Vindicta

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Espero que sea de tu agrado,  de antemano pido disculpas ante la existencia de alguna falta de ortografía, …. Cualquier opinión, o comentario me gustaría saberla. Gracias…

vindicta ( venganza)

Capitulo 3….

Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y pelear contra una situación que no puedes cambiar. ( Dalai lama)

-         Que era eso tan importante que me querías decir- espetaba tina mientras esperaba a su amiga en la sala de su apartamento

-         Quiero  que me ayudes con mi nuevo plan- nicol salía de su habitación-  con esto- mostrándole a tina  un mazo.

-         ¿Qué es lo que estas planeando mujer?- cuestiono algo alarmada

-         Lo que quiero es que me golpees con  el mazo – se acerco a tina para entregarle el mazo.

-         Ya veo que la locura se contagia

-         Estoy hablan enserio Tina, si tú me golpeas podre  verla y así  la invitare  a salir

-         No entendiendo, si te golpe por arte de magia aparecerá , la invitaras y te dirá que si

-         no,  no seas tonta, me golpearas, y me llevaras a urgencias, al hospital donde ella labora

-         ¡ si claro lista!, y si no esta ahí

-         si estará

-         como es que…- hiso una pausa-  olvídalo, ¿porque simplemente no te presentas y la invitas a salir?

-         Tina no vamos a volver a hablar de la ¨casualidad¨, ¿verdad?

-         bien, ya entendí- suspiro- pero yo no pienso golpearte- dejo el mazo en la mesa de café,

-         vamos Tina tienes que hacerlo

-         porque mejor no piensas en otra cosa

-         porque ya lo he pensado y no se me ocurre nada mejor que esto

-         no y no Nicol, no  te voy ayudar a tu nueva locura- dijo sentándose- tengo una mejor idea, vamos a que te revise la quemadura del café, y  ya está. – sugirió

-          Tina han pasado cinco días de eso, y aparte ya  no me duele

-         pues yo no pienso ayudarte- se puso de pie, yendo asía la puerta de salida

-         por favor, por favor , - suplico nicol alcanzando a su  amiga para poder   girarla  y quedar frente a frente

-         ¡no nicol,!

-         por favor-  volvió a suplicar

-         ¡no!

-         Por favor  tina- se miraron por un largo tiempo,- eres la única persona en quien confió, por favor …

Hubo una breve pausa. Donde el  silencio gobernó…

-         ¡está bien lo haré!-  acepto con indignación,  tomo el mazo- pero no sé cómo hacerlo- estaba algo angustiada por lo que estaba a punto de hacer, no podía darle la espalda a su mejor amiga aun  así   si era la  peor de las ideas de esta. Ella siempre estaba ahí para nicol, como nicol siempre estaba para tina.

-         Solo golpéame y ya

-         No me refiero a eso, me refiero a que no se cuanta fuerza debo de utilizar para no matarte- dijo un poco alterada

-         Sé que no me mataras, solo necesito que me hagas un chichón

-         No puedo creer que me obligues  hacer esto

-         Ayudara si te insulto

-         Puedes intentar

Dicho esto, la mujer se situó en frente de Nicol, agarrando fuertemente el mazo y preparándose para golpear a su mejor amiga.

-         ¡negra!- incito

-         Es enserio Nicol, ¿negra?-.sonrió- por favor piensa en algo mas insultante, recuerda que eso ya lo tengo superado

-         ¡No se me ocurre nada Tina!- dijo desesperada- solo pégame, entre más te tardas más nerviosa  me pongo

-         ¡Y cómo crees que estoy yo, crees que esto lo hago por gusto!

-         ¡Solo hazlo!- grito

-         ¡hazlo, que esperas!- Nicol grito de nuevo

-         ¡hazlo!

Tina lo hiso, golpeo´ a su amiga, observo cómo Nicol caía y se tapaba el rostro,   la escucho gemir, y  maldecir.

