Videogames and rock and roll KR: 08
Max cuenta la historia de su pasado desfasado y sexual. Desenlace de la historia, ¿cómo acabarán estos dos? No se lo pierdan. Relato con mucho sexo.
Dicen que lo que escribe un escritor siempre es un reflejo de su alma. Pues puede que sea cierto, porque yo también me siento a veces como Max. En realidad él y yo nos parecemos bastante, lo que pasa es que yo disimulo mi arrogancia xD Bueno, tampoco penséis mal, que no soy tan cruel como él, ni racista, machista, etc. Creé a Max pensando en cómo yo habría sido con fama y dinero. Creo que prefiero ser pobre, si no, acabaría gilipollas perdido, como él. En fin, este es el final de las aventuras de Max y Kevin. Espero que os guste.
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Videogames and rock and roll!:
Kevin’s revenge
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Un relato del Enterrador
Capítulo 8: Max Cool: estrella de rock
MAX
Al día siguiente Ricky me llevó a ver a sus amigos. Tenían pensado crear un grupo que se llamase “Los molones”. Si queréis mi opinión, es un nombre bastante patético, pero bueno... yo solo iba a mirar.
Me llevó a un garaje, donde nos esperaban tres chicos, sus amigos, Tim Modern, Justin Lomás y Sony Molongui. La verdad es que no se llamaban así, ésos eran sus nombres artísticos, pero la verdad es que no me molesté en aprenderme los verdaderos.
-Hola, tíos-saludó Ricky contento.
-Hey-respondió uno de ellos-Anda, ¿y este tío?
-Es Max, un... amigo que acabo de hacer.
Os explico, Ricky no quería salir del armario. Normal, siendo tan joven y viviendo con sus padres... Si lo echaban no tenía dónde quedarse.
-¿Qué pasa, Max? Soy Justin, ése de ahí es Tim y el otro chico es Sony-me dio la mano.
-Hola-les saludé.
Estuvieron hablando cosas del grupo de forma muy animada, pero la verdad es que yo me sentía excluido de la conversación y eso me aburría bastante. Además, notaba que el tal Sony me despreciaba, no sabía por qué.
-Yo tocaré el bajo-sentenció Ricky.
-Genial. Entonces yo la guitarra eléctrica-añadió Justin.
-¿Alguno de los dos sabe tocar la batería?-les preguntaron a los otros dos.
Los dos dijeron que no, necesitaban un cantante y un batería, de lo contrario, ¿qué mierda de grupo sería? Como ninguno sabía tocar la batería, hicieron una prueba para ver quién cantaba mejor.
Ambos intentaron cantar la misma canción, “Knocking on heavens door”, la versión de los Guns n' Roses, y como cantante profesional debo decir que los dos lo hicieron de pena. Sin embargo, como el tal Sony lo hacía un poco mejor (el otro parecía un gato arañando una pizarra y éste parecía el sonido chirriante de una ventana en mal estado abriéndose), cogieron a Sony Molongui como cantante, y así nacieron “Los molones”.
Tenía curiosidad por esos chicos, así que seguí saliendo con Ricky. Normalmente dejo a los tíos una o dos semanas después de conocerlos, pero después de Kevin, Ricky es el tío con el que más he durado, aunque más bien era por la curiosidad del grupo, porque en todo lo demás era bastante soso, incluso poco a poco le fui cogiendo asco.
-¡Vale! Hoy ensayaremos “Break free”. Primero la cantaremos uno a uno entera y después cada uno nuestra parte.
Os explico. Es muy común que en las Boy band canten varios integrantes del grupo, e incluso todos. Hay un cantante principal, pero los otros también añaden su voz de vez en cuando. La verdad es que no sonaban mal en conjunto, pero el tal Sony como voz principal chirriaba bastante.
-Oye, Max, le has pillado el gusto a nuestro grupo-me dijo Tim tras el ensayo.
La verdad es que no entiendo por qué no me echaban. Yo apenas hablaba con ellos, simplemente observaba. Además, ya apenas salía con Ricky fuera de los ensayos del grupo.
-Es que sonáis muy bien, me gustáis mucho-sonreí (falsamente, por supuesto)-Me gustaría ser vuestro mánager.
-¿En serio?-dijo Justin sorprendido.
