VIDAS capítulo 58
La primera noche de juntos
CAPITULO 58 LUCES Y SOMBRAS
IRIS
Habíamos estado saliendo con Franco como por tres meses, cuando el empezó con toqueteos que me ponían nerviosa, agradecí que no fuera como algunos salidos que desde el primer día querían todo, pero yo aun no me sentía cómoda para el sexo, se lo hice saber y me dijo que me respetaba y que lo disculpara de antemano porque seguramente en algún momento sin quererlo el trataría de iniciar algo, que le dijera en cuanto me sintiera incomoda o quería parar y parábamos, me dijo que comprendía mi situación y que me tendría toda la paciencia que pudiera.
Al inicio de eso me sentí insegura y le paraba la mano casi de inmediato y en ocasiones lo notaba molesto, pero nunca en ese tiempo me hizo ningún reclamo o me hizo sentir presionada ni incomoda, esto me provocaba un estado de ansiedad, empecé a ver fantasmas, cada vez que no me contestaba una llamada o un mensaje o no podía verlo por X o Y motivo, sentía que él estaba con alguna otra, por esa razón no dejaba las consultas con Olga, ella me ayudo a ver que todo estaba en mis pesadillas y que esas no eran más que un reflejo de mis temores, no me sentía con el valor de hablar de frente con Franco como me lo sugirió ella y de a poco le soltaba frases o miradas que a él parecían confundirlo, hasta que fue el quien un día me hablo directamente.
Franco—Iris ¿Quiero saber en dónde estamos de la relación? —
Iris—No te entiendo—
Franco—Se que llevas mucho tiempo sin tener una relación tan cercana como la que tenemos, con ningún otro hombre, quiero que sepas que te quiero, quiero a Kiki y haría cualquier cosa por ustedes dos, aunque eso signifique un gran dolor para mí— en ese momento dio un gran suspiro y levanto la cabeza para ver al cielo —solo que a veces me confundes, entiendo que no estés lista para hacer el amor, prometo ser paciente y darte el tiempo que necesites, pero quiero que sepas que ese tiempo no es todo el tiempo del mundo, no quiero que interpretes esto como una amenaza o algo peor porque no lo es—
Iris—No sé qué pensar Franco, solo no pienses que no me gustas, pero a veces no se si podre estar lista, ha pasado mucho tiempo y tengo miedo de que algo malo me pase y no lo digo en lo físico—
Franco—Te entiendo y quiero que sepas que cada día que estemos juntos tratare de demostrarte cuanto te adoro y que antes de hacerte daño preferiría morir—
No sabía que pensar de él y al final solo le dije que yo también le quería y que esa situación era para mí también muy pesada, por consejo de Olga, lo fui dejando dar pequeños pasos, por ejemplo, le dejaba acariciarme los muslos o mis caderas cuando veíamos una peli en su casa, ya tenía unas semanas viviendo fuera de la mansión de sus padres, el cómo que comprendía que esos eran grandes pasos para mí ya que no pasaba de un par de caricias y luego me besaba tiernamente la frente.
Respecto a los besos, eso creo que era lo que más lo confundía, ya que al inicio de la relación eran piquitos castos, de hecho, creo que nuestro primer gran beso fue casi un mes después que se me declarara, y desde ese punto empezaron a escalar en todos los aspectos, como pasión, duración, lengüeteo, esta relación me estaba regresando a sentir cosas que yo pensaba que no debía sentir como mujer y madre, pero allí estaban los sentimientos y sensaciones.
Conforme fue pasando el tiempo las sesiones con Olga, el respeto y cariño que el me demostraba fueron abriendo mis cortinas de miedos, sumado a la buena relación que tenía el con mi hija y mi familia en general me llevo a desearlo, supe que estaba lista cuándo me empecé a tocar pensando solamente en él y entre suspiros decía su nombre.
FRANCO
Llevaba meses esperando a Iris, la verdad las pajas en su honor eran más seguidas de lo que me gustaría admitir, ¿oportunidades? claro que tuve, pero la mayoría eran las amigas de mi hermana las que seguían siendo de lo más petulantes y aburridas, por decir lo menos malo, las que a esta tierna edad de 27 años no tenían compromiso o no estaban casadas estaban realmente desesperadas por conseguirlo, incluso unas cuantas ya con esposo, prometido, novio formal o cualquier nombre que le pongan a un relación de pareja se me llegaron a insinuar.
