Viejos compañeros

Mi comida con antiguos compañeros de facultad acabo de forma inesperada. A lo mejor os parece largo pero es que me lio a escribir y no me entero.

Después de mi ruptura con Carlos, la verdad es que me sentí confusa, había dedicado mucho tiempo e ilusiones a tener una relación normal, a poder vivir con un hombre como si fuéramos una pareja, a quererlo, y a sentirme querida. Nunca pensé que fuese a terminar, lógicamente lo acepté, las circunstancias que no vienen al caso, eran las que mandaban y en el fondo solo quedaba llorar, esperar a que un mensaje o una llamada cambiaran mi vida, pero sabía que no iba a llegar. Deseaba no llegar nunca a casa, la idea de sentirme sola en ese piso en el que fuimos felices me asustaba. Con él cada llegada a casa era excitante, deseaba salir de mi trabajo para ponerme guapa para él, maquillarme, vestirme sexy…aunque fuera para preparar la cena y esperarlo deseando sentir su beso de bienvenida, acurrucarme a su lado en el sofá apoyando mi cabeza en su pecho mientras sus manos me acariciaban, despertarme en sus brazos cada mañana.

No veía sentido a vestirme al llegar a casa, seguía usando mis ropas de hombre o simplemente me ponía una bata de casa.

Recurrí a los chats o las páginas de contactos, echaba de menos un hombre cerca de mí, pero también sabía lo difícil que es conseguir algo igual, no me interesaban los típicos que solo buscaban un polvo o un sexo rápido, y todas sabéis lo difícil que es encontrar algo así. Aún los que prometían una relación o algo serio se perdían en correos interminables, en peticiones de fotos o en conversaciones absurdas. Algunas noches salía en mi coche y conducía sin rumbo claro, aunque casi siempre terminaba por zonas donde sabía que se practicaba el cruising gay, daba algunas vueltas, notaba como otros coches me seguían o me daban luces, pero la verdad no me apetecía un polvo con un desconocido en un coche en medio de la calle…y finalmente escapaba de vuelta a casa dando mil vueltas para que nadie me siguiera.

Los locales de ambiente tampoco es que fueran una alternativa en primer lugar nunca me gusto demasiado el ambiente gay nocturno, lo frecuenté en una época pero francamente no tenía ni el ánimo ni la edad para volver a buscar alguien en estos sitios.

Así las cosas un día recibí una llamada en la oficina, mi secretaria me la pasó:

-Quien es?-le pregunté-

-Dice que un amigo suyo.

El corazón me dio un vuelco, no creo que fuese un cliente o alguien relacionado con el trabajo, no que se identifique como amigo, será él? aunque Angel tenía mi móvil, pensé tantas cosas, lo habrá perdido y me localiza en la oficina, ilusionada esperé:

-Diga?

-Manuel..? Soy Raúl. Raul Santos.

-Perdone?

-Raul de la facultad no te acuerdas de mí? Tenemos echado buenas partidas de cartas en la facultad.

Raúl si, le conocía, me preguntaba por que daba ahora señales, habían pasado mas de veinte años desde que acabamos la carrera, la verdad siempre había desconectado bastante de mis compañeros de estudios, desgraciadamente por motivos de la crisis, y afortunadamente para mí irme bastante bien, era bastante común que muchos de ellos me llamaran para que les echara una mano, buscándoles un trabajo o una recomendación. Supongo que debí poner cara de resignación y esperé q ver que quería de mí...

-Como te va chaval? Ya me han contado que has triunfado...jajá

-Hombre Raúl, joder cuanto tiempo, pues si la verdad no me puedo quejar, y tú que tal que es de tu vida?

-Bueno tampoco me puedo quejar, joder macho, no se te ve el pelo.

-No la verdad bueno entre el trabajo, los viajes…la verdad es que si estoy bastante desconectado.

-Ya te digo, ni a las comidas de navidad apareces, bueno te pasará como a todos el trabajo, los niños…jaja

-Si claro, la vida la verdad es que es así.

Ahora vendrá lo de “te llamaba por si me echas un cable…”, “tengo un proyecto que…”

-Eres mas difícil de localizar que la leche, te preguntarás por que te llamo no?