-A ver déjame mirar – se arrodillo cerca de ella- vamos nicol, no te e golpeado fuerte

Nicol alzo su rostro,  Tina observo que se le iba a formar un gran y feo chichón en el lado derecho de la frente.

-         Sera mejor  que vaya por hielo- se levanto, y camino asia la cocina

-         Tan mal esta- cuestionó Nicol

-         hasta horita no se ve mal – regreso con una bolsa de verduras congelada- ten ponte esto

Nicol se levanto del suelo y se coloco la bolsa fría. E hiso una mueca.

-          realmente me duele.

-         No lo dudo, deberías agradecerme el no a verte matado

-         Ya déjate de tonterías y vámonos

Nicol y tina se dirigieron al hospital, entraron y observaron el lugar. Del lado derecho  había demasiada gente esperando, y uno que otro doctor charlando con los familiares. La recepción se encontraba también del lado derecho, mientras que del lado izquierdo se encontraban unas puestas automáticas  de cristal

-         ¿Y ahora? Como vamos a saber donde se encuentra?- cuestiono tina

-         No lo sé tina, lo  que si se es que me está doliendo la cabeza

-         Dijiste que ella iba estar aquí

-         Sí, pero no sé donde esta ¡carajo ¡ - dijo algo moleta por el dolor de cabeza

En ese momento melissa y otro doctor salía de las puertas corredizas, quien iba conversando con  su colega, y no ponía atención a su alrededor, pero nicol si  observo a su alrededor y la observo, siempre que la contemplaba sentía algo dentro de ella, siempre que la contemplaba no podía apartar la mirada , no sabía el motivo de esto,  pero lo que si sabía es que era realmente hermosa.

-         Vaya si que tienes suerte- espeto tina, observando como melissa se acercaba a recepción,

-         Tienes que ir hablar con ella

-         Yo?.. pero si tu eres la del chichón – dijo con indignación

-         Pues por eso ve y dile que me encuentro mal, y tráela

-          porque no vas tú, además a mi no me conoce, si tu vas te reconocerá y te atenderá

Nicol suspiro, a cada minuto que pasaba sentía que le dolía más la cabeza, pero no podía negar que su amiga tenía razón. Así  que camino asía la doctora, que se encontraba todavía en la recepción.

-         Respira nicol- se alentaba – no debes de tener nervios, solo es una chica mas…- solo le faltaba unos cuantos pasos para estar alado de la doctora

-         Disculpa-  le hablo, mientras melissa anotaba algo- disculpa- volvió a repetir al ver que no le prestaba atención

-         Si dime- contesto, sin dejar de anotar

-         Podrías prestarme atención por favor- espeto molesta,

Melissa dejo de escribir, se giro hacia  donde provenía la voz de la mujer, por segunda vez melissa quedo atrapada en esos ojos azulgris, era ella, la mujer  de la cafetería, ala que había quemado y bañado de café, era  la mujer que había  conocido  hace varios días y a la que no podía sacar de su cabeza.

Por segunda vez todo quedo  olvidado, el lugar las personas, solo ellas y sus miradas.

-         Hola- saludo, y sonrió melissa

Nicol no hablo, no saludo, solo le sonrió, como una boba.

-         En que te puedo ayudar- cuestiono, aun mirando esos ojos azulgris,

Nicol  no contesto, siguió sonriendo,   y   apunto con su dedo índice hacia su frente,

-         Ya veo- melissa observo la frente de la mujer-  que te parece si te reviso

-         Me parece bien- sonrió

-         Vaya ya veo que si hablas, pensé que el golpe te había afectado

Nicol no hablo mas, solo se ruborizo, como nunca lo había hecho ante el cometario de una mujer.

-         Bien sígueme- espeto melissa, mostrando su mejor sonrisa

Y así  las dos mujeres se dirigieron a un consultorio. Las dos se encontraban nerviosas, las dos sentían lo que habían  sentido cuando se conocieron, aquel sentimiento que no hallaban explicación.