-¿Pero tú sabes algo de cómo ser mánager?-me preguntó Ricky.
-Por supuesto, vivo con un mánager, así que todo lo que tengo que saber, lo sé.
Si me preguntabas en aquel momento por qué hacía eso te hubiera respondido que no sabía el porqué, simple curiosidad, seguramente. Pero hoy en día lo comprendo, quería apoderarme de ese grupo, ser no uno de ellos, sino el mejor. Quería que me adoraran y ser el centro de atención.
La verdad es que todos ellos estaban muy buenos, y no sé por qué, pero los músicos siempre tienen un tono de atracción superior. Esa imagen de sus cuerpos sudorosos en camisa de tirantes durante los ensayos alimentaba mis sueños húmedos. Quería ser su Dios, y para ello debía ser cantante. Pero poco a poco, tenía que ser su mánager, para después poder quitarme a Sony de encima.
-¡Qué guay! ¡Ya tenemos mánager! De aquí a la fama, un paso-me sonrió Ricky.
Todos sonreían emocionados excepto Sony, le miré fijamente retándole con la mirada, pero la apartó rápidamente. Aquello iba a hacer que mi vacía y patética existencia cobrara significado, así que decidí darlo todo por hacerme con ese grupo.
Me apunté a su mismo instituto para estar en su clase, y durante varios meses me acerqué a ellos. Ricky interpretó eso como un signo de mi amor. Ja... Nada más lejos de la realidad. Empezaba a sentir más bien desprecio por él.
Una vez que me hube integrado en el grupo por completo y ya participaba en las conversaciones decidí comenzar con mi espléndido plan.
Un día de ensayo Tim se hizo daño en la muñeca tocando o algo así (no me interesaban mucho los detalles), y normalmente íbamos a casa todos juntos porque acabábamos tarde. Todos excepto Justin, claro, ya que ése era el garaje de su casa. Los demás querían seguir tocando, así que cual caballero, me ofrecí a llevarlo a su casa. Los demás me dieron las gracias y ambos nos fuimos.
-¿Crees que llegaremos lejos, Max?
-Pues claro, tenéis mucho talento. Y yo me encargaré de lanzaros al estrellato.
-Qué suerte tenemos de tener un mánager como tú.
Llegamos a su casa y según me dijo sus padres estaban de viaje o algo así (repito, los detalles me daban igual).
-¿Vas a volverte con ellos? Si quieres te puedes quedar un rato, estoy solo-me dijo.
Qué inocente... Jamás hay que tentar al diablo.
-Me quedo, que me has dejado preocupado, Tim.
Entramos al salón y me echó una pika-cola. Estuvimos charlando un rato sobre mierdas sin importancia.
-¿En serio que nos conseguirás un concierto?-exclamó sorprendido.
-Shh... Aún no hay nada confirmado, y es un secreto. No se lo digas al resto-le guiñé un ojo.
-¡Eres genial! ¡No sé cómo vamos a agradecerte todo lo que haces por nosotros!
-Bueno... hay una forma-sonreí.
-Dilo, haremos lo que sea por ti.
Como el león que se abalanza sobre una tierna y despistada gacela, posé mis labios en los suyos para demostrarle que tenía dominio sobre él. Se sorprendió enormemente, intentando alejarme de él con su mano. Sin embargo, una vez que un cocodrilo muerde, ya no suelta a su presa.
-M-max... ¡¿q-qué haces?!
-Quiero que me hagas tuyo, por favor.
-¡¿Qu-quéeeeeeeeeeeeeeeeeeee?!
-Tómame, Tim-le susurré.
-¡Yo no soy gay! N-no quiero meterte e-eso ahí detrás... Q-qué asco...
-Entonces deja que te chupe la polla-me relamí.
-¡N-no quiero que mi polla haga nada hasta que encuentre a la chica de la que estoy enamorado!
-Espera... ¿tampoco te haces pajas?
-N-no... Me estoy reservando para la chica adecuada.
-Muy bien, eso lo respeto-me aparté un poco de él.
De repente lo agarré de la cabeza y acerqué su boca a mi polla. Intentó zafarse, pero lo atrapé fuerte.
-No me gusta que me la chupen, pero no me dejas otra opción.
-¡No!