-Pues la verdad es que sí, ni me lo imagino.

-Estoy organizando la celebración del 20 aniversario de nuestra graduación y tengo que preparar la lista para ver cuántos podremos ser y que podremos organizar, de momento somos una buena panda, somos ya unos cincuenta y aún queda gente por localizar.

Bueno por lo menos no era el sablazo que me esperaba.

-Joder, pues la verdad ni me di cuenta, como pasa el tiempo.

La verdad es que no tenía ni puñeteras ganas de ir, no es que la universidad me dejara extremadamente marcada, fundamentalmente la pasé estudiando, y como podréis imaginar no la recuerdo por grandes romances, solo quería acabar cuanto antes y poder vivir mi vida, poder desconectar de los tabúes y las ataduras de mi condición y eso solo me lo daba la independencia, algún rollito sí que tuve y quizá los cuente algún día, pero lógicamente vivía encerrada en un armario blindado.

-No se Raúl, la verdad es con lo liado que ando, pues no sé, tampoco estoy en mi mejor momento.

-Venga tío, solo pasa una vez en la vida…jaja, tenemos que compararnos lo que nos creció la barriga, los pelos que nos quedan…jaja, y además es un buen momento para intentar tirarnos a alguna de las cachondas de clase, seguro que ahora ya no serán tan exigentes…jaja

-No sé de verdad, cuando sería, por si me animo…

-En junio, faltan un par de meses todavía.

-Bueno la verdad no sé, tendría que pensarlo y además que no tenga ningún viaje de trabajo, no sé ahora mismo me pillas…

-Ya lo supongo y no te preocupes, mira yo voy a estar por Vigo de trabajo la próxima semana, ya he quedado con gente que vive ahí podemos vernos todos y tomar unas cañas o picar algo y a ver si nos vamos animando, y si al final no puedes venir pues nada pero por lo menos te dejas ver que nadie sabe de ti…

-Bueno te digo lo mismo, no sé, a ver…

-Venga anímate, te llamo el lunes que viene y me dices.

La verdad nunca me han gustado las reuniones con antiguos amigos o conocidos, cuando terminé la carrera quise desconectar escaparme lo más lejos que el mercado laboral me permitió de mi casa de mi lugar de estudios. Desconectar al cien por cien es imposible claro, siempre tienes que volver a casa por navidades o por eventos y soportar los rollos:

-Y luego como no te casas?

-Ya va siendo hora que les des nietos a tu madre…

Pasando por:

-Joder soltero a tu edad como te lo debes pasar follaras a tope…

En mi casa no confesé mi situación hasta hace muy poco, a raíz de la muerte de mi padre, con el vivo quizá no lo hubiera hecho, como decía la muerte de mi padre y el hecho de que mi hermano viviese en el extranjero me acerco a mi madre y un buen día decidí contárselo, la verdad no encontraba ni la situación ni el momento, y quizá lo solté demasiado de sopetón:

-Mamá soy gay.

Así tal cual en el desayuno, me sorprendió como lo tomó, con tranquilidad pasmosa...

-Ya lo suponía cielo.

-mamá no solo gay me gusta vestirme de mujer, soy travesti (me horroriza esta palabra pero es la única que se me ocurrió para que una persona de la edad de mi madre me entendiera, si le dijera “crossdresser” sabe dios en que pensaría).

-Y me gustan los hombres…

-Vale hijo, tu solo tienes que ser feliz, a mi que mas me da, si eso es lo que quieres pues es así lo importante es que estés bien.

Lo que mas me mosqueaba es su tranquilidad y ese “ya lo suponía”, siempre me esforcé por aparentar lo mas hetero, vale que nunca tuve novia, pero mi constitución, cosa de los genes, no era precisamente femenina, aunque no me esforcé en demasía tengo hombros bastante anchos, y siempre he tenido que esforzarme para mantener la línea, practico deporte.

-Vamos a ver, nadie llega a tu edad sin novias conocidas, a pesar de que eres guapo, te cuidas, entonces si no buscas novia se supondría que buscas novio no?, además eso de depilarse… Vamos que no me cuadraba, pero ya te digo tu solo se feliz.

