VIDAS capítulo 45 & 46

Iris se reencuentra con Mónica y esta hace una breve introspección de su vida; Franco pasa uno de los momentos mas traumáticos de la historia reciente

CAPITULO 45 TRAICIONANDO

IRIS

Me encontraba con la pequeña María Enriqueta en un centro comercial, las salidas al cine de vez en cuando mi bebé y yo solas eran de las pocas cosas que me podía costear con el sueldo de asistente en la universidad, durante todo este tiempo mis padres me habían ayudado mucho y se estaban poniendo mayores, ya les era difícil mantenerle el ritmo a una mocosa de tres años que parecía tener más energía que todos los de la casa juntos, mi hermano mayor ya vivía en una urbanización algo lejana y no llegaba a casa tan seguido, especialmente desde que nació mi sobrino.

De mis otros dos hermanos uno estaba por terminar la carrera de ingeniería y alquilaba un ático cercano a la universidad y a su trabajo, mientras el otro se había marchado a Canadá para trabajar y parecía haber encontrado el amor con una chica local, de vez en cuando nos escribía por e-mail, la situación económica en mi familia era normal, ya no había tantos problemas, solo los normales de una familia de clase media y mi padre esperaba que con su jubilación les alcanzara para vivir el resto de su vida a los dos.

Los gastos de la pequeña eran cada vez mayores y según Pedro debía de empezar a elegir los sitios donde quería que estudiara que en cuanto antes eligiera bien podría abrirle muchos caminos a mi nena cuando creciera, el problema era que los mejores lugares eran prohibitivos para una madre soltera por mucho que quisiera que estudiara en X o Y institución me sería prácticamente imposible pagarlos, estaba en esas meditaciones cuando de repente sentí que alguien me tocaba el hombro como con pena.

Mónica—Hola Iris, ¿Cómo has estado? –

Iris—Bien gracias y ¿tu como esta todo por la agencia? –

Mónica—No sé, hace un tiempo que le vendí todo a Magda y me retiré—

Iris—No lo sabía, perdón, entonces cuéntame ¿cómo te va con tu vida, que me dices de Joaquín? –

Mónica—Nos divorciamos, pero eso es otra historia que no quiero contar ¿ella es la tu hija? Es hermosa, cuanto tiempo tiene—

Iris—Tres años, como ves ya habla muy bien y según su psicólogo es muy lista para su edad, está convenciéndome para que la inicie en educación temprana—

Mónica—Increíble, mira, necesito irme, pero te dejo mi número de teléfono a ver qué día de estos me llamas y nos tomamos juntas un café—

Iris—Ok, a ver qué día nos juntamos para eso y me cuentas bien como ha sido tu vida—

Mónica—Ok, Iris suerte y cuídala mucho, adiós—


MÓNICA

No puedo creer que no escuche ni un ápice de rencor en su voz, incluso hasta hubo amabilidad, por dios tenía razón la niña me recordó a mi sobrino, excepto en el cabello, ella lo tiene más oscuro en eso se parece a su madre y en la dulzura de sus ojos, me hubiera gustado ver más tiempo a la nena, mi sobrina, pero no sé si hubiera podido aguantar otro minuto sin tirarme a suplicarle perdón a Iris, lo que le hicieron… no lo que le hicimos, no tiene perdón.

Como pude ser tan tonta para dejarme embaucar por esos tres, debí imaginarme que la idea de meter a Érick en mi cama no era de Joaquín, era de Magda, en la secundaria siempre se distinguió por ser la más hija de puta con las personas que no le agradaban, se fue calmando cuando empezó a verse con aquel hombre mayor que nunca nos presentó y luego al terminar la secundaria desapareció, algunos decían que se había fugado con ese hombre, que hasta se habían casado, rumores que confirme cuando apareció un día en el despacho donde estaba haciendo mi pasantía, estaba allí en busca de representación para reclamar la herencia que le había dejado ese tipo, lastimosamente para ella no podía pagar por la representación y no tenía bienes con que respaldar su deuda, escuche a mis jefes hablar que la chica tenía un juicio difícil y sin patrimonio que respaldase su deuda era difícil que algún abogado de renombre la representara, incluso recuerdo al más salido de ellos decir que si le daba una buena mamada el quizás se lo pensaría, los otros socios solo se carcajearon de la ocurrencia.

