Vidas cruzadas

Casi sin darme cuenta le abría la cremallera sacando su polla afuera masturbándola, su cara sobre mi hombro respiraba de manera

VIDAS CRUZADAS

Soy Bryan me encuentro en el cementerio, papá está trastornado y pálido como la cera, tengo 10 años y hemos enterrado a mamá, tras algunos años ha luchado contra el cáncer, pero según todos éste ha ganado la partida, miro al cura rezar ante el nicho y darle la mano a papá, que se queda clavado en el mismo sitio. Yo siento dolor en el pecho y levanto la mirada sobre las tumbas, nichos y panteones, no lejos de nosotros un niño muy delgado y pálido parece tener unos 5 o 6 años, mira una tumba que están cubriendo, a su lado una joven chica habla con los sepultureros, al chico se le ve desolado con los brazos pegados a su escuálido cuerpo, tomo una rosa de nuestra corona y corriendo me acerco al niño tendiéndole la flor, él levanta la mano y los ojos mirándome extrañado, recoge la rosa y no sé porque le beso en la mejilla alejándome al trote. Más alejados frente a una cripta dos chicos  de una edad parecida a la mía vestidos con traje y corbata muy serios, entre ellos un hombre de edad apoyando cada mano sobre el hombro de cada chico, ellos me miran trotar al reunirme con mi padre, ahí hay más gente.

Como un autómata mi padre me hace andar para retirarnos y vamos a la salida, veo otro entierro, un matrimonio con un niño a su lado, la madre sacude el hombro del niño diciéndole: ¡Tú tendrías que estar ahí, no tu hermano! El hombre abraza a su mujer consolándola dejando al niño llorando desconsoladamente, miro la tumba en el suelo y es casi tan pequeña como el chico, levanta su mirada arrasada de lágrimas y apoyo mi mano sobre su hombro al pasar en señal de apoyo.


BRYAN

Papá se enfrasca cada vez más en su trabajo olvidándose de mí e inclusive de comer él mismo, así que intento cocinar, pero no doy ni una, los platos terminan medio llenos junto al fregadero, por las noches oigo a papá en su cuarto sollozar y beber de forma incontrolada hasta quedarse dormido, yo he intentado acercarme a él pero me ignora y me vuelco en los estudios comiendo cualquier cosa, ignoro los espejos y también mi reflejo en los cristales de las tiendas, soy gordo, algunos dirían regordete, pero la verdad que cuando tengo que correr me ahogo sudando como un cerdo, antes de la enfermedad de mamá yo estaba delgado y vivíamos en un pueblecito de montaña, yo ayudaba al cura en misa los domingos, a raíz de faltar ella en casa me daban ansias por comer.

Estudiaba mucho y con mi tiempo libre me dedicaba a limpiar y cortar el césped de los vecinos, poco a poco me hice con más casas para limpiar incluso piscinas y me sacaba dinero, que iba atesorando, poco a poco papá dejó de llorar y lentamente de beber por las noches, así pasaron 5 años como desconocidos el uno para el otro, finalmente conseguí una beca para audiovisuales, pero eso llevaba a instalarme en la residencia de estudiantes pegada a la Facultad en pleno Centro de la Ciudad, a mi padre le pareció muy bueno para mí ayudándome un poco económicamente, últimamente él salía con una mujer y parecía feliz de disponer la casa solamente para él, me ayudó en el traslado de mis cosas a la nueva residencia, estaba muy bien, había una pequeña cocina americana un saloncito con sofás y una mesa cuadrada para comer, un amplio dormitorio con armario y un baño completo. Así comencé una nueva etapa de mi vida, con mis ahorros me compré una cámara de fotos de segunda mano casi profesional y la llevaba siempre conmigo cuando salía a pasear por los parques sacando fotos.

En la puerta frente a la mía la ocupaban dos hermanos, uno era 1 año mayor que el otro, el menor asistía a algunas de mis clases, los dos parecían gemelos pero no lo eran y también muy guapos, todos querían salir con el grupo de ellos tanto las chicas como chicos, así no te daban de lado, yo era el bicho raro, 1,70 de alto y pesaba algo más de los 100 kilos, no quiero ni saberlo, tengo el cabello castaño claro y los ojos azules, tal vez sería más guapo sin esa cara y cuerpo redondos.

