VIDAS capítulo 63
El futuro es incierto, las sombras y los recuerdos aun se hacen presentes
CAPITULO 63 DUDAS POR EL FUTURO
IRIS
Casi había pasado una semana y aun no tenemos noticas de mi esposo, yo estaba en mi casa esperando a que llegara mi hija del colegio, en estos días no había querido separarme de la puerta o el teléfono, por si el volvía, por la noche ya cuando Kiki estaba durmiendo recibí una llamada de Pedro.
Pedro—Iris, lo encontramos, pero esta en este momento hospitalizado—
Iris—¿Esta bien, que paso? —
Pedro—Tiene algunos golpes, nada serio, pero esta hospitalizado en una institución especial, mañana te paso a recoger para que lo veas, pero por favor no le menciones nada a nadie—
Iris—Ok, así lo hare— me deje caer de rodillas y llore agradeciéndole a dios por que mi esposo apareció, ahora solo necesitaba saber si estaba sano.
PEDRO
Gracias a los esfuerzos de Quique logramos hallarlo y detenerlo, pero en esta ocasión no dio batalla y se dejo poner el tranquilizante, el hecho que el inspector llegara con algunos de sus hombres hizo que el reconsiderara tomar acción contra ellos, imagino que es muy diferente enfrentarse a hombres entrenados que a campesinos y eso lo detuvo, pero también había algo de resignación en su mirada fría y calculadora, regreso a hablar en otros idiomas, pero en esta ocasión solo se dedicaba a recitar pasajes de la biblia, aun no puedo creer que Leticia se animara a enfrentarlo sola, aunque también a ella tuve que darle una dosis menor del tranquilizante, estaba temblando, aun no nos dice que hablaron.
Iris—¿Cómo está mi esposo? —
Pedro—Físicamente bien Iris, pero debo advertirte que al que veras no es tu esposo—
Iris—No te entiendo Pedro—
Le conté lo que paso hace varios años con él y su padre, también le conté que paso cuando lo encontramos después del accidente de Ana, le conté los hallazgos y conclusiones que tuvimos con mi tía Olga hace varios años y el diagnostico de desorden disociativo de personalidad al que llegamos con mi tía, le explique lo necesario para que entendiera que ese no era su marido, aun faltaba decirle lo que hizo, a estas alturas todas las evidencias indican que el masacro a Erick, pero su familia no estaba dispuesta a hacerlo público y pretendían esconderlo, según don Rodolfo nadie se daría cuenta si en el mundo faltaba un proxeneta narcotraficante.
Seguramente Leticia y su padre no lo aprobarían, pero ella tenía derecho a saberlo y también para que se preparara ya que no le permitirían tener contacto con él, era considerado peligroso y no podíamos arriesgarla, pero por lo que he visto y analizado creo que a clave para recuperar al antiguo Franco es Iris, aunque aun es muy pronto para que ellos dos hablen.
QUIQUE
No se si fue suerte, el destino o solamente la casualidad que me hiciera pararme en ese pequeño local que estaba en la carretera, después recordé que cerca de allí solíamos parar a comer después de las noches de fiesta, allí donde Franco y Carmen habían pasado sus primeras horas charlando al salir del antiguo club, me imagino que el también recordaba ese lugar y por eso estaba comprando comida allí cuando lo vi, recordé como se deshizo de los campesinos y lo que era capaz de hacer, físicamente hablando, por eso decidí mejor seguirlo, mientras estaba tras el llame a Leticia, no se porque pero fue mi primera reacción hablar con ella.
El parecía no estarse escondiendo ni nada, se le veía sucio, con una barba de varios días cuando entro en ese motel que quedaba cerca de la carretera, decidí quedarme al lado del camino a esperar por mi prima, me sorprendió cuando llego acompañada de esos hombres y Pedro un par de horas después.
Quique—¿Por qué tardaron tanto? —
Leticia—Tuve que hacer arreglos y llamar refuerzos, como comprenderás no creo que sea fácil lidiar con él en ese estado—
LETICIA
Allí estaba mi hermano, atado a esa camilla y completamente sedado, no podía creer la frialdad y lo que me dio ese día, me fui a la cafetería mas cercana para espera a Iris y Pedro, mientras llegaban recapitule los sucesos en mi mente. Desde que sonó mi teléfono y le conteste a mi primo
Quique—Leti, Leti, lo estoy viendo, lo estoy viendo, enseguida te mando la información donde estoy, pero no me atrevo a hablarle, mejor lo sigo para saber a dónde se dirige— se escuchaba tan alegre y lo que me decía me había emocionado a mi también, lo suficiente para ignorar que me decía Leti en lugar de Leticia.
