Vigiladas - 3
Sobre azul
Antes de todo gracias, por vuestros comentarios y pido disculpas por los fallos ortográficos que tuve en el anterior relato. Os dejo aquí, los enlaces, para que recordéis el relato:
Vigiladas https://www.todorelatos.com/relato/175746/
Vigiladas – 2 https://www.todorelatos.com/relato/175921/
Llevamos allí tiempo esperando sin recibir ningún tipo de mensaje ni nada, moviendo las cajas de un lado para otro.
Rosario : joder tía, en el fondo de mi caja, hay otro sobre blanco.
Yo : Y te das cuenta ahora, llevamos ya aquí media hora. Ábrelo yaaaaa…
Rosario : Ya voy.
Rosario cogió la carta y la abrió con mucho cuidado, se puso a leerla Rosario.
“Bueno, os veo preciosas, es impresionante veros así vestidas, pero fue más bonitas veros totalmente desnudas. Si, os estoy viendo desde que entrasteis. Tenéis una cámara en frente vuestra…”
Yo : Pero que hijo puta, ¿Cómo es posible que no nos diéramos cuenta?
Rosario : No lo sé, pero déjame seguir leyendo esta pequeña nota.
“… aquí se acaba esta breve carta, pero antes sacareis esa cortina roja, que tenéis enfrente vuestra donde, os llevareis una sorpresa. FIN.”
Rosario: Joder, que misterio tiene esto. Al final de todo no entiendo nada.
Yo : Es mucho misterio, pero tendremos que mirar lo que hay detrás de esa cortina.
Me acerqué a la dichosa cortina, la moví y vimos un ordenador portátil abierto.
Yo : joder, mira lo que hay.
Rosario : Un puto ordenador y esto es la puta sorpresa. Pues para mí, no tiene gracia.
Yo asentí con la cabeza, cuando vemos que nos llama desde el programa Skype.
Yo : Bien, vamos a saber quién es.
Rosario : ¡Que ilusa eres! Veo que no tienes ni idea de informática. Déjame que voy aceptar la llamada.
No entendía bien, lo que me quería decir mi amiga, pero era verdad que no tenía ni idea de informática. Al aceptar la llamada Rosario, rápidamente me di cuenta de lo que dije, porque nos podía ver, pero nosotros a el no.
Yo : Pero que tonta soy.
Rosario : Ya, jajaja. Le voy a escribir algo a este que pone Amo y Señor.
Cuando iba hacerlo, vemos que nos está escribiendo, por lo que Rosario, se para por un momento.
Skype de Amo y Señor: Virginia cierra la puerta con llave y echa la llave por el agujero, que está en la pared, mientras tu Rosario enciendes los altavoces que están a la derecha del ordenador.
Yo sin decirle nada, mire para ella, ella dubitativa como yo no sabíamos lo que hacer. Quedamos por unos segundos mirándonos.
Skype de Amo y Señor: Son las nueve de la noche, vosotras sabréis, si queréis acabar.
Me acerque la puerta y cerré la puerta con llave y después la lleve al agujero, mientras que Rosario enciende los altavoces. Y de repente escuchamos.
Voz de Amo y Señor: muy bien mis divas, debo deciros que estáis preciosas
Escuchamos una agradable y preciosa voz, que se notaba que estaba un poco distorsionada por aquellos altavoces.
Amo y Señor: bueno, pues ahora os toca, besaros. Quiero un beso lascivo, con mucha ternura, que el beso os haga sentir que queréis más, es decir, que os atraiga la una a la otra, quiero ver, además, vuestras lenguas juguetonas, uniéndose la una con la otra.
Rosario : Ni tu puta madre, voy hacer eso, ni te los crees tú. Que vaya hacerlo, cabrón.
Amo y Señor: ¿Cómo queráis? A ver qué explicaciones vais a dar en vuestra casa y sobre todo al no aparecer en el colegio mañana. Ya que no tenéis forma de comunicaros con nadie.
Rosario : Mi amiga trajo el móvil, ya que el mío quedo en casa, porque no tenía batería. Así que, nos podemos conectar
Yo : Rosario, cállate de una vez. No lo traje, lo dejé en el coche como me ordenó.
Rosario : Eres tonta, como se te ocurre dejar el puñetero móvil en el co…
Amo y Señor: Vosotras mismas, tengo toda la noche. Os voy decir más. Hoy es jueves y hasta sábado por la mañana, eso no lo abren, ya que tampoco tenéis la llave
Rosario : Joder que putada, dios, ¿cuándo te coja?
