VIDAS capítulo 9&10

Breve interludio y meditaciones SIN SEXO al menos de forma explícita


ERICK

Estaba recuperándome del polvo reciente, mientras ella me la chupaba para acelerar el proceso, pensaba en el plan que se le había ocurrido para joder a Miguel y si era buena idea incluir a esa niña especialmente sin su conocimiento.

Erick—¿Segura que es buena idea usarla en ese plan? –

Ella—Si, la idea es que no pueda alcanzar su obsesión, desesperarlo hasta que desee morir—

Erick—jajaja, No sé qué tengas contra él, pero si eso planeas no quiero estar en su piel—

Ella—Ya sabes lo que te espera si me enfadas, pero ¿te estas preocupando de la chica? –

Erick—Un poco, tu plan me podría joder el estilo de vida—

Ella—Pues si pasa, algo se me ocurrira para usarla, me podría servir para cerrar tratos una chica con ese cuerpo y esa cara, muchos viejos rabo verde firmarían si ver—

Erick—Puede ser, puede ser—


CAPITULO 9 MI NOVIO

ELLA

Pasaron unos días desde lo del pub, en ese tiempo Erick, me llamaba casi a diario para saber cómo estaba y si había vuelto a ver a Miguel, el cree que nos siguió por eso estaba allá, Marta me cito un día a la agencia y al llegar me sorprendí al ver a Erick, dijo que lo habían citado a él también, entramos y Marta nos llevó a la sala de juntas donde nos encontramos a Magda, Mónica y otros señores que parecían ejecutivos de alguna marca o abogados, todos nos sentamos y Marta empezó:

Ese día las tres vestían elegantemente, Marta como siempre de ejecutiva con su cabello recogido en una cola de caballo, con pantalones negros y que le marcaban su figura, saco negro debajo una blusa azul y zapatos negros, Mónica la tía de Erick llevaba una falda también negra con su melena rubia libre, una blusa roja ajustada en sus pechos, media alrededor de 1.75 metros y tenía una gracia felina en todos sus movimientos, pero la más guapa de todas era Magda, con un vestido entallado gris con cinturón negro ancho que denotaban su trabajado cuerpo, su pelo corto rubio natural algo rizado enmarcaba un rostro levemente maquillado, sus casi 1.80 le daban un porte elegante.

Marta—Buen día a todos, Iris y Erick, seguramente se preguntan qué hacen acá en una reunión de negocios con nosotros— nos volteamos a ver —pues bien, se trata que conozcan como quedara la campaña al final—

Mónica—Queríamos darles las buenas noticias antes, necesitamos que salga al público la próxima semana y lo que sigue requiere otros pasos legales—

Marta—Deben saber que la decisión final fue de los clientes y ellos están muy satisfechos—

Magda—Muéstrenles ya, no hagan tanta emoción—

Marta nos dio un folio con varias hojas y demás artículos de publicidad, también encendió un monitor con la presentación de la campaña. Casi me caigo de la sorpresa, resulto que la mayoría de fotos eran mías y de Erick, en las que salíamos juntos parecía haber mucha química y complicidad, nos dijeron que el cliente había pedido esas fotos porque querían que fuéramos los protagonistas de la campaña, eso quería decir que nuestros rostros serian colocados en anuncios por toda la ciudad, revistas y periódicos, los ejecutivos hablaron también de la posibilidad de anuncios en internet y televisión, no entendíamos nada, cuando Magda nos explicó que eso implicaba un bono por concepto de imagen utilizada, que estaba mejor explicado en nuestros contratos, pero que debíamos autorizarlo o como en mi caso mis tutores legales, me preguntaron si habría algún problema con mis padres, esperaban que autorizaran para empezar.

Llame a mi madre desde la oficina y Marta platico con ella para hacerle saber lo de la campaña y los requerimientos legales, yo no la escuche muy convencida, pero sabía que una campaña así era mi sueño, la convenció cuando le dijo el monto de mi bono, ella dijo que se encargaría de mi padre y que enviaran los documentos ese día, mañana los regresaban firmados.