Cuando me gradué y salí de ese despacho donde me sentía acosada la busque para representarla sin cobrarle en caso que aun necesitara ayuda, resulto que la chica ya se había casado por segunda vez y ahora su esposo si tenía el dinero, pero no las ganas de ayudarla, quería someterla a base de dinero, hacerla completamente dependiente de él y sabía que si conseguía obtener la herencia que le correspondía ese plan se iría al carajo completamente.

Me enoje tanto que no me plantee ninguna duda para el plan tan descabellado que se le había ocurrido para divorciarse y desplumar a ese sujeto tan asqueroso, lo que no me imagine en ese tiempo era que mi sobrino estaría involucrado, para suerte de todos el plan salió a la perfección y Magda pudo divorciarse cobrando una inmensa cantidad que casi deja en la bancarrota a su exesposo, me dejo estar en el equipo de abogados que la representaba en el juicio por la herencia, ganamos, para cuando me uní a la causa no me había fijado que el amigo de mi entonces novio Joaquín había sido uno de los testigos clave de los hermanos del difunto cuando se inició hacía unos años atrás, el fotógrafo Miguel, supe de su implicación en el juicio hasta después que habíamos abierto la agencia y Magdalena no menciono nada en ese tiempo.

Aún recuerdo el día que empezó mi martirio por dejar que convirtieran mi agencia de publicidad y modelaje en poco más que un simple burdel con aspiraciones de altos vuelos, esas vacaciones que me convencieron de llevarnos a Érick que aún se encontraba “afectado” por la traición de Iris, “ Joaquín no sé si sea buena idea, este tiempo lo dedicaríamos a reparar nuestro matrimonio ” pero me deje convencer cuando le pedí consejo a “mi amiga” ella apoyo la idea de mi esposo.

Llegamos al chalet en la playa que habíamos alquilado para la ocasión, no pensábamos traer compañía y por eso era una propiedad pequeña, con apenas un baño y dos pequeños cuartos, no había puertas, solamente unas cortinas separaban los ambientes, decían que por el clima el calor era a veces excesivo por eso escases de puertas.

Aún recuerdo que era el tercer día ya que los primeros días nos daba corte con mi sobrino presente, Joaquín me tenía bajo la ducha penetrándome por atrás, me estaba gustando hacía tiempo que no me trataba así mi esposo, cuando vi por la cortina a Érick observándonos en plena faena, me separe sin decirle que teníamos público, pero al momento de erguirme vi cómo se estaba masturbándose con un miembro tan imponente que me dejo perpleja, aun no se bien que me paso, pero me calenté al verlo así tan joven, fuerte y tan bien dotado que solo sentí de nuevo los besos y caricias de mi esposo en mi pecho y como de nuevo me penetraba ahora con movimientos más fuertes, mi orgasmo llego cuando se cruzó mi mirada con la de Érick que al verse descubierto se fue corriendo hacia su habitación dejándome solo con la imagen de su hermoso cuerpo.

Cuando terminamos de ducharnos pensé en decirle a mi esposo, pero no quería que Joaquín se molestara y pensé en hablar a solas con mi sobrino, para eso lo envié por víveres sabía que tardaría un rato, cuando busque al chico, lo encontré tumbado en una hamaca calmado, cuando me acerque yo era la que estaba intimidada por haber sido vista en pleno folleteo o quizás por haberme corrido viendo a mi sobrino y eso me hacía sentir sucia.

