Viento de flores

El viento me llenó de sesaciones y ne habló de ti.

VIENTO DE FLORES.

FLOR:

Me estoy familiarizando con el viento, de hecho, lo estoy descubriendo como sensación. Ayer, lo sentí en la cara en varios momentos, mientras conducía. El fresco viento de la mañana es una caricia dulce, sensual y tierna sobre mi cara sensible recién afeitada. A las dos de la tarde cuando el coche convertido en invernadero hace que mi piel se proteja del calor mediante una capa de sudor salobre, siento el viento más fresco, como un alivio a mi rostro sudorosa que se trasmite al cuerpo entero. Que alivio en los pies, cuando permito que entre una ráfaga de viento delicioso.

Esta mañana, justo antes de bañarme con mi cuerpo receptivo he querido sentir el viento, pero no había en el interior del cuarto de baño. hice algo de ejercicio y descubrí que ahí estaba el viento dispuesto a acariciarme e invadirme de sensualidad. Quise entonces pensar que, ese viento, no era otro que el "exquisito viento" que circunvala tu casa en vacaciones. Ese viento que conoce cada curva, cada rincón, cada pliegue de tu cuerpo, divino porque es el de Artemisa, hermoso porque es el del Arte, mágico porque es el de una Ada y deseable porque es el tuyo.

Percibí entonces el viento, como una experiencia erótica. Me contó de los olores que despides, de la tersura de tu piel almibarada y de los sabores que llevas contigo en tu boca hermosa, en tu piel sudorosa, en tus muslos de diosa, en tu fragante entrepierna, en donde guardas una orquídea derramando miel de feromonas. Gracias Viento por tan hermosas sensaciones.