Leticia—De acuerdo, síguelo y nos avisas donde esta, pero recuerda que puede ser peligroso, cuídate mucho primo y no te le acerques— después de colgar vi a Pedro y Marta estaban expectantes.
Marta—¿Qué te ha dicho? —
Leticia—Que lo ha encontrado, quedo de mandarme la ubicación, mira acá esta, es en la carretera al sur, rumbo al viejo aeropuerto—
Marta—¿Qué están esperando, alcáncelo—
Pedro—Esperen un minuto, acaso han olvidado lo que acabamos de leer, ese sujeto a parte de peligroso es un sádico—
Marta—Tienes razón amor, pero no se me ocurre que podemos hacer—
Leticia—Yo sé a quién llamar, denme unos minutos, saldré a hacer esa llamada-
Por suerte aun conservaba la tarjeta del inspector no se me ocurrió nadie más.
Inspector—Abogada, no esperaba tener noticias suyas tan pronto—
Leticia—Lo se inspector, pero en serio necesito de su ayuda, ahora déjeme explicarle lo que necesito de usted—
Le conté que buscaríamos atrapar a un hombre, pero que necesitaba la mayor discreción posible, y si podía contar con un par de sus hombres ya que este sujeto era peligroso y muy apto físicamente, tanto como para que en el pasado fue necesario la acción de cuatro o cinco hombres para someterlo.
Inspector—Muy bien abogada, veámonos en la dirección que le voy a mandar, pero le ruego que usted también sea discreta ya después me dará mas detalles de ese sujeto, pero antes deme una media hora de plazo para reunir a mis hombres de más confianza—
Esperamos mientras Pedro reunía sus cosas para sedarlo y una vez terminado el tiempo que me pidió el inspector partimos, Marta se despidió de nosotros con lágrimas y suplicándonos que nos cuidáramos, que no hiciéramos nada estúpido con él, sobre todo le recordó a Pedro que ella no quería criar sola al pequeño Marcos.
Cuando llegamos al sitio donde nos indico el inspector nos lo encontramos a el con dos de sus hombres, tenían cara de pocos amigos, estaban al lado de una enorme camioneta americana y nos pidieron cambiar de auto, los sujetos se sentaron adelante el inspector y yo atrás, mientras Pedro nos seguía en su auto, el inspector nos vio e inspecciono de arriba abajo a Pedro, luego nos dirigimos hacia la dirección que nos había enviado Quique, durante el camino el inspector se acercó a mi tratando de ser discreto para que no se escuchara lo que me diría a continuación.
Inspector—Abogada, la información que le mencione estará en sus manos cuando usted la solicite—
Leticia—Gracias inspector, pero he decidido que esa información sea mantenida en secreto, al menos por ahora, no creo necesitarla en este momento y espero no necesitarla nunca—
Inspector—Joven, inteligente y sabia, será interesante estar a su servicio en el futuro abogada—
Leticia—No me pruebe inspector que también me se defender—
Inspector—No me extrañaría, pero cambiando de tema, quisiera decirle que ha mis oídos ha llegado información de otras personas relacionadas con este caso—
Leticia—Ok, asumo que cuando todo esté listo me elaborara un informe—
Inspector—No necesariamente abogada, le hare un resumen ya que creo que esto no debe quedar en papel: sucede que dos señoritas hace unos días fuero asaltadas y salieron del país muy atemorizadas, también las oficinas donde trabajaba el señor Erick XXX fueron robadas, se descubrió que alguien saqueo la caja fuerte y se llevo todo el equipo de computo de la agencia, además uno de los socios de esa agencia fue agredido y robado en su casa, el hombre se encuentra bien, pero reporto que todo su equipo de computación, sus autos, joyas y algo de dinero en efectivo fue sustraído de su casa—
Leticia—Parece que alguien ha estado muy ocupado trabajando contra el entorno de ese tal Erick—
Inspector—Varias personas diría yo, el socio un tal Joaquín XXX, dijo que a su domicilio entraron tres sujetos vestidos de negro y portaban mascaras blancas con los ojos cubiertos por una fina seda negra, de las señoritas no se pudo obtener una declaración y en las oficinas todas las cámaras fueron desactivadas por lo que no se sabe cuántas personas fueron—
Leticia—Entonces la policía estará investigándolo todo y llegará a la conclusión que todo esto esta relacionado, empezando por la desaparición de Erick XXX—
Inspector—Eventualmente lo harán, si es que no se congelan los casos antes, sucede alguien en algún estrato superior en la cadena de mando de la policía y las fiscalías puso esos casos a ser investigados por fiscales e investigadores distintos en distintas adjudicaturas—
Leticia—¿Eso que significa? —
Inspector—Significa que a menos de que se cambie el sistema de burocracia dentro del ministerio del interior o que los fiscales e investigadores encargados de cada caso se reúnan y hablen de esos casos en específico, de momento nadie se enterara que todos están relacionados, máximo si las personas no hacen todas las denuncias correspondientes—
Leticia—Entiendo, gracias por informarme inspector, creo que ya llegamos, allá esta mi primo—
Cuando llegamos Quique estaba nervioso observando hacia una de las habitaciones del pequeño hotel, al ver al inspector parecía haberlo reconocido, pero no estaba seguro, ambos se saludaron normalmente y Quique se extraño que fuera inspector de la policía además de que trajera a un par de sus hombres.