Yo : Por favor danos un respiro, déjanos hablar un momento
Amo y Señor: JAJAJA, cuando me cojas, me harás otra cosa. Vale, os doy diez minutos.
Al escuchar que nos daba un tiempo oportuno, mi cabeza se alivió por un momento.
Rosario : Eso te lo crees tú, bueno tenemos diez minutos, ¿Qué vamos hacer?
Yo : No sé, pero si queremos salir de aquí, tenemos que besarnos.
Rosario : Eso no lo crees ni tú, tampoco, que voy a besar a una mujer, a mi mejor amiga, por culpa que un salido que nos está chantajeando. Lo siento Virginia, pero va a ser que no.
Yo : Rosario, tienes toda la razón, te voy a decir más. ¡¡¡¡A mí tampoco me gusta la idea de besarte, pero qué coño!!!! ¿Qué quieres hacer? No me dirás que… Quieres quedarte aquí hasta sábado.
Rosario : Joder tía. Me jode esto. Pero creo que es mejor no hacerlo, después que, y si nos besamos y no nos suelta. ¿Qué?
Yo : uffffffffff. Por esa parte tienes razón, pero entonces; ¿Qué hacemos?
Rosario : yo que se tía, yo nada mi marido está de viaje, ostia mis hijos, se me olvidaban, están con mis suegros y…
Yo : Ya sé, no pueden dormir allí. ¿Qué quieres hacer? Tenemos que besarnos y como muy tarde a las diez y media me gustaría estar en casa.
Rosario : Vale está bien. Nos besamos para acabar ya con esta pesadilla.
Bueno, ya teníamos, al menos decidido besarnos.
Yo : Amo y Señor, ya hemos decidido que vamos hacer lo que nos pide.
Rosario : ¿Cómo te atreves llamarlo Amo y Señor? Estas loca
Amo y Señor : gracias por llamarme así Virginia, suena bonito escucharlo de tus labios. Ya que estáis de acuerdo vamos adelante. Quiero ese beso, como os he dicho antes, sino lo hacéis así, no saldréis de ahí.
Yo : Vale, de acuerdo.
Rosario : No creerás que le vaya a meter la lengua a mi amiga. No lo verán tus ojos.
Amo y Señor: Como tú quieras Rosario, pues hasta el sábado.
Yo : Pero Rosario, a mí no me va, pero si estas así, va a ser que no salimos de aquí.
Rosario : Que quieres, no pensaras en…
Yo : Vale haz lo que quieras, luego voy acomodarme aquí, en este rincón, hasta el sábado.
Rosario : Joder, que cabrón. Perdona Virginia, pero esto no me mola nada.
Estaba supernerviosa, y por otra parte creo que excitada, ya que sería la primera vez que iba a besar a una mujer. Me acerque a ella, tenía su culo apoyado en la mesa, ya estando en frente de ella excitada y nerviosa, me quede mirando para sus ojos, lo bonito que eran. Ella al verme allí quieta, miro hacia a mí, por lo que yo, sigilosamente fui acercando mis labios a los suyos, estaba empezando a notar como chocaba su aliento contra mi rostro, cuando ya estaba a escasos milímetros de sus labios, donde ya no cogía a penas una tarjeta de crédito.
Rosario : Noooo, empujándome hacia atrás. No lo siento, no puede ser.
Yo : Joder, que susto, vale. Siento ofenderte, pero no quiero estar aquí más tiempo y quiero acabar esto de una vez.
Rosario : Lo se Virginia, pero es que, no me va, no me siento a gusto besándote, parece que soy una lesbia…
Yo : Rosario, se cómo te sientes, porque yo me siento igual, una mujer sucia, pero sino salimos de aquí, tus hijos y mi familia, se van asustar al ver que no llegamos a casa. Fijo que tenemos un montón de llamadas en el teléfono.
Rosario : Virginia, tienes razón, pero es que… Bueno lo intentare de nuevo y quiero que me perdones si no soy capaz.
Yo: Vale estoy de acuerdo contigo, pero debemos de hacerlo por nuestras familias.
Rosario : Vale. Vamos a intentarlo de nuevo.