Marta me acompaño a casa con los documentos, para conversar más tranquilamente con mi madre y explicarle lo que debían firmar, quizás esperar a mi padre para darle las explicaciones que lo convenzan. Me sorprendió ver lo bien que se llevaron Marta y mi madre, hablaban casi el mismo idioma en religión, política y gustos, allí me dije que Marta era una señora atrapada en el cuerpo de una joven, un cuerpo que atrapaba miradas de muchos hombres, por cierto.

Me había empezado a desesperar lo bien que se llevaban ellas dos, cuando llegaron mi padre y mis hermanos que se quedaron embobados al ver a Marta, se las describo en ese tiempo, tenía 24 años, cabello rubio platinado, gruesos labios que por lo regular los remarcaba con tonos de rojo, mide por allí de 1.60 metros, pechos grandes, una piel tersa con un bronceado que me encantaba, por lo regular vestía trajes sastre muy elegantes, con tacones que remarcaban su figura, vientre plano y un trasero que aun si no tuviera tacones se le notaba parado.

Mi padre respondió afirmativamente a la campaña cuando le hablaron del bono, ese día Marta se quedó a cenar en casa por insistencia de mis hermanos, mi madre y yo preparamos una cena especial en la medida de lo que teníamos en casa, en la sobre mesa mi padre se sorprendió al saber que Marta ya había terminado la carrera de periodismo y se quería especializar en televisión, que su sueño era ser productora de algún noticiero, además de sus ocupaciones en la agencia que en teoría era ser secretaria ejecutiva de Magda y Mónica, pero en realidad negociaba tratos con gente cuando no podían ninguna de ellas y coordinaba las sesiones de fotos, uno de mis hermanos soltó un chascarrillo que me disgusto, “ ves Iris si se puede ser una mujer guapa y tener más metas en la vida que solo querer verse bien frente al espejo ”, a Marta y mi madre tampoco les hizo mucha gracia pero no dijeron nada.

Cuando Marta se fue, mis hermanos bromearon con acompañarme a la agencia de ahora en adelante, esa noche me llamo Erick y platicamos acerca del día que habíamos tenido y como me había ido con mis padres, luego seguimos charlando acerca de otras cosas triviales durante un largo rato, al colgar me preguntaba si yo también le gustaba tanto como el a mí, sus llamadas constantes, la química que teníamos, se observaba en las fotos que parecíamos una pareja perfecta.

El día que salió la campaña me invitaron cenar, éramos Marta, Mónica y Magda, Erick y yo, allí nos contaron que el fin de semana iríamos a otra sesión en un hotel de playa, para unos trajes de baño, cuando pregunte quien sería el fotógrafo me dijeron que no sabían aun, pero que eso lo podríamos solventar después, quise pedir que no fuera Miguel, pero tenía miedo que me tomaran como una diva por solo una campaña grande, así que no mencione nada al terminar Erick me llevo de vuelta a mi casa, pero tomo un desvió para alargar el camino, lo vi con picardía sabiendo que yo también quería pasar más tiempo con él, era como si me leyera la mente, se estaciono cerca de un parque para que platicáramos.

Erick—Nunca me imagine mi vida así, creo que estoy soñando— me acaricio la mano al decirlo.

Iris—Yo igual, esto me parece un sueño— suspire al recordar cómo era mi vida hace unos meses.

Erick—Por cierto, te ves increíble hoy— esta vez me apretó suavemente la mano.

Iris—Gracias tu estas muy guapo también, esa chaqueta americana te queda como un guante—

Erick—Notaste las fotos, esa chica Carmen es genial con la cámara—

Iris—Las modelos también colaboramos, ¿no crees? – me puso un poco celosa que la recordara.

Erick—Si, especialmente tú, la cámara te adora—

Iris—Tu también estabas bien, tienes mucho ángel—

Erick—Me pareció raro que no pidieras hoy, que dejaran fuera a Miguel—

Iris—No me lo recuerdes, no creí que estuviera en posición aun de pedir fotógrafo—

Me abrazo pidiendo disculpas, en ese momento me dio un beso tierno en la mejilla nos alejamos un poco y nos vimos a los ojos, su mirada era tierna y lujuriosa, luego me beso de una forma tan apasionada que me derritió por dentro y me hizo desearlo.

