Videogames and rock and roll! 2
Nuestro querido amigo Kevin se dirige al concierto de Max Cool con su prima y allí descubre una realidad que no le agrada precisamente...
La verdad es que me hace mucha ilusión escribir esta saga. Voy viendo cómo poco a poco me quedo sin ideas, por eso decidí empezar esta serie, para cambiar radicalmente de estilo y probar cosas nuevas. Aunque siempre puede que meta algo del viejo…. Jeje. Espero que os guste el capítulo 2 de Videogames and rock and roll!
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Videogames and rock and roll!
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Un relato del Enterrador
Capítulo 2: Un encuentro desafortunado
MAX
-¡Vamos a llegar tarde! ¡Mierda, mierda, mierda!-gritaba el chófer acelerando todo lo que podía la limusina.
Habíamos salido del hotel con solo 10 minutos para llegar al estadio. Ha sido culpa mía, lo admito. Es que el botones estaba muy bueno. He despistado a el guardaespaldas y me lo he tirado en el armario de la limpieza.
-¡Todo es culpa suya! Si no se hubiera ido…-dijo el guardaespaldas regañándome.
-Lo siento… Por cierto, Alberto, ¿alguna vez has violado a alguien?-dije cambiando de tema.
-¡Soy Roberto! ¡Y jamás! ¡Eso es un delito!-dijo el guardaespaldas indignado.
-Pues a mí me gustaría probarlo, lo de violar a alguien… Digo-dije yo tranquilamente.
-¡No puede hacer eso! ¡Iría a la cárcel!-me gritó el guardaespaldas.
-Bah. Pagaría la fianza y estaría en la calle en dos días-dije tranquilamente.
Seguimos a toda velocidad. Alberto estaba muy nervioso, pero yo estaba relajado. Fue divertido. Un anciano se cagó en nuestros muertos y nos enseñó su dedo corazón, fue gracioso. El chófer maldecía en general a todos los habitantes del planeta habidos y por haber.
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KEVIN
¿Por qué tenía que llevar yo a mi primita de 12 años a ver a un estúpido cantante para niñas? Era ridículo, pero no me quedaba otra, así que finalmente la llevé al estadio a ver al tal Max Cool.
Llegamos allí a eso de las 21:50 porque el concierto empezaba a las 22:00. Mi prima estaba muy emocionada, pero ese cerdo no llegaba. Eran ya las 22:30 y no había llegado, así que le dije a mi prima de irnos. La mirada que me echó podía haber congelado un volcán, por tanto, decidí esperar un rato más.
De repente, una limusina apareció dentro del estadio a toda velocidad y se estrelló contra el escenario. De ella salió un joven, era Max Cool.
Salió como si nada mientras el coche estalló en llamas y se acercó al micrófono:
-¡Ya estoy aquí! ¿Me echabais de menos?-dijo sonriente.
Todo el alarde de niñas comprimidas en el estadio comenzaron a chillar. Comencé a oír de todo: “¡Maaaaaaaax! ¡Quiero un hijo tuyo!” “¡Toma mis bragas! ¡Hazme mujer!” y ya gente menos refinada del tipo “¡Maaaaaax! ¡Enséñanos la pollaaaaaaaa!” o “¡Fóllameeeeeee!
No he pasado más miedo en mi vida. Miré para donde estaba mi prima y estaba sin camiseta ni sujetador.
-¡Paula por Dios, tápate!-grité envolviéndola para que no la vieran.
-¡Aparta friki! ¡Quiero que Max me vea las tetas para que quiera casarse conmigo!-dijo apartándome.
Ajá, muy lógico todo… Se notaba claramente que yo no encajaba allí. “Con lo bien que estaría yo en casa leyendo mis mangas de Naruto tranquilamente en la cama…” pensé.
-Bueno, chicas, ¿queréis oírme cantar?-dijo Max levantando una ceja.
-¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!-gritaron todas a la vez, incluida mi primita.
Comenzó a cantar, pensé que cuando comenzara todas se callarían, pero era todo lo contrario, cuando comenzó a cantar, todas gritaban más y más fuerte. Casi todas lloraban y gritaban. Una incluso se desmayó de gritar y no coger aire. Si, la que se desmayó era mi prima Paula.
Me quedé mirando al cantante, analizándolo. Debía tener más o menos mi edad. Era muy guapo, pelo de punta negro, ojos azules, cuerpo delgado… Iba vestido con una camiseta negra y unos vaqueros. Llevaba un colgante con una calavera, unas muñequeras de pinchos y un anillo en la mano izquierda.