El hermano menor de enfrente se llama Peter y el mayor John, a Peter le hacía algunos deberes o le pasaba apuntes a cambio de dinero para mis fotos, mi baño se transformaba en una habitación de revelado, les encantaron unas fotos que tomé de ellos juntos y por separado, no éramos amigos, pero nos llevábamos bien, pero siempre tenía el presentimiento de haberlos visto anteriormente, ya han pasado casi 2 años y papá se ha casado de nuevo.

Hubo una tarde que se presentó Peter para que le ayudara con los deberes y nos sentamos juntos en la mesa de mi apartamento, notaba su rodilla rozando la mía, levantó su mano con el boli metiéndolo en su boca diciendo: ¡Sabes que tienes unos labios muy sensuales! Yo respondí: ¡No te cachondees de mí! Él siguió diciendo: ¡Hablo en serio los tienes carnosos y bien delineados! Su mano dejó el boli y un dedo fue repasando mis labios, me daba cosquilleos y abrí un poco la boca, cosa que aprovecho metiendo parte de dos dedos dentro, instintivamente cerré la boca atrapándolos sin morderlos, ahora los movía entrando y saliendo de mi boca mientras que su otra mano dentro de su pantalón se masturbaba diciendo: ¡Hummm, que rico! Su otra mano fue abriéndose el pantalón sacándose la verga muy erguida, los dedos de la boca salieron pasando ésa mano a mí nuca empujando mi cabeza sobre su entrepierna susurrando: ¡Vigila los dientes! Y de forma automática comencé por primera vez a chupar una polla formidable, él me guiaba con su mano en mi cabeza mientras gemía, cada vez mi cabeza era empujada con más celeridad, sus gemidos eran cada vez más potentes y apretando ahora mi cabeza con sus dos manos me clavó toda la verga hasta el fondo casi asfixiándome, noté como soltaba chorros y chorros de semen dentro de mi garganta, obligándome a tragarla al estar tan adentro, poco después se guardó la polla en el pantalón dijo: ¡Sabía que disfrutarías de ella! Yo me sentí molesto por dar por sentado eso, pero peor fue darme cuenta que yo estaba empalmado también y él solamente acariciaba mi muslo, terminamos los deberes y se fue, momentos después yo me masturbaba de forma enloquecida hasta derramar mi semen sobre mi gruesa barriga, pensando en la verga de Peter dentro de mi boca.

Una tarde mientras paseaba mirando escaparates, me percaté que me había salido de mi ruta de siempre, una puerta con unos letreros luminosos me llamó la atención y entré, había gente en los taburetes de la barra, al fondo un escenario con dos pasarelas a cada lado donde unos chicos jóvenes bailaban casi desnudos, me senté a una mesa cercana del escenario, pedí un coctel, que estaba explosivo, mis ojos recorrieron todo el local fijándome que solamente había hombres de todas las edades, algunos parecían intimar entre ellos, otros solamente hablaban o bromeaban, los chicos que bailaban tenían unos cuerpos esplendidos, giré mi cara hacia la pared encontrándome frente a mi reflejo en los espejos, mi cara gorda y también mi cuerpo me hacían mayor, en ese momento envidiaba a los jóvenes bailarines, que se contoneaban de forma erótica, tras la cortina del escenario una mano empujó a un joven delgado, que comenzó a bailar bastante mal al principio, pero después todo parecía más sensual bailado por él, algunos clientes les metían billetes en el bóxer, el tanga o bañador, dependiendo quien bailara frente a ellos, el chico delgado ahora bailaba casi frente a mí tomé un billete de 20 metiéndolo en la cinturilla del bóxer, levantó sus ojos mirándome a la cara, su tristeza me conmovió llegándome al alma, su cara me recordaba también a alguien, estuvo bailando bastante rato y finalmente entró tras las cortinas.