Mientras seguíamos con los besos empezó a bajar su mano por mi espalda pensé que seguiría hasta mi trasero, pero en lugar de eso se pasó a mi brazo hasta alcanzar de nuevo mi mano y volver a apretarla como antes, me separo y me dijo que mejor me llevaba a mi casa que no respondía de sus ganas de mí, me decepciono un poco, pero no quería parecer una chica fácil con el (si quería algo más que se esforzara), al llegar a mi casa antes de bajarme nos volvimos a besar, yo me sentía en una nube, ahora sabía que le gustaba al chico que me tenía loquita.

Para llegar al hotel de la playa decidimos ir juntos así que paso muy temprano a mi casa y nos enfilamos, eran como 3 horas de camino que yo pase dormida casi todo el tiempo, en ese par de días antes de salir nos vimos solo una vez donde nos besamos más de lo que hablamos, al llegar al hotel nos registramos y en recepción nos indicaron que nos esperaban en una de las suites, al entrar me asuste de ver allí a Miguel junto a una representante de la marca, los asistentes de vestuario y maquillistas planeando la sesión, esta vez el parecía estar el mandando ya que no había señales de nadie más, hizo una mueca para saludarnos y siguió su trabajo, una de las chicas que veían los trajes nos dio los seleccionados para la sesión y nos dijo que nos apresuráramos, casi era la hora en la que querían empezar, nos enviaron a la playa donde había unos biombos para que nos cambiáramos y al entrar vi que los trajes eran lindos pero de una tela bastante fina.

Empezamos con la sesión con Miguel siendo muy pesado y malhumorado, especialmente con Erick, las tomas las trataba de hacer rápido diciendo que se le terminaba la luz del sol, llego un momento que la representante de la marca le dijo que quería hacer tomas de nosotros en el agua, cuando estábamos allí note que se me pegaba mucho la tela del traje de una pieza, blanco con estampados y me imagine que pasaría cuando saliera, pero note que el de Erick era también bastante fino, allí me di cuenta por primera vez de su paquete, nos pusimos juguetear en el agua y podía sentir su miembro por debajo del bañador tipo bóxer que tenía puesto, el noto que yo estaba incomoda y me pidió perdón, dijo que no era profesional de su parte que se le empezara a parar. ¡¿Se le estaba “empezando” a parar?! Yo la imaginaba del mismo tamaño y grosor que la de Miguel.

Cuando nos disponíamos a salir me dijo que fuera yo antes que no quería que le vieran su paquete así, al salir del agua pude sentir la mirada de varios de los hombres presentes, especialmente Miguel a través del lente de su cámara, al ser el traje blanco casi todo se notaban mis pezones y mi conchita, al verme al espejo note que de no ser por los pocos estampados hubiera parecido que no llevaba nada puesto, luego salió Erick y quien se impresiono fui yo, su traje era de color azul claro y se le pego a sus partes remarcando un grueso pene que a pesar de no estar en plenitud atrajo mi mirada, nos cambiamos otras dos veces para seguir con la sesión y al cambiar la luz del sol Miguel dijo que terminábamos por ese momento que fuéramos a comer, en el comedor pregunte a una de las maquillistas como estaba la distribución de las habitaciones para dormir y me conto que la suite donde nos juntamos era la de Miguel y en ese piso estaban las habitaciones de las chicas donde yo tenía una para mi sola, en el piso superior estaban las de los chicos, corrí a contarle a Erick.

Iris—Me preocupa que estén así las habitaciones ese animal seguro intentara algo—

Erick—Podrías dejar con llave por dentro, si te preocupa mucho—

Iris—Quizás, pero no sé, creo que no será suficiente, ese tipo me asusta está loco—

Erick—Déjame ver qué puedo hacer— se levantó dirigiéndose hacia los chicos de las luces.

Seguí comiendo mientras tanto había notado como Miguel no me perdía de vista, aunque  platicara con alguien más, seguido me observaba de reojo, Erick regreso y antes de poderme hablar se nos acercó la representante de la marca diciendo que nos apresuráramos ya que debíamos partir a la siguiente locación, era una caída de agua cercana al hotel pero estaba a unos 20-25 minutos transportándonos en un todo terreno, nos apresuramos y llegamos al transporte, Miguel se subió primero en la parte trasera, el chofer le dijo que él era quien conocía bien el camino que guiara de copiloto, acepto con visible enfado, atrás nos fuimos el resto del personal y el equipo, notaba la mirada de Miguel hacia nosotros dos, allí la sesión estuvo tranquila solo los desplantes de Miguel hacia nosotros dos, pero nada que arruinara la tarde.