Mónica—Hijo, tenemos que hablar—

Érick—Claro tía, me disculpo por haberlos interrumpido así— no había interrumpido nada, creo que mi esposo ni cuenta se dio y si lo hizo entonces eso lo motivo más.

Mónica—No te disculpes, pero la próxima vez avisa que vas al baño, especialmente si escuchas el ruido de la ducha—

Érick—Te pido perdón, es que desde lo de Iris, no estoy atento a nada, no me fije si había alguien allí adentro, no pensaba en nada—

Mónica—Ok, entiendo— sentí de nuevo rabia contra esa pequeña puta, mi sobrino pareció entristecerse cuando la menciono.

Dejé pasar el día y después de la cena mientras Érick estaba en su habitación Joaquín y yo estábamos platicando y fumando unos cigarrillos sentados sobre la misma hamaca en la que encontré a mi sobrino por la tarde, decidí que si quería reparar mi matrimonio debía de ser sincera y le conté a mi marido que Érick nos había visto follando en la ducha, pensé que se molestaría, pero en lugar de eso solamente se puso a reír y dijo que lo dejáramos en paz, el chico debía estar pasándola mal.

Mónica—Eso no es todo amor—

Joaquín—No me digas el muchacho se la estaba jalando, jajaja, pobre seguro hace tiempo que no la moja, esta guapo y tiene buen cuerpo, seguro cuando se recupere se hartara de follar— el comentario de mi marido me descoloco, siempre había sido algo celoso y no lo había escuchado referirse de esa forma de ningún hombre, seguimos hablando un rato más.

Después nos fuimos a acostar y Joaquín se puso juguetón bajo las sabanas, me daba corte porque mi sobrino estaba en la habitación contigua, pero pensar en Érick y su juventud, imaginarme que un chico así de joven y guapo pudiera desearme hizo que me calentara y el tamaño de su polla solo era la guinda en el pastel, mi marido aprovecho para meterme el dedo en el ano mientras pasaba su polla por encima de mis labios vaginales, lo del dedo y en general el sexo anal, lo dejábamos  para ocasiones muy especiales, pero hacía más de un año y medio que no lo hacíamos por allí, en un momento pareció que mi esposo estaba leyendo mis pensamientos.

Joaquín—¿Crees que se escuche cuando te la meta así por atrás? –

Mónica—Deja eso, mejor follame de una vez, pero saca ese dedo o dejamos toda hasta acá, y cuidadito con hacer ruido, no quiero incomodar al pobre—

Joaquín—Mujer, se la estaba jalando, ¿tú crees que si estuviera incomodó haría eso? –

Mónica—Puede que no, pero igual quien se sentiría incomoda seria yo—

Joaquín—¿Se la viste? – en ese momento me asuste recordándolo.

Mónica—Si, pero que tiene que ver con esto que estamos haciendo—

Joaquín—¿La tiene grande? ¿te gusto? ¿es más grande que la mía? –

La reacción de mi marido me descoloco, mientras más preguntas hacia más excitado se ponía, no tanto en su expresión, que era fría, pero los movimientos, parecía emocionarse, admito que al verlo desde ese punto también me provocaba cierto morbo, pero el morbo pasaba a excitación cuando recordaba el cuerpo de mi sobrino, había escuchado cuchicheos de las chicas en la agencia refiriéndose a lo bueno que estaba y yo solo sonreía como tía orgullosa, pero desde que le vi como observaba con deseo nuestro acto en la ducha, no pude sacármelo de la mente como como hombre.

Mónica—Si la tiene grande y si está más grande que la tuya—

Joaquín—¿Lo deseas? –

En ese momento lo pare y lo hice que se retirar de mi cuerpo, no podía creer que me preguntara eso, pero lo que me confundió más fue que sí, si lo deseaba como hombre, ya había dejado de verlo como al niño de 10 años con el que llego con mi hermana a pedirle perdón de rodillas a mis padres en las fechas en que yo partía becada a la universidad en la capital, mis padres nunca hubieran tenido los recursos para pagarme una universidad ni por muy del estado que fuera, o porque la carrera de derecho fuera una de las más baratas. En ese pueblo las chicas solo tenías tres salidas.

