Videogames and rock and roll! 8

Ha llegado el día del concierto. Tres planes, mucha maldad y algo de sexo. No os podéis perder el antepenúltimo capítulo de Videogames and rock and roll!

Este es mi email, por si preferís comentarme a través de él:

latumbadelenterrador@gmail.com

Mi forma de organización para escribir relatos es… como decirlo… muy desorganizada… Siempre tengo varias ideas generales en la cabeza, pero las ideas concretas de lo que va a pasar no las sé hasta que lo estoy escribiendo, por lo tanto llevo el relato hasta un punto en el que no sé continuarlo… Eso ha pasado hoy, en el anterior decidí que habría un montón de planes, pero no tenía ni idea de en qué consistirían ni qué pasaría entre ellos. Pero bueno… También es verdad que así es más divertido, ¿no creéis?

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Videogames and rock and roll!

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Un relato del Enterrador

Capítulo 8: Vendetta

KEVIN

Garganta seca… Ojos rojos… Estómago rugiendo… Ganas de vomitar… Había llegado el día. Tenía que ayudar a Jose, o como lo conocían, DJ COCK, a cumplir su plan de venganza. Salí de casa a las 16:00, el concierto empezaba a las 22:00 pero debía reunirme antes con Jose. Rellené el informe para que mi madre me dejara volver tarde y ella lo aceptó. Desde que tuve que dormir en casa de Sergio no quería más problemas.

Al día siguiente de dormir en su casa fui a la policía para explicarles que no había desaparecido, y éstos me llevaron a casa, mi madre me dijo que si volvía a hacerlo no me dejaría volver a casa nunca más, así que decidí cumplir sus órdenes a rajatabla.

Llegué al estadio a las 16:30 y me dispuse a entrar por la entrada de artistas, pero una especie de vigilante de seguridad, aunque yo lo hubiera definido como un gorila gigante tipo Donkey Kong, me cortaba el paso.

-E-esto… Disculpe, pero… ¿me deja pasar?-dije tímidamente.

-Ni de broma, esta entrada es solo para artistas-dijo el gorila con cara de pocos amigos.

-Pero verá…-dije nervioso-DJ COCK me…

-¡Calla! ¡No te voy a dejar pasar y punto!-me gruñó el gorila.

-Pues…-dije sacando todo el poco valor que tenía y el mal genio-¡Pues que sepa que yo le…!

-¡¿Qué vas a hacer tú, cara mierda?!-dijo crujiendo sus puños sonriendo.

Salí corriendo, pero al ver que un tipo con un carro lleno de ropa para los artistas llegaba se me ocurrió un plan. Tantas horas viendo al detective Conan iban a servir de algo… Saqué una pajarita que disparaba dardos para dormir a la gente, cosas que puede comprar uno por ebay...jeje. Le disparé y el tío se quedó dormido cayendo al carro, y tuve la puntería de que un sombrero le cayera en la cabeza y no se le vieran los ojos, así no se daría cuenta de que estaba dormido.

Corrí y llevé el carro con el tipo dentro hasta donde estaba el de seguridad, éste me miró raro, pero me puse la pajarita en la boca e imité la voz del del carrito.

-Déjenos pasar, tenemos que llevar el vestuario a los artistas. Este es mi ayudante, me lleva en el carrito porque soy muy vago-dije imitando su voz. Dije lo de que era vago porque no se me ocurría una excusa mejor.

El segurata se me quedó mirando con su frente arrugada, yo empecé a sudar por los nervios, y entonces se metió la mano en el bolsillo…¡Estaba perdido! ¡Seguro que sacaría una pistola! Cerré los ojos con fuerza por el miedo.

-Toma chaval, siento haber pensado mal de ti-dijo el gorila.

Abrí los ojos y vi que lo que me ofrecía era una piruleta. No sé a quién se le ocurriría poner a semejante zoquete de segurata a vigilar ahí, pero daba las gracias. Cogí la piruleta y seguí mi camino. Dejé el carro con ese señor en mitad del pasillo y entré en el camerino de Jose.

-¿Por qué has tardado tanto?-dijo cuando abrí la puerta.

