Vigiladas - 6

El sobre rosa

La puerta se abrió, y vimos que era la jefa de estudios.

Merche : ¿Qué os pasa hoy?

Rosario y yo : ¿Qué pasa?

Merche : Esta vez os lo perdono, pero no quiero que vuelva a suceder,

Yo : Lo que…

Merche : Las dos tenías clase a las doce y diez y no fuisteis, menos mal que hoy es viernes.

Rosario : Joder es verdad.

Yo : Lo siento.

Merche : Vale. Ah una cosa más, he visto lo del palco. El sobre….

Rosario : Podemos explicarlo

Me quede mirando a Rosario a ver que iba a decir

Rosario : Fue una..

Merche : Rosario por favor, déjame acabar.

Rosario agacho la cabeza esperando a que háblese la jefa de estudios.

Merche : Como os iba diciendo, he visto lo del palco. El sobre rosa que tiene vuestro nombre.

Rosario : Pero, ¿Qué sobre rosa? ¿ qué palco?, quedándose algo aliviada.

Merche : Pues, el sobre rosa que hay en palco del salón de actos, que tiene vuestro nombre puesto.

Sin decir absolutamente nada, Rosario salió escopetada hacia el salón de actos, yo detrás de ella dejando a la jefa de estudios con la palabra en la boca.  De camino hacia el salón, me fije en el reloj y vi que era la una y media, por lo que el colegio estaba ya totalmente vacío.

Cuando llegue al salón de actos, vi como Rosario cogia el sobre rosa, que estaba en el proyector. Una vez que ella lo cogió el sobre, el proyector se puso en funcionamiento. Yo me quede en la puerta y Rosario miro hacia a mí, con una cara de ver lo que pasaba.

Empezaron a salir imágenes de lo que sucedió ayer noche en el palco, no podía creer aquello como era posible, estaba viendo como Rosario estaba intentando apagarlo, pero veía que no le era posible.

Aquellas imágenes me estaban calentando, estaba deseando que Rosario, pudiera apagar aquello, porque aquello me excitaba, ver que mi amiga y yo  estábamos ufff…

De repente escucho mi nombre y me doy cuenta que es la jefa de estudio

Yo : Si, Merche. ¿dime?

Merche : Ven a mi oficina.

Deje a Rosario allí  con el aquel dichoso aparato,  a lo que me dirigí a la oficina de Merche la jefa de estudios, para que no viera lo que estaba sucediendo en el salón de actos. Entre y ella cerró la puerta.

Merche : bueno, ya he leído la carta de que teníais en el despacho de Rosana y no creía que fueras  una de esas.

En mi pensamiento, joder que putada. Arrinconándome contra la pared, le iba a decirle algo, para tratar de explicarlo

Merche : Mejor que no digas nada, ya lo leí todo

Yo : Pero…

No me dejo acabar, porque rápidamente sentí su lengua en el interior de mi boca, no podía creer aquello, pero mi calentura anteriormente hizo que le contestara aquel cálido beso. Tengo que decirlo, pero no sé porque, pero aquel beso me estaba siendo maravilloso. Nos seguíamos besando mientras que noto que su mano se cuela por debajo de mi mano, tocándome mi conejito.

Ella al notar que no llevaba ropa interior, se separa de mi.

Merche : Mira, no sabía yo, que eras tan zorra, como te atreves a venir a clase sin bragas.¡¡¡¡Zorra!!!

Yo : Es que…

Aquello me ponía más caliente, aquellos insultos, eran mi perdición. No me dejo acabar la frase, cuando siento que me cae un sonora bofetada en la cara.

Merche : ¡¡¡Siéntate allí!!!

Sin sacarle ojo, me senté en la silla suya, de su oficina, como una zorra sumisa, seria ella el amo y señor, se puso delante de mí, se agacho y sin miramientos y sin contemplaciones, empezó a comerme aquel conejito encharcado.

