Viernes 2

Hola de nuevo

No creo escribir seguido, tengo compromisos, pero contar mi historia será una liberación que mi alma necesita para seguir adelante, esto sucedió hace casi 7 años no ha sido fácil para mí tratar de superar todo, aunque creo que si nada de esto no hubiera pasado, no estaría donde estoy ahora, así que GRACIAS

El despertar fue algo confuso, un sueño no había sido porque al abrir los ojos pude ver su espalda desnuda frente a mí , apenas cubierta por las sabanas, miré hacia el reloj de pared, 6:05 am , sentía un poco entumido el brazo, quizá por lo sucedido horas antes, sin querer me di cuenta que estaba llorando, ¿era normal? Había esperado mucho por hacer el amor con ella tiempo atrás, nunca hubiera creído que pasaría, entonces ¿por qué me sentía así? Decepcionada, quizá por como pasaron las cosas, yo había imaginado algo mas romántico y sútil, más sentimental, una entrega total, pero no, todo había sucedido tan rápido, yo conservaba toda la ropa, ella solo  estaba desnuda del torso y con el pantalón de pijama, ella había vuelto, ella había dicho cosas, ella había dicho que hicimos el amor, ella estaba de vuelta.

Me sentía utilizada de la misma forma en que me sentí año y medio atrás cuando supe que se casaba...

¿Qué cómo llegó a mi vida? Íbamos a la misma universidad, yo estudiaba mercadotecnia y ella estaba en el curso de Gastronomía, ella es mayor que yo por casi 2 años, la había visto antes, pero solo de lejos, quedábamos en el mismo edificio solo que ella en la planta de abajo, y de vez en cuando llegue a verla en la pequeña zona de copiadora de la escuela.

Fue una mañana de sábado que cruzamos palabras y cruzamos nuestras vidas, yo jamás iba los sábados a la universidad, solo que ese día tenía que ir a dejar un trabajo que por estúpida había olvidado entregar el viernes, se sentó frente a mi en la cafetería que por ser sábado estaba más que vacía.

-Hola

-Ammm Hola. Le respondí, solía ser algo tímida, bueno aun lo soy en algunas cosas.

-Me llamo Camila, vengo a un examen pero creo que llegue muy temprano, me decía riendo, ¿cómo te llamas?

-Fernanda y si es algo temprano.

-Bueno Fer ¿Qué te parece si desayunamos algo de lo que traje? Y platicamos, yo te acompaño y tú me acompañas porque creo que también tienes cara de estar esperando algo dijo todo eso con una sonrisa divertida

Así de rápido sucedió, así de rápido me cautivo, con esa personalidad atrevida y directa, ni siquiera dude en aceptar, nadie se resistiría a la sonrisa más hermosa de la galaxia, esa sonrisa que me atrapó y que posteriormente sería mi más grande vicio

Ese día compartimos el desayuno, y a partir de ahí se construyó la historia más rara y significativa de mi vida, a partir de ahí ella se volvió inseparable de mi, de repente ella salía conmigo y con mis amigos, de repente me vi saliendo con ella a solas y con Carlitos, porque él recién había nacido cuando la conocí, de repente ella se metió en mi vida y me hizo parte de la suya, de repente me vi contándole cosas intimas y confiándonos todo, llorando y riendo juntas, celándonos, besándonos, rozándonos, dándonos caricias discretas, yo deseándola cada noche y ella confundiéndome cada día, yo siendo su incondicional y ella seduciéndome, porque cuando digo que todo fue rápido es porque así lo fue, ella desde que comenzó nuestra amistad se mostro diferente conmigo, era demasiado atenta, posesiva y celosa, detallista y se preocupaba por mí, hasta se rumoraba que entre ella y yo había algo, algo que ella jamás negó y hasta por momentos decía “Fernanda y yo somos novias”.

Todo fue así por un año, coqueteos e insinuaciones, hasta que sucedió el primer beso, una fiesta yo ebria, ella sobria, recuerdo que estábamos hablando de tonterías en compañía de otros amigos, ni me di cuenta cuando nos quedamos solas, pero tengo clarísimo el momento en que ella acomodo su cabello y se inclinó hacia mí, uniendo nuestros labios, un beso suave, solo así suave y tierno, ella se separó y ahí estaba sonriéndome y acariciando mi cara, parándose y corriendo y yo detrás de ella anonadada, lo recuerdo y sonrío con tristeza, ese fue el detonante, ese fue el momento en que me di cuenta que estaba locamente enamorada de ella, que la amaba.