-Es que el guardia no me dejaba pasar, así que he tenido que engañarle con una estratagema-dije cansado.

-¿Y por qué no le has enseñado simplemente la identificación que te dí?-preguntó extrañado.

-¿La qué….?-entonces me acordé. ¡Jose me dio una tarjeta de visita para poder pasar!-Ah… Lo había olvidado…

-Ay… Bueno, repasemos el plan a ver si te has enterado-dijo Jose señalándome la silla para que tomara asiento.

-E-está bien-dije nervioso.

-¿Has preparado el vídeo de la carrera de Max en el que sales follando con él?-preguntó calmado.

-S-si. Aquí lo tengo-dije sacando el disco.

-Perfecto… Hoy acabaremos con la carrera de ese hijo de puta. Me las pagará por lo que le hizo a mi hermano…-dijo Jose sonriendo.

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MAX

Hay veces en la vida en que las cosas no salen como uno querría. Un consejo: nunca folléis después de un accidente de tráfico, es muy posible que las heridas se te abran. ¿Por qué digo esto? Veréis… Después de follar con Jorge y discutir sobre el plan, empecé a notar un fuerte dolor, y llamé a los guardaespaldas. Verificaron que mi herida se había abierto y me llevaron al hospital.

-Y por eso estás hoy así, mi querido Maxy-dijo el travesti a mi lado en la cama del hospital.

-¡Llevo aquí una semana! ¡¿Tienes que recordarme cada puto día por qué estoy aquí?!-dije cabreado.

-Si no hubieras follado con ese muchachote no estarías así-dijo sonriendo.

-¡La culpa es tuya! ¡Cosiste mal la herida!-dije enfadado.

-Porque tú no querías ir al hospital-dijo suspirando.

-Da igual… Tráeme unas natillas, que tengo hambre y no me puedo mover-dije de mal humor.

En ese momento me di cuenta de que su sonrisa se ensanchó. Se me quedó mirando con esa cara asquerosa de pervertido lascivo que pone cuando va a hacerme algo sucio.

-¿No puedes moverte?-dijo acariciándome la cara.

-N-no te atreverás…-dije nervioso.

-Vamos cariño, estás muy tenso… Quizás necesites relajarte. Max-y-dijo deslizando su mano por mi pecho.

-¡Noooooooooooooooooooooo! ¡Enfermera! ¡Enfermera!-grité desesperado.

Entonces me tapó la boca con su otra mano. Bajó la mano del pecho hasta mi polla y me subió el camisón del hospital para dejarla a la vista. Me miró y me guiñó un ojo. Me esperaba lo peor. No merecía eso, nunca he sido una mala persona, o por lo menos tan mala para merecer que un travesti me… me…

-No se te levanta…-dijo decepcionado.

-¡Porf fupuefto que fo!-grité con su mano en la boca.

-Pero bueno… Puede que a una paja sí que reaccione-dijo mordiéndose el labio.

Me agarró la polla y empezó a masturbarme mientras aún estaba flácida. Mientras lo hacía me miraba, era asqueroso, asqueroso, pero mi polla empezó a reaccionar al roce. Y en un rato se puso dura.

-Vaya… Vaya… Y porque decías que no te gustaba…-dijo mirándome con una sonrisa de superioridad.

En ese momento me sentí totalmente humillado, derrotado. Yo, Max Cool, el mejor cantante de todo el mundo, estaba siendo masturbado por un vulgar travesti asqueroso. Inmovilizado por la escayola como estaba, no había nada que pudiera hacer, solo rendirme. Una lágrima se resbaló por mi mejilla. Después, me corrí y llené su mano de mi semen.

-Je… Bien, ya podemos irnos. El concierto empezará en 4 horas, tienes que preparate-dijo saboreando mi semen.

Me sacó la otra mano de la boca y sonrió.

-Hijo de puta… ¡Te mataré! ¡Te mataré por lo que acabas de hacer!-dije humillado.

-Ja… Hazlo si puedes, pero en otro momento. Prepárate que nos vamos-dijo mirándome de arriba a bajo.

-¡¿Cómo quieres que dé un concierto si estoy hospitalizado aquí y con heridas graves!?-dije muy cabreado.