Nuevamente estábamos en la misma situación anterior, una enfrente de la otra, me iba acercando nuevamente hacia ella, mientras que vi que ella también se acercaba, por lo menos veía que estaba algo más decidida que anteriormente. Vi que ella tenía los ojos cerrados, a lo que yo hice lo mismo, empecé a sentir aquellos dulces labios con conectaban con los míos, en ese momento mi cabeza no sabía dónde estaba, nuestros labios seguían unidos, a lo que tenía que hacer algo, para que fuera un beso como nos había pedido. Empecé a entreabrir mi boca, pero ella, se agarró con sus manos a la mesa y al notar lo que pretendía, ella agacho su cabeza, haciendo que nuestros labios se separasen
Rosario : Lo siento, pero me es difícil esto. No se cómo seguir.
Yo : Bueno lo sé, pero al menos ya hicimos nuestro primer contacto, no entiendo de esto pero al menos es algo.
Nuestras cabezas estaban pegadas una a la otra, cuando veo que se ríe del comentario que hice y saliéndole alguna pequeña lagrimilla de sus ojos.
Rosario : Bueno si, es verdad tienes razón. Algo es algo.
Seguían unidas nuestras frentes, mientras que echábamos una pequeña sonrisa. Pero el amo y señor nos vino a molestar este momento intimo que estábamos teniendo en ese momento.
Amo y Señor: Veo que no vais adelante, poneros un aliciente y acariciaros un poco, a ver si calentando un poco el ambiente, os va mucho mejor.
Rosario : si estoy yo para calen…..
Quería seguir con aquel momento de intimidad que teníamos, por eso llevé mi mano a su boca, para que no continuara hablando y no enfriar el ambiente, puse mi dedo índice y corazón en sus labios, ella me hizo caso y no continúo hablando, a lo que hice un poquillo de presión en sus labios, a lo que su boca se fue abriendo tímidamente e introduje levemente uno de mis dedos, por lo me puse a besar su cuello con cierta timidez y preocupación.
Saque mi dedo de su boca, llevándolo a su cuello, agarrándolo suavemente mientras que mi boca seguía besando aquel delicioso cuello, mientras que sus manos empezaban a deslizarse por mi espalda, tocando en alguna ocasión mi culo.
Rosario : por favor, no sigas por ahí, es uno de mis puntos débiles.
Me puse a desabrochar su vestido, haciendo caso omiso a su petición, por lo que seguí con suavidad y ternura, se notaba que estaba cómoda y más tranquila, salían de su boca palabras de placer con pequeños gemidos de satisfacción.
Su vestido ya en el suelo y con su cuerpo totalmente desnudo delante mía, yo seguía besando aquel cuello, donde algunas veces le besaba el lóbulo de su oreja
Rosario : Por favor; ¡¡¡¡¡para!!!!!
Entonces a ver que yo no le hacía caso, ella fue en busca de mi boca, donde nuestros labios empezaban a besarse con dulzura, ella estaba intentando introducir, su lengua en el interior de mi boca, pero le fui imposible, porque ahora era yo, la que me estaba negando y bloqueando por la situación.
No sé por qué, pero estaba a punto de separarme de ella, pero ella más decidida que yo en ese momento, siento que su mano se desliza por debajo de mi falda, que su mano toca mi piel y noto que me da un pequeño escalofrió, a lo que ella sin pararse llega a mi encharcado coño, haciéndome abrir la boca para echar un sonoro gemido, pero rápidamente fue tapado por su boca, haciendo que aquellas lenguas chocaran como dos trenes uno en frente al otro, a lo después empezamos un pequeño combate de boxeo.
Estábamos besándonos tranquilamente, cuando veo que ella se separa de mí, haciendo que mi vista viera aquel cuerpo desnudo.
Yo : ¿Qué paso? Pregunté.
No dijo absolutamente nada, se acercó a mí e hizo que mi vestido se deslizara por mi cuerpo suavemente hasta mis pies. Nuestros cuerpos quedaron libres, de aquellos bonitos vestidos, sin decirnos una palabra, me cogió de una mano y me invitó a sentarme en un viejo sofá.
Rosario : Lo siento Virginia, pero estoy cachonda pérdida y si me voy de aquí, me cepillo a primer tío o vagabundo que coja y si tengo que ser infiel, prefiero mejor, serlo contigo.
Aquello me dejo sin palabras, por lo que ella misma fue en busca de mi boca, nos empezamos a besar de nuevo con nuestros cuerpos desnudos en aquel viejo sofá, cuando de repente, sentimos unos golpes en la puerta y vemos que se desliza por debajo de ella un sobre de color azul.
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Continuará…