Durante toda la semana fui cada día a verlo bailar dejándole mi billete de 20, en una de las veces le enganché un pósit diciéndole que me gustaría tomarle alguna foto vestido a cambio de pagarle por ellas, al día siguiente me deslizó una nota citándome en los camerinos ya que él tenía prohibido salir del local. Tras encontrar los camerinos lo vi sentado en la silla sin cambiarse, me presenté diciéndole: ¡Mi nombre es Bryan! Le tendí la mano y la estrecho con suavidad diciendo: ¡Mi nombre es Nikita, pero todos me llaman Nik! Continuó: ¿Por qué me quieres hacer fotos a mí, si los otros son más guapos y fuertes? Después de carraspear le confesé: ¡Creo que tienes dulzura tanto en tu cara como en tu cuerpo y las fotos son para una exposición, que quiero hacer! Él sacudió su cabeza diciendo: ¡No puedes mostrarme, soy menor de edad y estoy ilegal en el país, me dejan dormir en el altillo mientras trabaje en el local! Yo estuve pensando un instante y dije: ¡Vale haremos una cosa, yo saco las fotos y antes que nadie las vea, te las mostraré a ti, para que veas que no te miento! Y quedamos para hacerlas al día siguiente a primera hora de la tarde, antes que aparecieran el resto de los chicos.

A la tarde siguiente aparecí con la cámara nueva y también con la Polaroid, me esperaba en lo alto de una escalera lateral al local y en el altillo le tomé infinidad de fotos, vestido, a medio vestir, con su bóxer, se divertía lo mismo que yo mientras le hablaba de mí, él era reacio a contarme algo de él incluso se ofreció a posar desnudo ante la cámara, yo al principio saqué algunas tomas con la Polaroid y antes que se secara, con un palillo de pincho movía la tinta alrededor de su imagen difuminando el contorno a su alrededor, le pareció genial verse en las fotos reconocía que no parecía él mismo y así pasamos casi dos horas, me despedí dejándole 200 por el rato tan agradable, durante tres días estuve en el baño y después con el ordenador retocando y mejorando las fotos, hice dos copias de las mejores y fui al local, lo esperé hasta su descanso y entré en el camerino, allí le entregué sus fotos mostrando también las mías, estaba satisfecho por mi trabajo, me besó la mejilla y me recorrió un hormigueo por todo el cuerpo, de la bolsa de la cámara saqué los negativos de todas las fotos tomadas y frente a él las fui cortando por la mitad, le dije que cuando hiciera la exposición se lo diría. Se levantó de la silla con su bóxer solamente y me abrazó susurrando: ¡Eres un buen amigo, el único amigo que tengo!

Y sus labios se posaron sobre los míos como un liviano pájaro, su mano desabrochó mis pantalones dejándolos caer al suelo al tiempo que se agachaba frente a mí deslizándome los calzoncillos hasta el suelo, su boca capturó mi flácida verga y comenzó a chuparla, yo intentaba apartarle pero él continuó chupando cada vez con más fuerza, su cabeza se movía con precisión mamándomela toda entera, finalmente logró que estallara en su boca mientras yo gemía de placer y lujuria, la primera vez que tengo mi verga en la boca de alguien y es un chico muy joven, que me acaba de chupar la polla tragándose mi semen, me sube las prendas y termino de abrocharme y le digo: ¡Yo no buscaba eso de ti! Nik dijo: ¡Es mi manera de darte las gracias, no tengo nada más para ofrecerte y tu polla es gruesa, larga y potente, tenía ganas de probarla! Fueron entrando más chicos bailarines y nos despedimos, le apunté mi número de móvil, me marché.

Tomé el autobús y pensando en mis cosas se fue llenando, junto a mí un joven de color se sujetaba con la mano sobre el respaldo del asiento, su mano me fascinaba, parecía tallada en cera oscura, miré su otra mano sujetando la barra superior, mi mirada descendió hasta su perfil sino fuera por la vestimenta podría decir que parecía un dios de ébano, lentamente giró su rostro encontrándose nuestras miradas y me sonrió mostrándome su reluciente dentadura como perlas, yo al principio algo tímido dije, que me gustaría hacer unas fotos de sus manos y su perfil, sonrió más ampliamente diciendo: ¿Cuándo? Yo respondí: ¡Cuando le vaya bien a usted! Él joven continuó: ¡Ahora tengo un poco de tiempo, mañana y pasado no lo sé! Dos paradas después descendimos andando entre callejones y llegamos a un edificio parecido a un almacén, ahí vivía Drew, era también su taller era escultor, pero aún no había expuesto nada, era casi como yo, pero algo mayor, unos veintipocos años, de mi bolsa saqué la cámara y la preparé, él hablaba poco y yo también, me observaba, le dije que pusiera sus manos sobre el barro como si trabajara y las fotos eran perfectas, después junto alguna de sus esculturas de hierro y bronce acariciándolas como un amante, su cuerpo sudaba y se despojó de la camisa parecía hacer el amor con ellas, yo aproveché tomándole más fotos, luego frente a la fragua se desnudó totalmente y las fotos fueron magnificas, su inmensa polla me dejó sin habla, tan gruesa, tan nervuda y tan poderosa, la piel del prepucio le cubría la mitad del glande.