Vale, en este punto creemos que lo peor ya ha pasado, pero nooo, lo peor llega cuando…

-Y tienes novio?

O el tan recurrente:

-Lo que tienes es que tener cuidado con las enfermedades…

Bueno creo que me he ido un poco de mi relato original, retomemos el punto en que lo dejamos.

Como decía, ni puñeteras ganas tenía de volver a ver a mis excompañeros, no me sentía nada unida a ellos, maduré las excusas que podría poner y volví a mi rutina diaria, llegar a casa un poco de ejercicio, una ducha, un paseo por las páginas de contactos, o una entrada en algún chat.

La verdad me había encerrado tanto en mi situación, había querido alejarme tanto de la vida que ahora me encontraba sola, no sabía a quien recurrir, y así pasaron los días hasta el lunes, puntual Raúl me llamó:

-Que tal? Que me cuentas? Mira estamos preparando la cena para el viernes, así no hay problemas de horarios y no tenemos que madrugar al día siguiente, por si nos liamos...que te parece te apuntas?

-Es que…bueno no sé el viernes

-Venga hombre, no vengas con excusas, no pasa nada por volver a ver a la gente. Ya no te veo muy convencido de ir a la cena de junio.

-Bueno, venga y donde tenéis pensado?

-Pues no sé tengo que ver los que somos y los que vivís aquí conoceréis sitios no?, ya te mando un wassap y nos vemos.

Me gustó pensar que con aceptar la cena del viernes ya no me iban a dar la lata con la multitudinaria cena de aniversario. Mejor una cena cerca de casa, me canso me despido me voy, sin complicaciones, saludos y adiós.

El jueves me entro el wass de Raúl.

“finalmente será comida, ya no somos lo que éramos la mayoría se ha rajado en la cena. Reservamos en el puerto sobre las tres”

Y otro:

“por cierto te mando mi foto por si no nos reconocemos”

Abrí la foto, vaya así que este es Raúl ahora, sonreí un poco, lo recordaba vagamente como alto, moreno, ahora lucía una bastante amplia barriga y poco pelo, vaya, casi por instinto me palpé la tripa y me sentí orgullosa de mantenerla dura y plana.

Al llegar el viernes decidí que no me apetecía ir con el traje a la comida, al poder hacer andando todo decidí salir un poco antes del trabajo e ir a casa a cambiarme, ponerme algo mas deportivo, me duché, me asee, elegí una braguita de encaje negro, si siempre uso ropa interior femenina, unos vaqueros, camisa, me miré al espejo y no me vi mal.

Al llegar al restaurante vi a Raúl hablando con una chica, la conocía, pero vaya no me acordaba del nombre, sabía que esto me iba a pasar.

-Raúl, que tal?

Me pareció que Raúl se quedó un poco cortado, supongo que no me llegó a reconocer.

-Coño!! Manolito pero si está hecho un chaval, joder, me esperaba verte con 40 kilos de mas y sin pelo, vaya que te cuidas. Te acuerdas de Laura?

-Si claro-mentí- que tal Laura?

Fue llegando mas gente y empezamos a hablar de las tonterías que se suelen hablar, yo me casé, tengo tres hijos, yo estoy divorciada vamos lo normal, cosas bastante insustanciales, si partimos de la b ase de que ni siquiera fuimos amigos de verdad en su día, tampoco vamos a serlo ahora. Al final nos juntamos siete, cuatro hombre y tres mujeres, lo que dio pie al típico comentario:

-Somos impares, uno no moja…jajaja

Me di por aludido, e internamente sonreí, por un lado porque si ellos supieran en que lado estaba yo.

La comida discurrió normal, muchas bromas, recuerdos de profesores, anécdotas, conversaciones sesgadas y la mayoría intrascendentes, reconozco que desconecté varias veces por llamadas del trabajo o correos que me daban la oportunidad de escaparme y muchas veces de no tener que seguir las conversaciones.