En el vehículo de regreso nos sentamos igual, yo me recosté sobre Erick y cerré los ojos, por un instante sentí su mano acariciándome el muslo, en ese momento me hablo.

Erick—Ya hice los arreglos, mientras todos comen me acompañas—

Iris—¿Crees que habrá algún problema? –

Erick—Lo dudo amor, pero por si las dudas hacemos el cambio mientras comen los demás—

Iris—Ok, gracias— ¿me acababa de decir amor?

Al llegar todos se fueron al restaurant del hotel, mientras Erick y yo acompañamos a uno de los chicos de las luces, el saco sus cosas de la habitación que estaba al lado de la de Erick, esas habitaciones tenían puertas que las comunicaban entre sí, metimos mis cosas allí, llegamos al comedor los tres mientras ya todos empezaban a comer, no hicimos comentario alguno, la comida paso con Miguel bebiendo de todo, quería que todo nosotros bebiéramos como si anduviéramos de fiesta, solo unos cuantos del equipo le acompañaron en las bebidas, al terminar nos dijo de trasladarnos a un pequeño pub cercano para seguir la fiesta, no le importo que debíamos seguir trabajando al otro día, varias personas que andaban con nosotros se retiraron y luego, ya algo tarde nos retiramos todos los demás,  Miguel ya se le veía mal por el licor, tan mal estaba apenas se dio cuenta cuando tome camino hacia el piso de los chicos, me cambie y me acosté.

Ignoro cuanto tiempo paso, pero escuche ruidos afuera como si trataran de forzar la puerta me asuste y corrí a la puerta que comunicaba al cuarto de Erick deseando que su lado no tuviera seguro, pude abrirla sin hacer ruido y lo vi recostado durmiendo, lo desperté.

Iris—Erick, te dije que ese tipo estaba loco—

Erick—Quizás debí preocuparme más, lo siento amor—

Iris—Es la segunda vez que me dices así— creo que mis ojos se iluminaron.

Erick—Si te molesta dejo de hacerlo, pero solo se me sale decirte así—

Iris—No, yo lo siento, es que me gustas demasiado y no estoy segura si…—

Erick—Si tenemos algun tipo de relación, entiendo si estas confundida—

Iris—Mira qué momento usas para plantear una relación— lo vi fingiendo enfado —pero sí, me gustaste desde que te vi y si me gustaría tener una relación—

Erick—No plantee nada, pero tienes razón en lo del momento déjame ver si era Miguel— alcance a pensar,joder ¿me le he declarado al chico que me gusta?

Iris—Deja, lo más seguro es que este ebrio, puede hacer problema— debo parecer idiota.

Erick—Ok, volvamos a lo de la relación—

Iris—Lo siento es que estoy asustada, mejor me regreso a mi habitación—

Erick—mmm, ¿Qué harás? Si logra abrir y estas sola— mierda, no doy una, me dije.

Iris—No sé, tengo miedo—

Erick—Pondré llave desde aquí en ambos lados y te quedas en la cama, yo duermo en el suelo—

Iris—No quiero molestarte más, déjame dormir en el suelo—

Erick—De ninguna manera, ¿Qué clase de novio seria si te dejo dormir en el suelo? — lo vi sorprendida —hagamos algo, la cama es suficientemente grande para los dos—

Iris—Pero vas a intentar tocarme, mira que estamos empezando y sería ir muy rápido—

Erick—jajaja, Prometo aguantarme hasta el matrimonio—

Reímos y el abrió un poco la puerta para ver, dijo que parecía que no había nadie, nos quedamos platicando un rato hasta que nos dijimos a dormir, pero antes, me quede pensando en todo el chiste del novio y si… no era broma, parecía urgida pero la verdad era que nos gustábamos y ya nos habíamos besado varias veces ¿Cuánto faltaba para decir que éramos pareja oficialmente?