Siempre me quedaba embobado mirando a los chicos, no entendía por qué. Pensé que podía ser gay, pero no tenía mucho sentido porque me encantaba mirar a las chicas de los animes, así que no lo tenía muy claro.
Cantó unas diez canciones, ni se inmutó cuando llegaron los bomberos a apagar el fuego del coche, aunque no sé por qué se quedó mirando a uno de ellos…
Cuando terminó el concierto reanimé a Paula para que nos fuéramos. Ésta no respondía. Le agarré la cara, “¡Paula, despierta!” le dije. Comenzó a reaccionar, se acercó a mi cara con los ojos cerrados repitiendo ”Mmmm… Max”. Imaginaos mi cara cuando me besó. La intenté aparté inmediatamente, pero, aunque me avergüence reconocerlo, ella era más fuerte que yo. Abrió los ojos poco a poco, y después se le abrieron como platos. Inmediatamente se alejó de mí, y… Eh… Comenzó a vomitar.
-¡Buaaaaah! ¡¿Qué coño haces, violador!?-me gritó.
-¡¿Violador yo?! ¡¿Quién se ha lanzado como una leona en celo a mis labios!?-apunté lo evidente.
-¡Aaaaah! He desperdiciado mi primer beso contigo…-dijo muy triste.
-¡Para mí tampoco ha sido agradable!-dije yo gritando.
-¡Te odio!-me gritó.
-¡Lo que sea! Espérame aquí, voy al baño. Y después, nos vamos a casa, ¿entendido? Solo quiero que acabe ya este día horrible-dije cansado.
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MAX
Cuando era pequeño y mi madre me llevaba a la iglesia, siempre oía que los caminos del señor son inescrutables. Y tanto, yo creyendo que daría otro estúpido concierto y después me largaría sin nada y voy y me encuentro a un bombero buenorro.
Me lo llevé al baño de chicos, porque... a quién querían engañar… A estos conciertos sólo venían tías, cosa que yo odiaba. Odio a las mujeres, son tontas y molestas, por eso soy gay. Cuando me estaba follando al bombero como nadie lo había hecho, oímos la puerta del baño abrirse.
El bombero palideció, pero a mí no me importaba, seguía cabalgándole. Aunque el muy gilipollas me quitó de encima y salió del cubículo. Después oí la puerta del baño. El muy hijo de puta me había dejado a medias. Bueno… Hay otro tío, aún podía probar suerte…
Salí del cubículo y me encontré con un friki. Se estaba lavando la cara y repitiendo: “¿Por qué a mí, por qué a mí?”.
-¡Oye, tú!-dije llamando su atención.
-¿Eh? ¡Anda, tú eres…!-dijo él asombrado, y no le culpo, no se vé a una estrella todos los días.
-¡Me has estropeado el polvo con el bombero!-dije enfadado.
-¿Eh? ¿Con ese bombero que acaba de salir? ¡Un momento! ¿Eres gay?-dijo él desconcertado.
-¿Y a ti qué coño te importa? ¡¿Cómo piensas compensarme?!-dije gritándole.
-Eh… Eh… Lo siento, yo…-dijo él sin palabras.
-En fin… Aunque no seas mucha cosa, puedes cumplir mi fantasía de la violación. ¡Comencemos!-dije un poco decepcionado.
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KEVIN
-¡¿Cómo?!-dije yo asustado.
Ese demente pretendía violarme. ¡¿Por qué a mí?! No, no, no ¡y no! ¡No quiero que me abran el ojete! Pero una parte de mí lo deseaba. Deseaba tener sexo con ese Dios, ese ser perfecto que ahora me miraba con lujuria. Pero no iba a permitir que él llevara la iniciativa. De repente, el yo que conocía desapareció.
-Está bien, acepto. Pero yo llevaré la iniciativa-dije yo seguro de mí mismo.
-¡Jajajaja! ¡¿Tú?! ¡Jajajaja! En una violación el que es violado no puede llevar la iniciativa, y además, con sólo echarte un vistazo es evidente que tú no podrías llevar la iniciativa-dijo él riéndose de mí.
De repente, lo agarré del cuello y lo estrellé contra la pared. No sé de dónde saqué esa fuerza sobrehumana. Pero no podía pensar. Comencé a lamerle el cuello. Él comenzó a gemir.