Quique—¿Qué es lo que piensan hacer? —
Inspector—Si me permiten, sugiero que mis hombres y yo entremos por la fuerza y lo sometamos para que uno de ustedes pueda entrar a sedarlo—
Quique—¿Qué tan seguro es ese plan? —
Pedro—Poco seguro, no saben si está armando ni que tan peligroso es—
Inspector—Si me dan más información del sujeto quizás se me pueda ocurrir algo mejor—
Leticia—Es mi hermano inspector, usted probablemente sepa algunas cosas de el—
Inspector—Se que paso tiempo de su adolescencia en una institución donde una parte de su educación son las artes marciales enfocadas en defensa personal, pero si ustedes temen y dicen que es peligroso quizás aprendió más cosas aparte de solamente defenderse—
Quique—Sin contar que esta en buen estado físico, casi desde que nos fuimos Nueva York hace años a estudiar él se mantuvo en forma—
Inspector—Mi sugerencia seria entonces que esperemos a que eventualmente salga y podamos emboscarlo y ustedes le pongan el sedante— en ese momento uno de sus hombres lo llamo y le dijo algo al oído por unos minutos —mi asistente acá me acaba de informar que ese hotel tiene muchas salidas, por lo que sería fácil para el escaparse, si es que no lo hizo ya—
Quique—He estado acá desde que el entro a la habitación y nadie ha salido—
Inspector—Explícales Ramírez—
El oficial nos dijo que en ese hotel las ventanas traseras estaban ubicadas hacia un patio por donde entraba la gente de servicio de limpieza, en esas partes había cámaras que vigilaban todo, pero una vez llegados a ese sector había otras tres salidas, que daban a distintos puntos de la carretera, si mi hermano ya había pagado por la habitación la gente que vigila esas cámaras no les importaría por donde salió y si no lo había hecho seguramente lo seguirían después.
Pedro—Entonces debemos tomar otra ruta de acción—
Inspector—¿Están seguros que el es tan violento y peligroso? —
Pedro—Lastimosamente si inspector—
Quique—Prima, qué opinas—
Leticia—Voy a entrar yo— todos me vieron sorprendidos y asustados.
Quique—Estas completamente loca, no te voy a dejar que lo hagas—
Pedro—Es cierto Leticia, no es seguro para ti ni para nadie enfrentase a el—
Leticia—¿Quien dijo que lo enfrentaría? Solamente hablare con él, Pedro después de hablar con Iris llegue a la conclusión que mi hermano no ha estado desde hace tiempo y ella y su hija no han sufrido daño, por lo que quizás yo sea la única persona en este grupo que este a salvo—
Inspector—Abogada, nosotros nos acercaremos y estaremos cubriéndole su espalda en caso que el intente algo—
Leticia—Se lo agradezco inspector, pero si ve que intenta algo trate de no hacerle daño—
Inspector—Lo intentaremos, se que cualquier cosa que le pase a usted o el será acarrearme el odio de su padre y quizás de su tío y eso es algo que nadie en este país quiere abogada—
Me empecé a preparar mentalmente, no había mucho que pudieran darme para estar parada frente a él y además no sabía con quién me encontraría, solo podía confiar en que mis conclusiones de que él no le había hecho daño a ninguna mujer fueran ciertas y yo estuviera a salvo. Cuando estaba frente a la puerta toque.