No podía creer, que mi Merche me estuviera haciendo eso, estaba en la gloria, me estaba matando, aquello, estaba pasando, era el séptimo cielo, que sensación tenia, mi coño comido por una mujer, joder lo hacía mejor que mi marido, me llevaba no se adonde pero estaba a punto de correrme, gracias a mi amo y señor…

Noto que  la puerta de la oficina, se abre sigilosamente, que aquella puerta se fuera abriendo poco a poco, me mataba, no podía ser, era imposible era… Joder….

Mi Merche y aquella me ponían en una situación, que no podría definir, no sé si era excitación, morbo no lo sé, pero podía conmigo y me deje llevar. La puerta se seguía abriendo pero no se veía a nadie,  se notaba la presencia de alguien, pero se notaba que no quería ser descubierto. Por la puerta se cuela una mano, a lo que veo que es una cámara de video que está grabando, no podía ser, eso era verdad, sabía que no le podía decir nada a Merche.

Hablando de ella, se levantó, sin pensárselo dos veces se sacó el pantalón vaquero y un tanga rojo que llevaba puesto, se sentó en la mesa y cogió mi cabeza metiéndola en su peludo coño

Merche : Zorra, quieres hacerlo bien?

Yo : Es que…

Merche : es que ostias, chúpalo como si estuvieras chupando un mejillón y pásale la lengua como si fuera un helado de cucurucho.

Aquellas palabras eran órdenes para mí, no podía mirar para la puerta, por si aquella cámara seguía grabando, por lo que le puso más empeño aquella selva tropical, para acabar pronto.

Cuando ya llevaba un buen rato saboreando aquel  delicioso y peludo coño y se notaba que estaba ya empapado, me indica que me tire en el suelo. Sin pensarlo, me dispuse hacerlo sin oponerme. Ya en el suelo, empieza a ponerse en posición, para hacer la postura famosa del 69, cuando sentimos unos gritos de socorro.

Joder, no podía ser, otra vez la segunda calentura que llevaba hoy. Merche, empezó a vestirse, rápidamente con su pantalón dejando allí su tanga, salió volando de su oficina mientras que yo me estaba poniendo el vestido. Salí de la oficina, como si no hubiera pasado nada, porque mi intencion era dirigirme a junto mi amiga Rosario, porque sabía que esos chillidos eran de ella.

Me encontré con el guardia jurado y me pregunto.

Guardia : Hola, ¿escuchaste esos ruidos?

Yo : Si escuche algo.

Guardia : Sabes de donde provenían

No sé porque, pero me hice la tonta.

Yo : No, no se, iba a mirar, porque estaba la profesora de inglés por aquí, pero ahora no se a donde fue.

Guardia : Voy a mirar al salón de actos.

Yo no le conteste y lo deje ir, pero yendo detrás, llegó a la puerta  y miro para dentro al ver lo que estaba sucediendo, el guardia miro hacia a mí y me indico con su mano que no dijese nada pero que me acercase, así hice y me dejo un sitio para poder mirar y vi como mi amiga estaba llorando y como la consolaba la jefa de estudios. El guardia se acercó a mí para seguir mirando, el no decía nada y yo tampoco, por lo que me iba dar a ver, pero veo que se están aproximando la una a la otra,  para besarse en boca.

Ver aquello allí me calentaba, yo quería estar allí, aquello me daba envidia, no podía creer lo que estaba pensando, empiezo a notar como una mano se pone en mi cintura, no le digo nada porque sabía que era el atrevido guardia, empieza acariciarme, no podía creer que me dejara llevar, por aquel guardia, mientras que veía aquellas dos mujeres besándose. Mire para el guardia, para regañarle por lo que estaba haciendo con una mirada, pero con aquella cara de felicidad que me puso, se me sacaron totalmente las ganas. Lleve mi brazo a su cuello, a lo que el perfectamente comprendió. Unió su boca a la mía con gran suavidad, aquel guardia podía decir que era mi hijo y eso me calentaba más

