Viejo restaurador y bombero
Ese viejo restaurador demostro dominar mas de un oficio, y nosotros se lo agradecimos.
Llevábamos una semana después de las vacaciones, con solo sexo entre nosotros pero mejorado por la caliente experiencia en la isla, y le propuse a mi marido restaurar el baño de nuestro dormitorio y colocar una ducha de hidromasaje que tan de moda se habían puesto, Paco dijo que no llamáramos a ninguna empresa sino buscáramos a alguien que por su cuenta hiciera estas restauraciones, que siempre cobran más barato, le decimos lo que queremos y el que nos haga un presupuesto, recordé que en el buzón de las cartas había recogido una nota de una persona que se ofrecía para hacer arreglos de todo tipo.
Rápidamente le llame, por la tarde concertamos la cita en casa, tocaron a la puerta y se presentó un hombre de unos 62 años más o menos alto con la piel morena por el sol, aspecto rudo pero atractivo, ya su cabeza andaba con grandes entradas pero el que le quedaba estaba bien arreglado y le favorecía , rápidamente me dio una buena impresión, mi vista se fue rápido a su pectoral que lucía por su camisa medio cerrada donde salía un abundante pelo plateado que además era largo, el vaquero que llevaba no era muy ajustado pero resaltaba que tenía buen cuerpo, marcando un buen culo y dando a entrever que por delante había madera.
Les cuento esto pues desde las vacaciones tengo cierta sensibilidad a hombres de esta edad, comencé presentándome y rápidamente paso al dormitorio donde le indique todo lo que tenía que hacer, mi vista seguía dándole un repaso a ese cuerpo y lo que también me impresiono fue su voz, una voz fuerte y masculina que parecía no había sufrido el paso de los años, para no aburrirles les diré que en dos días comenzó la obra que era supervisada por mí y a veces por mi marido.
Como no queríamos que se demorara pensamos invitarle a comer en casa y que hiciera la jornada continua para finalizar antes, ya que tenía que cambia todo el baño con azulejos, suelo y todo.
Esto llevo a que rápidamente intimáramos en lo personal, nos contó que era separado, por su mala cabeza y tener una mujer muy anticuada, nosotros nos abrimos un poco también contando que nos intentábamos adaptar a los nuevos gusto y modas que la sociedad iba sacando, así transcurrió el primer día, y por la noche paco y yo hablamos que me parecía un hombre muy sexy y que podíamos intentar llevarlo a nuestro terreno para ver si salía bien.
Paco dijo que sí, nos reímos y pensando pegamos un polvo algo rápido pero bueno, entonces mi marido dijo que como lo íbamos a hacer para romper el hielo, yo le dije déjalo de mi cuenta, por la mañana antes que llegara,deje sobre la cama sin arreglar , algún juguete que paco me había regalado hace tiempo de un sex shop para que Pablo lo viese, me puse algo de ropa más ligera y aprovechando la salida de este a comprar unas cosas, calenté algo el ambiente.
Pablo al entrar vio lo que había sobre la cama y sonrió, haciéndome la despistada dije yo , uff perdón no guarde esto, que paco se dejó aquí, él dijo no te preocupes uno no se asusta con esta edad de esas cosas, pero también te digo que donde haya un hombre de verdad eso no lo necesita una mujer, ahora cuando uno ya no funciones bueno habrá que buscar remedio, yo le dije, no si paco no lo necesita pero bueno siempre una ayuda para jugar más va bien, ya te contamos que nos gusta otras cosas también, el entre risa morbosas dijo, cuando necesiten ayuda no busque aparatos sino a alguien de verdad, y además con una mujer como tu hasta el alma más desamparada resucida, ya me estaba tirando los tejos y se había encendió un poco, había caído en mi juego, yo como morbosas que soy le dije y a quien buscamos, el dándose una palmada en el pecho dijo, a mí que me tienen aquí cerca, que además de albañil y fontanero también apago fuegos, yo ya lanzada y no quedándome corta le dije, ahh también tienes buena manguera para eso., no tardo ni un segundo en coger con su ruda y fuerte mano la mía, y llevándola a su paquete me dijo, palpa y di si es buena, no me espere ese movimiento pero mi mano palpo y palpo bien ese paquete, y cuál fue mi sorpresas al tocar un tremendo bulto que se estaba poniendo duro como una roca.