¿? —Bienvenue Léti— me asusto que empezara a hablarme en francés.
Leticia—Hola ¿puedo pasar? —
¿? — Oui—
Leticia—Gracias, podríamos hablar en español, mi francés está muy oxidado—
¿? —¿Qué haces acá? Pensé que seria Quique el que se animara a entrar—
Leticia—Ya vez, quise ser la primera, primero las damas, ya sabes—
¿? —Se que son unos cobardes, y sé que esos tipos que vienen detrás de ti harán algo a la menor provocación, ya estas empezando a pensar y comportarte como los viejos Leti—
Leticia—Quizás, pero a veces es necesario hacer algunas cosas que no nos gustan—
¿? —¿Qué has hecho que no te guste Leti? —
Leticia—Dejar que me digas Leti, por ejemplo—
¿? —jejeje, Buena respuesta, pero veras, decirte Leti o Leticia a mí me da igual—
Pasamos unos tensos segundos en silencio donde me puse a ver la habitación, estaba con lo justo, no había cosas que estuvieran fuera del lugar, pero había muy pocas cosas que pudiéramos decir que eran de él, lo que más resaltaba aparte de una t-shirt eran unas mascaras blancas y unas medias finas de color negro, todo dentro de una bolsa transparente de plástico sobre la cama, cuando me vio observarlas vi en su rostro una sonrisa que yo definiría como condescendiente, después vi su brazo con un vendaje sucio.
¿? —Gajes del oficio Leti, ya casi esta curada, pero aun debo mantenerla cubierta un poco más—
Leticia—Me imagino, puedo saber dónde está mi hermano—
¿? —Muerto—
Leticia—¿Qué? No… espera, dime que es una broma—
¿? —jajaja Lo es, la verdad se perdió, no supo cómo reaccionar y por eso estoy yo—
Leticia—¿Cómo reaccionaste? —
¿? —No seas morbosa Leti, creo que ya encontraron lo que dejé en el club al que solía ir Quique, así que al menos tienes una idea de lo que hicimos—
Leticia—Escúchame tu… creo que aún no me dices tu nombre—
¿? —No quiero decirlo, pero si tienes uno que te sobre puedes usarlo para mí—
Leticia—No tengo ninguno, pero dime algo acerca de ti antes de continuar—
¿? —mmm, De momento solo tienes que saber que yo decido quien vive y quien muere, ahora continua con lo que estabas pensado en decir—
Leticia—Quiero saber por qué hiciste todo eso—
¿? —Porque Franco no pudo hacerlo, no creo que fuera por falta de valor, fue mas por falta de estómago, por lo que aproveche para dar una vuelta—
Leticia—¿Solamente una vuelta? —
¿? —Al inicio sí, pero ahora no, veras Leti, hace mucho tiempo que no “salía” y me he divertido mucho estas semanas, por eso no creo que pueda o quiera volver a dormir—
Leticia—Escuche que estuviste ocupado estos días—
¿? —Así es, esto lleva tiempo de planificación y además necesitaba limpiar el desastre para que ustedes pudieran tener una vida tranquila—
Leticia—¿Nosotros?… Franco explícate—
¿? —Pensé que no tenías un nombre para mí, supongo que ese nombre te sobrara dentro de poco así que puedes usarlo—
Leticia—Perdón, creo que me altere, pero aun así explícame lo que quieres decir—
Por unos segundos la mirada fría se calmó, parecía estar sobre pensando sus siguientes palabras, como si no quisiera hacerme daño al decirlas, luego de un lapso de tiempo que para mi fue eterno el hablo, en ese momento pensé que mi hermano había vuelto.
¿? —Leticia, no creo que tu hermano pueda hacer frente a lo que hicimos, es un niño de mamá demasiado inocente y aunque no lo considero débil, él ha visto y vivido muchas cosas, esto no es como ponerle una raya mas al tigre y se acabó, esto… lo que hicimos, tiene que ver con el y su deseo de protegerlas a todas ustedes, si Leticia estas incluida, ese sujeto Erick planeaba usarte a ti también, pero ya no puede usar a nadie más, aun me faltan cerrar algunas cosas y mientras no termine con eso, no podré volver a dormir—
Leticia—¿Cómo sabes todo eso? — el saco de su bolsillo un dispositivo para grabar y me lo lanzo.