Talvez cuando más cerca estuve de caer fue con una chica que llego al despacho como secretaria de uno de mis socios, yo había declinado tener una ya que la mayor parte de las cosas que necesitaba las podía tener dentro de mi oficina/estudio o si necesitaban comunicarse conmigo la recepcionista me hacia el favor de comunicar o tomar el recado. Como decía la chica era joven de 20 años muy bien puestos con sus gafas de pasta que solía combinar con el atuendo del día casi siempre llegaba con faldas por arriba de la rodilla y muy ajustadas, sus pechos medianos parecían más grandes por lo ajustado de sus sostenes, todo mundo notaba esto ya que solía llevar blusas bastante transparentes, solía pasarse por mi lugar de trabajo todas las mañanas al llegar a saludar y preguntar si no necesitaba algo, yo siempre respondía el cortes saludo y le hacía ver mi agradecimiento por su disposición, cuando se retiraba yo no podía evitar verla como se movía y especialmente cuando me volteaba a ver con una mirada tan, tan, tan seductora. Estuvimos en esta rutina por un mes aproximadamente hasta que se hecho de novio a un chico oficinista de los tantos que había en la zona.
Un día Iris me sorprendió al llegar hermosa y con calma, pero se notaba que algo tenía planeado me saco temprano, por suerte había adelantado algo de trabajo y no tenía mayor cosa que hacer y pude escaparme con ella.
Iris—Amor que te parece si vamos el próximo fin de semana a la playa—
Franco—Seria lindo que los tres pasáramos un fin de semana juntos—
Iris—No, seriamos solo tu y yo—
Franco—¿Esta segura? —
Iris—Si, bueno no del todo, quiero demostrarte lo importante que eres para mí y ya no se me ocurre como hacerlo—
Franco—No tienes que demostrármelo de esta forma, hay muchas otras formas—
Iris—Por cosas como esta es que quiero demostrarte cuanto me importas—
Terminamos teniendo una larga platica, donde despareció el brillo y la alegría con la que había llegado para reemplazarla con resignación y esperanza de que quizás hacer las cosas de esa forma no era lo correcto para nosotros, pero ¿Qué o como era lo correcto?
Unas noches después habíamos cenado en casa de sus padres y luego de acostar a la nena nos quedamos hablando rato afuera de su casa antes de despedirme mientras llegaba el taxi.
Franco—Discúlpame por lo del otro día—
Iris—No discúlpame tu, no quería forzar las cosas y siento que tu así lo tomaste—
Franco—Siento como que te hubiera hecho mal, al apagar la alegría con la que llegaste—
Iris—Era fingida, no quería que vieras lo nerviosa que me encontraba—
Franco—Ok, ahora resulta que podemos poner la actuación en tu hoja de vida— ambos reímos un poco —quiero proponerte que hagamos tu plan de salir solo los dos solos a la playa, pero sin presiones, en el momento que sientas que algo no va bien nos detenemos y lo hablamos—
Luego de un rato, que yo sentí eterno, por su mirada tan profunda por las reflexiones que seguramente estaba teniendo me dijo que estaba bien ese fin de semana nos escaparíamos románticamente, fue el primero de muchos.
Ese fin de semana con ella como chofer nos fuimos a un hotel en la playa de 4 estrellas, el mismo que ella se encargó de escoger y reservar, me había dicho que hubiera preferido que alquiláramos una propiedad pequeña, pero por las comodidades preferí el hotel.
Al llegar y registrarnos subimos a cambiarnos, aun hacia buen clima llegamos a las piscinas, por la época del año había poca gente, más que nada jubilados que solos o en pareja se encargaban de darle vida a ese lugar, de inmediato fuimos presas de todas las miradas especialmente ella, la gente se le acercaba para pedirle saludarla y felicitara por su trabajo en el noticiero, más de alguien le soltaba uno que otro piropo al que ella solo sonreía con amabilidad. Nos pusimos incomodos cuando en un momento estaba un grupo regular alrededor de ella y de pronto vi una mano furtiva acariciándole el trasero, ella trato de identificar al autor de dicho acto sin éxito, pero yo si lo vi y lo vi alejarse hacia un par de sujetos que con sonrisas burlonas como que le aplaudían su gracia.