Pablo me dijo mira este no es el sito pues tu marido va a llegar enseguida pero si quieres luego fuera después de acabar hoy , apago ese fuego que tienes, y bien apagado, te lo garantizo y más con una hembra como tú.
Le respondí que mi marido no le importaba y que él le gusta participar que como le habíamos dicho, estábamos muy liberados en ese campo y habíamos tenido recientemente tríos e intercambio con parejas.
No necesito nada más y en un segundo se abrió la camisa de un tirón, mostrando un pectoral fuerte y tremendamente poblado por un pelo plateado que resaltaba esa musculatura de trabajador, me pego a él casi bruscamente y me dio un beso tan profundo que su lengua abrió mis labios para entrar, el morreo seguía con sus manos ya en mi trasero clavadas como dos garfios apretándome contra él, sentí su polla dura y gorda contra mi conejo, que ya sabiamente restregaba con movimientos de cadera.
Pablo carecía de delicadeza por lo que se veía pero me encantaba tener un macho así, me subió la camiseta y vio que no llevaba nada debajo, dijo ummmm que pezones más ricos. Y se lanzó a chuparlos.
En un segundo me di cuenta que me estaba bajando la falda que dejo caer seguida de mis braguitas. Su mano ya manoseaba mi coño con fuerza pero sin hacerme daño, todo lo contrario, un tremendo placer, además olía a macho a hombre rudo, de esos que no usan abundantes perfumes, y me encantaba ese olor, me excitaba mucho.
Me dejo caer sobre la cama que estaba cerca y soltándose rápidamente el vaquero se lo quito, mostrando un bóxer corto de tela ancha que ahora estaba estirado por el tremendo falo que había debajo.
Le dije espera te lo quiero quitar yo, me senté rápidamente en la cama y con lentitud jugando a ponerlo nerviosos lo bue bajando, su polla al soltarse pego un rebote hacia arriba que casi me golpea en la cara de lo cerca que estaba.
Era majestuosos, debía tener unos 18 o 20 centímetros pero tremendamente gruesa y venosa, la venas ya muy resaltadas quizá por la edad, la hacían muy excitantes. La cabeza asomaba libre en todo su esplendor con un rosado oscuro, le diré que la polla tenía un tono oscuro que la hacía más sexi, como no pude reprimirme me lance como una loba a chuparla, el en su línea me sujeto la cabeza con las dos manos y decía come que es tuya, Que ahora veras como no necesitas juguetes.
En ese momento se oyó la puerta, que era mi marido que había agilizado el regreso sabiendo que yo me adelantaría, Pablo se quedó un poco cortado como intentando retirarse, y yo cogiéndolo por el culo, le dije quieto que a él le gusta ver y participar también.
Entro paco y dijo, veo que ya andan en el tajo, y dirigiéndose a Pablo le dijo, joder amigo que bien equipado estas, mi mujer lo va a agradecer, este ya nada sorprendido le dijo, venga únete que si no la repaso yo solo que no te espero, que tu mujer tiene ganas de macho y yo de hembra.
Me lanzo con cuidado sobre la cama con sus rudas manos y mientras paco se desvestía, se montó sobre mi abriendo con sus rodillas mis muslos y rápidamente dejándose caer, ensartándome de un golpe con ese pollon, di un respingo y un pequeño grito ante ese acoso de macho necesitado de follar, pero agradecía esa fuerza y no menos el tremendo rabo como rozaba por las paredes de mi conejito entrando y saliendo, mientras su culo subía y bajaba con una fuerza que me estaba destrozando.
Paco intento arrimar su polla a mi boca pero con los movimientos de pablo y su energía en la cama acaparándome apenas se podía acercar, yo le suplique con dulzura, pablo más despacio, el respondió no te preocupes que no me corro rápido, me gusta que sientas un hombre de verdad fallándote fuerte. Tenía una seguridad que me calentaba escucharlo y más lo directo que era. Mi marido ya había conseguido acercarse algo y le pude acariciar su rabo mientras el metía su mano y me tocaba el pecho, casi aprisionado por su pectoral peludo.