No podía creer que me estuviera besando con ese joven guardia (22 años aproximadamente), sabía que estaba siendo infiel, pero aquel beso, no lo desaproveche, le conteste aquel beso lascivamente, era un beso intenso brutal, su lengua luchaba con la mía, mientras que sus manos empezaban a deslizarse por debajo de mi vestido. No sabía lo que pasaba en el otro lado, pero me daba igual, ya que la infidelidad era completa a mi marido. Nos apartamos de la puerta para no ser descubiertos. Cuando sentimos a alguien por el pasillo. El guardia se acomodó un poco, y fue a ver quién era y yo me dirigí hacia el salón de actos.

Yo : Hola

Rosario : Hola Virginia,  ¿Qué tal? Me dice toda colorada y sobresaltada

Yo : No estaba la jefa de estudios aquí

Rosario : si está aquí, buscando una cosa que le cayo

Merche : si aquí, la encontré

Fijo que no estaba buscando nada, pensé para mí, pero bueno

Yo : Vámonos.

Rosario : Si, Virginia, que es muy tarde, pero déjame ponerme bien el vestido y coger esto del suelo.

Cuando vi que cogía su tanga y colocaba su vestido, ya me imagine lo que estaba pasando con la jefe de estudios, me reí con picardía y no dije nada más.

Salimos del colegio y cogimos el coche y nos fuimos cada una para su casa. No se cómo me las iba arreglar con mi marido, pero quería ir con Virginia aquel hotel, por eso antes de despedirnos quedamos a las siete que venía ella a recogerme.

Así fue, hice las cosas de casa, el tema de mi hijo lo tenía solucionado, porque ya tenía programado que iba a dormir en casa de un amigo de su clase, mis otras dos hijas, la mayor me dijo que iba este fin de semana casa de los abuelos que quedara con su novio y mi otra hija, que iba a quedarse en casa de una amiga, para estudiar para el examen del lunes. Bueno que bien pensé para mí, ahora solo falta mi marido, pero me resulto ser fácil, porque me dijo que se iba con unos amigos a jugar un campeonato de futbol sala, a lo que yo también le comente mi plan.

Bueno ya todo solucionado en casa y ya preparado, me senté en el sofá, hasta la hora de Rosario y estuve dándole vueltas a lo sucedido estos tres días, pensándolo bien, lo que estaba pasando, pero era  algo inusual, cuando de repente me vino a la cabeza, la cámara de video, que quedo allí en la oficina de Merche, no sabía quién la pusiera, pero quien la puso allí tenia que ser el amo y señor.

Le di vueltas y vueltas, pero no sabía quién podría ser, mire el reloj y eran las siete menos diez, cuando suena el timbre de la puerta. Era mi amiga Rosario.

Rosario : No se si te acordabas, pero nos falta por leer este sobre

Yo : Pero no miraste lo que ponía

Rosario : No, porque..

Yo : Vale. Míralo y ábrelo

Ella abrió la carta y se puso a leer.

“Hola mis diosas divinas, cada vez estáis más bonitas y más deseosas de llegar al final, así me gusta, quería deciros que tenéis que ir a dicho hotel, pero vais en taxi.

Hoy os permito que vayáis como queráis, tan pronto lleguéis dicho hotel, os diré que vuestro Amo y señor estará allí, estaros tranquilas, que pronto sabréis quien soy, eso sí pasarlo genial. Disfrutar del fin de semana

Ahhhh, una cosa más, antes de que se me olvide, el lunes a las cinco y media en tu casa Virginia, quiero, que os vistáis formales, ya que estará vuestra familia.”

Un beso

PD: Os espera un sobre de color ....... en la recepción del hotel.

Yo: Un sobre de color violeta

Continuará…

Gracias por vuestros comentarios y correos, espero seguir leyéndolos.

El que me quiera ayudar para el final, que me mande algún correo, como mucho quedan cinco capítulos.

padremorboso@outlook.es