Vi que cuando el primero llego otro más se paró acercándose de nuevo al grupo y de inmediato lo intercepte, y le susurre “ cuando quieras tocar algo, mejor tócame la polla, pero si no quieren perder tú y tus amigos su vida o algo peor será mejor que se alejen ”
El viejo me vio de pies a cabeza y sonrió preguntándome quien era y si no sabía con quién estaba hablando y le sonreí, luego regreso con sus amigos, parece sé que el que no se había levantado me reconoció y por lo tanto supo quién era mi padre, solo me observo detenidamente antes de hablarle a los otros, los tres se levantaron y se retiraron del área mientras me veían con una mezcla de cabreo y confusión.
Iris después de un rato se logró despegar de la gente que le hablaba y me pidió disculpas, me reí y la bese, luego tomamos el sol por un rato, ella no menciono que le tocaran el culo y yo no se lo hice ver, paseamos abrazados, nos bañamos en la piscina, en fin, lo que haría cualquier persona en vacaciones, la diferencia era que a cada rato yo la notaba más y más nerviosa, decidí hablarle durante la cena que hicimos en un pequeño lugar de la paya algo retirado del hotel.
Franco—Amor he querido preguntarte ¿Estas bien? Durante todo el día te he notado nerviosa—
Iris—Si cielo, es solo que…— se detuvo en lo que estaba a punto de decir —tienes razón, estoy muy nerviosa, tengo miedo—
Franco—No debes tener miedo, si quieres puedo pedir otra habitación y descansas tranquila tu sola, aunque preferiría quedarme a tu lado para demostrarte que estas a salvo—
Iris—No es eso lo que me da miedo, tengo miedo de lastimarte con mis miedos y perderte—
Franco—De momento no ha ocurrido algo que pueda hacerme pensar así—
Iris—Lo sé, pero lo mejor es que lo hablemos en la habitación, dentro de un rato, quiero ir al casino y beber un par de tragos y sé que tú me cuidaras—
Regresamos al hotel y nos cambiamos, la verdad no llevábamos ropa de noche, yo me puse un pantalón de lino, una camisa tipo guayabera que compre en el lobby del hotel, zapatos y cinturón de cuero negros ambos, ella también había comprado un vestido blanco que por las prisas no pude ver bien, cuando la estaba esperando dentro de la habitación me dijo desde el baño que cerrara los ojos para la sorpresa que me tenía, cuando salió del baño, me indico que abriera los ojos y la quijada se me callo, no me salían las palabras, se me salían los ojos y me arrepentí de tener un pantalón tan fino donde se notaba la erección que me estaba empezando.
Salió con su vestido blanco a mitad del muslo, sandalias altas, el vestido sin ser apretadísimo le marcaba su figura, tenía un escote discreto, pero la forma le levantaba los pechos, parecía que no tenía puesto sostén, cuando se dio la vuelta, casi le brinco encima, se le notaba que tenía una diminuta tanga por lo transparente del vestido en esa área.
Tenía su cabello recogido en una cola de caballo y un maquillaje resaltando esos labios que siempre me han vuelto loco, se me acerco y me dio un piquito nada casto y me acaricio el pecho, luego dirigió su mirada hacia mi entre pierna y levanto su vista para decirme “ parece que te gusto mi sorpresa ” la abrace y la acerque con fuerza hacia mi cuerpo, el beso que siguió fue la más candente que nos habíamos dado hasta ese momento.
Yo no quería, pero ella insistió en salir al casino del hotel, cuando la vieron llegar los meseros y los huéspedes que en su mayoría eran jubilados, se quedaron pasmados más de algún tío fue regañado por su pareja, por suerte no vi a los viejos rabo verde de la tarde.
Comimos poco y después en el casino nos pusimos a jugar en la ruleta, no le atinamos a ninguno, creo, la verdad le estaba poniendo más atención a ella en lugar de lo que hacía, sus sonrisas y sus gestos me habían hipnotizado, ella bebió solo un par de martinis. Regresamos después de la media noche y mientras subíamos en el ascensor me tomo fuerte de la mano y se me acurruco, no decíamos nada solamente nos quedamos así en el ascensor y al salir estábamos tomados de la mano hasta llegar a la puerta de nuestra habitación.
Al cerrar la puerta la abrace y temblaba de los nervios, como me lo confeso un tiempo después, yo solamente levante su cabeza para besarla y hacerle saber de esta forma que estaba segura a mi lado, ella correspondió el beso de forma tierna, de a poco fue besándome el pecho y quitándome la camisa, la levante del suelo y la deposite suavemente sobre la cama, ella seguía temblando mientras deslizaba mi boca por su cuerpo hasta alcanzar sus pies, la descalce y ella seguía con su mirada nerviosa, después subí por sus piernas de a poco dándole besos en sus rodillas, muslos por sobre el vestido, mientras ella acariciaba mis cabellos.