Avanzando la comida subía el nivel etílico, la verdad es que la mayoría se despachaba con gusto el vino y en algunos empezaba a hacer efecto, Raúl y Laura reían enfrente de mí y se les apreciaban los efectos del vino en sonoras carcajadas, yo aguantaba como podía explicándole a Alex como habíamos ganado no se que pleito al ayuntamiento, bueno batallitas.

No veía la hora de que terminara, pero como sabéis a este tipo de comidas le siguen sus respectivos cafés, chupitos, copas. Empezamos a mirar el reloj y creo que fue determinante para que la gente empezara a tirar la toalla, con alivio vi que un par tenían que ir a recoger los niños al cole, otro a hacer la compra, y comencé a replegar velas.

Pagamos y en la puerta hice el ademán de despedirme de Laura y Raúl:

-Bueno chicos, vaya ha pasado el tiempo que ni me he enterado.

-Venga que obligaciones tienes? Hemos quedado los solterones.

-Ya pero estoy cansado, me gustaría hacer la compra del fin de semana.

-Venga Manu-dijo Laura- vamos a tomar una copa y lo dejamos, yo también tengo que ir hacer recados.

Nos sentamos en una terraza y pedimos las copas.

Laura abrió la parte intima de la conversación:

-Bueno y a ver cómo es que no os habéis casado?

Me miró, la verdad no me gustó la pregunta:

-Y tu porque te has divorciado?

-Por que mi marido era un hijo de puta y se follaba a todas.

Vaya estocada. Bueno tocaba inventarme la vida, ya estaba acostumbrada:

-La verdad he tenido varias relaciones, pero bueno, no funcionaron del todo, el trabajo, le he dedicado mucho tiempo y la verdad no he sido capaz de tener una relación.

-Pues con lo bien que te conservas seguro que eres un madurito cotizado, y con dinero, vaya partidazo.

Me guiñó el ojo?, lo que me faltaba estaba ligando conmigo?

-Yo no encontré la persona, la verdad, y ahora pues no sé, con esta pinta como no me meta en páginas de contactos…jajaja

La verdad me sentía bastante nerviosa por las insinuaciones cada vez mas evidentes que me hacia Laura, al final de la segunda copa, por fin:

-Bueno chicos, yo me tengo que ir, madre soltera, jaja, tengo que recoger a los niños. Pero espero veros mas a menudo, ya tenemos los móviles y si no llamáis os llamaré yo, un vinito nos tomaremos no?

-Claro Laura, llámame cuando quieras y quedamos.

Raúl y yo quedamos solos acabando las copas, ya casi era de noche:

-Bueno tío, yo también me voy a ir se me hace muy largo el día, tú qué haces?

-Pues no sé, me iré al hotel supongo, la verdad me hacia mas gracia lo de la cena, pero bueno tengo una buena encima para conducir y la habitación reservada, además tampoco me espera nadie…jaja. Seguro que no te apetece apuntarte a tomar la penúltima, así picamos algo?

La verdad es que las copas se me habían subido algo a la cabeza, comer algo no me vendría mal y también me dio un poco de pena dejarlo tirado, bueno,

-Venga va, vamos a picar algo…

-Eso así se habla…los solterones a ver si hoy pillamos a alguna jajaja

Caminamos un rato la verdad hablando de negocios, historias…hasta que entramos en una tapería.

-Joder tienes en el bote a Laura eh? Esta buena todavía te da para un revolcón. La verdad es que te conservas como un chaval, debes ligarte lo que quieras

-Bueno la verdad es que no te creas, no tengo mucho tiempo, y francamente tampoco es que tenga mucha vida social.

-Ya, bueno a mi me pasa similar, pero además a donde voy yo? Ciertamente no tengo tu tipo y la verdad tampoco me cuido, míranos parece que eres veinte años mas joven que yo.

-Ya, pero trabajo me cuesta, gimnasia, poca comida, poco alcohol…jajaja..Seguro que si te pones también consigues adelgazar. Además yo creo que a nuestra edad el físico tampoco es lo mas importante…

-Ya eso lo dices tú porque ya lo tienes. No me consueles hombre!!! Tampoco estoy tan desesperado, desgraciadamente me gusta comer jajaja, me costará mucho cerrar la boca. Lo que me cuesta creer es que tu no tengas un ligue.