Al principio se resistió todo lo que pudo, pero una vez que le restregué mi rabo por el labio no pudo resistirse. Tal era la curiosidad y la excitación del momento, que se dejó llevar y se metió la mitad de mi miembro en la boca.
Como era su primera vez tuve que guiarlo para que me hiciera una mamada medio en condiciones. La verdad es que el chaval le ponía empeño, se esforzaba en subir y bajar por mi polla y lamerla dentro de su boca. Además, cuando se la sacaba, me lamía los huevos haciéndome suspirar de placer.
-¿A qué te está gustando?-susurré.
-N-no está... t-tan mal...
Me sentía como un demonio que estaba haciendo que un ángel se entregara al pecado. Esa alma tan pura e inocente se entregó completamente a mí, le hice mío. Me hizo una limpieza de sable completa.
Cuando la tenía dentro de la boca hasta la mitad y vi que me iba a correr, decidí divertirme. Le agarré de la cabeza y se la hice tragar toda, lo que provocó que una arcada se produjera en su ser, pero fue ahogada por la diseminación de mi esencia en su interior.
Se puso rojo y decidí irme rápido, porque igual se podía poner violento después o algo. La verdad es que apenas dijo nada, se quedó como paralizado. No se creía lo que acaba de hacer. Y así, uno ya estaba bajo mi merced.
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MAX
Qué interesante es el comportamiento humano… Después de aquel encuentro Tim siempre hacía lo que yo le decía, comía de mi mano como una paloma de esas que alimentan los viejales. A cambio, yo le ofrecía mi polla para que la succionara como una cría de vaca mama de las tetas de su madre. Estoy hecho un poema con mis metáforas…
Sabía que no contaría lo nuestro porque no se atrevería a salir del armario, ya que ni él mismo admitía ser gay. Pero creedme, era un felador nato. De esta forma jamás me delataría a Ricky.
Mi siguiente objetivo no era otro que Justin. La verdad es que era el que más bueno estaba de todos. Tenía aún cara de niño, pero un cuerpo perfectamente formado de adolescente, por lo que era un espectáculo verlo en camiseta de tirantes sudado.
Quedábamos en su casa para los ensayos, y una noche nos invitó a todos a dormir para ensayar desde por la mañana hasta la noche. Estuvieron todo el día tocando versiones de ridículas canciones que les gustaban y por la noche fuimos todos al cuarto de Justin.
-Muy bien, chicos, coged los sacos de dormir y os ponéis en el suelo-sonrió Justin.
-¡Ya te vale, Justin!-se quejó Tim-Tus padres están fuera, podríamos dormir un par en su cama. Por ejemplo, Max y yo, que somos los más jóvenes.
Tim estaba muy salido, todo hay que decirlo, me estaba hartando de regar su boca con mi manguera del amor, por lo que me negué alegando que me daría cosa dormir en la cama de sus padres.
-Pues yo solo entonces-resopló Tim molesto.
-Yo soy el siguiente más joven, iré contigo, Tim-sugirió Sony secamente, como siempre.
Tim asintió indiferente y Justin les dio su permiso para que durmieran en la cama de sus padres. Justin, Ricky y yo nos quedamos en la habitación de Justin. Mientras él dormía en su cama nosotros teníamos que dormir en incómodos sacos de dormir.
Cuando me aseguré de que estaban dormidos, salí del saco con el máximo sigilo y me coloqué junto a Justin tumbado en la cama. No se inmutó, así que iba a poner en marcha mi plan. Recuerdo que aquella fue una de las situaciones más morbosas que he vivido, y he estado en orgías multitudinarias…
Asomé la cabeza por el lateral de la cama y me aseguré de que Ricky estaba frito. Entonces metí mi mano en el pantalón de Justin para palpar su polla. No se despertó, pero sí que hubo reacción, su insaciable polla adolescente dio un brinco. Sonreí y me relamí. Le agarré el miembro y empecé a pajearlo despacio.
Era delicioso deleitarme con el sonido de su respiración, que se agitó bruscamente. Me estaba poniendo muy cachondo, así que decidí ir a por todas. Me coloqué encima de él y sacándole la polla al exterior, me la metí en la boca. Se movió ligeramente y refunfuñó algo en sueños, pero yo ya no estaba como para preocuparme por eso.