  • Acostarte con narcos hasta que se aburrieran de ti, esperando tener suerte de no aparecer en algún lugar muerta, mi hermana fue de las que tuvieron suerte y pudo regresar.
  • Encontrar algún incauto que te sacara del pueblo a vivir en otra ciudad como le paso a Magdalena, solo que su incauto era un playboy millonario.
  • La última era mi opción, llenarte de tantos logros académicos que no puedas pasar inadvertida para lograr una beca que te sacara, cuanto antes mejor.

Después del susto inicial, me dije a mi misma que esto no lo podía pensar, que era pecado, Joaquín me vio tiernamente y se me acerco acariciándome el rostro, sentí que emanaba un aura de comprensión y ternura que nunca tuvo antes en nuestro matrimonio. Me decepcione de mí misma, estar con mi esposo y pensar en otro hombre, peor aun tratándose de mi sobrino y por si fuera poco mi marido estaba perfectamente consciente de todo, se lo había dicho, no podía creer que me viera con ese amor después de lo que salió de mi boca.

Me puse a llorar, el me abrazo y me sentí aliviada cuando empezó a hablar con calma.

Joaquín—Amor es normal que veas a otros y que les desees en tus fantasías—

Mónica—Tal vez, pero no es normal que sea mi sobrino, el hijo de mi única hermana—

Joaquín—Tu sobrino ya no es un niño, es un hombre y por la forma en que le ves tú y también otras mujeres parece que uno bastante guapo—

Mónica—Lo siento, pero no puedo tener esos pensamientos, entiende ES MI SOBRINO—

Mi esposo pareció relajarse, pero me dijo algo que fue el desencadenante definitivo: “ amor creo que necesitamos algo más, para mi tu eres suficiente, pero creo que tú necesitas más de lo que te puedo dar ” mis ojos debieron parecer platos enormes cuando soltó esa frase y mi cabeza me dijo que quizás tenía razón, después vino una larga platica que concluyo conmigo decidiéndome a probar con otros hombres, pero siempre contando con su permiso, me soltó que el mejor para empezar este camino era mi sobrino, ya que era guapo, sabíamos que estaba sano y el muchacho parecía necesitar sacarse a su infiel exnovia del corazón, esa última frase fue la que me hizo decidirme por Érick.

Después de ese día, seducir a Érick fue fácil, demasiado fácil, luego empezamos con los tríos y no me di cuenta hasta que era muy tarde que mientras esos dos me tenían idiotizada con una espiral de sexo, mi amiga del alma había transformado mi sueño de la agencia en una pesadilla de putas, me di cuenta hasta que revise las cuentas por casualidad observando que los números en los libros no correspondía con lo  que había en las cuentas de los bancos, la puntilla me la dio un amigo de la fiscalía de delitos administrativos, un escueto e-mail que decía como en los círculos de hombres de negocios conseguían jóvenes dispuestas y dispuestos a complacer hombres y mujeres en toda actividad sexual y el nombre de mi agencia figuraba como posible enlace entre los involucrados.

Después de eso encararme con mi socia y mi familia fue una pesadilla que decidí abandonar vendiéndole mi parte a Magdalena, divorciándome de Joaquín y cortando todo vínculo con Érick.