-Pues si jaja, a mi madre también, la verdad es que acabo de salir de una relación y estoy, bueno en una fase digamos de aclimatación.

La verdad es que siempre que me preguntan por mis relaciones suelo feminizar a mis “novios”, es una forma de tener vida social normal.

-Ya, si es complicado, bueno supongo si te soy franco no he tenido ninguna relación seria, hasta en eso tampoco me ha ido bien, un poco de aquí otro de allí.

-Bueno, supongo que será por que no has encontrado a la persona, no?, nunca se sabe, pero con 45 años aún te queda tiempo.

-Ya, pero bueno a veces es jodido estar así.

La verdad es que la conversación iba tomando un tono bastante íntimo y sobre todo un poco deprimente, las copas no nos estaban ayudando si no que parecía que nos íbamos apagando por momentos, Raúl llevaba un poco la voz cantante y sus preguntas acerca de mi vida y mis relaciones la verdad es que me ponían un poco nerviosa

-Y si no sales, no tienes colegas como ligas? Por internet?

-Bueno a veces si –ciertamente aunque no con mujeres, pensé- bueno alguna vez.,

-Yo también lo he intentado, a veces es la única forma de conseguir aunque solo sea un rollo de una noche no?. Y las putas jajaja, no me digas que de vez en cuando..

-La verdad es que no, jajaja, francamente nunca he recurrido a eso.

-Pues a veces es la única forma, jajaja, la verdad es que yo tampoco soy putero.

-Pero tu tienes vida social, no? Supongo que tienes tu pandilla y sales con gente.

-Bufff, la verdad es que no, alguna cena de trabajo, o como lo de hoy, me involucro en estas cosas por que la verdad estoy bastante solo, lo de organizar esta cena o la próxima es un poco para retomar contacto con gente, una excusa para poder salir con alguien tomar unas copas, fuera de estas cosas no tengo nada.

-Bueno hoy en día hay grupos de singles, hombre, organizan viajes, cenas, puedes apuntarte a alguno.

-Si la verdad lo pensé pero en serio yo no valgo para esos clubs, la verdad es que supongo que no encajaría.

Abandonamos el restaurante y caminamos un poco sin rumbo, mire el reloj y pasaba de la medianoche, estaba cansada, borracha o casi, la cena no había conseguido compensar la mezcla de alcoholes que llevaba en el cuerpo, Raúl debía estar mucho mas acostumbrado al alcohol que yo, aparte de su tamaño mas considerable, parecía que no le afectaba lo mas mínimo.

-Venga vamos a tomar otra, te prometo que la definitiva, vamos a un pub te parece?

La verdad es que no me apetecía nada en absoluto, pero estaba al lado de casa y bueno no se por que dije que sí.

Entramos en un pub no muy concurrido, y nos sentamos en una zona de sofás Raúl pidió un par de copas en la barra y volvió con ellas a la mesa.

-Joder Raúl, yo no puedo tomar mas, estoy como una cuba.

-Venga un brindis, por nosotros.

Tomé un trago y la ginebra llegó a mi estómago como un plomo, no recuerdo si dije algo pero una arcada me la devolvió, a duras penas pude llegar al baño donde me encerré devolviendo, salí y me encontré a Raúl:

-Joder tío, estás bien? Estás pálido como un muerto.

-No la verdad es que no me encuentro nada bien.

Parecía como si todo el alcohol del mundo hubiera llegado de golpe a mi cabeza. Me apoyé en el lavabo limpiándome la cara y enjuagándome la boca para tratar de eliminar el sabor. Me sorprendí que casi no podía andar, me apoyé en Raúl y él me agarró por la cintura para ayudarme a volver al bar.

-vaya si que estás flojo.

-Joder, es que ya te dije que no estoy nada acostumbrado a esto. Creo que me tengo que ir a casa.

-Ya te digo, venga te llevo a casa, vives por aquí dijiste no?

-Si pero no te molestes.

-venga me siento obligado, en parte es culpa mía.