A decir verdad la polla de Justin era más pequeña que la de Ricky, pero siempre me ha gustado más Justin, estaba más bueno. Mi ansia de polla me obligó a metérmela en la boca cada vez de forma más violenta y sus movimientos me avisaron de que se iba a despertar, pero los ignoré y al final pasó lo inevitable, se despertó.
-¿Eh?-susurró frotándose los ojos-¿Qué pasa?
No dije nada. Simplemente le miré con una expresión de lujuria absoluta, a lo que me respondió con una mueca de incredulidad. Imaginad su sorpresa cuando me vio chupándole la polla ahí en mitad de la noche.
-¿M-max?-se sorprendió.
-Shh... Vas a despertar a Ricky.
-¿P-por qué haces esto? ¿No es Ricky tu novio?
Vaya sorpresa. Resultaba que Justin lo sabía.
-¿Tú cómo sabes eso?
-R-ricky es mi mejor amigo. M-me lo cuenta to-todo. Y-y yo se l-lo cuento todo a é-el.
Lo divertido es que mientras hablábamos no dejaba de chuparle la polla.
-Para, por favor-me agarró del brazo-Ricky es mi amigo, no puedo hacerle esto.
Eso me enfureció. ¿Cómo se atrevía a rechazarme? Por suerte tenía una baza para castigarle. Le agarré la polla y se la pajeé un momento. Como ya había predicho, estaba a punto. Comenzó a gemir y justo cuando iba a correrse le puse el dedo en la punta del nabo, tapándole la uretra. Su cara parecía un poema, todo rojo y suplicante. Me encantó.
-Así que… quieres que pare, ¿no?
-A-a-aaaagh…
-¿Tú también eres gay?-pregunté curioso.
-Y-yo no.
-¿Entonces lo rechazaste…?
-¿R-rechazar?
-Es evidente que si Ricky te contó lo que era fue porque estaba enamorado de ti.
-...
-Je. Vamos, déjate llevar un poco, hombre-sonreí.
-No. Ni s-soy gay ni le voy a hacer e-esto a R-ricky. No se lo… merece.
Con lo bueno que estaba y lo gilipollas que era… Me alcé un poco y le lamí el cuello. Comenzó a gemir y a ponerse nervioso.
-Shhh… si lo despiertas ¿qué crees que pensará?
-A-aaah…
-Lo estás disfrutando, Justin. Pídeme que te libere para que puedas correrte y lo haré. Aunque eso significará traicionar a tu amigo.
-J-jamás.
-En las boy bands todos son gays siempre, no pasa nada.
-N-no me harás c-caer.
Harto, volví de nuevo a bajar hasta su polla y lamí su tronco mientras mantenía tapada la punta.
-¡A-aaaah!
-Pídemelo y acabaré con tu sufrimiento. Esto no puede ser bueno para la próstata.
-Y-ya le hecho mucho da-daño. No quie…
Le metí un dedo en el culo sin que se diera cuenta. Esa fue la gota que colmó el vaso. Soltó un gemido de placer que por poco despierta a Ricky. Me miró con una mueca de tristeza y dijo:
-Está bien. Hazlo.
Quité mi mano y un torrente de lefa salió disparado hacia mi cara. Justin fue a la mesilla a buscar un pañuelo, pero cuando volvió con él ya me había bebido todo su semen. Sonreí y le di un beso en los labios.
-Buenas noches.
Otro más bajo mi merced, ahora el grupo ya era mío. Solo tenía que ponerlos a todos en contra de Sony, y teniendo en cuenta que me los pasaba a todos por la piedra, no iba a ser muy difícil.
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MAX
Era una lástima, pero jamás volví a hacerlo con Justin. Yo hubiera deseado que me clavara su sable mientras veía esa hermosa cara suya, pero dejó muy claro que aquello era imperdonable y que no volvería a pasar. Entonces le dije que yo no hablaría si me apoyaba con todo lo que decidiera en el grupo. Ahí se dio cuenta de cómo era yo realmente. Finalmente aceptó.
Con todos los preparativos hechos llegó el día de mi ascenso, el día que nació la estrella. Les dije a todos que nos reuniéramos en el garaje de Justin porque quería darles una noticia muy importante. Les dije que les había conseguido un concierto (gracias a la inestimable ayuda de Alberto/Roberto “comosellame”) y que ahora que la cosa se ponía más seria tendría que hacer cambios. Aparecieron todos a la hora prevista.