CAPITULO 10 PLANIFICACIÓN, DESARROLLO Y DESASTRE

EL

Luego de un par de días después de la partida de Carmen empecé a pensar en lo que decía, de hecho, todos me decían lo mismo de pensar en el futuro, todos menos Quique ( ese solo quería un compañero yonki ). Mis padres habían dicho que no querían imponerme nada, pero no dijeron nada acerca de sugestionarme con indirectas o charlas bien directas especialmente mi padre, no paraba de mencionar que tal político proponía desastrosas ideas en economía, que la administración del país era una mierda por los políticos izquierdosos, cosas de viejo me decía mi mamá, ella por su lado hablaba ideas para informática, arte o cualquier pendejada que distrajera mi mente de la política , lo único que tenía claro era que no quería ser otro político en la familia, ni ingresar en el partido de mi padre.

Decidí inclinarme por el lado de la economía, eso calmaría al viejo abuelo y a mi padre, por otro lado, aun no decidía que campo en específico, de momento para empezar pensé en lo relacionado con administración de empresas, así que al día siguiente fui contarle a la familia mi decisión y tal como lo pensé mi padre estaba feliz y mi madre me dijo que se alegraba que no me hubiera tomado todo el tiempo que me habían dado en decidir, mientras mi hermana me miraba sorprendida de que no había tomado el año sabático que me habían ofrecido nuestros padres.

Leticia—¿Por qué no te tomaste más tiempo en decidir? – me dijo cuando nos quedamos solos.

Franco—Que caso tenía esperar más, igual no es que me guste pasar tiempo por acá—

Leticia—¿Es por Carmen? –

Franco—Si, de todos los que me decían algo del futuro su opinión era la única para mí—

Leticia—Aja, sabes… cuando ella termine en Paris seguirá recorriendo Europa sin importar si puedes correr tras ella— me tomo por sorpresa su comentario —mejor no sueñes en seguirla—

Franco—¿Tu que sabes? –

Leticia—Yo también platicaba con ella—

Franco—¿Platicar? –

Leticia—No quieras cambiarme el tema, tú me estas preocupando— aumento mi sorpresa en ese instante —creo que tomas esta decisión basada en tu dolor, tristeza y por complacer a nuestros padres— su mirada era como compadeciéndome— acabaras siendo un tipo más triste y más solo—

Franco—¿Acaso no es lo que tú haces?, nuestros padres están complacidos con tu forma de ser—

Leticia—Si y no, mejor te explico, si me parece que nuestros padres están felices con mis decisiones, pero son eso mis decisiones, siempre quise ser como papá, verlo tomar decisiones que afectaban a mucha gente— dio un largo respiro —luego cuando tuve mejor criterio vi que no solo podía afectarles en el presente, también podía mejorarles su futuro, esa es la razón por las que tomo mis decisiones, vi que para lograrlo debía estar preparada—

Franco—Hace falta más que estudiar para prepararse de cara a ese futuro que quieres—

Leticia—Lo sé, es un nido de víboras, ratas y cualquier alimaña que puedas o no imaginar, todos con el objetivo de obtener o mantener privilegios y llevar una vida… como la nuestra básicamente—

Ahora ya sabía cómo se sentía Quique, cuando me dijo que le asustaba que notara esas cosas.

Continuamos con la plática por un rato más, me hizo entender que quizás no había tomado una decisión correcta y que me dolía más de lo que pensaba la partida de Carmen, porque me regresaba a la soledad que ahora estaba instalada de nuevo, pero esta vez solo dentro de mí, no pude hacer que me ayudara a ver con claridad que debía hacer, lo más que me dijo era que tenía mucha creatividad para poner cosas y habilidad en números e idiomas, luego seguimos con la duda que me dejo.

Franco—¿Cómo conociste a Carmen? –

Leticia—Igual que tú lo hiciste, por Quique—

Franco—¿Cuál fue tu primera impresión? –

Leticia—mmm, Me fue difícil al inicio, su apariencia de furcia no era la de su actitud y sus ideas—

Franco—¿Furcia? Esa fue tu primera impresión, jajaja—

Leticia—Ok, te concedo esa, pero quiero que sepas que yo necesito más que una mirada para hacerme una primera idea de cómo es la gente—

Franco—No te enojes, ni seas condescendiente— ya teníamos la plática más larga desde que volví.