Salimos del bar, la verdad es que casi no podía dar un paso por mí misma, Raúl me agarraba fuertemente por la cintura, no sé, me parecía que me agarraba con mas fuerza de la que haría falta, pero no estaba en condiciones de darme cuenta.

Llegamos al portal e introdujo sus manos en mis bolsillos buscando las llaves, acertó a abrir la puerta.

-Que piso es?

-El sexto, el sexto izquierda.

Abrió la puerta del piso y me llevó hasta el sofá del salón, me colocó en él como pudo.

-pues si que tienes un piso bonito, se nota que lo decoró tu ex no? Es muy femenino para ser de un solterón.

No se si esto lo dijo con segundas, posiblemente, si que es un piso femenino, me gustan los colores cálidos, las flores, siempre intento tener flores frescas.

-Voy a la cocina a buscarte algo una manzanilla?

-No en la nevera hay cocas, si no te importa traerme una.

Raúl volvió de la cocina con una lata de coca cola y un vaso, la verdad es que yo no podía ni levantarme me costó incorporarme para poder beber.

-Venga, seguro que esto te asienta el estómago.

-gracias, tu quieres tomarte algo? Hay ginebra ahí en el mueble bar y tónicas…

-Pues venga, la verdad es que dejé una entera en el bar y otra copa si me tomaba.

Raúl se preparó una copa, y se sentó a mi lado.

-vaya si que te ha dado fuerte, lo peor será mañana la resaca..jaja

-Ya te digo, me siento fatal. Creo que me tengo que acostar. No te preocupes, tomate la copa y si quieres pon la tele.

Intenté incorporarme, pero me fallaron las piernas, Raúl sentado me agarró por la cintura para evitar que cayera,

-Venga, te acompaño a tu habitación si no te vas a matar.

-No te aseguro que no hay problema.

Raúl me agarró la mano mientras con su otro brazo apretaba mi cintura, yo delante y el desde atrás acompañaba mis movimientos, sentí que su cintura se aproximaba a mi culo, lo que interpreté como una forma mas cómoda de guiarme.

Me sentó en el borde la cama y me empezó a sacar los zapatos. Observó mis calcetines con reborde de puntilla, siguió con mi camisa se acercó tanto a mi que olí su aliento a alcohol, supongo que buscando mi pijama, miró debajo de mi almohada sacando mi camisón, rosa de seda, lo miré mientras el lo desplegaba delante de mí, la vergüenza me estaba matando, no dije nada, el tampoco, lo dejó a mi lado mientras me sacaba el pantalón, no dijo nada de mis braguitas, me incorporó agarrándome por las axilas y me vistió con el camisón, mientras abría la cama, me volvió a sentar y me metió en ella…

Me acurruqué aguantando las ganas de llorar que tenía de la vergüenza, entrecerré los ojos como si así el momento pasara mas rápido, notaba que el seguía ahí, no me atrevía a levantar la mirada, yo tumbada en la cama tenía a mi vista sus muslos, de repente salió de mi campo de visión, no me atreví a incorporarme para ver hacia donde iba.

Instintivamente me relajé, y me acurruqué bajo las abanas, noté que él se iba hacia el baño de la habitación, oh dios, un baño de mujer como dios manda, pero ahora ya me daba igual solo quería que se fuera de una vez, nunca me había encontrado en una situación así, escuché la cisterna del inodoro, el grifo, no escuchaba sus pasos, seguía ahí, cuando coño se marcharía, pasaron segundos o minutos la verdad no lo sé…no me importaba…noté su respiración otra vez en la habitación me hice la dormida, no quería hablar no quería decir nada cerré los ojos con fuerza casi como si mis parpados se pudiesen cerrar para siempre agarré las mantas con mis manos y noté un escalofrío en mi espalda, las sabanas se habían levantado del otro lado de la cama, un pequeño ruido y sentí su peso adicional en el otro lado del colchón, noté como un aliento rozaba mi nuca, sus brazos se posaron en mi cadera con dificultad su otro brazo paso por debajo de mí y me abrazo atrayéndome hacia él, me besó en la nuca. Oh dios mío, que estaba sucediendo?, sus manos cómodas me abrazaban una de ellas fue levantando poco a poco mi camisón para poder acariciar mis muslos, Oh dios mío!!