Con nuestras miradas nerviosas le fui acariciando las piernas por encima del vestido no me detuvo como yo esperaba que hiciera, pero note que dudaba en todo momento, cuando termine de levantarle el vestido hasta la cintura me di cuenta que la tanga que cargaba estaba mojada y era justo como la había imaginado cuando la vi salir del baño, en ese momento mientras yo admiraba su cuerpo me pidió que apagara las luces, me levante para hacerlo y mientras yo estaba en esas ella se quitó el vestido, la tenue luz de afuera me dejo ver sus hermosos pechos y la tanga blanca y cuando me acerque la abrace y empecé a quitarme la camisa ella se levantó acariciando mi pecho de nuevo.
Sabía que no era la persona ni el momento para meter mis dedos por su sexo y por eso me dedique a masajear esa área por encima de la fina tanga y besarle el abdomen hasta el ombligo, allí le sople un poco para ver su reacción, esta no se hizo esperar en forma de leves movimientos cuando su respiración se empezó a acelerar le corrí un poco la tanga y me dedique a besarla por los labios vaginales y la parte interior de sus muslos.
Cuando note que su cuerpo empezaba a convulsionar levemente le acaricie con la lengua la parte alrededor de su clítoris y ella empezó a gemir suavemente mientras su respiración empezaba a hacerse más agitada continúe con el mismo ritmo hasta que alcanzo su primer orgasmo, al terminar me levante para quitarle esa última prenda deslizándola lentamente mientras acariciaba con la punta de mis dedos todo el recorrido de sus piernas, la coloque despacio en el suelo admirándola y excitándome cada vez más con la visión de tenerla así completamente desnuda ante mí por primera vez.
Me quite el pantalón mientras ella me observaba expectante aun con cierto temor, al estar en bóxer me recosté a su lado para besarla de nuevo mientras acariciaba su hermoso cuerpo, me coloque sobre ella en posición de misionero y me moví lentamente sobando mi pene contra sus labios vaginales por sobre la tela, no recordaba haber tenido una erección así de fuerte antes.
IRIS
Wow ¿Qué fue eso? Hacía mucho tiempo que no sentía un orgasmo así, no fue el más fuerte que hubiera tenido, pero era el primer hombre que me tocaba con tanta ternura y suavidad en mucho tiempo notaba que en todo momento quería hacerme sentir cómoda, quizás por eso no se había abalanzado como perro hambriento sobre mi sexo ahora mientras sentía su erección con suaves movimientos sobre mi conchita sentía que él también estaba húmedo en ese momento nos mantuvimos la mirada, el empezó a acariciar mis pechos con una mano mientras se levantaba un poco, con la mano libre volvió a hacerme suaves masajes sobre y alrededor de mi clítoris, con la humedad que se desprendía de mi sexo tenía suficiente lubricación para pasar sus dedos sin problema.
No sé si el noto mi nerviosismo aún no estaba del todo lista, su pene era perfecto para mí en ese momento, si bien no parecía tan largo al inicio, se sentía por sobre el bóxer con el suficiente ancho para llenarme, luego volvió a besarme y a acariciarme por la espalda y la cintura, sus caricias eran suaves y tiernas, con los dedos casi no usaba la mano completa, luego con una mano empezó a acariciarme la cara con ternura mientras nos dábamos leves piquitos, después bajo su cabeza para besar mis pechos dándole leves mordiscos y succiones en mis pezones.
No podía aguantar más y lo acaricie por la espalda mientras nos besábamos, le empecé a bajar la última prenda, él se levantó un poco para poder vernos y me dio una sonrisa que me ilumino la noche, me dijo que lo esperara mientras se levantaba y fue hacia su maleta para sacar una caja de condones.