-         Pasa  y siéntate- indico la doctora

Nicol así lo hiso, le sudaban las manos,  se sentía inquieta, se sentía torpe, la mujer  rompecorazones, la mujer que podía con quistar no solo una si no muchas mujer  se sentía torpe y nerviosa.

-         Que fue lo que paso-  pregunto melissa, acercándose a nicol

-         Me… me golpee  con la puerta

-         Con la puerta?... vaya

-         si…   -   nicol no sabía cómo es que salía de su boca cada tontada, claro que lo sabía, era ese perfume, era la a cercanía de melissa, eran  los dedos de melissa en su frente- ¡ay! – se quejo

-         lo siento, parece que no has tenido una buena semana

-         no , parece que no- sonrió

-         has sentido mareos

-         no

-         vomitado

-         no – suspiro- solo me duele un poco la cabeza

-         ya veo, no es  nada grave solo se te hará un pequeño chichón- dejo de revisarla-  no hay por qué preocuparse,  te recetare algo para el dolor,  y te recomiendo  colocarte algo frio- se giro y empezó a escribir en una receta medica.

No le quedaba mucho tiempo si no hacia algo, para invitarla a salir todo esto tampoco habría servido. Tenía que pensar en algo rápido, aun que realmente no podía pensar con claridad.

-         Puedo invitarte a salir – fue lo mejor que se le ocurrió

-         ¿Disculpa?- se giro algo confundida

-         ¿ quieres salir a tomar algo con migo?-  pregunto con su mejor voz, y sonrisa  de seducción,

Melissa le sonrió, y la observo durante varios segundos

-         No, no lo creo- contesto tranquilamente

-         ¡Que!... ¿porque no?- cuestionó un poco alterada

-         Porque no te conozco

-         Bueno si ese es el problema , me llamo Nicol káiser- se presento extendiendo su mano

-         Encantada de conocerte  Nicol- estrecho´  su mano, - yo soy melissa kelley

Sus manos estrechadas, sus miradas conectadas, el contacto les provoco un estremecimiento.

-         Entonces saldrás con migo- se  soltaron.

-         No

-         ¡No!... – nicol no podía asimilar  el no - bueno que te perece si te invito un café

-         No creo que sea buena idea

-         Bueno entonces que te parce si damos un pase por el parque

-         No….

-         Bueno y si te llevo a tu casa- insistía , sin comprender que es lo que pasaba, nunca pensó que la mujer le daría un no por respuesta

-         No quiero ser grosera contigo, pero mi respuesta sigue siendo un no

-         ¡No?!... bueno al menos me puedes decir por qué no

-         Porque no eres mi tipo-  suspiro

-         Y como sabes que no soy tu tipo

-         Por que se como son las mujeres como tu- melissa espeto tranquilamente

-         Y  como son las mujeres como yo… si ni tan siquiera me conoces – nicol estaba desesperada, intranquila, porque sabía que las cosas no le estaban saliendo como ella había planeado.

-         No es necesario conocerte, se que eres de esas mujer que teme a los compromisos, y solo buscas lo que yo no busco

-         Vaya, a hora sabes todo de mi sin conocerme, ¿cómo es que se les llaman a esas mujeres como tú?.... así ¡brujas! – decía molesta

-         ¡oye, mira que yo no te estoy ofendiendo!

-         ¡No, por supuesto la señorita sabelotodo,  no me está ofendiendo!- nicol se sentía más enojada, mas irritada, no soportaba su rechazo

-         ¡Basta!- grito- te pido que te vayas

-         ¡Bien!

-         ¡Pues bien!

Fue lo último que escucho nicol de melissa, después de caminar y salir de aquella habitación, dando un fuerte portazo, regreso con su amiga, quien se encontraba sentada tranquilamente leyendo una revista.

-         ¡vámonos ¡

-         Que fue lo que paso?- pregunto tina, al ver a su amiga alterada

-         No preguntes y vámonos

-         Bien – no  pregunto mas, sabía que nicol estaba molesta y era mejor no preguntar hasta que se calmara.