CAPITULO 46 REFLEXIONES Y ATAQUES

FRANCO

Regrese a mi habitación y vi a mis amigas platicando tranquilamente tomadas de la mano, aun desnudas y mientras Jenny me ofrecía la bebida que le solicite, Mayra se levantó poniéndose en cuatro sobre la cama diciéndome de una forma muy sensual “ ahora quiero que seas buen chico, te pongas un condón y entres en mi coñito que también quiere probarte ”, me termine mi bebida y Jenny con una enorme sonrisa me paso otro preservativo, lo destape y me lo coloque, luego Jenny me tomo y a manera de asegurarse que estuviera bien puesto me apretó algo fuerte el pene, lo único que hice fue tomarla por el cuello y acercarla para meterle la lengua hasta las amígdalas, al soltarla mis manos se aferraron a las caderas de Mayra acercándola hacia mí, por debajo de su cuerpo ella tomo mi pene y lo guio hacia su destino después de eso procedí a metérsela despacio, mientras esto pasaba entre Mayra y yo, Jenny se colocó delante de ella con sus piernas abiertas invitando a Mayra para que le hiciera un cunnilingus.

Mayra empezó y recordando las reacciones en el rostro de Jenny parecía estar haciendo un excelente trabajo, mis movimientos habían empezado a acelerarse, después de varios minutos fue cuando Mayra anuncio un orgasmo, se desacoplo de mi sonriéndome y dejando el camino a Jenny para poder ser la siguiente, no pensé que tuviera más ganas ya que antes de que Mayra anunciara su orgasmo mi amiga llevaba al menos uno por la acción de la boca de ella, me recosté sobre el cuerpo de Jenny para besarla, esta vez el beso fue tierno y romántico, ella tomaba mi rostro con ambas manos mientras yo con una mano acariciaba el de ella y con la otra guiaba mi pene a la entrada de su sexo.

Continuamos con el beso mientras mi pene ingresaba al coño de Jenny, empecé con los movimientos suaves que recordé que le gustaban y levante la cabeza para verla directo a sus ojos grises que se perdían un poco en la oscuridad de la habitación, después de un rato levante mi cuerpo y tome sus piernas colocándolas sobre mi pecho para besarle los pies y seguir bajando, los movimientos de sus pechos mientras la penetraba eran rítmicos, por un momento olvide que no estábamos solos hasta la risas picaras de Mayra me recordaron su presencia, eso y que se recostó besándolos, lo bueno fue que dejo al alcance su trasero, pase las manos por sus glúteos buscando el centro y se volteo a decirme “ nene aun me duele el culo, por favor no juegues allí ” me disculpe y baje un poco más para acariciarle los labios de su vulva hasta alcanzar su clítoris, el cual me puse a masajear con suavidad formando círculos alrededor y sobre él.

Empecé a acelerar un poco los movimientos de mi cadera manteniendo el ritmo con mi mano, Jenny empezó a decirme que siguiera que ya casi llegaba, le hice caso y en un enorme suspiro llego al orgasmo provocando que Mayra se abalanzara sobre su boca, continúe en el mete/saca, ahora era yo el que me acercaba al orgasmo y se los dije, ambas se levantaron y Mayra me arranco el condón, mientras Jenny procedía a hacerme una paja de forma que mi glande apuntaba directamente a la boca abierta de Mayra, esta visión apresuro mi corrida sacando fuertes choros en dirección hacia ella, al terminar de salir la última gota cuando mi miembro empezaba a perder dureza Jenny le dio un suave beso en el tronco luego se paró y me beso, mientras Mayra me preguntaba donde había toallas para bañarse antes de dormir.

Le pase una a ella y otra a Jenny, mientras las chicas se bañaban y aprovechando que, al estar a finales del verano, había calor aun en la madrugada abrí un poco las ventanas para ventilar mi habitación y cambie las sabanas, termine rápido y fui al refrigerador a buscar más bebidas para los tres y no pude evitar notar que no habían cerrado del todo la puerta del baño, me acerque y las escuche hablar con normalidad.

Mayra—Tenias razón resulto mejor de lo que esperaba—

Jenny—Te lo dije, seguro su ex no solo le puso ese cuerpo también lo dejo bastante despabilado en el sexo— solo alcance a dar una pequeña sonrisa recordando que ellas eran más bombas en la cama.