Regreso con uno en la mano y me tomo de una para que le ayudara a quitarse el bóxer mientras el destapaba el que había sacado, supuse que era una invitación para hacerle sexo oral, pero no me sentía preparada para hacérselo en ese momento, especialmente después que le vi el paquete completo, por un momento me paso por la mente detenerlo todo allí, en ese momento sentía que si lo hacía no tendría reproches de parte de él y muy probablemente me entendería, pero mis ganas de él pudieron más que mis temores y aunque no me lleve su pene a la boca si me mantuve acariciándole su abdomen que aunque no era marcado como fisicoculturista, estaba bastante bien tonificado, de hecho todo su cuerpo estaba bastante en forma, lo que más me gustaba eran sus brazos y sus piernas, me recordé la facilidad con la que cargaba a mi hija y aunque había sentido que estaba fuerte cuando lo abrazaba, no era lo mismo que tenerlo así desnudo frente a mí, se me volvió a empapar mi sexo y desee que lo volviera a besar de nuevo y hacerme sentir otro orgasmo así antes de que siguiéramos.
FRANCO
Cuando me asegure que el condón estaba bien colocado la voltee a ver a los ojos, esta vez había más lujuria que dudas, la vi de nuevo de pies a cabeza y note de nuevo humedad en su conchita, me agache para volver a darle unos cuantos besos de nuevo.
Supuse que ella no le gustaba hacer sexo oral cuando tuvo la oportunidad y no lo hizo, me dije a mi mismo quizás más adelante en la noche o quizás otro día.
De nuevo separe sus piernas e introduje mi cabeza para besar su sexo, su húmedo sexo, esta vez me dedique a besar y suavemente succionar primero los labios vaginales y después alrededor de su clítoris, después de pocos minutos así le acaricie con la palma de una mano toda su zona genital, ya había decidido que no la penetraría con mis dedos y aunque se me hacía difícil quería cumplir con eso, por lo que decidí abrir sus labios vaginales para descubrir por completo se pequeño clítoris esta vez me dedique con la lengua a darle movimientos lentos circulares, de arriba abajo y cuanto se me pasara por la mente en ese instante, con la otra mano tenía acariciándole uno de sus pechos pellizcando levemente su pezón para hacerme una idea si ella o estaba pasando bien o no.
Mientras mi mano se mantenía sobre su pecho y yo seguía con los movimientos variados sobre su clítoris levante un poco la cabeza para verla y ya no me quedo duda de que ella lo estaba disfrutando, especialmente cuando tomo la mano que estaba sobre su pecho y se metió mi dedo pulgar en la boca lamiéndolo, cuando se lo saco pase ese dedo por su pezón y eso hizo que de a poco se pusiera duro como piedra.
IRIS
Cuando sentí mis pezones duros sabía que se venía mi segundo orgasmo, no sé si mi disposición a ser multiorgásmica esa noche de debía solamente a lo que él hacía, que era muy bueno, o si también jugaba en parte el tiempo que tenía sin sexo, pero lo que sentí esa noche fue de las más especiales que tuve en toda mi vida.
Después de mi orgasmo le pedí unos minutos para recuperarme a lo que él respondió con una sonrisa tierna y luego un beso húmedo, acariciándonos el abdomen ambos solo nos quedamos viéndonos, aunque la luz de afuera de la habitación era tenue, yo sentía el calor de sus ojos, quería responderle con lo mismo, pero por un lado aún estaba bastante agitada, por el otro no sabía si él estaba sintiendo lo mismo ya que no me sentía capaz de introducirme su pene en la boca, no aún.
Me sorprendió que su pene aún estaba duro, no tanto como al inicio, de hecho, por momentos cuando me rozaba creí sentirlo más duro, mientras volvía a besarlo empecé a masturbarlo, la sensación con el condón era rara, creo que nuca antes lo había hecho así, creí que se correría cuando me pidió que me detuviera, pero solo me sonrió y me dijo que era mejor cambiarlo antes de seguir, lo vi con duda cuando em susurro que estaba hablando del condón.
Cuando se acercó de nuevo a la cama después de cambiar el condón se recostó sobre mí, quedamos en posición de misionero, sus labios sobre los míos eran la mejor sensación que había tenido en mucho tiempo, luego bajo sus besos para enfocarse en mis pezones y lamerlos, succionarlos, acariciarlos. Cuando levanto su cabeza para vernos a los ojos había empezado a mover sus caderas para que la punta de su miembro quedara en la entrada de mi vagina, la mirada que nos sostuvimos era como que sin hablar el me pidiera permiso para seguir y yo quería gritarle que me hiciera suya.
