Viejo restaurador y bombero 2
Como ese viego restaurador descubre que mi otro agujero habia sido abierto ya anteriormente y...
Continuaba Pablo con sus toqueteos mientras tomábamos un reconstituyente, y nos decía entre risas, con este ritmo no acabo la obra en el baño ni en dos semanas, como todas las mañanas tengo este comienzo no sé cómo saldrá, todos nos reímos pero yo me alegraba de haber encontrado tan pronto un semental como aquel después de lo de Fuerteventura, me iba a hacer la espera del próximo encuentro con Robert más amena.
Pablo aunque seguía tocándome, pensó que era hora de seguir con la obra y fue a por la camisa que andaba tirada por el suelo con los botones rotos, lo mire caminar de espaldas y me excito como una loca aquel culo duro poblado también con algo de pelo, y esas espaldas anchas que tenía, las piernas eran también fuertes, era un hombre curtido por el trabajo, con aspecto de macho de esos que nos gustan a muchas mujeres.., yo en plan morbosa le dije, ahh ya te cansaste, como un resorte se giró con mirada picara y dijo: no ni mucho menos , pensé que sería mejor continuar trabajando pero veo que esta hembra necesita de otro buen polvo, y este te lo voy a dar ahora mismo.
Hablaba con una seguridad y decisión que me calentaba con locura, miro a Paco y le dijo, venga que tu mujer quiere que la reventemos esta mañana.
Fue hacia mí, me tomo y me puso sobre la mesa, paco casi no le da tiempo de retirar las cosas que había sobre ella, su polla estaba creciendo rápidamente y la de paco igual al ver lo que se avecinaba. Me abrió de piernas y dijo, voy comerte este conejito peludo que tienes aquí que necesita de un mantenimiento antes de volver a follarlo.
La poca delicadeza que tenía nos hacía arder a paco y a mí, como un hambriento y desesperado ante un majar comenzó a comer con una maestría que me sorprendía, su lengua grande y dura como su rabo jugaba con mi botoncito y su entorno con una sabiduría que me hacía levantar la cadera de gusto, Paco ya tenía su rabo como una piedra y me lo ofrecía junto a sus huevos para chupar, mientras no quitaba ojo de aquel viejo apaga fuegos que le estaba dando una demostración de saber follar que lo tenía asustado, bueno , a mí también. Retiro la boca un momento y me dijo, umm veo que esto te encanta también, miro a paco y le dijo, tienes que comerla más que esta falta, una de las manos rudas y fuertes ya andaba con un pecho mientras la otra acariciaba mi otro agujero.
Introdujo un dedo en él y al ver que dilataba rápido por mi enorme excitación, dijo: este agujero ha sido ya trabajado por lo que veo, y dirigiéndose a paco otra vez, le dijo, ¿eres tú el que la metes por aquí?. A mi estas palabras y como estaba comiéndome me hizo que explotara rápidamente, él dijo ummm que ganas tiene mi hembra esta. Paco respondió que sí y que también algún amigo había hecho uso de él, que había descubierto que le gustaba también.
Se incorporó un poco y buscando alrededor dijo, tiene alguna crema o algo parecido, Paco rápidamente como deseando ver que me penetrara por ese lado dijo, si mira, compramos precisamente hace dos días esta vaselina. Abrió el bote y con un dedo mi esposo me unto en mi otro agujero que se abría ya preparando la entrada de aquel tronco venosos que lo iba a taladrar, cuando se iba a retirar Pablo le dijo, no te cortes y ponme sobre mi rabo y un poco en la puta que así no me unto yo, comenzando a reírse en plan morboso, mientras veía como paco le embadurnaba su pollon, yo andaba esperando como desesperada aquello ya dentro de mí.
Acerco su cabezón y lo metió con facilidad por la gran cantidad de vaselina que paco le puso, y en su línea de rudo, me pego seguidamente un empujón que me introdujo aquello de un golpe seco, yo respondí con un alarido que casi le muerdo la polla a paco que ya estaba sobre mi boca, levanto mis piernas un poco y me atrajo hacia el para poder estar más cómodo y mirándome con cara de deseo, dijo: prepárate que te espera una larga sesión de órganos, pues yo en segundas aguanto mucho para correrme.
Yo ya jadeando de placer pues el dolor me duro medio minutos, lo miraba cuando paco me liberaba de su rabo de la boca para dedicarse los pechos y veía aquel macho como me estaba follando con que fuerza y decisión, los vellos largos de su poblado pectoral se movían con las embestidas, su cara ruda pero atractiva con sus arrugas marcadas por el trabajo y el sol, reflejaba una excitación que me volvía loca,
Les aseguro y no es una exageración que en aquella posición estuvo o a mí me lo pareció más de veinte minutos cambiando los ritmos de embestidas , Paco desesperado por meter también, esperaba con ansia que aquel semental aflojar o se corriera dentro de mi trasero, pero aquello no paraba, yo creo que le había regalado ya varios pequeños órganos, pero de una intensidad que a Pablo le hacía resurgir y tomar más fuerza, la mesa de la cocina crujía ante las fuertes metidas y amenazaba con romperse, pero pablo siguió un poco más y cuando vio que mi estado era ya casi la de un pelele que no se movía y apenas podía chupar la polla de paco, entonces decidió soltar sus jugos dentro de mi ano que aunque yo no veía, debía de estar abierto como una flor en primavera.
Sus gemidos y sus convulsiones ahora hizo que paco explotara también sobre mis pechos y cara, Pablo con palabras entre cortadas , decía, toma, toma, almacena mi leche que es mucha y espesa, y disfruta de machos que te hace falta.
Cuando se retiró su rabo venoso estaba rojo y brillante por tan grande cogida, ya un poco medos duro pero con un grosor envidiable, se cogió sus pelotas y mirándome dijo, me las dejaste secas, todo lo que tenían aquí hoy lo tienes tu dentro,. Volvió a reírse con sus sonrisas morbosas y se sentó en una silla rápidamente para tomar aliento, pues por su cara y su cuerpo asomaba un ligero sudor del esfuerzo realizado con tanto movimiento.
Miro a paco y le dijo, si puedes ábreme una cerveza que tu hembra me dejo sin fuerzas y como sea tengo que retomar la obra del baño., y mirándome a mí me dijo, mira para poder seguir mejor sal de compras este día, pues como te vea cerca y me anime te clavo otra vez y no sé quién va a terminar esto.. Los tres nos dimos unas buenas risas por esas palabras, que pablo afirmándolas riéndose nos decía, lo digo en serio eh..
Pidió ducharse en el otro baño que teníamos y tras recuperarse y vestirse comenzó a trabajar un poco, les diré que ese día le hice caso y salí un buen rato a comprar, dejándoles la comida a los dos solos en casa, a la vuelta ya era tarde y casi se marchaba Pablo, con su mirada picarona me dijo preguntándome , si todos los días iba a ser igual, y yo nada cortada y deseosos le respondí que eso es lo que esperábamos y como contaremos en el próximo verán que la obra se dilato y mucho..