Viejos recuerdos

Maria, Nerea y Aitor acuden a una comida de exalumnos y por circunstancias del destino acaban follando los tres

VIEJOS RECUERDOS

La paciencia es una de las mejores y mayores virtudes que hay y a veces uno no sabe si por paciencia ó por qué recibe verdaderas alegrías. Maria y Nerea se encargaban de organizar una reunión de antiguos alumnos, pero este año en lugar de hacer una cena pensaron en algo distinto y era una serie de partidos y confraternización entre alumnos, alumnas y profesores para terminar en una comida.

Como la profesora de gimnasia de su año no podía acudir ellas se hicieron responsables de las llaves del vestuario y del gimnasio. Por hacerse responsables eligieron el vestuario de la profesora de gimnasio que tenía una pequeña ducha comunitaria.

Jugaron varios partidos de diversas disciplinas. Uno de baloncesto mixto en que exalumnos y exalumnas jugaban mezclados. Aitor en ese partido recibió el balón y estaba marcado por Nerea. Estaban en una esquina del campo y detrás de ellos estaba Maria. Aitor a la hora de recibir el balón echó el cuerpo para delante y Nerea que se había fijado que con los años el culo del chico era bastante interesante le dio un azote en plan de broma, pero luego apretó bien la mano con la nalga.

María lo presenció y el chico se dio cuenta, pero lo achacó a un lance del juego. Acabaron el juego y Maria le dio las llaves a Aitor para que cerrara los vestuarios de los chicos y chicas y el gimnasio y luego se las llevara al vestuario de la profesora tras cerrar el gimnasio. El podría salir a través de una puerta interior que daba al instituto donde hace tantos años estudiaron.

Aitor terminó lo mismo que el resto y cerró como le dijeron los vestuarios y el gimnasio hacia la calle y se dirigió hacia el vestuario donde se iban a cambiar Maria y Nerea. Allí las dos mujeres tenían una muy interesante conversación:

Joder Nere, como se te ocurre tocarle el culo a Aitor de la manera que lo has hecho, que estás casada y alguno de estos lo podría malinterpretar. Aitor, da igual, porque es un tío majo y aunque lo malinterpretara no diría nada.

Ese culo no le tenía cuando estudiábamos jijijiji..

Estaba bueno pero la verdad es que la madurez le ha sentado de lujo--- respondió Maria.

Así que era cierto aquello que te gustaba cuando estudiábamos. ---- respondió Nere.

Bueno, la verdad es que había una tensión sexual entre los dos, Nos tocábamos y sentías algo hasta cuando nos dábamos una patada en el culo por joder era distinto, pero bueno y tú que. Estás casada, pero me parece que si hoy se te pone a tiro te lo follas y te quedas tan a gusto…. Dijo María.

Pues la verdad es que sí, sobretodo si el que me toma por sorpresa es él. Por cierto, esas dos manzanas que tienes por pechos no serán operadas porque están para morderlas.

Qué cabrona, pues no, pero si quieres puedes comprobarlo. --- respondió María en una frase hecha sin pensar que la otra mujer le tomara la palabra.

Nerea se acercó y le bajó los tirantes de la camiseta de baloncesto y sacó los dos bellos pechos con los pezones todavía mirando al cielo y los palpó y jugó con ellos. María estaba sin palabras y la miró sorprendida y eso hizo que sus labios se entreabrieran en una mueca estúpida. Nerea aprovechó para besarla, suavemente, delicadamente.

Para, esto no está bien…---- respondió María sin mucha convicción.

Perdona, me dejé llevar, no volverá a pasar. No sé me dejé llevar, pero son tan bellas.

María impulsada por algo que ni ella comprendió la besó. Nerea correspondió y se sumieron en una ardiente unión de labios y lenguas que solo paró cuando Aitor tocó a la puerta.

¿Se puede? ---- dijo Aitor.

Las dos mujeres se miraron y un pensamiento malvado cruzó sus mentes. María salió al encuentro de Aitor. No se dio cuenta, pero sus pechos estaban fuera de la camiseta. Aitor entró, pero se quedó al lado de la puerta. Luego ella le cogió de la mano y le metió al vestuario. Él se fijó en los dos pechos y se excitó, empezaba a tener una incipiente erección.

Vio como Nerea le daba la espalda mientras le saludaba y se quitaba la ropa hasta quedarse completamente desnuda y caminar dentro de la ducha. En esa ducha había siete duchas. Seis enfrentadas y una al fondo. Todas funcionaban a la vez. La puerta por donde había entrado Aitor estaba frente a la entrada de las duchas y Nerea lo sabía. Caminó con lentitud hasta la ducha del fondo.

María llevó su mano a la polla de Aitor y jugó por encima de la ropa. Nerea se jabonaba tras haber caminado lo más pausadamente que pudo hasta la ducha. María giró la cabeza de Aitor que pudo ver a su amiga completamente desnuda y como le cogió del pelo y lo besó.

Aitor, me jabonas la espalda si no le importa a Maria. --- dijo Nerea.

Maria lo empujó para que acudiera. Nerea le pasó el gel y él, obediente comenzó a jabonársela, muy lentamente. Ella se giró y les miró a los ojos y echó el culo hacia atrás tocando su polla. Aitor siempre había admirado el culo de Nerea, muy duro y respingón. Entonces ella palpó con la mano la polla masturbándola ligeramente dejando claro que le daba permiso.

Entonces mordió el hombro de la chica y cogiendo su polla se la acercó a su culo y empujó. Muy lentamente, fue entrando dentro de ella hasta que estando toda dentro buscó sus labios con su boca. Se besaban apasionadamente. La cogió de las caderas y la follaba con fuerza y pasión. María se acercó y besó primero a Aitor y luego a Nerea. Este último beso calentó todavía más al chico que follaba más fuerte y más profundo a la chica hasta que no pudo contenerse y llenó el culo de Nerea. Ella se masturbaba, pero no pudo terminar.

Aitor salió de ella, pero los tres seguían besándose apasionadamente. Maria provocativamente en la pared de al lado, de pies, separó las piernas y orinó en la ducha. Esa imagen hizo que sus dos compañeros se excitaran. Nerea se agachó y se metió el pene del chico en la boca, lo limpió para seguidamente comenzar a mamarlo hasta que volvió a adquirir una dura consistencia.

Aitor se giró, agarró las manos de la chica y las elevó para besar y morder su cuello. Ahora, la sujetó de las nalgas y elevándola la penetró en el coño sin miramientos. Ella cayó sobre sus muslos completamente empalada por su polla. Nerea se arrodilló detrás del chico y abrió su culo. Con la lengua recorrió su puerta trasera y lo penetró lentamente. De manera torpe se movió dentro y fuera, pero en una de esas embestidas con el dedo y la lengua tocó la próstata y eso hizo que el chico se comportara como un semental, pero bajó el cuerpo de Maria. Él se sentó en el suelo y ella a horcajadas sobre el chico lo comenzó a cabalgarlo.

Nerea que no se había corrido se puso de pies sobre la boca de los dos chicos que alternativamente la comían el coño. Primero, María tuvo un gran orgasmo que hizo que sus muslos los cerrase y apretase también los de la vagina y eso hizo que Aitor eyaculara. Con el calentón los dos movieron las lenguas más agitadamente hasta que Nerea tuvo su orgasmo, pero tan abrupto que se orinó por encima de los dos cuerpos.

Tras ello los tres se siguieron duchando para luego vestirse e ir a la comida con el resto de exalumnos.