Mayra—Quizás, pero debes admitir que ese pito también le ayuda para la labor— segunda de la noche que alguien dice que le gusta mi pene.

Jenny—Te confieso que mi novio lo tiene un poco más grande, pero no lo sabe usar tan bien, jijiji—

Mayra—¿En serio? Entonces no tendrías que tener la necesidad de acostarte con otros—

Jenny—Si el no fuera tan egoísta en la cama, solo cuando estamos drogados aguanta más de 10 minutos y de allí en mas solo busca terminar el, piensa que con su tamaño es suficiente—

Mayra—Lastima, si dices que la tiene más grande pero que no la sabe usar—

Jenny—La verdad no es tanta la diferencia diría que la de Franco es un poco más delgada—

Mayra—jajaja, Mírate comparando la polla de tu novio con la de su sucesor—

Jenny—No digas eso, Franco es… no sé qué es—

Mayra—Solo te digo que esos besos que se estaban dando no eran muy de amigos—

Me estaba entreteniendo de más con la plática de las chicas, cuando escuche que cerraban la llave y se empezaban a secar, corrí hacia mi cama y cuando ellas llegaron se recostaron una a cada lado envueltas en sus respectivas toallas me agradecieron que ventilara la habitación y cambiara sabanas, luego nos acurrucamos como pudimos y nos quedamos dormidos.

Cuando amaneció creo que solo habían pasado algunas horas o al menos yo sentía que no había dormido nada, trate de moverme para no despertarlas, que resulto en vano y de nuevo me abrazaron para acurrucarse, Jenny pregunto la hora y le dije que eran las 07:45 se empezó a desperezar y dijo que debía marcharse ya que su padre quedo de llamarla a las 9:30, Mayra fue la que más protesto llego a decirle a Jenny que se fuera que ella y yo nos quedábamos toda la vida allí durmiendo y follando, que no se preocupara por eso.

Entre risas nos levantamos Jenny y yo a preparar algo de comer y café, cuando estaba todo listo salió Mayra para acompañarnos, comimos y ellas no hicieron mención a la charla que tuvieron en la ducha y yo no les diría que las escuche. Las chicas pidieron un taxi y se fueron juntas, esta vez yo me metí a bañar, para regresar a mi habitación y dormir hasta entrada la tarde.

Pasaron unos días entre que ignoraba las llamadas de Antoine y que mis amigas ignoraban las mías llego el inicio de actividades en la escuela, sabía que me las encontraría allá y pensaba en como hablarles sin parecer un loco sediento de sexo, aunque poco me faltaba la verdad, me encontré con Jenny vestida de lo más normal con un vestido floreado, sus ojos se toparon con los míos y me dio una sonrisa tímida, segundos después apareció su novio abrazándola por la espalda, me quede paralizado y empecé a sentirme celoso, el tipo solamente me dedico una saludo despectivo con la cabeza desde lejos y cuando ella se separó de él se encaminaron a la oficina a recoger sus horarios, él se rio como saboreando su victoria, estaba empezando a enojarme cuando alguien me tomo del brazo llevándome en la dirección contraria hacia donde se dirigía Jenny.

Mayra me tomo el cuello dándome un sonoro beso en la mejilla que hizo que varias de las personas en el pasillo nos voltearan a ver, le sonreí cuando empezó a pasarme el enojo, nos quedamos en silencio un rato sosteniendo un café de esos que salen de una maquina con más temperatura que sabor, me quede sorprendido por el trato tan alegre de ella, tanto que se me olvidaba por momentos el novio de Jenny, pero lo que si no se me pasaba era esa sensación de celos, de querer ser tragado por la tierra en medio de un inmenso dolor, seguramente mi amiga se dio cuenta y mientras tomaba por sorbos su bebida caliente, demasiado caliente para la época del año, me observaba analizando cual debía de ser su siguiente paso, que palabras debía pronunciar para sacarme de ese estado en el que yo mismo me sorprendí de estar.