¿? —Entiendo si no te gustan algunas de las cosas que hay allí, pero esa se la saque al tipo ese después que Iris se durmiera, decidí que lo mejor era dejarla encendida para que alguien mas sepa lo que le paso a ese hijo de puta, no grabo hasta el final, pero si hay varias cosas, incluye sus planes, creo que ni se dio cuenta de lo que decía, ya que lo dijo mientras jugaba con él, decidimos que sería bueno que tú la tuvieras—
Leticia—Debes de saber y comprender que no te puedo dejar ir—
¿? —Esperaba que lo hicieras, aun tengo que hacer y como te digo cuando Iris se entere seguramente no querrá saber nada de nosotros—
Leticia—Te equivocas en eso, ella te extraña, mucho, solo dios sabe cuánto—
¿? —Es porque no sabe lo que hicimos—
Leticia—Creo que, aunque lo sepa ella aun te extrañaría y seguramente te buscaría hasta el fin del mundo si te vas como creo que piensas hacerlo—
¿? —¿Por qué no está ella acá? Para apoyar a Franco—
Leticia—Porque estoy yo, ella confió en nosotros para buscarte y encontrarte—
¿? —Pues parece que confió en las personas correctas—
Leticia—Tu también puedes confiar en nosotros, para tu venganza—
¿? —¿Cuál venganza Leti? Ellos solo amenazaron a quienes ama Franco, a lo sumo fue una advertencia—
Leticia—Algo severa si me permites decirlo—
¿? —Bueno había más gente a quienes advertirle lo que pasara si nos sentimos amenazados—
Leticia—¿Me puedes decir quién más? —
¿? —En este punto solamente me queda ella, pero no está en el país—
Leticia—¿Qué paso con las demás personas? —
¿? —mmm, No mucho, descuida, nadie paso lo que paso Erick, creo que lo hicimos bien limpiando el desastre que dejamos en el club—
Leticia—Entonces creo que no hay razón para que no vengas con nosotros—
¿? —Ya te dije aún falta ella—
Leticia—Déjamela a mi—
¿? —¿La conoces? —
Leticia—Si, fuimos muy cercanas hace algún tiempo—
¿? —Explícame ¿Qué tan cercanas? —
Leticia—Fue mi… bueno ya sabes—
¿? —No, no sé, pero me imagino ¿Quiero saber cómo empezaron? —
Leticia—Ok, pero esto no es algo de lo que yo esté muy orgullosa—
La conocí cuando estaba haciendo la pasantía en aquel bufete del amigo de papá, ella llego a visitar a ese señor, desde el primer día había notado que todos los hombres me veían con deseo, pero ninguno se había atrevido a hacerme la mínima insinuación, todos sabían quien es mi padre y mi tío, también sabían que yo era en ese tiempo la princesa de ambos, de hecho aun lo soy, recuerdo perfectamente cuando la vi entrar, su cabello rubio ondulado a la altura de los hombro, vestía un elegante traje gris con la falda apenas unos centímetros por encima de la rodilla, pero muy, muy ajustada, una blusa blanca, llevaba su saco en el brazo, cuando me vio fue completamente electrificante, creo que ella sintió lo mismo, su sonrisa la delato.
Yo sabia desde mi adolescencia en el colegio que me atraían sexualmente tanto los chicos como las chicas, Carmen me ayudo a darme cuenta de ello, quizás esto no quieras oírlo, pero yo estuve con ella antes de que lo hiciera Franco, de hecho, fue la primera mujer con la que tuve verdadero sexo, me ayudo a liberarme y disfrutar de la compañía femenina.
Ella entro y estuvo por unos 20 minutos dentro del despacho del socio mayoritario, el jefe de jefes como le decían todos, luego al salir se le veía fresca y sonriente como cuando un vendedor acaba de sellar un importante trato, no así el jefe que salió pálido, y sin decir palabra alguna llamo a su secretaria.
Antes de irse me volteo a ver de nuevo, pero esta vez se acercó a mí con esa sonrisa pícara, yo se la correspondí con mi mejor sonrisa, cuando llego a mi lado note que era mas alta que yo y pude sentir su perfume, me pregunto por mi padre y dijo que lo conocía desde hace tiempo, me sentí incomoda cuando lo menciono, luego cambio el tema y empezó a hacer preguntas sobre mi y de como me trataban en ese lugar, le respondí a todas tratando de no parecer una niña tonta, creo que hasta ahora esa fue la única vez que he sentido un flechazo como dicen las historias románticas, me dijo que debía marcharse, pero intercambiamos números de teléfono.