FRANCO
Dicen que lo que bien se aprende nunca se olvida, pues no sé dónde Iris aprendió a hacer lo que hicimos después de que mi pene entro en su vagina, pero dios bendiga a quien la enseñara, lo que siguió después de varios minutos en misionero fue ella moviéndose como un pequeño gusano pero con suavidad, nada violento, lo mejor vino después cuando cambiamos de posición y ella quedo arriba de mí, la suavidad y cadencia que ponía a sus movimientos era tan encantador, sumado a que en esa posición tenía libre acceso a sus pechos, mientras ella me observaba, tratábamos la manera de mantener contacto visual la mayor cantidad de tiempo que pudiéramos, era como nuestro lenguaje para saber que estábamos por el camino correcto para nosotros.
Verla en todo su esplendor cuando erguía su cuerpo sobre el mío mientras ella movía sus caderas, me acercaba peligrosamente a correrme antes de lo que deseaba, estaba perdiéndome en esas sensaciones cuando note que ella se movía más rápido para alcanzar otro orgasmo, esta vez ella no se aguantó y soltó un corto grito seguido de fuertes respiraciones, cuando acerque mi mano para acariciarle la cara note que ella tenía sudor sobre su labio superior, acerque su cara a la mía y la bese.
Le pedí que cambiáramos de posición y ella se levantó para acomodarse a mi lado, yo me levante y me puse detrás de ella, pareció sorprenderse e incomodarse un poco cuando me coloque así, pero siguió adelante sin decir nada, seguimos en esa posición y la visión de su trasero moviéndose de esa forma me dio ideas, pero no sabía si ella estaba dispuesta, la tentación era demasiada y decidí no arriesgarme.
Para evitarme posibles ganas de poner mis manos o mis dedos donde no era, decidí con una mano tomarla por sus pechos y con la otra la coloque alrededor de su cuello sin ejercer presión, acelere mis movimientos para hacer más profundas las penetraciones, ella tiro su cuerpo hacia adelante quedando boca abajo sobre la cama, yo continúe con mis movimientos y de nuevo volví a poner mis manos en una situación tentadora, decidí echar el peso de mi cuerpo sobre el suyo y con la manos acariciar todo lo que pudiera de su torso, pechos, espalda, abdomen, cada segundo que pasaba era un segundo que disfrutaba y se acercaba mi orgasmo, tenía una buena cantidad acumulada, ya que según yo, las incontables sesiones de masturbación deseando este momento con Iris no habían sacado todo lo que tenía por dentro.
Le pedí que me avisara cuando ella se corriera, aunque se en este momento de nuestras vidas quería que nos corriéramos juntos, yo estaba a punto y ella me dijo que le faltaba poco para llegar, para acelerar el proceso decidí levantar su cuerpo mientras seguía con mi movimiento de caderas, quedamos los dos recostados sobre nuestro lado derecho y con la mano que tenía libre empecé a acariciarle su sexo, mientras mi miembro entraba y salía de ella a ritmo constante.
Por suerte no aguanto mucho y algunos segundos después me aviso que se corría, eso me dio pie a que yo también, no sé si fue al mismo tiempo, pero así lo sentí, la sonrisa que nos dedicamos después fue de lo más fresco y sincero que alguna vez tuve, volvimos a repetir la sesión varios minutos después mientras nos recuperábamos estuvimos hablando de muchas cosas y le confesé que estuve a punto de jugar con mis dedos en su orificio anal, su mirada fue de susto y me agradeció que no lo hiciera, me prometió que la próxima escapada se liberaría un poco más, no le entendí que quiso decir, pero me gusto el beso que siguió después.
Luego del segundo polvo nos quedamos dormidos muy rápido, al despertarme no pude resistir la tentación de ver su cuerpo completamente desnudo con el sol de media mañana entrando por la ventana, me dio un leve ataque ya que era mucho mejor de lo que pudiera haber imaginado, me di cuenta que a media espalda ella tenía un pequeño lunar y otro cercano a la cadera del lado derecho.
Decidí antes de hacer otra locura que lo mejor era darme un baño y después que ella hubiera hecho lo mismo veríamos que hacer, la verdad estaba hambriento y no solo de sexo. Cuando me encontraba bajo a ducha y levante mi vista hacia la habitación, vi lo más hermoso que había tenido la oportunidad de ver alguna vez, ella parada desnuda en la puerta, solamente levante mi mano y la invite a acompañarme de nuevo.