Leticia—jajaja, Parece que tuviera que explicártelo todo, se supone que tú eres el genio—

Franco—jajaja, Ya sé, no tienes que explicarme nada… — pasamos a un leve silencio incómodo.

Leticia—Besaba bien verdad – joder si antes me había sorprendido, esto no tenía nombre.

Franco—Mierda, tu sí que estas hecha una caja de sorpresas hoy—

Leticia—Ya contesté las preguntas que querías hacerme ¿no? –

Franco—Si, valla que lo hiciste—

Leticia—Con tus rodeos al hablar hubiéramos estado acá horas para que preguntaras sobre eso— me vio como si supiera todo lo que había en mi mente —mira si quieres ¿Por qué no te vienes a la fiesta del colegio el sábado en la tarde? —

Franco—Con tu ejército de pagafantas y obreras, no gracias—

Leticia—Esos que llamas pagafantas y obreras yo les digo relaciones publicas tempranas, todos mis amigos hasta los más ñoños, serán quienes decidan el futuro del país en mayor o menor medida—

Al final me convenció de ir a la fiesta, me dijo que debía vestirme sport pero elegante, yo no tenía ni puta idea de cómo era eso, pero le pedí ayuda a mi madre quien me llevo de compras, compramos mucha ropa, para ese día mi hermana me escogió una chaqueta negra con camisa del mismo color, pantalón verde oscuro y zapatos tipo botas de color café igual que el cinturón, ella seguro causaría impresión en todos, estaba con un vestido blanco de tirantes apenas arriba de la rodilla, pero bastante ajustado al cuerpo, le marcaba todas sus curvas, la verdad para la edad que teníamos mi hermana ya tenía cuerpo de mujer, a eso había que sumarle que era y sigue siendo muy bonita con labios no muy gruesos que se acentuaban por el color carmín que usaba, un mentón suave y una nariz respingada, los ojos cafés más oscuros que los míos, su cabello era castaño claro a media espalda y lo que más llamaba la atención eran sus piernas, ese día nos llevó el chofer de mi madre.

Cuando llegamos me moleste, parecía que me habían comprado el uniforme de los chicos, todos estaban más o menos igual que yo solo variaban los colores, los más atrevidos usaban t-shirt en lugar de camisa. Rápidamente se acercaron sus amigos de la fiesta anterior y otros más, mi hermana no había mentido que esos chicos en el futuro dirigirían al país, la mayoría de sus amigos eran hijos de empresarios, políticos y militares, o sobrinos de alguien de ese mundo, me separe del grupo y empecé a observar a la gente, al final me quede platicando con dos chicos y una chica de mangas, comics y sus colecciones, la cosa se empezó a poner rara cuando los del club de los monigotes ( como los bautice yo ), rodearon al grupo de los amigos de mi hermana.

Los tipos esos eran parte de los que deseaba maltratarme cuando era chico y estuve en ese colegio. Eran tres tipos bastante corpulentos más por gordos que por musculosos, por lo que me entere después estaban en un club de rugby ( ¿quién demonios juega esa mierda en este país? ), al escucharlos hablar se notaba que estaban en esa institución solo porque sus padres podían pagarla, parecía que no me habían reconocido o simplemente no les importaba mi presencia.

Ellos querían encajar en el grupo de mi hermana a como diera lugar, pero no les daban bola, uno que parecía el líder de la piara se acercaba bastante a mi hermana y sus amigas, las note a todas incomodas con lo que él hablaba y mi hermana trataba de poner distancia entre él y las chicas, los chicos se les veía amedrentados, ninguno parecía que se animara a hacerle frente, yo me acerque para escuchar bien lo que decían.