-         Ahora si me contaras que fue lo que sucedió- cuestionó Tina, al entrar en el departamento de Nicol

-         ¡Es una engreída, sabelotodo,….es irritante!- decía nicol, sentándose en el sillón de su sala.

-         Así que todo salió mal-  se sentó al dado de su amiga, quedando en medio mordisco, quien estaba tranquilamente dormido

-         ¡ La invite a salir , y sabes que fue lo que me dijo!- decía  poniéndose de pie, -   ¡ no!  Me dijo que no, - hiso una pausa- ¡carajo!,¡ no sabe lo que se está perdiendo, ninguna mujer me dice que no, y menos a mí!- dijo alterada

-         Y que esperabas que se te arrogara a los pies y te digiera  estoy enamorada de ti casémonos

-         ¡No me  estas ayudando, acaso estas de parte de ella, te recuerdo que yo soy tu amiga!- grito

-          A ver nicol, cálmate, estás diciendo incoherencias- decía calmadamente- relájate- le aconsejo

Nicol suspiro, y se sentó de nuevo,  acaricio a mordisco, volvió a suspirar

-         Todo salió mal, me enoje , le grite,   la ofendí,  - se tranquilizo-   y a hora tengo un chichón

-         Pues tendrás que disculparte, y sería bueno que le enviaras unas hermosas flores

-         A la única mujer que le he comprado flores asido a mi madre, y no pienso cambiarlo

-         O es eso, o decirle a tu padre que no  formaras parte de sus locuras.

Tina no espero una respuesta, porque ella misma sabía que es lo que haría su amiga..


A los dos días siguientes, melissa llego un poco tarde al hospital, entro y saludo a varios colegas y amigos suyos así como también a barios pacientes  que esperaban sentados por una consulta médica. Ingreso a su consultorio,  dejo su bolsa en el escritorio,  tomo asiento, se preparo para la primera consulta que tendría durante el día,  pero su vista se traslado así algo nuevo, algo que no había visto cuando entro, algo que se encontraba del lado izquierdo  cerca de su ventana que proyectaba así el jardín del hospital.se puso de pié , y camino así  eso… hacia el arreglo de  flores , hacia  sus flores favoritas,  los tulipanes lilas, y las rosas rojas, realmente el arreglo era grande ,hermoso, y costoso, como si  fuera diseñada cada flor, para el lugar o la posición que les tocaba  a cada una de ellas, y así hacer el arreglo perfecto. A  Melissa  le encanto, pero no entendía    quien podía enviarle tal detalle, observo una pequeña nota, la tomo y la leyó.

-         ¨lamento haberme comportado tan  grosera,” -  fue lo único que decía  la nota, una disculpa, melissa sabia de quién era esa nota, ese regalo.

Se giro así su escritorio, se volvió a sentar, volvió a leer lo que decía, no una sino varias  veces, y entonces pensó en ella, en su largo cabello  negro, en sus ojos azul gris, que asían contraste con su piel clara,  era alta, un poco más que ella, ¨ es atractiva¨ pensó. Leyó por última vez la nota, antes de  aguardarla en su bolso, y empezar con su trabajo

Habían pasado cinco horas,  en que no podía  dejar de pensar en ella, era algo extraño, sabía que nunca se relacionaría con una mujer como Nicol,  ya lo había echo hace tiempo, y las consecuencias  fueron muy duras para ella, desde entonces se prometió que jamás en la vida tendría una relación con alguien así, que solo buscaba sexo, sin ningún tipo  de compromiso, sabía que Nicol era de ese tipo, su modo de coquetear , su cambio de voz, su comportamiento se lo había dicho todo lo que necesitaba saber.

-         Basta deja  de pensar en ella- se reprendió

Tomo sus cosas, necesitaba comer, necesitaba un descanso, así que se dirigió asía su auto, que estaba estacionado fuera del hospital, camino tranquilamente asía él, sin observar a su alrededor, mirando siempre al frente, sin darse cuenta de que una persona la esperaba del lado derecho, recargada  sobre un  auto, esperando  su a cercanía para poder abordarla.