-Ya no tienes nada… Te han dado el alta hace un momento y ya te puedes quitar la escayola-dijo sonriendo.

-¡¿Q-quieres decir que ahora… podría haberme quitado la escayola y escapado?!-dije sorprendido.

-Así es, querido Max-y. Bien.. Iré a por tus natillas y nos iremos-dijo saliendo de la habitación.

-¡Hijo de putaaaaaaaaaaaaaaaaa!-grité con todas mis fuerzas.

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KEVIN

El plan estaba claro, cuándo llegara Max debía distraerlo para que Jose pudiera robarle la llave del camerino y entrara para cambiar los vídeos. No sabía muy bien cómo podría hacerlo… Aunque parezca mentira Max era muy inteligente… Era difícil engañarle, ¡porque él era el rey del engaño!

Max llegó a las 19:00 al estadio, venía acompañado de una señorita pelirroja, me recordaba a un personaje de un manga, pero no recordaba a cuál… Tenía que entrar y sacarles de allí… No iba a ser fácil… Pero de lo contrario Jose me daría una paliza. Me armé de valor y toqué en la puerta.

-¿Sí?-salió la señorita sonriendo.

-Disculpe, señorita. Soy amigo de Max y quisiera hablar con él, ¿podría pasar?-pregunté nervioso.

-Oh, qué joven tan bien educado… Incluso me ha llamado señorita… Pasa-dijo indicándome que pasara.

Al entrar lo vi. Estaba sentado delante del espejo. Sus ojos estaban abiertos como platos y parecía estar tiritando, debía haberle pasado algo malo. Al verle todos los sentimientos que sentía por él, aparecieron de nuevo en mí. Sentía… como dice la gente, mariposas en el estómagos, o quizá eran gases por los nervios…

-H-hola Max-dije nervioso.

Se sorprendió cuando me vio en el espejo y recuperó la compostura, volvió su aspecto de siempre, su sonrisa arrogante y su mirada de superioridad.

-Anda… Melkin… ¿Cómo tú por aquí?-dijo sorprendido sonriendo.

-Es… Kevin...-dije poniendo los ojos en blanco.

-Max… ¿No nos vas a presentar?-dijo el travesti molesto.

-Agh…-por un momento pensé que Max sintió miedo de ese señorita, pero luego cambió su expresión-E-este… ejem… Esta es… Nicolaś Espronceda, mi mánager.

-¿Nicolás?-pregunté confuso-Ese es nombre de hombre…

-Así es, Kivy. ¿Puedo llamarte así? Me parece que va más contigo-dijo sonriendo.

-Parece nombre de Pokémon-pensé y luego dije-C-claro.

-Verás… Yo solía ser un hombre, pero ahora soy una mujer-dijo sonriendo.

-¡Grell Sutcliff!-grité.

-¿Cómo?-preguntaron confundido.

-N-nada…-dije, y luego pensé-Ese era el personaje al que se parecía… Grell Sutcliff de Kuroshitsuji…

-Bueno… ¿Y qué te trae por aquí, Elmin?-preguntó Max sin ganas.

-Es Ke… Mira, déjalo. He venido porque me gustaría presentaros a un amigo mío-dije sonriendo.

No había venido con plan, pero al haberme encontrado con ese travesti tipo Grell Sutcliff, se me ocurrió uno.

-¿Y por qué deberían importarme tus ridículas amistades, Rei?-dijo Max arrogantemente.

-¿Es guapo?-dijo Nicolás.

-Tiene el pelo engominado y lleva gafas-dije sonriendo y pensé-Igual que William T. Spears...

Max se dio la vuelta en su silla para ignorarme, pero entonces Nicolás le agarró del brazo y dijo “¡Llévanos!” Me siguieron y les di una vuelta por todo el estadio para hacer tiempo mientras Jose cambiaba los vídeos. Cuando recibí un mensaje del móvil supe que el plan había sido un éxito.

-Al parecer se ha ido…-dije apenado.

-Pues qué pena...-dijo Max irónicamente.

-¡¿Qué?! ¡Y yo que me había maquillado por el camino!-gritó Nicolás apenado.