Antes de terminar esa semana ya habíamos hablado y nos quedamos de juntar en algún punto de la siguiente semana, yo sabia como ella estaba jugando conmigo, había visto a muchos hombres jugar así con mis amigas y con mis compañeras del trabajo y compañeras de la universidad, más de alguno lo intento conmigo pero el hecho de que ella fuera una mujer en la mitad de sus treinta años y se viera tan ejemplarmente exitosa y sexi, me produjo un sentimiento de querer ser como ella, una admiración que fue llevándome hacia la lujuria, averigüe lo que pude de ella en esos días y descubrir que en efecto era tan exitosa como parecía y eso me hizo sentirme atraída aún más por ella.
No pasamos de una cita para empezar a besarnos desaforadamente en su auto, sentí por primera vez miedo de que mi lujuria guiara a mi corazón. La primera vez estuvimos juntas fue una tarde que nos juntamos para beber un café en un lugar nuevo y medio pretencioso, nos aburrimos al menos yo si lo hice, ya nos habíamos estado insinuando la una a la otra durante esa tarde, el local lo único bueno que tenia era la iluminación, hacia que resaltara su hermoso rostro, cuando estábamos en el lugar mas apartado del local me dijo al oído que ella tenía mejor café en su casa y si prefería ir a probarlo allá, con mi mejor sonrisa le dije que sí.
No hubo ningún café, solo dos cuerpos que se devoraban las bocas desde antes de entrar, que se arrancaban las ropas como desesperadas, que al rato disfrutaban de la suavidad de sus labios mezclándose con la suavidad de sus cuerpos, las caricias de sus suaves manos en mis muslos, el olor de su sexo cuando lo acariciaba con mi lengua, la sensación de sus besos sobe mis pechos, la visión de los suyos cuando los acariciaba, todo en esa tarde fue tan memorable.
Sentir como la suavidad de sus dedos y sus labios recorrían mi sexo me llevo a un punto de placer, que no pensé que existiera, sabía que ella me estaba llevando a sus mieles, pero no sabia la razón, en ese momento solo pensé en disfrutar de sus habilidades, además me dispuse a entregarle lo mejor de mi porque lo que me hizo sentir merecía que se lo agradeciera de igual manera.
Cuando estaba en casa el siguiente día pensando en ella, me di cuenta que no podía enamorarme de ella, en realidad la sensación de que había algo raro allí no me dejo dormir, las siguientes veces que nos vimos no fueron muy distintas, todo empezó a acabarse cuando ella hacía mención de sus amantes hombres, en ese tiempo no estaba interesada en ningún hombre, de a poco los fue incluyendo en sus platicas especialmente a uno, ese del que hemos hablado, no me había percatado de que era Erick de quien me hablaba Magda en ese tiempo.
¿? —Bien parece que la conoces mejor, te la dejare a ti, solo recuerda que, si algo les pasa a ellas por que no te hiciste cargo de Magdalena, tu y yo nos volveremos a encontrar justo después que termine con ella y descuida Franco no sabrá que tu estuviste con Carmen—
Leticia—Ok, lo tendré en cuenta, solo no creo poder hacer eso que hiciste tu—
¿? —No tienes que hacerlo me conformo con que Iris y su hija estén a salvo, ahora llama a ese inútil de Pedro y dile que entre ya—
Entraron todos y el solo los veía con una fría soberbia, incluso el inspector pareció esquivar su mirada por un instante, la salida hacia el auto fue un show que algunos pocos curiosos disfrutaron, al final se quedo mi primo con uno de los hombres del inspector para arreglarse con nuestros observadores.
Termine mis recuerdos cuando una voz me hablo desde la puerta de la cafetería.