-         Hola-  escucho melissa, al tiempo que se giraba  para ver quien la saludaba

-         Tu…. ¿Qué haces aquí?- pregunto algo sorprendida

-          Quería verte, y preguntarte si te han gustado las flores- cuestiono Nicol

-         Así que asido tú –  ella sabía   quien  se las había mandado, pero quería aparentar que tenía barios admiradores- ¿cómo  sabes que son  mis flores favoritas?

-          Cuestión de suerte- espeto sin preocupación

-         Vaya y a mí me dices bruja – ironizo

-         Mira no he venido  hasta aquí para pelear

-         Entonces  a que has venido

-         Bueno, quería saber si te han gustado, y saber si has aceptado mis disculpas

-         Son lindas, es todo lo que puedo decirte, y si  acepto tus disculpas

-         Bien, entonces saldrás con migo-  cuestiono algo   inquieta

-         He dicho que acepto tus disculpas, pero  eso no quiere decir que saldré contigo

-         Porque lo pones tan difícil, porque no aceptas?-  sentía que empezaba a molestarse, tenía que calmarse, no quería volver a enviarle  flores otra vez

-         Ya te lo he dicho no eres mi tipo- decía mientras reanudaba su caminar hacia su auto

-         Dame una oportunidad, de demostrarte que puedo ser tu tipo – Nicol  siguió a la mujer

-         No sigas con esto, mi respuesta seguirá siendo un no- se detuvo para abrir su coche

-         Pues te informo que no me moveré de aquí , hasta que me des una oportunidad  , así llueva, tiemple, o se acabe el mundo,  me quedare aquí esperando tu si – declaro nicol,

Melissa no hablo mas, subió a su auto, arranco y se alejo, sin voltear a tras, sin voltear a verla, porque sabía que si la veía ahí   esperando se regresaría y le diría que sí, debía ser fuerte, debía de huir de esa mujer si era necesario, no quería volver a pasar por el dolor  que le había provocado su antigua relación, así que dejo de pensar en ella y se concentro en  el camino, se concentro en su comida.

Había comido, se había relajado, y a hora se dirigía de nuevo  al hospital, esperaba no encontrarse a la mujer, esperaba que  realmente no hubiera hablado enserio, ¨ seguramente ya se ha ido¨. Pensó, sabía que  mujeres como Nícol no esperan,  no pierden su tiempo, si no que se iban  a buscar a su siguiente víctima, a su siguiente diversión.  Pero se equivoco allí estaba donde la había dejado antes de irse, estaba   tranquila mente recargada en un auto. Se estaciono y bajo del coche, decidió   no hablar con ella, decidió  no mirarla, decidida a solo entrar al hospital  sin notarla.

Dio unos cuantos pasos , acercándose más a ella, la miro..Se miraron

-         Que tengo que hacer para que te vayas- todo lo  planeado quedo destrozado,

-         Solo dime que aceptaras salir con migo y me iré

-         Acaso no lo entiendes,  no quiero nada contigo- dijo irritada- como quieres que te lo diga

-         No te estoy pidiendo que te cases con migo, lo único que pido es que me des una oportunidad de conocernos y demostrarte que soy una persona diferente  de lo que tú piensas – suspiro- solo te pido una cita , sola una oportunidad, o de lo contrario todos los días me veras aquí

-         Y si te doy esa oportunidad, dejaras de molestarme,  y te iras

-         Si…

-         Solo una cita- afirmo

-         Si

-         Está bien lo haré saldré contigo – acepto,-  mi turno termina alas 8, no llegues tarde- camino asía la entrada del hospital, sin esperar respuesta, sabía  que no debía haberle dicho que si, pero verla de nuevo, y saber que realmente hablaba enserio, la iso aceptar.¨  realmente no soy tan mala para dejarla ahí esperando ¨  pensó.

-         No, no lo haré-  susurro, observo a la mujer alejarse y entrar  por las puertas de cristal del hospital   se giro  asía  donde se encontraba  su auto,  tenía  que arreglarse para su cita…..