-Chicos, os he conseguido un concierto. Seréis teloneros, pero es vuestro primer concierto, no se puede pedir más.
-¡¿En serio?!-gritó Tim entusiasmado-¡Qué alegría!
-¡Es genial!-se abrazaron Justin y Ricky.
-¿Y de quién seremos teloneros?-añadió Sony, que siempre era un aguafiestas.
-De DJ COCK, un cantantucho de Disney bastante cutre.
-¡Pues a mí me gusta!-afirmó Tim.
-Da igual. A ver si le gustamos a la compañía y nos contratan-dijo Justin sonriendo.
-Me temo que aspiráis demasiado alto-apareció mi sonrisa arrogante.
-¿Cómo dices?-me atravesó Sony con la mirada.
-Sonáis bien, pero… os falta algo. Algo para obtener la fama.
-¿Y qué es ese algo?-se preocupó Ricky.
-No se puede definir con palabras. Os falta… ¿chispa?
-Tonterías-se cruzó de brazos Sony.
-Y sé quién tiene la culpa.
-¡Espera! ¡Somos un grupo! ¡Todos! ¡No le echaremos la culpa a nadie!-gritó Justin indignado.
-Justin-me giré y le sonreí-Cállate.
Se quedó perplejo y ojiplático, pero no podía llevarme la contraria, así que inmediatamente se calló y miré al resto.
-Os seré franco. Necesitáis una voz principal más potente-amplié la sonrisa.
-¿Insinúas que mi voz no es potente?-preguntó Sony indignado.
-No lo insinúo. Lo afirmo.
Todos se pusieron nerviosos. Nadie esperaba que dijera aquellas cosas. Sony me miró con rabia. Seguro que en aquel momento habría deseado partirme la cara. Qué divertido…
-En cualquier caso-rompió el silencio Sony controlándose-No tenemos más cantantes. Tendréis que conformaros conmigo, lo siento.
-No nos conform…
-Yo seré el cantante-afirmé rotundamente.
-¡¿Qu-quéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee?!-gritaron todos a la vez.
-Tocad “Like a hurricane” de Scorpions-miré desafiante a Sony.
El silencio reinaba en la estancia y todos miraron a Sony, que aunque se quedó bastante parado reaccionó y accedió asintiendo. Todos comenzaron a tocar la canción, y aunque he de decir que el rock tan duro no me interesa lo más mínimo, canté como un verdadero Dios. Ni siquiera Apolo, con su dulcísima lira, habría cantado mejor que yo.
Todos pusieron caras de asombro por lo bien que lo hacía. Tenía un don natural, era un portento, un virtuoso, cantaba como los ángeles, aunque algunos me definan de demonio.
-Votad. Sony o yo.
Todos miraron a Sony con expresión de lástima y yo sonreí triunfante porque no había posibilidad de que le escogieran a él.
-Yo escojo a Max-me miró Tim.
-Y yo-le siguió Ricky.
En ese momento Justin me miró, su cara reflejaba impotencia y rencor hacia mi, porque yo estaba destruyendo lo que tanto les había costado crear. Le sonreía mablemente y le pregunté:
-¿Y tú, Justin?
Tras una pausa y unas miradas de tristeza a Sony, respondió.
-Yo también elijo a Max-dijo alicaído.
Entonces Sony se levantó sin decir nada y salió por la puerta. Todos parecían tener algo que decir, pero ninguno dijo nada.
-Bueno, ¿empezamos a ensayar? Que el concierto es dentro de una semana.
El día antes del concierto estuvimos ensayando arduamente. Sony ya no venía y según comentaban los demás, no contestaba a las llamadas. Mejor para mi, un insecto molesto menos. Ese día salimos como siempre Tim, Ricky y yo juntos.
-¿Te acompaño a casa, Max?-propuso Ricky (para follar, seguramente).
-No, yo te llevo-repitió Tim (que también querría follar).
-No, gracias. No me dejan llevar gente a casa-lo cual era mentira, porque “comosellame” estaba harto de que le llevara tíos a casa pero yo no le hacía caso.