Cerdo—Ustedes se creen mejores que nosotros por sus apellidos—

Leticia—El apellido de mi familia no tiene nada que ver con la forma que nos hablas—

Cerdo—Te trato como se me da la gana, no me da miedo tu corrupta familia—

Leticia—Mira deja de decir estupideces y mejor retírate—

Cerdo—Que harás, acaso enviarme a tu guardaespaldas o al ñoño enclenque de tu hermano—

Leticia—Deja ya de hablar, no te metas en más problemas—

Cerdo—Algún día serás mía y esa actitud te la voy a meter por el culo junto con otras cosas—

En ese momento me gano la ira y no vi cuando me abalance sobre el tipo, parece que lo tome por sorpresa y cayó al suelo unos metros atras, sus amigos reaccionaron y uno me tomo de los hombros arrojándome lejos, el líder se recuperó y cargo sobre mí, en mi estancia en la academia había aprendido en teoría defensa personal pero en las practicas yo era solo un saco de huesos que usaban los otros para jugar, para mi suerte los chicos que tenían seguridad ya les habían llamado y al llegar varios, hicieron que se detuvieran en seco los monigotes. Ya de camino a casa platicabamos con mi hermana.

Leticia—¿Sabes que mamá me reñirá por dejarte pelear? —

Franco—Esa no fue una pelea, a lo sumo una fuerte discusión—

Leticia—Bien sabes que nuestros padres aun te ven como el niño que necesita que lo protejan—

Franco—No lo había pensado, lamento los “problemas” que te cause— mi tono era sarcástico.

Leticia—Mira no seas payaso, los chicos ya habían avisado a sus escoltas— me vio como hastiada —no es la primera vez que esos monigotes nos causan problemas—

Franco—Porque no se deshacen de ellos de una vez—

Leticia—No somos la puta mafia— empezaba a usar un tono de voz enojado —en todo caso ellos si quisieran serían los que tiene los medios para eso—

Franco—¿Esos chicos tienen familiares mafiosos? – dije con cara de sorpresa.

Leticia—Algo se rumora, el chico al que te enfrentaste, su abuelo tiene fincas de ganado y se dice que dentro hay pistas usadas por narcotraficantes además su hermano mayor está en prisión—

Franco—Joder, ¿y sabe algo papá de ese chico y su familia? –

Leticia—Dice que legalmente no puede hacer nada y actuar de forma directa sería calumniarles—

Llegamos a casa yo aun me sentía con enojo y rabia, medio comimos algo de cena y yo me fui a mi dormitorio, llame a Quique para ver si me conseguía algo para calmarme, pero no logre comunicarme. A la mañana siguiente aún no se me había pasado del todo el cabreo, cuando mis padres quisieron conversar sobre lo ocurrido en la fiesta y las posibles consecuencias.

Doña Ana—Me alegra que defendieses a tu hermana— empezó mi madre —pero Franco, nos preocupa lo que paso ayer— me empezó a hablar usando su tono conciliador —debes de saber que la familia de ese chico quiere hacer donaciones para la futura campaña— sus palabras ya me avisaban que venían a reclamarme de algo.

Franco—¿En serio piensan utilizar el dinero de esa gente? –

Don Rodolfo—Hijo debes demostrar la procedencia de su patrimonio antes de decir cualquier cosa— mi padre si tenía un tono de enfadado —además es necesario que podamos relacionarnos con todo tipo de personas, ellos son muy influyentes dentro de su comunidad—

Franco—Te dijo Leticia lo que le grito ese cerdo, si quieres que me disculpe no pasara—

Don Rodolfo—Si, pero debes confiar en tu hermana, ella los ha controlado desde que los conoce—

Franco—Ok, confiare en Leticia, pero no en ti, así que no me disculpo con ese cerdo ni con el dinero de su familia, que por lo que veo, es lo que te interesa—

Lo cierto es que me estaba aumentando el cabreo al ver la actitud de mi padre y que prefiera las donaciones al partido en lugar del maltrato que pretendían hacernos esos idiotas, especialmente me preocupaba lo que le dijo a Leticia sobre hacerla suya, si ese animal se envalentonaba podría hasta violarla y mi padre no podía o no quería ver eso, sin contar que ya me estaba hablando como si estuviera en el maldito partido, ahora si necesitaba que Quique me consiguiera algo.

Papá me pregunto si ya me había informado para entrar en alguna escuela de negocios o una universidad, en ese momento me dio la sensación que quería que me fuera , le dije que aún no sabía nada, pase los siguientes dos meses investigando posibles destinos seleccionando un par que me llamaron la atención, en todo ese tiempo pude hablar con Quique unas cuantas veces y no nos vimos más que en algunas reuniones familiares porque había regresado a su “trabajo” en una fundación de la familia de su padre como asistente directo de mi tía quien la dirigía, en realidad eso era solo un pretexto para mantenerlo ocupado y dijeran que hacía algo con su vida.