Totalmente desnudo se acercó a mí, me acarició la regordeta mejilla diciendo: ¡Tienes unos ojos preciosos y unos labios para saborear! Sus largos dedos deslizándose sobre mi cuello me produjeron excitación, lentamente paseé mis dedos sobre su pecho, a mi contacto sus pezones se tensaron y mi cuerpo fue descendiendo cada vez más quedándome agachado frente a su poderosa verga, la cogí con mis dos manos regordetas y la acerqué a mis labios, mi lengua salió disparada lamiendo el glande y mi mano apartó la piel del prepucio, con suavidad fui chupando esa verga tan oscura, su olor y sabor era distinto a la de Peter, era embriagador, él apoyaba de forma liviana su mano entre mi cabello sin forzarme, pero yo ansiaba que entrara más en mi boca, notaba su agitada respiración, él acompasaba mi mamada con embestidas de pelvis entrando más su dura polla dentro de mi boca y mientras arreciaba mi mamada yo me masturbaba con la mano dentro de mi pantalón y Drew gimiendo descargó su semen en mi boca mientras yo derramaba la mía en los calzoncillos, al levantarme me besó la boca con sus carnosos labios, poco después nos despedimos, le prometí copias de las fotos, notaba mi entrepierna pegajosa de mi propio semen.

Días más tarde le entregué las fotos quedando satisfecho con ellas, nos dimos los números de teléfono para estar en contacto, esta vez no hubo acercamiento sexual. Paseando de vuelta a la residencia me fijé en un joven apoyado en la pared de una esquina del bloque, al pasar por delante me pidió un cigarro, le ofrecí uno, me dio las gracias y lo encendió, al ver mi bolsa pregunto: ¿No serás por casualidad agente de artistas o productor? Yo negué, preguntándole: ¿Eres actor? Él afirmó con la cabeza, le pregunté si quería posar para unas fotos para una exposición, que le pagaría por ello, le mostré la cámara dentro de mi bolsa, me dijo que su casa no quedaba lejos y le seguí. El piso era minúsculo, un sofá cama una mesita de libro un par de sillas, una cocina abierta con cuatro muebles y un lavabo también pequeño, comencé a sacar la cámara y cuando me di cuenta el joven estaba totalmente desnudo cubriéndose los genitales con las manos, cuando me di cuenta Sean, así se llama el joven se encontraba sobre el borde de la cama arrodillado apoyando sus brazos sobre la misma ofreciéndome su trasero, me acerqué a él estiré mi mano acariciando su corva deslizándola sobre sus nalgas, una estrecha cintura, un culo respingón y duro, mi mano se puso sobre su hombro apretando mi mano.

Sean levantó su cuerpo quedando de rodillas diciendo: ¿No te gusta mi culo? ¡Todos quieren follarlo antes de ofrecerme algo! Yo dije: ¡No vine para eso, solamente las fotos, si te parece bien! Mi mano continuaba sobre su hombro y dijo: ¡Me recuerdas a alguien! Yo repliqué: ¡No soy famoso, pero tal vez mis fotos te puedan abrir algunas puertas! Su cara inocente me cautivó y besé con suavidad sus labios apartándome sujetando la cámara y comencé a tomar fotos de todos los ángulos, hice que se fuera vistiendo mientras yo disparaba una tras otra foto, yo noté que su verga crecía dentro del pantalón y él parecía preocupado por eso, sus manos intentaban cubrir su entrepierna, le dije, que ya tenía las mejores fotos, instintivamente me abrazó apoyando su cara sobre mi hombro diciendo: ¡Eres el mejor y mejor amigo! Bajó mi mano sobre su entrepierna apoyando la palma sobre su abultada verga y froté, casi sin darme cuenta le abría la cremallera sacando su polla afuera  masturbándola, su cara sobre mi hombro respiraba de manera agitada, jadeaba y yo continuaba masturbándole finalmente suspiró gimiendo y derramando su semen al suelo entre mi mano, acaricié su verga hasta que soltó su última gota, levantó mi mano lamiendo restos de su corrida después me besó los labios y me aparté de su lado, le apunté mi número y él me dio el suyo, en la cocina dejé los 200 prometidos y me fui asegurándole entregarle unas copias de sus mejores fotos.