Ambos se desilusionaron. Se despidieron de mí y seguí mi camino. De repente, una sombra apareció entre los callejones y cuando me quise dar cuenta tenía una navaja en el cuello.
-Vaya, ¿a quién le debo el placer de ser mi sepulturero?
-Calla o te rajo.
-Eres negro, ¿verdad? ¡Seguro!
-Debería matarte por racista. Aunque ése no sería el motivo principal. Tú me hiciste una putada.
-Esto… eh… tendrás que ser más específico, amigo. Le hago putadas a todo el mundo.
-¡Soy Sony!-gritó furioso.
-Ah, haberlo dicho antes… ¿Y qué piensas hacerme?
-¡Debería matarte!
-¿”Debería”? Qué palabra más patética. O lo haces o no lo haces.
-Tsk.
-No vas a matarme, Sony, y lo sabes.
Me agarró de la camisa desde atrás y me estampó contra la pared de un callejón. En ese momento pude verle de frente. Iba encapuchado, solo estaba la vista parte de su cara. Pude ver lo suficiente de ella para saber que tenía una expresión de furia. Sonreí y le pregunté que qué iba a hacer. Él sonrió y me dijo que me iba a humillar como yo lo humillé a él.
Me empujó hacia abajo y me puso la cara contra su polla mientras tenía el cuchillo puesto en mi cuello.
-Chupa.
¡Jajajajajaja! ¡Me castigó con sexo! ¡A mí! ¡Es que es buenísimo! ¡Jajajajajaja! Pero debía darle el gusto de creer que me estaba molestando, para burlarme de él y para que no me pegara.
Intenté moverme para que creyera que me daba asco, pero me abrió la boca a la fuerza y me obligó a engullir su polla entera de una vez. En la escala “tamaños de pollas Max Cool” tenía un nada deplorable 8. Lo que viene a ser unos 19 cm.
-¡Me has robado a mis amigos, hijo de puta! ¡Ahora vas a tragar rabo!
Me embestía con la mayor brutalidad que podía, provocándome arcadas, lo cual me ponía más cachondo. Parecía que el placer que yo le daba no hacía otra cosa que aumentar su ira. Allí me tenía, arrodillado en un callejón, recibiendo polla en la boca en mitad de la noche, como una vulgar ramera. Ay… cómo echo de menos esos tiempos.
-¡Me cago en tu puta madre!-me gritó.
Me sacó la polla de la boca y comenzó a darme pollazos en la cara con rabia. No me gusta sentirme dominado, pero tenía un cuchillo, era mejor no provocarle…
-¡Sabía desde el primer momento que el traer a otro solo traería problemas! ¡Ellos son lo único que tengo! ¡Mis únicos amigos! ¡Y tú me los has quitado!
Me agarró del pelo y me alzó, luego me empotró contra la pared, haciendo que soltara un quejido de dolor.
-¡¿Te duele, puta?! ¡Y más que te va a doler! ¡Abre las piernas!
No respondí a propósito, quería provocarle. Me abrió las piernas él mismo y me dio una bofetada. Pegó su miembro a mi culo, que aún estaba protegido por la tela del pantalón y empezó a restregarse. Yo estaba mirando a la pared, así que solo podía oír su respiración en mi oreja mientras sentía su polla restregarse por mi culo.
-Suplica, reza o llora todo lo que quieras, que nadie te va a salvar de que te perfore.
-Po-por favor… n-no-Ay, si es que yo iba para actor…
-¡No te hagas el inocente, que eres un cacho de hijo de puta!
Eso no se lo podía negar, porque mi madre era una puta cruel, así que no respondí. Ya totalmente fuera de sí me bajó pantalones y calzoncillos de un tirón.
-Te voy a reventar.
-(Y yo lo estoy deseando)
Sin la más mínima compasión metió de una vez su polla en mi agujero. Aquello dolía como si mil rayos me atravesaran el culo, pero el dolor es parte del placer, ésa es la mentalidad de un pasivo. Grité suplicándole que parara con lágrimas en los ojos (falsas, claro, yo nunca lloro. ¡Ni siquiera por el dolor, que conste!), cosa que a él le complació e hizo que aumentara el ritmo.
-¡Te odio! ¡Te odio! ¡Ojalá te mueras! ¡Te odioooooooooooooooo!-gritó llorando.