Mantuvimos esa tensión entre nosotros hasta que se aproximaba el cumpleaños de mi madre y querían celebrarlo en la vieja finca y para prepararla, mi madre envió a Gabriela y Patricia que iniciarían los arreglos en parte de la vieja casa, luego mi padre decidió que él y yo debíamos salir un día antes para “limar asperezas”, le pedí a Quique que nos acompañara sin decirle a mi papá, con lo que yo no contaba era que el también traería sus refuerzos, Pedro, no la había visto desde que llegue porque aún estaba molesto con él por haberme enviado a su amiga a vigilarme. Cuando pasamos de la carreta principal hacia la finca, me tense y Pedro me tomo la mano ( de forma muy heterosexual, jajaja ), la verdad es que no reconocí el sitio, estaba muy cambiado todo, ya habían ampliado el camino y había una barrera de contención del lado que da al rio, del lado de la pared habían cortado parte para la ampliación y puesto un muro para los posibles deslaves.

Cuando llegamos ya era un poco tarde y varios de los trabajadores nos veían con recelo incluso con miedo los más antiguos, quien sabe desde hace cuánto no venía papá, en ese entonces en la finca el único de la familia que la habitaba era el hermano mayor de mi padre, el tío Mauro que era bastantes años mayor y la vida lo había avejentado más, no se le conocían hijos de forma oficial y llevaba siendo alcalde del pueblo cercano desde antes que naciéramos Leticia y yo, cuando nos vio se acercó a saludar.

Don Mauro—Bienvenidos, me alegra verlos después de tanto tiempo, especialmente a ti Franco—

Don Rodolfo—Gracias hermano, papa te manda saludos, lamenta no poder venir, pero ya sabes que su salud a esa edad es muy débil— ambos bajaron la mirada y entristecieron.

Don Mauro—Las chicas guapas que me mandaron ya prepararon las habitaciones— nos reímos todos por el tono picaresco con que hablo.

Don Rodolfo—No te vayas a pasar de rabo verde con ellas que me mata mi esposa—

Don Mauro—jajaja, siempre el mandilón, pero preocúpate más por los muchachos de la finca, si hubieras visto como las desnudaban con los ojos cuando llegaron—

La platica entre ellos dos continuo así por unos minutos mientras los demás entramos a buscar a alguien para que nos mostraran las habitaciones, los dos viejos se pasaron a un despacho y empezaron a emborracharse, lo que era costumbre en mi tio y a eso se debia su evejecimiento prematuro, esa noche Quique y yo esperamos a que se hiciera tarde para encender uno de sus clásicos porritos, decidimos salir a buscar donde fumar pero debíamos pasar por el despacho donde se quedaron los viejos, vimos las luces encendidas y Quique quiso regresar, yo me adelante y le dije que seguro estaban ebrios y no verían cuando pasáramos, esquive unos viejos palos de escoba para pasar y de repente escuche los ruidos dentro, no eran risas de los viejos bebiendo y recordando, eran gemidos de mujer, pensé en el tío Mauro con alguna empleada de la finca o quizás si tenía suerte alguna de las dos chicas que envió mi madre del servicio, intente acercarme a observar pero quede petrificado con las voces y me desmaye.

Era Gabriela sobre un escritorio con sus enormes pechos al aire y la vi con una cara de vicio que no me imagine que podría llegar a tener, de repente la ira, el dolor y el miedo empezaron a correr dentro de mí, no sabía qué hacer cuando empezaron a rodar lagrimas por mis ojos,  el mismo sujeto que me había hablado sobre el honor toda mi vida, que en sus mensajes a los electores al  hablar de la familia decía palabras como unidad, lealtad y santidad, el mismo que estaba “tirándose a la sirvienta”, miles de cosas pasaron por mi mente hasta que se me empezó a nublar la vista, la ira y el dolor ganaban terreno a cada instante, mientras mi padre penetraba con fuerza a la chica y ella mantenía sus tobillos alrededor del cuello de él.