-Bueno… Otra vez será… Ahora debo irme-dijo despidiéndome.

-Qué chico tan raro…-dijo Nicolás pensativo.

-Más que siempre diría yo…-dijo Max soltándose del agarre de Nicolás.

MIENTRAS TANTO, MELANIE Y SUS AMIGAS...

-Habéis entendido el plan, ¿no?-dijo Melanie sonriendo.

-¿El flan?-preguntó Milenia, una de sus amigas, que era medio sorda.

-¡Ajústate ese maldito sonotone, Milenia! A ver… Lo repetiré-dijo Melanie enfadada.

-Yo se lo ajusto, jefa-dijo Melastasia ajustando el sonotone de Milenia.

-Bien-dijo Melanie antes de relatar el plan-Nuestro plan es sencillo: uno de mis novios, que trabaja en el estadio me ha informado de que antes del concierto pondrán dos vídeos con las carreras de los dos cantantes. Solo debemos hacer una cosa: cambiaremos el vídeo de Max Cool por el vídeo que ha preparado Melastasia en el que aparece Kevin follando con Max en los baños del estadio. Cada una tendrá un papel: ¡Melastasia! Tú le entretienes mientras Melania y yo entramos en el camerino y cambiamos los vídeos ¡y tú, Milenia! Te quedas vigilando para que nadie más entre en el camerino, ¿entendido?

-Sí, jefa-dijo Milenia.

-Hoy Kevin Gutiérrez pagará por lo que me hizo hace 12 años...-dijo Melanie sonriendo.

HACE 12 AÑOS…

Era el último día de clase en el parvulario, casi todos habíamos cumplido ya los 6 años… Yo era la chica más guapa de toda la clase y el resto de chicos iban detrás de mí, pero a mi no me importaban. Yo solo tenía ojos para mi novio, Kevin Gutiérrez. Era un chico muy seguro de sí mismo, y muy guapo. Un día vino a mí, me dio unas flores y me pidió que fuera su novia. En aquella época yo era una niña pequeña, así que era muy fácil conquistarme, y le dije que sí.

Ese día, Kevin y yo estuvimos juntos en el recreo jugando en el tobogán. Yo subía y él se colocaba debajo para recogerme, era todo un caballero, aunque yo sabía que no me haría daño, me gustaba sentirme protegida porque él estaba debajo. Siempre que me sujetaba me miraba con su radiante sonrisa. Estaba locamente enamorada de él.

-¡Vamos, ya puedes tirarte!-me dijo sonriendo.

-¡Si!-dije sonriendo.

Me tiré y me recogió entre sus brazos. Entonces vi su sonrisa de siempre, su sonrisa radiante. Y entonces ocurrió. La razón de mi odio, la razón por la cual quiero que sufra. Se bajó los pantalones y los calzoncillos delante de todos y comenzó a bailar. Todos los niños comenzaron a reírse de nosotros. No he sentido mayor humillación en mi vida. Le miré con lágrimas en los ojos, y comencé a odiarlo en ese mismo momento.

-Me das asco-le dije y después salí corriendo.

Desde entonces le he estado persiguiendo para que sufra la humillación en sus carnes, me pagará con creces la humillación que tuve que sufrir. ¡Acabaría con él! ¡Acabaría con Kevin Gutiérrez!

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MAX

Ese chico, Lenin, vino a verme para presentarme a un amigo suyo. Era extraño… Pero bueno… No tenía tiempo para preocuparme por alguien tan insignificante como él… Aunque debía reconocer que estaba muy guapo…………………………………………………..¡¿Qué?! ¡¿Qué acabo de decir!? Agh… No importa, el caso es que volví a mi camerino y me dispuse a prepararme, pero entonces llamaron a la puerta otra vez, y el travesti fue a abrir.

-¿Quién es?-dijo asomándose.

-Disculpe señorita-oí una voz femenina-Me llamo Melastasia y quisiera un autógrafo de Max Cool.

-Lo siento jovencita, pero Max no puede salir a darte un autógrafo. Además, ¿cómo has entrado aquí?-preguntó el travesti extrañado.

-Pues… (Milenia le ha dado una paliza al guardia…) Mi papá es el guardia…-dijo la chica sonriendo.