Allí me estuvo llenando con su ser todo lo duro que pudo contra el muro (¡toma pareado!) hasta que se corrió. Cosa que por cierto hizo en mi interior, sin condón ni nada. Eso no deberíais hacerlo, pero en una violación esas cosas como que dan igual. Una vez se corrió me dio la vuelta bruscamente y me agarró de la barbilla mientras yo respiraba agitadamente.
-Jódete.
Me escupió en la boca y se fue corriendo. Me quedé sentado un rato en el suelo para recuperarme y comenzó a llover. Qué dramático todo… Me levanté tambaleándome y tras lamer su saliva limpié los restos que me quedaban en el labio con la mano.
-No, jódete tú. Porque yo...-saqué de mi bolsillo la grabadora que me había preparado previamente-Siempre tengo un plan B.
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MAX
-Y así denuncié a Sony y lo metieron en la cárcel. La verdad es que no fue una violación real, porque yo lo deseaba tanto como él, pero él parecía satisfecho. El resto de sus amigos me brindaron apoyo, aunque Justin siempre dudo de mí. Después debutamos en aquel concierto y Tim Baxter, el secretario del presidente de PIKA RECORDS, nos contrató-sonreí.
Tanto la madre de Kevin como él seguían mirándome sin entender por qué les contaba todo esto.
-Fuimos el grupo de moda durante unos meses, pero me dio asco trabajar con ellos y una vez ya era lo suficientemente famoso, dejé el grupo y a Ricky (de forma muy cruel, por cierto). Tim me preparó una carrera como solista por separado. Al poco tiempo Sony salió de la cárcel e intentaron seguir con el grupo, pero fue un fracaso y Tim los despidió. Creo que siguen por ahí, pero tocando en bares de mala muerte y tal-terminé la historia.
-M-max-dijo Kevin, que apenas podía hablar-E-es lo más horrible que he oído en mi vida. Usaste a esos chicos para ascender y los dejastes tirados cuando alcanzaste la cima.
-Así es, yo destruí su sueño. ¡Max Cool destruyó su sueño! ¡Así es el mundo del espectáculo, pipiolo!
-Señor, se nos hace tarde. Nicolás nos acabarás encontrando-me dijo mi guardaespaldas.
-Pues nada. La mato y ya está, no será dramático ni especial, pero bueno, la vida no es elegante-suspiré.
-¡Max, no, por favor!
-Hago esto por ti, Kevin.
-¡Te he dicho…-se levantó-que no!
Corrió hacia mí y me dio un puñetazo que me tiró al suelo. El guardaespaldas le agarró y esperó mis órdenes. Me levanté y limpié la sangre que ese frikazo había provocado en mi nariz.
-¿Cómo te atreves, pedazo de mierda?
-Aquí el único pedazo de mierda eres tú-me respondió serio.
-¿C-cómo?
A pesar de que estaba inmovilizado por el guardaespaldas me miraba desafiante, totalmente serio. Era la primer vez que lo veía así. ¿Era… él de verdad?
-Yo soy de la clase de personas a las que roban, Max. Puedes robarme lo que quieras, mi dignidad, mi felicidad, mi dinero, todo. Pero jamás dejaré que me robes a mis seres queridos. No te acerques a mi madre.
-¡¿Pero qué coño?! ¡Tu madre te maltrataba! ¡Debe morir!
-Tú no tienes poder de decisión sobre eso, no te importa.
-¡Si me importa, porque te amo!-grité desesperado mientras una lágrima caía por mi mejilla.
-Eso es mentira-me miró fijamente-Tú no puedes amar a nadie.
-¿Eh?-me quedé paralizado.
-La gente solo se interesa por ti por tu dinero, por tus canciones o por lo promiscuo que eres, jamás se han interesado en ti por quién eres. Por eso yo, que he sido el primero que sí lo ha hecho te he causado un gran impacto, pero eso no es amor, es curiosidad. Si fuera amor, entenderías mis sentimientos y no querrías verme sufrir.
-¿Yo… no puedo amar?
-No.
-Jaja… jajajajaja… ¡Jajajajajaja! ¡Todo este tiempo preocupado y era curiosidad! ¡No me hagas reír! ¡Esto es amor! ¡Es amor! ¡Definitivamente esto es amooooooooooooooor!