Iris—Leticia ¿Cómo esta Franco? —
Leticia—Dormido por ahora, según los doctores es lo mejor de momento, parece que no lo paso del todo bien estos días que estuvo vagando—
Iris—Pedro no tarda en alcanzarnos, dijo que hablaría primero con alguno de los médicos de este lugar, no me parece que sea algún hospital o clínica—
Leticia—Ok, en un rato debo irme, mis padres están nerviosos con todo esto, mañana quieren venir para verlo y necesito informarles de la situación—
Iris—Los estaremos esperando acá, ahora dime Leticia ¿Qué paso? Pedro me dio una versión corta, pero siento que nadie me dice todo lo que necesito saber de lo que paso con mi esposo—
Leticia—No sé ni por dónde empezar, creo que lo primero que necesito decirte es que el te ama, mas que a la vida misma—
Iris—Lo sé, pero dime al menos como estaba cuando lo encontraron—
Leticia—Sucio, con una barba de unos cuantos días, además cuando lo examinaron los doctores dijeron que estaba levemente deshidratado, su cuerpo no estaba acostumbrado al tipo de alimentos que ingería y eso le provoco una leve diarrea que lo mantenía así—
Iris—¿Te conto a ti o alguien más lo que ocurrió esa noche después de que me dejara dormida en casa? —
Leticia—Mira Iris, en este breve periodo que llevo como concejal en el ayuntamiento y lo vivido en esta ultima semana, te puedo asegurar que hay cosas que es mejor no saber, por mucho que creas que te duele el alma no saberlas, créeme todo lo que necesitas saber es que tu esposo se encuentra perdido en una profunda oscuridad y te necesita para salir de allí, sin tu ayuda no lo podremos recuperar nunca—
Iris—¿En serio tan malo es? Solo he hablado contigo y con Pedro, pero ambos me han contestado con evasivas después de todo lo que hablamos el y yo en el auto, me he hecho a la idea de que sea lo que sea que hizo mi esposo es algo muy grave—
IRIS
Mi cuñada me vio como que queriendo saber que me había dicho Pedro, pero después se arrepintió, nos quedamos hablando un rato más de cómo lo estaban llevando sus padres hasta que apareció nuestro amigo y mientras me decía que vería a mi esposo, Leticia se despidió y salió rumbo a casa para ver a sus padres.
En ese momento nos pusimos en marcha hacia el interior de la pequeña clínica, era un lugar que parecía mas una casa de campo, estaba lejos de la ciudad y el camino hasta ella era de fácil acceso, me imagine que estaría más vigilado, después de lo que comento Pedro, no vi a ningún paciente y solamente vi a parte del personal, muchos saludaban a mi amigo como si fuera un viejo conocido, el correspondía los saludos.
El camino se me hizo eterno, entre los saludos de Pedro y el paso que llevábamos estaba a punto de gritarle que me dejara ver a mi esposo, cuando por fin se detuvo frente a una puerta y me hizo pasar a una sala con un vidrio enorme, allí lo vi, lo vi descuidado y mas flaco, mi cuñada no mintió sobre la barba. Mi felicidad en ese momento no me dejo ver que estaba profundamente dormido y amarrado de pies y manos, a su lado había un enfermero observando sus signos vitales, de repente Franco se movió y el enfermero, que en realidad parecía luchador ya que era enorme aunque Pedro me aseguro que era enfermero titulado, se asusto y se puso como gato atento en alerta, luego de unos segundos que ya no se movió y el hombre volvió a sus actividades normales, después de unos minutos salió y se presentó delante de Pedro explicándole que no había ningún cambio y el único movimiento que había tenido fue el de hace unos momentos, el que vimos.
Después de unos minutos en que llore en silencio salimos de la sala, Pedro ya me había dicho que no podría tener contacto con mi esposo, pero no pensé que fuera a estar así inconsciente, salimos y con la mirada le pedí explicaciones a mi amigo.
Pedro—Veras Iris, tu esposo es considerado un paciente potencialmente peligroso, por eso se le mantienen esos cuidados y está a cargo de ese enfermero—
Iris—El no seria capaz de hacerle daño a nadie—
Pedro—A ti seguramente no, pero a otras personas si—
Iris—No puedo creerte, simplemente no puedo, aun sigo sin creer que el fuera el causante de que su padre tenga que usar bastón y se levante con dolor todas las mañanas—
Pedro—En su defensa puedo decirte que no era el cuando hizo todo eso—
Iris—Eso es otra cosa que no me creo, como pudo Franco desarrollar ese tipo de trastorno—
Pedro—Fue la combinación de la soledad por su enfermedad en su temprana edad más el trauma por ver morir a Ana sin poder hacer nada, creo que eso lo desencadeno todo, la necesidad de ayudar y proteger a las mujeres que ama—
Iris—¿Me estás diciendo que él está allí en ese cuarto forzadamente dormido por mi culpa? —
Pedro—No Iris me estas entendiendo mal, no es tu culpa, lo que digo es que quien toma las decisiones y el daño que el provoca es su instinto de protección que se desarrollo hasta tener consciencia propia y tomar sus propias decisiones y acciones utilizando para ello el cuerpo de Franco—
Iris—¿Qué sigue ahora Pedro, podre volver a tener a mi esposo de vuelta? — eso lo dije empezando a llorar desconsoladamente.