Su otro brazo encontró mis pezones y empezó a juguetear con ellos pequeños pellizcos, no sabía que hacer, estaba totalmente desconcertada, empujó su pelvis hacia mi culo y noté una erección sobre mi trasero, no hablamos, su lengua recorría mi cuello y la parte posterior de mis orejas, mientras todo el resto de su cuerpo se pegaba a mí noté su cuerpo, su barriga en mi espalda, estábamos tocándonos todo lo que nuestros cuerpos podían, se que en ese momento le ayudé a que su miembro buscara cobijo entre mis muslos, no llevaba ropa interior, me estaba gustando su caricias, sus besos.

No podía hacer nada mas, me rendí apartándome un poco me volteé hacia él, nos besamos, me agarró por la nuca y mantuvo el beso haciendo que mis labios se pegaran a los suyos, su lengua se introdujo en mi boca mientras me iba incorporando, se giró y se colocó boca arriba permitiendo que me acomodara encima de él, abrió sus piernas para facilitarme encajar en esa posición, nos besamos por un buen rato, sus manos acariciaban mi nuca, ya sabía lo que quería. Acaricié su pecho peludo, recorrí desde sus labios sus tetas, y su ombligo bajando hacia ese miembro que notaba duro y húmedo en mi abdomen, acerqué una de mis manos para tocarlo, lo noté acaricié su glande con los dedos y lo noté húmedo con el liquido preseminal, el mío estaba igual, cada movimiento que hacía notaba la humedad de mis braguitas mojadas con mis líquidos. Acerqué mi cabeza hacia su trofeo, olía a hombre, a sudor, a semen, no podía verlo en la penumbra de la habitación pero su olor me guiaba como una perra en celo, empecé a besarlo, recorrí su tronco desde los huevos hasta el glande, mientras con mi mano le imprimía un suave movimiento que notaba por sus suspiros le satisfacía , un poco después ya no pude aguantarme, abrí mi boca e introduje aquel pedazo de carme en ella, no era grande ni especialmente gorda, pero la deseaba, el sabor del semen me puso aun mas cachonda, juguetee con mi lengua en su glande, mientras lo introducía despacio una y otra vez, mis labios ayudaban a apretarlo cada vez que su glande salía de mi boca, sus manos acariciaban mis hombros, pero no tardó en tomar el mando de la situación, en sacar el macho que llevaba dentro, una de sus manos me agarró por la nuca mientras su pelvis comenzó a moverse arriba y abajo ayudando a entrar y salir su polla de mi boca, sus embestidas hacían que entrara casi hasta la garganta, provocándome incluso nauseas, jugamos a sí por un buen rato, creo que hasta que notó que la corrida estaba cerca, ahí me apartó y me echó hacia el lado tumbándome a mí de espaldas, se acercó a mí y empezó a besarme en la boca otra vez, su lengua entraba con la misma fuerza e ímpetu que momentos antes había entrado su polla, recorría mi cuello mientras sus manos acariciaban mi cuerpo, primero mis pechos mis muslos, pronto una de ellas empezó a buscar su objetivo levanté las caderas para facilitarle que me sacara las bragas, me giró para poder sacarlas, mientras su mano empezaba a recoger la raja de mi culito, agarró mi pene, mojado y humedeció en el sus dedos volvió a mi trasero y una vez encontrado mi agujerito intentó introducir el dedo lubricado con mis jugos, noté como al principio le costaba, poco a poco con un movimiento rotatorio iba abriéndose paso, volvía a mi polla y otra vez, yo sollozaba, estaba deseando tenerlo dentro, lo aparté levemente y me incorporé a mi mesilla de noche, saqué mi liquido lubricante y unos cuantos condones y se los día, volviendo a mi posición vi como abría el frasco y humedecía sus dedos en el bote, volviendo a la posición noté como ahora todo era mas fácil, un dedo, dos, me retorcía de placer, mis suspiros y jadeos se lo debían de decir, note que introdujo tres dedos, jugando con ellos, dilatándome hasta el máximo que mis músculos permitían, me colocó otra vez de espaldas, noté como el se incorporaba de rodillas, y abría uno de los condones, levanté mis piernas instintivamente para que el se pusiera en su posición entre ellas, con su falo apuntando hacia mí, cogió un cojín y lo colocó en mi espalda ayudando a levantar mi pelvis, note sus dedos tanteando buscando el agujero que el deseaba y que yo deseaba que encontrara. Levanté mis piernas hacia el infinito, ayudándole a tener mas claro su objetivo, con sus manos las apartó para dilatar al máximo mi agujerito, note la punta buscando, rozando mi raja, con mis manos la atraje hacia su objetivo, ahí estaba su punta, agarre mis nalgas con mis manos abriéndolas tanto como pude, noté que su cabeza intentaba entrar, poco a poco, sus manos se volvieron al lubricante y note un chorro que rozaba mi ano, volvió a la carga, ahora sí, su cabeza poco a poco iba entrando, su fuerza ayudaba a que la penetración fuera mejor, me dolía hacía tiempo que no notaba un hombre ahí abajo y notaba que mi ano estaba bajo de entrenamiento, no es lo mismo un consolador que un macho de verdad, con pequeños mete-saca iba acomodándose en mi interior y lubricándome al mismo tiempo, hecho un rato adaptando mi agujero a su miembro notaba que cada vez entraba un poco mas, finalmente el notó que el camino estaba abierto y se introdujo de golpe en mi interior, una vez dentro se relajó, sus pelos rozaban mi trasero, y dejó caer su cuerpo hacia mi abandonando mis piernas ya abiertas e imposibles de cerrar el estar su cuerpo entre ellas.

