los enseres de la jornada anterior, tarea que mantenía su mente ocupada. Gabriel estaba seguro de que su hija no era feliz en aquellos momentos, pero se abstuvo de hacer comentario alguno o de sonsacarle sutilmente con algún rodeo. Terminaron cuando los rayos de sol apenas calentaban y se sentaron debajo de un manzano, Gabriel a fumar y Julia a dormitar. Fue ese momento el que aprovecho su padre para hacerle una pregunta que la animara a soltar lo que rondaba en su cabeza: - ¿No sales con la vecina hoy? Deberías ir a distraerte, llevas trabajando demasiadas horas esta temporada. - No quiero atosigarla. - Queda poco verano ya para meditar las cosas e ir despacio. Ademas, nadie se agobia por dar un paseo, ¿no crees? No creo que tenga muchos amigos aquí ya.- Julia no estaba convencida. Clara había desaparecido en la mañana sin despedirse y no había dado señales de vida en todo el día, con lo que probablemente habría actuado guiada por una motivación opuesta a la noche anterior, mas aun teniendo en cuenta que no habría estado influenciada por el alcohol. Su padre la observo con detenimiento.
Continuara...