Las exposiciones de la Facultad era un acontecimiento, acudían críticos, periodistas y otros famosos fotógrafos, también celebridades invitadas para realzar el evento, modelos, actores actrices y diseñadores siempre en busca de novedades. Yo estaba satisfecho de mis fotos y mientras esperaba apoyado en la parada del autobús a que Sean apareciera para entregarle las copias de sus fotos y la entrada a la exposición, el resto ya las habían recibido aunque no estaba seguro que aparecieran por allí y mientras esperaba recordaba las últimas semanas.

Peter llamando al móvil insistentemente asegurándome que me necesitaba, yo aparecí en sus habitaciones, al entrar lo encontré forcejeando con unos pantys tumbado en el sofá intentando ponérselos mientras refunfuñaba: ¿Cómo se pueden poner esto tan engorroso? Yo llevaba la cámara colgada al cuello y la situación me pareció divertida por tanto fui tomando fotos mientras le indicaba la mejor forma de ponerse la prenda, caso raro me hizo caso y finalmente consiguió ponérselos, cuando se puso de pie lo vi embutido en los pantys sin slip, marcando toda su polla, que crecía la contacto suave de la prenda, me dijo que por la tarde iba a celebrar el cumpleaños de una chica de nuestro curso y era de disfraces, él iba de Britney Spears en su primer videoclip de colegiala con faldita plisada muy corta y camisa blanca con coletas en la peluca, realmente estaba muy sexy marcando ese paquetón apretado por los pantys, se terminó de vestir y colocándose la peluca se la arreglé, me dijo que no sabía cómo maquillarse y le ayudé, al final quedó muy bien, realmente parecía casi una chica del Insti, como yo no estaba invitado, me dijo que a la vuelta me lo comentaría todo, tenía hasta las 12 de la noche, como la Cenicienta para volver antes que cerraran las puertas de la residencia.

Su hermano John llamó a mi puerta preguntando por Peter y le dije lo de la fiesta, refunfuñó volviendo a sus aposentos, yo cené y me duché enfrascándome en el baño con las fotos tomadas a Peter en pantys, las había muy graciosas y divertidas, otras se le veía muy sexy tumbado sobre el sofá, de espaldas a la cámara y en forma fetal con los pantys apretándole el culo, otra de pie con las piernas separadas y de espaldas al objetivo con la cabeza inclinada sobre su pecho, en otra aparecía de frente también con las piernas separadas, una mano cubriendo ligeramente su entrepierna enfundado con los panty y la cabeza hacia atrás colgando su cabello remarcando su largo cuello y su nuez poderosa, el otro brazo doblado tocando su hombro lateralmente remarcando los músculos del brazo.

Ensimismado con las fotos apenas oí los toques a mi puerta, abrí y enfrente estaba Peter ligeramente ebrio, echó sus brazos alrededor de mi cuello besándome la cara riendo, lo arrastré hasta su puerta y tomando su llave abrí entrando con él casi a rastras, con un vistazo me di cuenta que su hermano no estaba allí, su habitación estaba abierta y su cama desocupada, senté a Peter en el sofá, él no cejaba de tirar de su entrepierna refunfuñando: ¡Esta cosa me tiene martirizado, me pican los huevos! Y tironeaba la prenda, del cajón de la mesa de centro cogió unas tijeras y tirando de los pantys los cortó por debajo, su verga y huevos aparecieron colgando libremente fuera de la prenda y él suspiró mientras se  acariciaba sus “joyas” suspirando, sus dedos se deshicieron de la faldita de colegiala y la peluca, ahora tumbado sobre el sofá apoyando su cabeza en el apoyabrazos, una pierna estirada y la otra doblada apoyada en el suelo totalmente espatarrado, su mano acariciaba su polla que iba creciendo en tamaño y me miraba, con voz queda dijo: ¡Necesito tu boca para satisfacerme, por favor…! A duras penas se levantó poniéndose fuera del sofá junto al apoyabrazos y yo me puse de rodillas en el sofá con mi orondo cuerpo inclinado.