IRIS
No pude aguantarme cuando lo escuche en la ducha y me levante, me despertó al retirar las sabanas, sentí que estuvo a punto de hacerme el amor de nuevo, pero escuche un fuerte suspiro de su parte, cuando recompuso las sabanas y se levantó sentí que podía confiar de nuevo, escuche cuando abrió la ducha y sentí ganas de saber si lo que mis labios, mis manos tocaron y lo poco que pude ver con la tenue luz de afuera si era todo real, gracias a dios lo fue, sus brazos y piernas tan fuertes, su pecho y abdomen marcado, pero sin exagerar.
Me moje de nuevo cuando me vio y me invito con él a bañarnos, sus manos enjabonándome, su aliento sobre mi cuello, sentir y ver su miembro en forma y decidí que no podía correr el riesgo, así que solo lo masturbe, el me dio indicaciones de cómo le gustaba y mientras él hacia lo mismo, pero a diferencia mía el sabia como hacerlo para que yo disfrutara, después de corrernos, nos apresuramos para bajar a comer algo, aún estaba abierta la barra de desayunos, hablamos de lo que sentimos y de lo nos hicimos sentir el uno al otro, decidimos regresar pronto no quería dejar mucho tiempo a Kiki con mis padres ya que al otro día tenía escuela y debía ver si tenía algún pendiente con la tarea.
FRANCO
Regresábamos en la carretera, mientras ella conducía yo trataba de encontrar algo en la radio, necesitaba distraerme o si no le saltaría encima para hacerle el amor de nuevo, habíamos dejado de platicar y lo último que dijo fue “ Franco, amor, francamente necesitamos que aprendas a conducir ” nos reímos los dos mientras escuchaba una frase de una canción que de inmediato asocie con ella:
“ You are the first one of your kind, and you feel like no one before ”
Me paso dejando a mi departamento y luego ella se dirigió rumbo a su casa con sus padres y la nena, me sorprendí al encontrar un mensaje apenas unos minutos después de que entrar a mi departamento.
Iris—Amor, gracias la pase como no pensé que podría pasarla contigo, espero que sea la primera de muchas noches y días juntos, te quiero❤❤❤—
Franco—Yo también te quiero y déjame planear algo nuevo para los dos, solos o con la nena—
Su respuesta tardo en llegar y solo fueron unas caritas sonrojadas, me imaginé que ese primer mensaje lo envió antes de arrancar y después ya no pudo seguir escribiéndome, me recosté en la cama, al otro día teníamos una junta importante en el despacho, parece que contra todo pronóstico al fin nos habían adjudicado una obra del gobierno y debíamos poner manos a la obra pronto.
ERICK
Erick—Magda, estas más loca que una puta cabra, yo no me voy a prestar a eso—
Magda—Amor piensa en el futuro, además solo será una vez, igual no es algo que te sea ajeno, ya lo has hecho antes, recuerdas a Fernando— la vi de nuevo con furia, seguramente ella lo sintió ya que me vio dudosa, pero sin dejar ese toque altanero de su mirada —ya, lo siento amor, sé que le tenías mucho aprecio y no fue justo de mi parte prohibirte ir a su entierro, pero no podemos dejar que la gente piense que tenemos alguna clase de relación con criminales—
Erick—Era mi amigo, el único amigo que tuve en ese pueblo de mierda— se me revolvió el estómago pensando de nuevo en el pueblo donde me crie arrastrado por mi madre —igual él era quien hacia esas cosas, te hubieras casado con el sí querías a alguien para eso yo no soy así— mis nervios estaban a flor de piel, es increíble lo que ella pretende hacer para ganar una diputación y con ese partido con el que seguramente no ganaría ningún puesto y solo perdería su dinero y mi respeto.
En los últimos años ella se había dedicado a hacerse propaganda para convertirse en legisladora, empezó cuando se aburrió del servicio de scorts que convertimos la agencia, aun lo manteníamos, pero con el fin de obtener coños frescos para mí, rabos jóvenes para ella y todo lo demás para Joaquín, de Wendy no supimos más, cuando se fue en sus vacaciones por el Caribe ya nunca volvió.
Todo estaba normal, Joaquín y yo nos encargábamos de conseguir a los chicos y chicas después era cosa de Magda conseguir las drogas y usarlas en ellos y ellas, especialmente ellas, para conseguirlas ella se servía de don José Luis, pero por un pequeño problema ella se encargó de buscar a otro u otros proveedores, nunca me entere de cuál fue el problema que tuvieron.
Iris y Sara fueron los primeros intentos de empezar a obtener putitas, Magda sabía que necesitaba cerrar negocios para sus hoteles y sus otras inversiones y le empezó a nacer la idea que ella podía tener su agencia de scorts y así cumplir con los caprichos de sus inversores y evitaba tener que ser ella la que se acostara con los viejos.