Mayra—Creo que alguna de las dos debimos haberte dicho algo de que el estaría por acá—

Franco—No tienen que decirme que hacen o dejan de hacer ni ustedes o sus amistades o parejas—

Mayra—Creo que sí, especialmente después de ver como estas—

Franco—Estoy bien, créeme, he pasado cosas peores—

Mayra—Como lo de tu novia—

Franco—Esa cuenta, pero ha habido peores—

Mayra—Cuéntame, así de paso compruebo lo buen conversador que eres y porque le gusta a mi amiga pasar tiempo contigo más platicando que follando—

Franco—No sé qué sabes de mi— su comentario me había sacado una leve sonrisa —pero si te puedo decir que a mí me gusta más platicar con ella—

Mayra—jajaja, No sé si dices que prefieres platicar con ella por enojo, pero si te puedo decir que hasta ahora contigo he disfrutado de ambas cosas— al decirme eso se acercó a darme un suave beso en la mejilla, más romántico que alegre.

Franco—Gracias Mayra, siempre es bueno escuchar palabras así de una mujer tan atractiva—

Pasamos un rato divertido, nos contábamos anécdotas de nuestras vidas de a poco nos fuimos soltando y cuando nos dimos cuenta ya era hora de comer, la invite a un McDonald´s que estaba cerca, la razón fue que sabía cuánto odiaba Jenny la comida de esos locales y pensé que no estaría con su novio allí, error, cuando entramos estaban los dos hablando y entre Mayra y Jenny se saludaron de lejos, luego corrieron a abrazarse, trate de poner la expresión más diplomática posible invocando a mis genes de político, pero el en cambio no lo hizo, esperaba que al menos se me notara menos la incomodidad que a él, las chicas se pusieron a cuchichear, mientras el tipo y yo nos ignorábamos fingiendo interés en el dialogo entre ellas, por suerte parece que el aguanto menos que yo y le dijo que debían irse para realizar unas compras, mi alivio se interrumpió cuando la acerco tomándole por la cintura y dándole un beso digno de cualquier telenovela mexicana.

Mayra—¿Cómo la estas pasando ahora que los viste de cerca? – soltó mientras ordenábamos

Franco—Hago lo que puedo con mi estado de ánimo—

Mayra—Al menos lo haces mejor que el, se le nota que te tiene rabia, si no estuviéramos acá seguro él se te lanzaba para reclamarte, jejeje—

Franco—¿De qué te ríes? –

Mayra—Si supiera todo lo que hicieron, bueno hicimos, aquella noche en tu casa, se muere—

Franco—Creo que, de momento, es mejor que no toquemos ese tema ni por error—

Mayra—Ah no nene, conmigo vas a tocar ese tema y otros más, muchos más, aún tengo muchas preguntas respecto al club de sexo—

Me reí de nuevo, esta chica parecía tener facilidad para sacarme sonrisas, antes de este verano pasábamos tiempo juntos, pero casi siempre lo compartíamos con grupos de la universidad o por lo menos con Jenny, era la primera vez que pasábamos tiempo a solas juntos hablando.

Terminamos de comer y me dijo de salir un día solo los dos para que le sacara de todas las dudas que tenía respecto al club y otras más de nuestras vidas. Al separarnos me besa cerca de la comisura de los labios, yo solo sonreí pensando qué demonios acababa de pasar, especialmente con estos celos que sentí al ver a ese payaso, la facilidad con que se fue el tiempo hablando con Mayra y sus preguntas respecto al club de sexo, me fui hacia el metro y seguía pensando en todo esto hasta que llegue a mi casa, había decidido llamar a Antoine y decirle que no a su propuesta, pero después de ese día las dudas se me agolparon en la cabeza y pensé que un “trabajo” así podría distraerme y de paso enterarme de más cosas respecto al club no fuera que las preguntas de Mayra fueran de cosas que no sabía, sería mejor que le llamara otro día para pensarlo bien y me dirigí al gimnasio.