Comenzó un lento movimiento, poco a poco, el placer me atravesaba de lado a lado, lo abracé su ancho cuerpo se pegó al mío mientras me volvía a besar y a sobar la cara y el cuello con su lengua, se movía de forma acompasada mientras me agarraba su cadera subía y bajaba llenándome de placer cada vez que sus pelos rozaban mi culo y sus punta tocaba ese punto que me volvía loca, sus embestidas se iban haciendo cada vez mas fuertes cuanto mas lubricado estaba mi culo…

Supongo que grité de placer, gemí suspiré necesitaba esto y la persona mas inesperada me estaba haciendo disfrutar como una zorra, sus movimientos se aceleraban sus jadeos se iban haciendo cada vez mas fuertes y comencé notas que mi macho iba a explotar, como leyéndome la mente, sacó su polla de mi culo y sacándose el condón se puso de rodillas dándole con la mano los últimos movimientos, su explosión de semen me dio en la cara y goteó por mi pecho, acercándose a mi se sentó en mi pecho y estrujó las siguientes gotas de corrida sobre mi cara poniéndome la polla al alcance de mi boca donde me la introduje para saciar mi sed de hombría lamí hasta la última gota de ese liquido caliente hasta que poco a poco la polla iba recuperando el tono flácido sus manos buscaron la mía, y con un leve movimiento hizo que yo también me corriese en cero como como una autentica guarra, me acerco sus mano llena de mis propios jugos a mi boca haciéndome lamerla, para saborear la diferencia entre el semen de un hombre y mis líquidos de marica…

Limpio sus manos por mi cara, mi pecho y se dejo caer sobre mi otra vez, nos miramos, aun no habíamos dicho ni una palabra, solo jadeos, suspiros, gritos quizás, nos miramos a los ojos, y nuevamente me volvió a besar introdujo su lengua en mi boca y saboreó la mezcla de líquidos que tenía en ella, supongo que no era momento de hablar, simplemente se dejo caer hacia su lado de la cama, pasó su brazo por debajo de mí y me abrazó me dejé llevar a esa posición que tanto gusta a los hombres y también a mi, con sus brazos abrazándome desde atrás, su pubis rozando mi culito, su polla todavía húmeda entre mis nalgas, me abrazo fuerte y me beso en el cuello y habló:

-Hasta mañana cielo…