-Bueno, pues lo siento, ¿eh? Adiós-dijo cerrando la puerta.

Pero la chica metió el pie justo en el momento en el que iba a cerrar, como los vendedores profesionales y puso una expresión triste.

-Perdone, señorita. Es que acabo de cambiar de sexo y…-me pareció verla esbozar una pequeña sonrisa cuando dijo eso…-Todavía no controlo este cuerpo, se me van los pies…

Si, claro… Como si al cambiarte de sexo los pies se movieran solos… Qué excusa más patética…

-Te entiendo perfectamente-dijo el travesti con lágrimas en los ojos.

¡¿En serio?!

-Pasa pequeña, puedes pedirle el autógrafo a Max. Los transexuales debemos ayudarnos unos a otros-dijo abriendo la puerta.

¡¿Es que no te das cuenta de que se está quedando contigo!? pensé.

Al final decidí firmarle el autógrafo a esa chica, total… Así me dejaría en paz, y además… El travesti me empezaba a asustar…

-Oh… Me he dejado el libro de autógrafos en el coche…-dijo la chica.

-¿Y a mí que me cuentas? Ve a buscarlo-dije encogiéndome de hombros.

Entonces noté una mirada clavada en mí, era el travesti. Sus ojos furiosos me decían “No la maltrates o…” Glup Le sonreí.

-No te preocupes, nosotros te acompañamos-dijo el travesti sonriendo.

-¡¿Qué?! ¡Pero…!-dije nervioso.

-¿Algo que decir, Max-y?-dijo sin perder la sonrisa.

-¡Aaaagh! ¡No me llames Maxy delante de la gente!-dije aún más nervioso.

-¿Eso quiere decir que te lo puedo llamar en privado?-dijo guiñándome un ojo.

-¡Por supuesto que no! Eh… Esto… V-vamos por ese libro de autógrafos-dije avergonzado, por primera vez en mi vida.

Cuando fuimos al coche le firmé su autógrafo y se fue la mar de contenta. Ya había cumplido. Ahora podía volver a mi camerino a descansar. Fuera me encontré con Jorge, entonces le dije al travesti que se fuera a ver si estaba todo listo y nos dejara solos, me sonrió y me guiñó el ojo. No íbamos a hacerlo, pero me daba igual lo que pensara un travesti.

-¿Lo has preparado todo, Jorge?-dije sonriendo.

-Así es. Pero… ¿de quién te querías deshacer?-dijo Jorge extrañado.

-Pronto lo sabrás, Jorge. Muy pronto. Jeje-dije con una sonrisa arrogante.

Llegó la hora del concierto, Cock y yo subimos al escenario.

-Ey, Cock-dije saludándole.

-Ey, Mike-dijo dándome la mano.

-¿Ya se te ha pasado el cabreo?-dije sonriendo.

-Claro tío, era una tontería-dijo sonriendo para después susurrar-Hoy se acaba tu carrera, hijo de puta.

-¿Has dicho algo?-le pregunté porque no lo había oído.

-Nada, que mucha suerte-me dijo yendo hacia su posición.

-Gracias (Jo… Y yo que pensaba que volvería a pegarme…)-dije yendo a mi posición.

El presentador comenzó a presentar el espectáculo y tal. Nadie le estaba escuchando, no decía nada interesante… Entre el público vi a Kesrin y también a la chica que me pidió un autógrafo con un grupo de chicas.

-¡Y ahora les presentamos dos vídeos de nuestros cantantes de hoy!-dijo el presentador con energía.

El vídeo comenzó.

-¡¿C-cómo es posible?!-dijo Kevin nervioso.

-¡¿Qué coño?!-dijo Melanie enfadada.

-¡No puede ser…!-gritó Cock.

-¿Q-qué es esto?-dije asustado.

CONTINUARÁ...

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Quería que todo quedara concluso en este capítulo, pero me ha quedado muy largo como para hacer eso. Lo siento, pero tendréis que esperar hasta el siguiente. ¡Muy pronto lo tendréis! Por cierto, el 10 será el último de la temporada. ¡Hasta otra!

OS SALUDA

EL ENTERRADOR