-Te muestras imperturbable y creído, pero la verdad es que te das asco, eres inseguro y tienes miedo. Por eso no puedes amar a nadie, porque tienes tanto miedo que te cierras a los demás, solo muestras tu estúpida arrogancia para convencerte a ti mismo de que eres mejor, pero sabes que no lo eres.
-Cállate.
-Max, lo nuestro se ha acabado. Tú no puedes amar a nadie, me das lástima.
-Calla…
-Toda tu vida intentarás llenar con sexo el vacío que dejaron tus padres. Todo lo que has sufrido te ha convertido en eso, en un ser sin corazón.
-Por favor, calla…
-Pero si encuentras a tus padres y lo arreglas con ellos, quizá…
-¡ESTÁN MUERTOS!
-¿Qué?
-¡¿CREES QUE UNA ESTRELLA DE MI PODER NO HABRÍA AVERIGUADO DÓNDE ESTÁN?!-grité llorando amargamente-¡LOS MATÓ GIOVANNI HACE MUCHO!
No podía parar de llorar. ¿Por qué? Max Cool jamás llora. ¿Eso que había dicho era cierto? Ni siquiera yo lo sabía, ¿me había creado una mentira tan poderosa que hasta yo me la había creído?
-No… no… ¡Yo te amo! ¡Y mataré a tu madre para salvarte!-apunté a su madre.
-Max-dijo Kevin a mis espaldas-Estás solo. Y morirás solo.
-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
-Ahora ya me he dado cuenta. Yo lo he dado todo por quererte, cuidarte, pasar tiempo contigo… pero… tú sencillamente no puedes amar. Y que mates a mi madre no cambiará eso. Nada cambiará que eres lo que más odias. Nada cambiará que eres… Max Cool.
No hay nada más triste en este mundo que no poder amar. Que alguien te dé un abrazo y no sientas nada, que alguien te bese y estés vació, que alguien te mire y te sonría y te de igual. Estoy… vacío.
-Kevin. Has madurado-sonreí con lágrimas en los ojos-Ya no eres el friki nauseabundo que conocí.
-Gracias-asintió serio.
-No, gracias a ti-apunté con la pistola a mi cabeza-Me has abierto los ojos.
Las lágrimas caían a montones, pero yo mantuve la sonrisa, creo que aquella era la primera sonrisa sincera que hacía desde lo que me hizo aquel sacerdote.
-¡Max! ¡NO!-gritó Kevin.
-PUM-
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KEVIN
Mi vida ha sido dura desde el momento en el que nací, y no sé muy bien por qué. Pero no por eso debería rendirme. A partir de hoy día viviré con dignidad y me enfrentaré con valentía al día a día, ¡nada de lloriqueos! A veces cuando nos compadecemos de nosotros mismos vemos la realidad peor de lo que es.
Tengo un amigo, Sergio; tanto el profe como Melanie y sus amigas ahora me tienen miedo y mi madre me trata muy bien. Tengo un hermano que siempre está dispuesto a estar conmigo conmigo y siempre está alegre.
Además, tengo un montón de cosas que tenía antes pero no notaba por compadecerme. Saco muy buenas notas, soy bueno para tratar con la gente, se me da bien escribir, soy generoso, vivo en una ciudad hermosa y llena de cultura. En definitiva, soy feliz. Y espero que allá donde estés tú también lo estés. Quiero que sepas que te amé desde el fondo de mi corazón y no te guardo rencor por nada. Aunque no puedas amar, lo pasé muy bien contigo. Siempre formarás parte de mis recuerdos, Max Cool.
Kevin Gutiérrez
FIN
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Quizá la parte final ha sido un poco apresurada, lo siento mucho. Sin embargo, espero que os haya gustado el final de esta serie tan larga. Había barajado varios finales, pero quiero que sepáis que desde el principio de la serie tenía claro que estos dos no acababan juntos xD Espero que no me matéis por este final, que por otro lado, es un poco de libre interpretación. Por otro lado, permaneced atentos, que ya he publicado un capítulo extra de Basket and rap! para despedir la historia de Sergio y Jose. Hasta la próxima, queridos lectores.
OS SALUDA
EL ENTERRADOR