Después de ese beso, vinieron muchos más todos a escondidas de las miradas de nuestros amigos y del resto del mundo, besos inocentes y silenciosos, pero yo necesitaba más y creo que ella también, cada vez mis ganas aumentaban y ella escuchó mis súplicas, una madrugada nos encontrábamos en su coche a unos metros de mi casa, regresábamos del cumpleaños de una amiga y ella se había ofrecida a traerme, escuchábamos algo de música, la pista cambió y comenzó a sonar I kissed a Girl de Katty Perry, esbocé una risa tonta.

-¿De qué te ríes? Preguntó riéndose también

-¿De qué te ríes tú? Le regresé la pregunta mirándola a los ojos, creí que esa noche podría por fin hablar de todo lo que estaba pasando entre nosotras, todo eso que pensaba y pensaba día y noche y que me ponía feliz pero me frustraba, era como jugar con fuego en donde obviamente yo ya estaba más que quemada, pero no fue así, su contestación no fue lo que esperaba

-Me río de tu cara de perro y de tu risa estúpida dijo riendo aun mas fuerte

-Oye! Grosera! me hice la ofendida y le di un pequeño golpe en su cabeza, bueno ya es tarde y tienes que volver a tu casa, no vaya a ser que te regañen, te veo el lunes terminé de decirle mientras abría la puerta del coche

-Sí, además tengo que ver a Carlitos, mi mamá milagrosamente me dejó venir sin él, si nos vemos el lunes, pero hey! ¿No te vas a despedir?

La miré y me veía coquetamente y se veía traviesa, ella siempre hacia eso, yo ya sabía que iba a pasar pero me acerque y le di un beso en su mejilla

-       ¿Sólo así he? Me dijo con tono de indignación

Volví a acercarme pero quedé a escasos centímetros de su rostro, nunca me animaba a besarla me daba miedo y pena, siempre dejaba que ella lo hiciera, me miró fijo a los ojos que me sentí un choque eléctrico dentro de mí, acaricio mi mejilla y mis labios, estaba matándome, tomo mi cara con ambas manos y beso primero mi mejilla delicadamente, pensé que eso sería todo pero ella no me soltó, beso mi otra mejilla, muy cerca de la comisura de mis labios, se separó y seguía mirándome fijamente, yo solo la miraba, entonces me besó como las veces anteriores, pero esta vez se tardo un poco más, comenzó a mover mas su labios, presionó mas su boca a la mía y yo estaba en extasis, ella hizo algo más, saco su lengua y delineó el contorno de mi labio inferior, me estremecí y me dejé llevar como siempre, abrí la boca y atrape su lengua, lo demás ha sido de los placeres más hermosos de mi vida, su lengua con la mía por fin se conocían, me besaba con desesperación y con pasión, con ternura, con amor, y yo le correspondía de la misma manera, solo mi rostro y llevó una de sus manos a mi mano derecha que descansaba en unas de sus piernas, enredo sus dedos con los mios y apretó fuerte, mi mano izquierda llego a su rostro acariciándolo suavemente, su piel tan cálida como su lengua, trace el contorno de su mentón, coloque un mecho de pelo detrás de su oreja y hundí mi dedos en su cabello castaño y sedoso, pude percibir el aroma que emanaba y acaricie lentamente su nuca, seguíamos besándonos, me anime a abrir los ojos y pude verla con los ojos cerrados, entregándose a lo que estaba pasando, como me hubiera encantado saber que pasaba por su mente en ese momento, se veía tan sensual, tan hermosa, cerré los ojos para seguir disfrutando del manjar de sus besos, nos faltaba la respiración y se separó lentamente, jalando con sus dientes mi labio inferior, dio un respiro fuerte y volvió a besarme pero esta vez solo de “piquito”

-Hasta el lunes y bajó la mirada

Fue lo que salió de su boca y yo me derrumbe, me bajé del coche sin decir nada, que cobarde fui, ella se fue.

¿Qué había sucedido? ¿Había hecho algo mal? ¿No era momento ya de que habláramos de lo que estaba pasando?

Sentí una lagrima correr de mi mejilla y después muchas más, escuche el sonido de mi celular, era un mensaje, lo abrí y decía

“Ya estoy en casa, no me regañaron, Carlitos esta súper dormido, yo también dormiré, descansa, te mando un beso… Te quiero Fernanda”

Realmente estaba jodida…