-Ah… Vaya… Ah… Eres más… Ah… Dominante de lo que Ah… Parece-dijo él entre gemidos-Supongo que que me violen también es una fantasía interesante…
Yo estaba totalmente fuera de mí. Le pegaba pequeños mordiscos en el cuello y él no paraba de gemir. Parece que estaba disfrutando. Le empujé la cabeza para que me la chupara, cuando se agachó me sacó la polla del pantalón y me miró, con una sonrisita arrogante. En ese momento me dí cuenta, había hecho exactamente lo que él había querido, me había manipulado, pero ya era tarde.
Se la metió entera en la boca y un escalofrío me recorrió el cuerpo. Mientras subía y bajaba con su boca por mi polla me miraba, su mirada reflejaba superioridad, dominación. Normalmente, son los activos los que las tienen, o eso sale en las películas. Pero él era pasivo, un pasivo dominante.
Sus succiones a mi polla me sabían a gloria, no podía hacer otra cosa que no fuera gemir de placer. Mas la realidad me sacudió, era mi primera vez, y uno en su primera vez no suele durar mucho.
-¡Aaah! M-me voy a correr-le advertí para que se apartara.
No se detuvo. Siguió chupándomela poco a poco mientras me miraba. Entonces me corrí, pero él se lo tragó todo.
-Muy bien… Ahora ponte esto-dijo mostrándome un condón.
-M-me has violado…-dije yo asustado.
-¿Quién ha violado a quién?-dijo él a la defensiva.
-¡Me has utilizado! Me has violado…
-Sin que te dieras cuenta-dijo él sonriendo-Así es. ¿Y qué vas a hacer al respecto?
Salí corriendo de allí lo más rápido que pude. Cogí a mi prima y me fui a casa, traumatizado. El problema era que lo peor estaba por llegar…
(Mientras tanto en el baño de mujeres)
-¿No creéis que es interesante, chicas? Primero hacemos un agujero en la pared del baño para ver a Max, luego descubrimos que es gay y lo vemos follando con un bombero-dijo Melanie.
-Si, y luego vemos cómo se tira a el friki de clase. ¡Ha sido una noche perfecta!-dijo Melania, una de sus amigas.
-¿Lo has grabado todo, Melastasia?-dijo Melanie, la líder.
-Por supuesto, jefa. Con esto, ese friki sufrirá, jajajaja, sufrirá mucho-dijo Melastasia.
-Pronto pondremos en marcha nuestro plan-dijo Melanie sonriendo.
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MAX
La verdad es que me lo pasé bien en el concierto, aunque ese friki no me dió por culo, disfruté jugando con su mente. Fue muy divertido. Lo que no entendía es por qué debía ir después al departamento de policía…
-Señor….
-¡Ni se te ocurra decirlo, policía cochambroso!-grité enfadado.
-¿El qué?-dijo él extrañado.
-¡Mi verdadero nombre! ¡Llámame señor Cool!-dije cruzándome de brazos.
-Ah… Estos jóvenes de hoy en día… Bien… Señor Cool, ¿por qué iban a esa velocidad?-dijo el policía anciano.
-¿Por qué me pregunta a mí? Pregunte al guardaespaldas o al chófer-dije yo tranquilamente.
-Ambos han muerto-afirmó él.
-¿Eh?-pregunté.
-No me diga que se fue del concierto sin preocuparse de si estaban vivos o no…-dijo el policía enfadado.
-Pues….Nop. En fin, Alberto era un buen hombre, pero bueno… La vida sigue-dije yo tranquilo.
-Según el informe se llamaba Roberto, y…¡¿Ya está?! ¡¿Ni una lágrima?! Según el informe era su guardaespaldas desde los 5 años, desde que sus padres lo abandonaron-dijo el hombre.
-Bah, ¿y qué? No le debo nada. Yo he llegado aquí por mi talento. Íbamos rápido porque llegábamos tarde al concierto. Si no hay más preguntas me largo-dije levantándome.
-¡Espere señor Cool!-dijo el policía.
Me hice el sordo, me largué de allí, llamé a un taxi y me fui al hotel. Esa noche tocaba fiesta otra vez. En dos días dejaría la ciudad así que tenía que aprovechar. Contrataría a otro guardaespaldas al día siguiente...
CONTINUARÁ…
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Eso es todo por hoy. Podéis pensar que esta vez sí he matado gente para hacerlo de mi estilo, pero no es así, me ha salido solo. Si lo hubiera hecho de mi estilo hubiera descrito la muerte más morbosamente. Espero que os haya gustado. ¡Nos vemos!
OS SALUDA
EL ENTERRADOR