Recuerdo perfectamente esa mañana de martes, me levante poco después de las 06:00 me prepare un desayuno leve y también un par de botellones de agua, el parque estaba a unas cuantas calles del edificio, corrí poco más de una hora por un circuito nuevo, no estaba para recordar las calles en las que me ejercitaba junto con Anwara y regrese pasadas las 08:15 de la mañana me puse a consultar mi correo mientras tomaba otro bocadillo y la cafetera preparaba su mezcla me empecé a bañar, cuando escuche un estruendo horrible, como una bomba seguido de una explosión fuerte, me sobresalte y salí corriendo a buscar por la ventana el origen de dicha explosión, pero desde mi edificio no vislumbraba nada, me vestí con lo primero que encontré y salí rumbo a la terraza del edifico, era un área reservada para la gente de mantenimiento, pero algunas veces los vecinos la usaban como sala de fiestas con permiso previo del administrador por eso esperaba encontrarla cerrada, cuando me faltaba un piso para llegar escuche la segunda explosión, me encontré la puerta de la terraza abierta y varios de los inquilinos estaban viendo hacia el desastre.

Ni en las películas más locas de ciencia ficción había visto algo así, la cantidad de humo era increíble, me asuste como solo había estado cuando veía a Ana morir, me sentía impotente y cuando voltee a ver a varios de mis vecinos que solo los conocía de vista a la mayoría y casi ni había cruzado palabras con ellos estaban en shock, mejor dicho, estábamos.

Me percate que uno de los vecinos tenía sintonizado un radio y me acerque para escuchar con más claridad, lo que al principio yo había imaginado como un accidente en alguna de las plantas de las torres gemelas la voz del locutor me dijo cuan equivocado estaba y lo que era la horrible realidad, había sido un ataque directo, ignoraba en ese momento cuanto tiempo había pasado y de repente el hombre de las noticias informaba de otro ataque ahora en Washington, esperando a confirmar la noticia, espera que se terminó breves minutos después agregando que había sido en el edificio del Pentágono.

Para ese momento las lágrimas eran generales, hasta yo me encontraba a punto de llorar de la impotencia, el presidente ya había dado su discurso desde Florida y el locutor daba algunas instrucciones donde solicitaba que la población no se acercara al lugar del atentado para no estorbar en las labores de los cuerpos de socorro, cuando la situación se puso peor, desde donde estábamos vimos levantarse una enorme columna de humo y polvo junto, pensábamos que nos alcanzaría por eso la mayoría nos fuimos hacia adentro solo el administrador y otro par de chicos se quedaron viendo completa la caída de la primera de las torres.

Quería y necesitaba saber más, por eso me encaminé mejor hacia mi piso y puse el televisor buscando noticias, las noticias estaban solo al encenderla, mientras repetían como callo el primero de los dos edificios en una ventana de menor tamaño ponían los distintos ángulos que tenían del segundo impacto contra la que decían era la torre norte.

Me encontraba viendo y analizando con tristeza y dolor las imágenes del noticiero que estaba sintonizado cuando el teléfono empezó a sonar y me apresure a contestarlo, no pude llegar escuche otro estruendo y voltee a ver al aparato y transmitían en directo la caída de la segunda torre, no supe en qué momento el teléfono dejo de sonar imagino que fue cuando la T.V se apagó, pero cuando me acerque y lo levante no había tono, de inmediato mis pensamientos me llevaron a mis padres y todos en mi país que pensarían como estaría yo, como podría comunicarme para avisarles que estaba bien, luego me recordé de mis amigos, incluso de Antoine, como lo estarían pasando, hasta el novio de Jenny vino a mis preocupaciones.