Como sea acá estamos casi 10 años después, ella aprendió a esconder sus cuentas en paraísos fiscales a través de pequeñas empresas, las cuales yo era el principal accionista y dueño, tiempo después entendí porque Joaquín no quiso meterse en eso y pidió seguir siendo un empleado más, estaba bien jodido por parte de ella y el “acuerdo” prenupcial que firmé cuando nos casamos me dejaba aparte de pobre a penas con lo puesto. No, divorciarme no es una opción, así como tampoco delatarla ante las autoridades que podrían tener alguna investigación pendiente ya que yo también caería preso quien sabe si por más tiempo que ella.
Muchas cosas estaban cambiando para mal, al menos en mi situación en esta relación, necesitaba buscar algo, lo único bueno era que ella me dejaba tener sexo con quien yo quisiera, a veces me pedía que complaciera a alguna viuda o casada madura con dinero, la última vez me hizo acostarme con una señora casada de 72 años para que el esposo invirtiera en sus hoteles, pero habían cosas raras en ella últimamente, por ejemplo el sexo había disminuido entre nosotros, ella casi siempre de viaje y yo pues probando nuevas chicas para el negocio algunas me dejaban realmente seco y cuando ella venia me costaba mantenerle el ritmo, por eso a veces traía algún chico de la agencia para tener a 2 machos para su entera disposición. Necesito deshacerme de Magdalena y conseguirme otra mujer con dinero, lo ideal para mí sería una mujer casada y tenerla como amante fija.
IRIS
Luego de nuestra primera escapada tardamos otro mes y medio para poder escaparnos así de nuevo, pero si mantuvimos de nuevo relaciones ahora en su casa, por lo regular lo pasaba a recoger tipo 17:00 afuera de su trabajo en los días que nos poníamos de acuerdo y nos íbamos directo a hacer el amor en su departamento, siempre me hizo sentir segura, cuando hablamos durante el sexo siempre eran cosas como te amo, muévete así, pongamos asa, nuestras posiciones favoritas empezaron a ser todas las que nos permitían mantener contacto visual, luego me sorprendió apareciéndose sin avisar a mi casa un sábado por la mañana conduciendo su flamante utilitario de lujo que recién se lo habían dado en la agencia de autos, terminamos riéndonos ya que yo tuve que conducirlo por momentos. Ese día me pregunto algo que me pareció raro.
Franco—Amor ¿La nena y tu tienen pasaporte y visa americana? —
Iris—No cielo, nunca hemos tenido la necesidad de sacar visa, pasaporte solo tengo yo y debo actualizarlo, ¿A dónde nos piensas llevar? —
Franco—Sera una sorpresa, espero les guste—
Dejamos así la plática, al día siguiente ya se me había olvidado, pero me sorprendió un mes después cuando apareció junto con mi padre y un abogado amigo de su hermana, me pidió los datos para tramitar las visas para la nena y para mí, se acercaba el cumpleaños número 9 de Kiki, yo no sabía que regalarle, pero él me dijo que no me preocupara que él se encargaría de todo y unas semanas antes del cumple de mi nena, me dio primero a mí la sorpresa de tres pasajes de avión y un certificado para los parques de diversiones en Orlando.
Lo pasamos genial los tres, luego a nuestro regreso Kiki no paraba de hablarle a toda persona que la escuchara de lo bien que la pasamos juntos, el siguiente fin de semana seria la fiesta de cumpleaños de la nena y ese día también fue mágico para todos en un momento, Leticia le dio su regalo a la nena y ella le agradeció diciendo “ gracias tía ”, Leticia solo sonrió, mientras los demás nos reíamos, al rato nos quedamos platicando Marta y yo.
Marta—Parece que se lo pasaron genial en el viaje, la nena no para de hablar de ello—
Iris—Si, yo también me divertí mucho—
Marta—Parece que le gusta su regalo también—
Iris—Aun no le he dado su regalo a la nena, por cierto, gracias por la idea—
Marta—Me refiero al regalo que ya le hiciste— me le quedé viendo extrañada y con la cabeza le hice ver que no le entendía nada —me refiero a que le conseguiste un papá, jajaja—
Iris—MARTA, no seas así, Franco y yo apena empezamos, pero con el me siento como si no quisiera nada más en la vida—