Sujetándose la polla la metió en mi boca apretando mi cabeza contra su delgado cuerpo tragándomela entera, gimió y su pelvis se iba moviendo de forma regular mientras yo tragaba y tomaba aire, sin percatarme sus manos desabrocharon mi pantalón tras el cinturón bajándolos junto al calzoncillo, dejándome el culo al aire, su mano acariciaba mi nalga mientras que sus dedos frotaban la raja de mi culo, enfrascados en el placer no oímos la puerta, John el hermano mayor acababa de entrar pillándonos teniendo sexo en el sofá y dijo: ¡Oh que tenemos aquí, a mis dos putitas dispuestas, para un buen macho! Se deshizo del chándal poniéndose detrás de mí apoyando solamente una rodilla, soltó saliva sobre mi ano frotándolo con sus dedos mientras se frotaba la verga con la otra mano y sin esperar a dilatar clavó su dura polla en mi culo virginal con un fuerte empujón mientras empujaba mi cabeza sobre la polla de su hermano Peter, yo no podía aullar de dolor teniendo la boca ocupada, pero una lágrima resbaló por mi mejilla y me folló con brutalidad, pasado el dolor todo fue mejor más placentero, pasado un buen rato John sacó su verga colocándose detrás de su hermano Peter, inclinó el cuerpo de éste y clavó su polla en el culo de él, gimió de placer, las enculadas eran feroces y potentes su placer era tal que tardó poco en derramar su semen dentro de mi boca obligándome a tragarla como siempre, John sujetaba el panty de su hermano y de vez en cuando frotaba su verga entre la prenda y el trasero clavándola de nuevo en el culo de Peter que gemía con cada embestida, John volvió a follarme de nuevo con tanta intensidad como a su hermano y mi verga comenzó a soltar semen sobre el sofá de piel, dejó mi culo volviendo al de Peter, cuatro manos apretaban mi cabeza forzándome a continuar mamando la polla de Peter mientras lo taladraba, los gemidos de John avisaron de su final sacando su polla y frotándola entre los pantys los llenó de semen respirando agitadamente, al mismo tiempo Peter comenzó a orinarse dentro de mi boca. Tras terminar llamándonos de forma despectiva sus putas, se retiró a su habitación, yo con el culo dolorido me terminé de vestir mientras miraba a Peter, él parecía avergonzado y no dijo nada, salí de su alojamiento regresando al mío, me tumbé sobre la cama y lloré, lloré amargamente hasta quedarme dormido.

Tras ése día hice lo posible para no encontrarme con los dos hermanos, pese a entregarles la invitación de la exposición.

A lo lejos veo a Sean acercarse a una papelera y escupir dentro  llevándose un spray a la boca y apretando el ritmo, me mira mientras cruza la calle y respirando agitadamente dice: ¡De alguna forma tengo que pagar el alquiler del cuchitril, unas mamadas y listo! Yo no le digo nada solo le entrego un sobre con sus fotos junto a la invitación, las saca mirándolas asintiendo satisfecho y  besa mi mejilla diciendo: ¡Gracias, nunca me había visto tan atractivo! ¿Voy presentable? Yo respondí: ¡Estás esplendido, adelántate tú, yo iré en unos instantes! Y de repente empujo su cuerpo a un lado mientras un pesado camión se lleva por delante la parada del autobús y a mí también, siento el crujir de todos mis huesos, mi cuerpo se revuelve bajo las grandes ruedas del inmenso camión y solamente espero que Sean esté a salvo, después la nada….

En los periódicos del día siguiente se mencionaba el atropello de un camión de gran tonelaje contra una parada de autobús, causando heridas muy graves a un joven estudiante, que casualmente había participado con gran éxito por sus fotos en la Gran Exposición de la Facultad, el joven y talentoso Bryan se encuentra en coma inducido y se teme por su vida dada la gravedad del accidente.

Continuará.