Me morreaba con una fuerza que me tenía dominada, mi coño estaba ya bien dilatado y acostumbrado a aquella polla gorda y se acercaba ya mi primer orgasmo, cuando dijo espera que tu marido va a participar y sentir también como te corres conmigo.
Le dijo que se pusiera tumbado con el rabo hacia arriba, me tomo y me tumbo de espaldas sobre él, cogió el rabo de paco y lo acerco a mi conejo restregándolo y metiéndolo, me dijo quieta así, abrió mis piernas por fuera de las de paco, dejando mi coño abierto pero con el rabo de paco dentro, tumbada hacia atrás sobre la barriga y pecho de mi marido, y entonces se puso de rodillas y ahora con cuidado, fue restregando su enorme polla venosa sobre la de paco y mi coño introduciéndola poco a poco.
Al meterla y dilatarme tanto lo primero que sentí fue algo de dolor, pero la excitación me podía y más cuando ahora sus movimientos eran lentos y cuidadosos pero rítmicos.
Estaba ensartada por dos duros rabos por mi conejo sintiendo ahora el peso de Pablo sobre mí que me besaba y me decía, te gusta ehh ahora sí que vas a gozar, le vas a regalar a tu marido un orgasmos tremendo que empapara su polla. Yo ya gemía como poseída y mi marido andaba cerca de correrse pues sentir ese rabo venoso rozar el suyo y mi coño, le estaba volviendo loco, y como un esclavo sexual le dijo a pablo no puedo aguantar me voy a correr ya, pablo que dominaba la situación le dijo, lubrifícame y a tu mujer, que sienta mi duro rabo pero que no le dañe.
Eso me hizo explotar y con unas convulsiones extendidas por todo el cuerpo comencé a correrme como una loca, mi marido simultáneamente al verme hizo lo mismo y soltó su leche que el pollon de pablo se encargaba de meter y sacar por todo mi agujero. El con una sonrisa picarona nos decía, gocen que quiero que sepan lo que es un buen polvo, quiero dejarte rendida cariño, quiero que recuerdes mi rabo durante días, me hablaba con una seguridad pasmosa controlando toda la situación, era el invitado pero en ese momento era el jefe.
La polla de paco aflojaba un poco pero seguía dentro por la fuerza y los empujes de ese coloso venoso, siguió así un buen rato, me imaginaba que mi esposo estaría rendido aguantando el peso de los dos y más como embestía pablo, pero se ve que estaba a gusto, yo sin saber cómo me corrí otra vez de forma inesperada, pues aunque gozaba no me dio aviso de llegar este orgasmo, ahora si aprovecho Pablo y cambiando el ritmo comenzó a mover la cabeza fuertemente hacia los lados mientras gritaba de placer y soltaba ese líquido espeso que con una fuerza inusual estaba recibiendo a ráfagas mi dilatado y escocido coñito.
Se dejó caer al lado separándose de nosotros como el guerrero que acaba de ganar la batalla, con su rabo aun duro pero ya con las venas menos hinchadas, sus enormes pelotas peludas reposaban sobre la cama también, con la piernas abiertas y la respiración agitada, yo como pude me incorpore y acariciando aquello le dije que me había reventado.
Él se rio de forma morbosa y dijo, no creas que hemos acabado que el día es largo y aquí hay madera para rato. Yo como intentando calmarlo me acerque y comencé a chupar esa enorme polla que brillaba por los jugos que tenía impregnados, paco se incorporó también y diciéndole que había sido un polvo colosal le dijo también, ¿puedo? y comenzó a tocar conmigo a la vez y con disimulo acerco su boca y los dos como sumisos corderos comimos hasta que quedo morcillón.
Pablo me pregunto si no me importaba que paco fuese bisexual, yo le dije que no que me daba morbo pues a mí él también me hacía gozar y yo le gustaba con locura.
Tomamos un café los tres desnudos en la cocina retomando fuerzas, pero con pablo que no dejaba de tocarme de vez en cuando como diciendo, nena anímate rápido que vamos.
Y sí que fuimos pero eso lo contaremos en el próximo.