Pedro—No lo sé Iris, lo único que puedo hacer es prometerte que hare mi mejor esfuerzo para recuperarlo, pero para eso necesitare de tu ayuda—
Iris—Hare lo que este en mis manos para regresar a Franco, mi Franco—
Seguimos hablando por otro rato donde me explico que la terapia que sigue es hablar con el “ente” que habita en Franco y por medio de este poder llegar a despertar la consciencia de mi esposo, nos despedimos del enfermero y me regreso a mi casa, cuando nos despedimos me recordó que nadie, absolutamente nadie fuera del circulo familiar debía saber la ubicación de mi esposo de momento.
Cuando llegue a mi casa Kiki ya estaba allí despierta esperándome, no considere necesario contarle todo a ella, pero si le dije que Franco estaba bien y que en unos días podría volver a casa, al día siguiente la noticia del regreso de mi esposo ya se sabia en la oficina, ellos se portaron de lo mas comprensivos y fueron Quique y Leticia quienes se encargaron de contar lo necesario a sus socios, se les venia el juicio por los contratos obtenidos a base de sobornos, pero ya habían reunido suficiente evidencia para demostrar que la mayoría de esos cargos podían ser fácilmente desmentidos, excepto por uno o unos cuantos, la verdad no escuche bien lo que me decía mi cuñada yo solo era capaz de asentir con la cabeza y esperar.
LETICIA
Estaba sentada en el despacho de mi padre en la casa con audífonos puestos y un vaso del ron añejo que le encantaba a mi padre en la mano, acababa de escuchar el audio que me entrego en el hotel, no podía creer lo que había escuchado por momentos tuve que ir al baño a vomitar, lo que paso Erick me hizo sentir asco y miedo, fue un error escucharlo a solas, estaba incrédula que mi hermano hubiera hecho semejantes cosas, y los gritos, sobre todo los gritos, entre los que escuche estaba la confesión que Franco me había dicho que Erick soltó y habían muchas cosa, lo que más me sorprendió fue saber qué hace años tenían planeado usar a Iris y otra chica (creo que dijo Sara no estoy segura el nombre sonó ahogado por el dolor que seguramente estaba padeciendo), como prostitutas para empresarios y que todo había sido idea de Magdalena, lo peor fue escuchar como tuvo éxito ella en usar (no a mi cuñada ni a la otra chica), pero si a muchas más chicas e incluso a unos cuantos chicos gais durante todo este tiempo.
Mientras estaba pensando escuche la puerta abrirse y al voltear a ver era mi madre que me observaba con gesto severo por el vaso que tenía en mi mano, con pena lo deposite sobre la mesa y me levante a darle un abrazo, ella se extrañó, pero igual me correspondió el abrazo, le pregunte por mi padre y me dijo que estaba hablando por teléfono en el jardín, le agradecí y me encamine para hablar con él. No podía dejar que Magdalena y sus socios continuaran con lo que hacían y mi padre era el único que podía enseñarme a lidiar con gente así.
IRIS
Fue un nuevo día en la clínica, un nuevo día donde otra vez no me dejaban hablar con mi esposo, ya no pasaba tanto tiempo dormido y Pedro le hacia entrevistas a cada rato, parecía salir frustrado cada vez que hablaba con mi esposo y me contaba que no tenia los avances que quería con él, ya eran diez días desde la primera vez que lo vi sedado en aquel cuarto. Ese día regrese mas temprano a casa pues la nena estaba ya de vacaciones y siempre se preocupaba por Franco, quería saber las noticias en cuanto llegara y además quería saber cuándo podía ella ir a verlo, yo solamente me dedicaba a darle explicaciones que no tenían ni pies ni cabeza, pero que ella hacia como si las entendiera, mi amiga Marta tenía razón, mi hija estaba desarrollando un sexto sentido, ahora ya sabía cuándo debía preguntar y cuando aceptar y callar, no me gustaba tratarla así, ella no era ninguna tonta pero, ¿Cómo podía explicarle la situación?
Esa tarde paso lo peor que podía pasar en ese momento, sonó la puerta y mi hija atendió, al no escuchar nada me acerque para ver quien era, al principio solo vi a mi hija con cara de asombro, pero cuando me acerque y pude ver quien estaba en la puerta yo también entre en estado shock, era Magdalena.